Reinos cristianos de la península

6. Modelos de repoblación y su influencia en la estructura de la propiedad


Al proceso de incorporación de territorios por parte de los reinos hispanocristianos del norte de la Península Ibérica a costa de los reinos hispanomusulmanes del sur, se le ha donominado con el, término de “Reconquista”. Al compás de esta, las tierras que pasaban a poder de los reinos cristianos, sufrían un proceso de repoblación, que varíó en sus formas, dependiendo del momento y la zona. La forma de repoblación y ocupación de las tierras conquistadas determinó una estructura de la propiedad agraria que perviviría en España durante muchos siglos y que aún hoy puede apreciarse en muchos casos. Podemos señalar al menos cuatro grandes modelos de repoblación:Repoblación por “pressura” o “aprissio”. Se efectuaba sobre tierras poco o nada pobladas, principalmente en el valle del Duero y consistía en el reconocimiento de la propiedad de las tierras a los campesinos que, a título individual, las ocupaban y cultivaban. Estos campesinos participaban activamente en la defensa del territorio frente a los musulmanes y dicho modelo determinó un modelo basado en la pequeña y mediana propiedad y un campesinado libre y con derechos. Repoblación concejil. Se desarrolla entre los ríos Duero y Tajo y en el valle del Ebro y Sistema Ibérico. Los reyes dividen las tierras conquistadas en concejos, con una ciudad de cabecera a la que conceden fueros y privilegios para atraer población que explote y defienda la frontera. Dieron lugar a propiedades medianas y, sobre todo, a ciudades poderosas, con representación en Cortes y que controlaban amplios territorios con abundantes tierras comunales, gestionadas por el concejo y usufructuadas por sus habitantes. Primera mitad del Siglo XIII: Repoblación por órdenes militares. Se desarrolla sobre todo en torno al valle del Guadiana, Teruel y Castellón. Es la Edad de Oro de estas congregaciones de monjes guerreros. 


Dichas órdenes, con sus poderosos grandes maestres al frente, ayudan a los monarcas en la conquista del territorio y son recompensados con extensisimos dominios, trabajados por campesinos en régimen de colonato. Dio lugar, por tanto, a una estructura agraria basada en grandes latifundios, dedicados a la agricultura y la ganadería, propiedad de ordenes religiosas y trabajados por campesinos no propietarios.  Segunda mitad del Siglo XIII hasta finales del Siglo XV. Repoblación por repartimientos. La etapa final de la Reconquista se desarrolla, principalmente, en el valle del Guadalquivir y el litoral sur de Levante. Ahora son las grandes casas nobiliarias las protagonistas de la guerra, aportando sus ejércitos privados a los reyes, quienes las recompensan con enormes propiedades. Este sistema dio lugar a una estructura similar a la anterior: grandes latifundios, en manos, en este caso, de la alta nobleza y trabajados por una abundante masa de campesinos sin tierras

8. Los Reyes Católicos: Uníón dinástica e integración de los reinos peninsulares


  El matrimonio, entre Isabel, hermana y heredera de Enrique IV de Castlla (tras vencer en su enfrentamiento por la sucesión a su sobrina Juana) y Fernando, heredero de la Corona de Aragón, supuso, la uníón de los dos reinos más poderosos de la Península ibérica. Dicha uníón se redujo a una vinculación dinástica, pues ambos reinos mantuvieron sus propias instituciones de gobierno, leyes, aduanas y moneda tradicionales; las únicas instituciones comunes fueron la propia monarquía y el Consejo de la Suprema y General Inquisición, a partir de 1488. La uníón dinástica, supuso el reforzamiento de ambas monarquías, apoyadas sobre todo en Castilla, dado que su peso económico, demográfico y territorial era mucho mayor y además, el poder de la monarquía, más fuerte. Los Reyes Católicos dieron pasos decisivos en el fortalecimiento del poder real, orientaron su política en tres direcciones: la incorporación de nuevos territorios, el reforzamiento de las instituciones de gobierno y la unidad religiosa. Se cerró la llamada Reconquista, con la anexión del Reino de Granada en 1492; en 1493 se logra de Francia la cesión de los territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña y en 1496 culmina la conquista de las Islas Canarias. Se conquistó el reino de Navarra. 


