Revolución Francesa e Imperio Napoleónico
La Revolución Francesa comenzó en 1789, pero el país no se pacificó hasta 1795, con la época del Directorio. La Revolución pretendía cambiar el sistema social y político de Francia, es decir, quería acabar con el Antiguo Régimen e instaurar las ideas ilustradas.
Causas de la Revolución Francesa
- Económicas: Francia se encontraba en bancarrota y atravesaba una crisis muy fuerte debido a los elevados gastos en guerras y al despilfarro de dinero por parte de los reyes. A la vez, atravesaba una época de malas cosechas, lo que hizo que el precio de los alimentos básicos subiera hasta niveles inalcanzables. Esto provocó numerosos motines en las ciudades.
- Sociales: La desigualdad entre los estamentos era muy grande, tanto en los impuestos como en la ley. Además, los únicos que poseían derechos eran la nobleza y el clero. Como consecuencia de estas desigualdades, la nobleza se negaba a pagar los impuestos que los ministros de Hacienda pretendían hacerles pagar. Además, la burguesía no poseía poder político.
- Político-ideológicas: Las ideas de los ilustrados proporcionaron los fundamentos ideológicos necesarios para acabar con el Antiguo Régimen.
Fases de la Revolución
Ante la necesidad de realizar una reforma fiscal, el rey se vio obligado a convocar en 1789 los Estados Generales, los cuales no se habían reunido desde 1614, por lo que era necesario elegir a los representantes. Los representantes del Tercer Estado recorrieron todo el país recogiendo las quejas de los habitantes, las cuales se plasmaron en los «cuadernos de quejas». El Tercer Estado reclamó en los Estados Generales que el voto fuera individual y no por estamentos, y que se llevaran a cabo reformas más profundas. En este momento estalló la Revolución, la cual se desarrolló en varias fases:
1ª Fase: Asamblea Nacional (1789-1791)
El Tercer Estado se vio obligado a abandonar los Estados Generales y sus representantes se reunieron en la Sala del Juego de Pelota, donde, tras un debate, llegaron a la conclusión de que ellos eran los verdaderos representantes del pueblo de Francia y se constituyeron como Asamblea Nacional. Poco después pasaría a denominarse Asamblea Constituyente, ya que tenía el fin de dotar a Francia de una Constitución. La noticia de lo sucedido en Versalles se extendió a París, donde la gente se echó a las calles, tomando el 14 de julio la Bastilla, la prisión política.
En 1789 también se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que recogía principios como la separación de poderes y el derecho a la libertad, la propiedad y la igualdad.
Finalmente, en 1791, se publicó la Constitución de 1791, que establecía que la soberanía residía en el pueblo; la monarquía era constitucional y se ponía fin al absolutismo.
2ª Fase: Convención (1792-1795)
Al comienzo de esta etapa, comenzaron gobernando los Girondinos, que eran los revolucionarios moderados. Se apresó al rey cuando intentaba huir del país y se estableció la República. Los Girondinos se encontraron con problemas, ya que la nobleza y el clero actuaban contra la Revolución y, además, estaba la guerra contra Austria y Prusia. Por otra parte, se encontraba el problema de los extremistas de izquierda. Los Girondinos, entonces, se encontraron con dos frentes: los radicales y los contrarrevolucionarios.
Finalmente, los Jacobinos ascendieron al poder, liderados por Robespierre. La República se convirtió en una dictadura. Robespierre ordenó perseguir y matar a todo aquel que estuviera en contra de la Revolución, sin juicio previo. Mató al rey y a la reina en la guillotina. Se condenaba masivamente. Esta época fue conocida como «El Terror».
Durante este periodo se elaboró la Constitución de 1793, pero nunca llegó a ponerse en práctica, excepto lo relacionado con el poder judicial.
Al final, se produjo un levantamiento por parte del pueblo y se dio un golpe de Estado en contra de Robespierre, quien fue apresado y guillotinado.
3ª Fase: Directorio
Durante el Directorio se restauró la paz en Francia y se promulgó la Constitución de 1795, según la cual el voto era censitario; el poder ejecutivo estaba en manos de 5 miembros elegidos por la Cámara de Ancianos; el poder legislativo residía en dos asambleas: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de Ancianos; y el poder judicial estaba representado por los jueces elegidos por el pueblo.
4ª Fase: Consulado
Al final del Directorio, destacaba Napoleón Bonaparte, dirigente del ejército. Este dio un golpe de Estado y el gobierno quedó en manos de tres cónsules, de los cuales el más importante fue Napoleón, quien se nombró cónsul vitalicio. El Consulado terminó con otro golpe de Estado por parte de Napoleón, quien se nombró emperador.