Partido dinástico

INTRODUCCIÓN./La Restauración se inicia con el retorno de los borbones a España, después del Sexenio Democrático, y abarca desde 1874 hasta 1923 (vigencia de la Constitución de 1876). Este periodo se divide en tres etapas: reinado de Alfonso XII (1875-1885), regencia de Mª Cristina de Habsburgo (1885-1902) y reinado de Alfonso XIII (1902-1931)./1. EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN./Los conservadores apoyaron la Restauración de los Borbones creyendo que acabaría con la inestabilidad política y la revolución democrática y social española. Para eliminar el carácter partidista y excluyente de los moderados anteriores, la intervención militar en política y los enfrentamientos civiles, Cánovas quiso elaborar una constitución que estableciera un sistema político bipartidista y pacificar el país (guerras de Cuba y Carlista). Convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal, aunque después devolvió el censitario./CONSTITUCIÓN DE 1876:/-Desaparece la soberanía nacional; reside entre las Cortes y el Rey, por lo que pueden reformar la Constitución./-Posee amplios derechos, regulados por leyes ordinarias, que podían ser suspendidos en circunstancias especiales./El catolicismo era la religión oficial, aunque se permitía el culto privado de otras./El Rey tenía competencia ejecutiva, designaba al Jefe de Gobierno y a los ministros, responsables ante las Cortes. Era el mando supremo del ejército y la armada./-Las Cortes eran bicamerales. El Congreso era integrado por diputados electos cada cinco años, y el Senado por miembros electos y de derecho propio y vitalicios (nobleza, altos mandos militares…)./-El sistema electoral era establecido por el gobierno de turno (Cánovas, sufragio censitario, Sagasta, universal)./-Difuminación de la división de poderes. La justicia la impartían los tribunales en nombre del Rey./Esta constitución estableció un liberalismo doctrinario, muy conservador.
/BIPARTIDISMO Y TURNO PACÍFICO/Cánovas del Castillo introdujo el bipartidismo en el sistema de gobierno. El partido conservador (moderados, unionistas y disidentes carlistas) y el liberal (unionistas de izquierda, amadeístas y demócratas) aceptaron una alternancia pacífica, renunciando a los pronunciamientos y otorgando estabilidad institucional./


/El ejército, un gran pilar del régimen, quedó subordinado al poder civil. No obstante, se otorgó cierta autonomía al ejército para sus asuntos internos y un alto presupuesto./2. EL FIN DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS./Hasta 1881 gobernó el Partido Conservador (Cánovas), que acabó con las guerras Carlista y de Cuba. En 1876, desalojados de Cataluña, los carlistas se retiraron a Navarra, pero con la Restauración de Alfonso XII y la adhesión de Cabrera a su causa, se hundieron los frentes carlistas de Navarra y Guipúzcoa y acabó la guerra. Consecuencia de esto fue la abolición del régimen foral, aunque en 1878 se otorgó cierta autonomía fiscal a las Provincias Vascas, que pagarían anualmente a la administración central (conciertos económicos)./El ejército y la negociación terminaron con la insurrección cubana (1868-1878). La Paz de Zanjón (1878) incluía una amnistía, la abolición de la esclavitud (aprobada en 1888), reformas políticas y administrativas y representantes cubanos en las Cortes. El incumplimiento de la reforma provocó conflictos entre 1879 y 1895./3. LA VIDA POLÍTICA Y LA ALTERNANCIA EN EL PODER/3.1. Los Partidos Dinásticos/El sistema político de Cánovas requería la existencia de dos grandes partidos dinásticos que se alternaran en el poder. Esta alternancia buscaba la estabilidad institucional. Sólo cuando el partido en el Gobierno se desgastaba, el monarca llamaba al partido opositor a formar gobierno, que convocaba elecciones para conseguir un número de diputados que le permitiese gobernar./Estos dos partidos eran el Partido Conservador (Cánovas) y el Partido Liberal (Sagasta). Ambos defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y el Estado liberal, unitario y centralista. Los conservadores eran más proclives al inmovilismo político, el sufragio censitario, la defensa de la Iglesia y del orden social, mientras que los liberales se decantaban por el reformismo social de carácter progresista y laico. Sin embargo, en la práctica, ningún partido promulgaba leyes que forzasen al otro a derogarlas en su regreso al gobierno./3.2. Falseamiento electoral y Caciquismo/La corrupción electoral y el caciquismo (uso de la influencia y del poder económico de unos individuos sobre la sociedad) mantuvieron la alternancia pacífica de gobierno./