Se incia en 1492 el largo proceso de exploración y conquista de las Indias Occidentales y se desarrolla una política matrimonial, con la vista puesta en incorporar al último reino independiente que quedaba en la Península Ibérica, para ello, los reyes casan a su hija Isabel con el príncipe Alfonso de Portugal y, tras la muerte de este, con su hermano y futuro rey, Manuel el Afortunado. Los Reyes Católicos refuerzan su poder, sometiendo a la nobleza. Se dotan de un ejército permanente y moderno, organizado sobre la base de los famosos tercios. Finalmente, se impulsa la homogeneización religiosa y cultural de la población, apoyándose en la Inquisición y mediante la conversión forzosa o expulsión de las minorías judía y musulmana y la persecución de otras minorías culturales, como los gitanos. Con los Reyes Católicos se dan pasos decisivos e irreversibles en la consolidación de una monarquía autoritaria, centralizada y moderna; no obstante, el mantenimiento de fueros e instituciones propios en los distintos territorios retrasará la configuración de un Estado español centralizado, hasta la llegada de los Borbones y la promulgación de los Decretos de Nueva Planta.

10. Conquista y Colonización de América: Leyes de Indias


Con la llegada de Cristóbal Colón a las Antillas, el 12 de Octubre de 1492, se inicia un largo proceso de exploración, conquista, ocupación, poblamiento y organización de las nuevas tierras americanas, que se incorporan a la Monarquía Hispánica configurando un Imperio español que perdurará hasta el Siglo XIX. En una primera fase, a las cuatro expediciones colombinas, siguen una serie de viajes de exploración, que completan la conquista de las Antillas. La segunda fase se desarrolla con la llegada a tierras continentales en la zona de México, que desembocarán en la conquista del Imperio azteca, por Hernán Cortés, en 1521, y de la zona del istmo de Panamá, con la llegada al Océano Pacífico, descubierto por Vasco Núñez de Balboa en 1513; lo que, además, permite abrir nuevas vías de exploración y conquista, que culminan con la del Imperio inca por Francisco Pizarro en 1532. La apertura a la navegación del Océano Pacífico por Balboa en 1513 y por la expedición Elcano-Magallanes, en 1519-22, permitirá el descubrimiento y conquista de nuevos territorios, en Asía, como las Islas Filipinas, en 1564. . 


La expansión castellana provocó enfrentamientos con otras potencias, especialmente con Portugal, que había avanzado mucho en la exploración atlántica. Estas tensiones se resuelven con la intermediación del papa Alejandro VI y el Tratado de Tordesillas, entre Portugal y Castilla, que zanja la cuestión. El Tratado de Zaragoza, definirá el “antimeridiano” es decir, la línea de demarcación en Asía. La conquista de territorios se llevó a cabo mediante la iniciativa de particulares. En tierras americanas se crearon los Virreinatos de Nueva España, al norte y Perú, al sur Las relaciones con la población indígena variaron mucho en función del nivel de desarrollo y grado de hostilidad de las poblaciones incorporadas, pero en todo caso suscitaron habitualmente el abuso y explotación de los conquistadores sobre los nativos. Esta situación provocó la respuesta desde instancias, sobre todo religiosas, que llevaron a la Corona a promulgar leyes reguladoras de la conviviencia entre conquistadores y conquistados, son las llamadas Leyes de Indias. Las Leyes de Burgos, fueron promulgadas como consecuencia de las duras críticas en los sermones de Navidad de 1511 del dominico Antonio Montesinos contra el maltratro de que eran víctimas los indios. Estas leyes determinaron la condición de hombres libres, de los nativos americanos, prohibiendo por tanto su esclavización e indicaron los procedimientos para la conquista y explotación de nuevos territorios, mediante el “requerimiento” y la “encomienda”. La campaña para la protección de los indios, desarrollada por el también dominico Bartolomé de las Casas, llevó a la promulgación de las Leyes Nuevas, que establecían nuevas medidas para proteger a los indígenas de los abusos de los conquistadores. Muchos autores consideran las Leyes Nuevas y las Leyes de Burgos, como precursoras del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos  

