Que territorios incorporo Felipe II a la monarquía hispánica

Felipe


Felipe II (1527-1598) personifica el Periodo de la hegemonía hispánica, pero también una fase histórica plagada de Luces y sombras, pues con el “Rey Prudente” se asiste a la vez al cenit y al Comienzo del declive de la España Imperial.La política interior de Felipe II Persistiría en la línea marcada por los Reyes Católicos y continuada por su Padre Carlos I, es decir, la progresiva implantación de la monarquía Autoritaria, al menos en Castilla, ya que en sus otros dominios persistíó tanto El pactismo Aragónés como la autonomía institucional del resto de territorios (Portugal, Nápoles o Flandes).A Tal fin, el conjunto legislativo preexistente se adecuó a la nueva realidad Política (Nueva Recopilación, 1567), se incrementó el proceso de Burocratización administrativa y se amplió el modelo polisinodial al Crear el Consejo de Portugal (1582) y Flandes (1588). Especial importancia Tendrán las secretarías, como vía de transmisión entre los consejos y el rey.
Precisamente, el secretario de Estado Antonio Pérez, se vería implicado en las Luchas entre los bandos cortesanos, siendo además acusado de traición. Refugiado en Zaragoza, el rey recurríó a la Inquisición por su condición de Institución común en sus reinos hispánicos y con objeto de evitar los fueros. Defendido por el Justicia Mayor de Aragón, Juan de Lanuza, el rey envió al Ejército y ocupó la ciudad. Finalmente, huido Antonio Pérez, se ajustició a Lanuza y a otros implicados en 1591. Por otra parte, la minoría morisca siguió Siendo objeto de presiones para que abandonase definitivamente sus costumbres, Lo que provocaría la sublevación de las Alpujarras granadinas en 1568. Aplastada militarmente, su población sería dispersada por Castilla con el fin De facilitar su integración.Por último, el incremento del gasto Público obligó a la creación de nuevos impuestos: unos ordinarios, como el Excusado, reclamado a la Iglesia para luchar contra los turcos; otros Extraordinarios, como los millones, demandados a las ciudades castellanas para El gasto militar; además de los asientos o préstamos a grandes banqueros (Fugger, Rothschild, etc.) y la emisión De deuda pública o sistema de juros. Con todo, Felipe II hubo de decretar en Tres ocasiones la bancarrota del Estado (1557, 1575 y 1596), cuya situación Siempre se palió con la llegada de las remesas de la Flota de Indias.La política exterior filipina contaría con Diferentes escenarios: en uníón con Venecia, Génova y Roma (Liga Santa) se Acabó en la batalla de Lepanto (1571) con la piratería mediterránea amparada Por el Imperio Otomano. Por su parte, persistíó la disputa contra Francia al Lograrse la gran victoria de San Quintín (1557), firmándose la Paz de Cateau-Cambresis (1559) por la que Francia reconocía la supremacía hispánica sobre Flandes e Italia, a la vez que se concertaba el matrimonio con Isabel de Valois.A la muerte del rey portugués Sebastián Sin sucesión, Felipe II accedíó al trono de Portugal en 1580, consumándose Finalmente el viejo sueño de la Reconquista. Una vez más se trataba de una Simple uníón dinástica, lo que posibilitó de nuevo su independencia a través Del Tratado de Lisboa (1668) ya bajo el reinado de Felipe IV.Durante los primeros años de su reinado, Las relaciones con Inglaterra entraron en una fase de distensión al contraer Matrimonio la católica María Tudor (1554-58). Sin embargo, tras su muerte y la Entronización de Isabel I, el enfrentamiento se reprodujo al asumir Inglaterra Nuevamente el anglicanismo, apoyar la piratería y la rebelión de Flandes. Malogradamente, la invasión de la isla por la Armada Invencible fracasó al Dispersarse por los elementos, siendo atacada y derrotada en el Canal de la Mancha (1588).Felipe II hubo de hacer frente al problema De Flandes hasta el final de su reinado. En su génesis se entremezcla la Progresiva difusión del protestantismo, en especial el calvinismo; el anhelo de Independencia de la nobleza flamenca, reforzado por el apoyo de los príncipes Protestantes alemanes y de la Inglaterra anglicana; el deseo español de controlar El emporio económico de los paños flamencos, destino de la lana castellana, Etc. Fracasado tanto el intento de la vía militar y de la represión (Tribunal De Tumultos, 1567), representada por los Tercios capitaneados por el Duque de Alba, como las negociaciones de Alejandro Farnesio con el cabecilla rebelde Guillermo de Orange, al final se llegó a una solución de compromiso al Permanecer fiel a España las provincias belgas del sur (Uníón de Arrás) bajo la Soberanía de Isabel Clara Eugenia, hija del rey, y logrando su independencia Las flamencas (Uníón de Utrecht), posteriormente denominadas Provincias Unidas (1579).En conclusión, en la España “donde no se Ponía el sol”, Felipe II se convirtió en un monarca español, sabedor de que su Poder residía en los recursos de Castilla, desde la cual emprendíó su “gobierno De papeles”. Defensor de los principios contrarreformistas y de su herencia Patrimonial, su reinado estaría marcado tanto por los éxitos en Francia y Contra los turcos como por los desastres en Inglaterra y Flandes. Asimismo, Felipe II legaba un endémico problema económico, una impresionante herencia artística, Una vasta maquinaria burocrática y un Imperio trasatlántico y europeo Prácticamente intactos. La hegemonía hispánica parecía mantenerse incólume…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *