Reorganización del antifranquismo y relaciones internacionales

Reorganización del antifranquismo

En la década de 1960 se produjo la recomposición del antifranquismo como resultado de las transformaciones sociales, del recambio generacional y de la pérdida de influencia del exilio político. Las organizaciones opositoras plantearon una nueva forma de enfrentarse con la dictadura, pretendiendo su descrédito a partir de la denuncia de las precarias condiciones de vida y de la falta de libertades políticas. También plantearon la necesidad de superación de la guerra civil y la reconciliación entre vencedores y vencidos, creando propuestas unitarias para reivindicar libertades políticas.

El PSOE

Con menor presencia en los movimientos sociales, estuvo condicionado por el enfrentamiento entre la dirección en el exilio y la militancia del interior. En el congreso de Suresnes, celebrado en 1972, estas últimas se hicieron con el control del partido bajo la dirección de Felipe González.

Oposición moderada al franquismo

También se perfiló una oposición moderada al franquismo compuesta en parte por miembros del propio régimen, decepcionados ante la persistencia de la política represiva y antidemocrática. En 1962, buena parte de la oposición moderada participaron en Munich en el 4 congreso del Movimiento Europeo para denunciar la dictadura de Franco.

Cataluña y el País Vasco

En Cataluña, aunque los partidos históricos eran poco activos, surgieron nuevas organizaciones nacionalistas de izquierdas y se constituyó la Asamblea de Cataluña en 1971. En 1974 se creó la Convergencia Democrática de Cataluña, dirigida por Jordi Pujol. En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco permanecía referente e inspiraba al gobierno vasco en el exilio, apareció ETA en 1959 y propugnaba la fuente armada contra el franquismo provocando atentados.

Protesta de los trabajadores y movimiento estudiantil

La protesta de los trabajadores fue la principal manifestación de oposición al régimen a partir de 1960. A nivel organizativo destacó la creación de Comisiones Obreras, organización clandestina que impulsaba la lucha laboral. De los antiguos sindicatos, solo la UGT mantuvo una actividad clandestina, mientras la CNT desapareció. La incorporación a la universidad de jóvenes hizo de la protesta estudiantil un frente de conflictividad casi permanente. A partir de 1968, con el impulso del Mayo Francés, el movimiento estudiantil se radicalizó ideológicamente y convirtió las universidades en unos centros de continua contestación y rebeldía.

Relaciones internacionales

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Franco declaró su neutralidad, mostraba simpatía hacia las potencias del Eje. Tras la victoria alemana sobre Francia, Alemania e Italia sondearon las posibilidades de la integración de España en el conflicto y Franco se entrevistó con Hitler en Hendaya y más tarde con Mussolini. Los falangistas eran los más partidarios de entrar en la guerra al lado de los países del Eje.

Presión internacional

En octubre de 1943, la guerra empezó a ser claramente desfavorable a las potencias fascistas, entonces, los gobiernos británicos y americanos presionaron al régimen de Franco para que se distanciara de las potencias del Eje, provocó el regreso de la División Azul y el estatus de estricta neutralidad. La definitiva derrota de los estados fascistas en 1945 puso el régimen de Franco en jaque ante el temor de que los aliados pudieran exigir su fin.

Aislamiento y rechazo internacional

Así, pese a las condenas internacionales, el régimen de Franco siguió manteniendo los aspectos esenciales fascistas. La posguerra mundial supuso para el franquismo una etapa de aislamiento y rechazo internacional. La hostilidad de las democracias occidentales se manifestó entre 1945 y 1946, cuando se creó Naciones Unidas que condenaron el régimen de Franco. El gobierno de Francia decidió el cierre de su frontera con España y la recomendación de la retirada de los embajadores de Madrid. La permanencia del franquismo tuvo un enorme coste económico y político. España apenas recibió ayudas económicas, no pudo beneficiarse del Plan Marshall y fue expulsada de la OTAN.

Reconocimiento internacional

A partir de 1947, la configuración de dos bloques antagónicos (URSS y Estados Unidos) y el inicio de la Guerra Fría alteraron la situación internacional. Las condenas verbales al franquismo se mantuvieron, pero poco a poco se dio paso a la aceptación internacional del régimen. EEUU se negó a imponer nuevas sanciones a España. El reconocimiento internacional llegó con la firma de los acuerdos con EEUU y con el Concordato con la Santa Sede, afianzando las relaciones con la Iglesia. Los tratados con Estados Unidos le permitieron utilizar una serie de instalaciones militares a cambio de material bélico y ayuda económica y técnica.

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