11.- Política Exterior de la Monarquía Hispánica de Felipe II


La Política Exterior de Felipe II perseguía cuatro objetivos: 1) La hegemonía en Europa. 2) La defensa a ultranza de los territorios que formaban su patrimonio. 3) Defensa del catolicismo contra el protestantismo. 4) Defensa del Mediterráneo contra el Turco y los piratas berberiscos. Firmada la paz con Francia después de San Quintín, el foco de interés de Felipe II se desplazó al Mediterráneo occidental. Durante los 20 primeros años de su reinado tuvo como objetivo frenar la expansión militar turca por el Mediterráneo, para lo que construyo barcos y buscó aliados (La Liga Santa) que le permitieran conseguirlo. En 1571 la flota de la Liga, al mando de D. Juan de Austria consiguió la victoria de Lepanto y acabar con la expansión turca en el Mediterráneo occidental pero no con la piratería berberisca. El segundo gran conflicto fue el de los Países Bajo. Con Felipe IV. La causa fue la política represiva que se aplicó contra los numerosos calvinistas que había allí: fue la defensa de la catolicidad frente al protestantismo. La guerra fue muy dura y de desgaste. El resultado final fue la división en dos territorios: 


Provincias del Sur y las del Norte. El tercer frente se produjo como consecuencia del apoyo de Isabel I de Inglaterra a los calvinistas de los Países Bajos así como su anticatolicismo, hizo que Felipe II se decidiera a invadir Inglaterra con una gran flota (la “Invencible”, en realidad llamada la Gran Armada). El intento fue un fracaso significando el comienzo del poderío naval británico. En 1580 Felipe II se hizo con el trono de Portugal, redondeando sus posesiones europeas, americanas, africanas y asíáticas

12 Conde-Duque de Olivares, rebelión de Cataluña e independencia de Portugal


Felipe IV depositó su confianza en el Conde-Duque de Olivares, el cual deseaba recuperar el prestigio y la hegemonía de la monarquía hispánica, lo que supuso la intervención en la guerra de los Treinta Años (1618-1648) para defender el catolicismo, intereses comerciales y evitar la hegemonía de Francia. Pero para conseguirlo era fundamental que todos los reinos de los que se compónía la Monarquía Hispánica contribuyeran con hombres y dinero en la misma proporción que lo hacía Castilla. Es la denominada Uníón de Armas con la que se pretendía reclutar un ejército mantenido por todos los reinos. Pero la situación se complicó con la crisis económica y social, la intervención de Francia en la Guerra de los Treinta Años en contra de España y, sobre todo, por la resistencia de los distintos que se opónían apoyándose en sus fueros y privilegios. En 1640 se sublevan, Cataluña y Portugal contra Felipe IV. Cataluña reconocíó como rey a Luis XIII de Francia y Portugal proclama rey al duque de Braganza. El Conde_ Duque es destituido en 1643. También, en esta década, estallaron tumultos y motines en la corona de Aragón, Palermo y Nápoles. La paz de Westfali y la de los Pirineos significaron el fin de hegemonía hispana y el principio de la francesa. España cedíó territorios europeos a Francia, pudo sofocar la sublevación catalana. Portugal, recuperó su independencia política