/La adulteración del voto era una práctica habitual para conseguir el triunfo del partido que convocaba las elecciones y permitirle la creación de una amplia mayoría parlamentaria./Los caciques solían ser ricos propietarios (sobre todo del medio rural) que daban trabajo a jornaleros y que tenían gran influencia en la vida local, abogados o funcionarios que tramitaban asuntos administrativos (certificados, sorteo de quintas…). Con su influencia y sus “favores” orientaban el voto de acuerdo con las autoridades, especialmente en elecciones provinciales./Este conjunto de trampas electorales se conoce como pucherazo./3.3. El Desarrollo del Turno de Partidos/Tras el Gobierno conservador (1875-1881), Sagasta (Partido Liberal) introdujo el sufragio universal masculino. En 1884 Cánovas volvió al poder, pero con la muerte de Alfonso XII (1885), conservadores y liberales firmaron el Pacto del Pardo, apoyando la regencia de Mª Cristina y garantizando la monarquía ante las presiones carlistas y republicanas./Durante el gobierno de Sagasta (1885-1840) se realizaron reformas progresistas: Ley de Asociaciones (entrada a la política de fuerzas opositoras), abolición de la esclavitud, reformas fiscales y militares, juicios por jurados, el sufragio universal masculino… El fraude y la corrupción electoral imposibilitaron una verdadera democratización./Sin embargo, el personalismo del sistema provocó la descomposición del Partido Conservador y del Liberal./Tras el asesinato de Cánovas (1887), Silvela recompuso el Partido Conservador. En el liberal, Gamazo y Maura causaron fracciones y desorganización./4. LAS FUERZAS POLÍTICAS MARGINADAS DEL PODER/

4.1. El Republicanismo/Castelar, republicano unitario de la I República que aceptó la Restauración, creó el Partido Republicano Posibilista, y Ruiz Zorrilla (radical), el Partido Republicano Progresista. Sus prácticas violentas provocaron la ruptura con Salmerón y la creación del Partido Republicano Centralista. El Partido Republicano Federal (Pi y Margall) contaba con un gran apoyo popular./En 1886, el sufragio universal dio a los republicanos una importante minoría en las Cortes y estimuló la formación de alianzas. La Unión Republicana (1893, 1901) agrupaba diferentes familias republicanas a excepción de los posibilitas. Los republicanos perdían votos con el nacimiento del PSOE (Pablo Iglesias, 1879)./

4.2. El Carlismo/Con la derrota carlista de 1876, muchos miembros reconocieron a Alfonso XII como rey y Carlos de Borbón se marchó a Francia. Los carlistas mantuvieron su fuerza en Navarra, País Vasco y Cataluña y algunas jerarquías militares de la última guerra. También fundaron una milicia, el requeté./Juan Vázquez renovó el partido. Conservaban principios como la unidad católica, el fuerismo y la oposición a la democracia, pero aceptaba el nuevo orden liberal-capitalista, lo que provocó la separación de un sector carlista que creó el Partido Católico Nacional (Ramón Nocedal). Era un partido integrista, y no reconocía a Carlos como rey./5. EL FIN DEL IMPERIO COLONIAL: EL 98 Y SUS REPERCUSIONES/Los restos del imperio colonial español consistían en Cuba, Puerto Rico, las Filipinas y algunos pequeños islotes y archipiélagos del Pacífico./De Cuba y Puerto Rico, España exportaba azúcar de caña y tabaco, obteniendo grandes beneficios. Además, los obligaba a comprar la carísima harina y los tejidos catalanes y los conservaba gracias al ejército y la administración, que aseguraban la explotación esclavista para el beneficio de una pequeña oligarquía (hasta 1873)./En 1892, partidarios de la independencia, se fundaron el Partido Revolucionario cubano (José Martí) y la Liga Filipina (José Rizal). La tardía propuesta de autonomía para Cuba (1895) recrudeció la guerra. En 1897 murió Cánovas y los líderes independentistas cubanos y filipinos contactaron con los norteamericanos (Presidente Mckinley)./La prensa (Hearst y Pulitzer) hizo campaña contra el colonialismo español. La voladura del acorazado Maine (1898) fue el pretexto para iniciar la guerra del Caribe y las Filipinas. Las derrotas de Cavite, Manila y Santiago llevaron a la Paz de París (1898), donde España renunciaba a Cuba, cedía Filipinas, Puerto Rico y Guam y confirmaba su soberanía en las islas Marianas (excepto Guam), las Carolinas y las Palaos, que luego se vendieron a Alemania./La pérdida de estos territorios no supuso un “desastre” económico, pero la derrota y la pérdida de combatientes conmocionó intensamente a la sociedad española./CONCLUSIÓN/La Restauración fue un periodo dominado por la burguesía oligárquica, el caciquismo y el falseamiento electoral, pero fue también de estabilidad constitucional, de modernización económica y de alejamiento del ejército de la política.

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