13. Decretos de Nueva Planta y Centralismo Borbónico


La llegada de Felipe V, y su triunfo en la Guerra de Sucesión, supuso importantes cambios en la estructura del Estado y en la Administración, siguiendo dos principios: la centralización y la uniformización, encaminadas a conseguir un estado más fuerte y eficaz. El modelo de gobierno francés que llegó a España con los Borbones supónía que el rey era la encarnación del Estado, por lo tanto, dueño absoluto de todo; la máxima autoridad de la que dependían todas las instituciones, con poder prácticamente ilimitado. Era fuente de ley, autoridad máxima de gobierno y cabeza de justicia. Es lo que se ha dado en llamar Monarquía Absoluta Los primeros Borbones, Felipe V y Fernando VI implantaron en España este esquema de poder, unificando y reorganizando los distintos reinos de España, dentro del espíritu de la Ilustración que pretendían racionalizar la Administración para fortalecer el Estado y a la propia monarquía. Reformas centralizadoras y racionalizadoras: 1. Supresión de los privilegios de los reinos orientales mediante la aplicación de los Decretos de Nueva Planta. Se unificaron además la Leyes y se impuso el uso del castellano como lengua oficial.. 2. En la Administración Central, supresión de los Consejos, exceptuando el de Castilla que se convirtió en el gran órgano asesor del rey. Se crearon además las Secretarías de Despacho. 3. Se copió el modelo francés de los Intendentes de, que eran funcionarios encargados de cuestiones económicas y de la administración del ejército, aunque también entraban entre sus competencias la recaudación de impuestos, el impulso de reformas económicas, etc  

14. Carlos III y el Despotismo Ilustrado


A mediados de siglo, durante el reinado de Carlos III la política comenzó a dar un giro con las tendencias ilustradas imperantes en Europa. La llegada a España de este monarca procedente de Italia, supuso el desarrollo de importantes medidas reformistas, la mayor parte de ellas centradas en el campo de la economía, la cultura y la educación. Su reinado corresponde a la tendencia política conocida como Despotismo Ilustrado, tendencia en la que el gobernante aparece como un benefactor de su pueblo e impulsor de las reformas necesarias para el progreso y, sobre todo, para aumentar el poder y los recursos del Estado. Al inicio de su reinado, Carlos III se enfrentó con una fuerte oposición de los grupos privilegiados a su programa de reformas. 


De entre las revueltas destaca el Motín de Esquilache, una revuelta compleja en la que se unieron el malestar de la población por la escasez y la consiguiente subida del precio de los productos básicos; la oposición a los ministros traídos de Italia por el Rey y, por último, la resistencia de los privilegiados a las reformas que pretendía hacer el monarca. El Motín obligó a Carlos III a destituir a Esquilache y a suavizar las reformas emprendidas. Carlos III intentó llevar a cabo un programa de modernización impulsando las obras públicas, promovíó fábricas y eliminó el monopolio comercial de Sevilla con las colonias americanas, la reforma educativa ‘’primeras medidas que tienen en cuenta a las mujeres” poniendo en manos del Estado la enseñanza fundamentada en el pensamiento científico y en la investigación. Aparecieron nuevas instituciones, como las Sociedades Económicas de amigos del País o las Reales Academias que ofrecían el apoyo de la Corona a la Lengua, las Bellas Artes, etc. 

9.- Expulsión de judíos y expulsión de moriscos


Para uniformizar ideológica y religiosamente a sus reinos, los Reyes Católicos emprenden una reforma religiosa que se concretará en 1º En la reforma intelectual y moral del clero. 2º La creación de la Inquisición como institución encargada de velar por la pureza de la fe católica, persiguiendo todo tipo de desviaciones morales o religiosas. Establecido en principio para perseguir a los falsos conversos, se convirtió en un instrumento de control ideológico de la población. 3º Expulsión de las minorías religiosas (judíos y mudéjares). 5 Los Judíos fueron expulsados en 1492, para preservar a los conversos o “cristianos nuevos” del posible contacto con ellos. Los que no quisieron bautizarse se marcharon. Salieron unos 100.000. Las consecuencias también se dejaron sentir en el campo económico, cultural y en el campo religioso. En cuanto a los mudéjares, se expulsó, en primer lugar, a aquellos del reino de Granada. En 1502 se les dio a elegir entre el destierro y la conversión. La mayoría se bautizó y los moriscos (musulmanes cristianizados a la fuerza) se convirtieron en un problema social a lo largo del Siglo XVI. La rebelión morisca de las Alpujarras en 1568-1570 alimenta las tensiones y las sospechas de la colaboración de estos con los turcos y piratas berberiscos, finalmente se decretó su expulsión. Salieron de España unos 300.000, fundamentalmente de la Corona de Aragón, cuyos campos quedaron despoblados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *