Rusia en Ebullición: De la Caída Zarista al Nacimiento de la URSS

El Ocaso del Imperio Ruso y el Amanecer Soviético

Contexto Prerrevolucionario: Rusia a Principios del Siglo XX

El Régimen Autocrático Zarista

A comienzos del siglo XX, el Imperio de los zares era un inmenso territorio donde persistía el absolutismo monárquico. El zarismo constituía un pilar fundamental del régimen.

Sociedad y Economía: Feudalismo y Dependencia Industrial

La economía y las estructuras sociales rusas se contaban entre las más atrasadas de Europa. La agricultura era la principal actividad económica, con la tierra concentrada en manos de una aristocracia privilegiada. Los campesinos vivían sometidos a un régimen feudal. En algunas zonas del Imperio, como Moscú y San Petersburgo, se había iniciado un proceso de industrialización impulsado por capital extranjero. Este desarrollo dio origen a un numeroso proletariado industrial que trabajaba en grandes fábricas por salarios mínimos.

El Camino Hacia la Revolución

La Emergencia de la Oposición al Zarismo

Las primeras corrientes de oposición al zarismo, de carácter populista y anarquista, surgieron entre los obreros industriales, quienes también comenzaron a adoptar las ideas marxistas. En 1898 se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), entre cuyos líderes destacaba Lenin. Posteriormente, el partido se escindió en dos facciones principales: los mencheviques (considerados la facción minoritaria y más moderada) y los bolcheviques (la facción mayoritaria, partidaria de la vía revolucionaria).

La Revuelta de 1905 y el «Domingo Sangriento»

En 1905, estalló una importante revuelta que exigía el fin de la autocracia. Una manifestación pacífica en San Petersburgo fue brutalmente reprimida por el ejército, en un episodio conocido como el «Domingo Sangriento». Como respuesta a la agitación, los trabajadores comenzaron a organizarse en sóviets (consejos de obreros, campesinos y soldados). Ante la presión, el Zar Nicolás II se comprometió a convocar elecciones por sufragio universal para un parlamento (la Duma Estatal) y a impulsar una reforma agraria. No obstante, estas promesas fueron incumplidas en gran medida; la Duma tuvo poderes limitados y fue disuelta en varias ocasiones, y el Zar continuó gobernando de forma autocrática.

Las Revoluciones de 1917 y la Toma del Poder Bolchevique

El Impacto de la Primera Guerra Mundial

La entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial en 1914 exacerbó las tensiones existentes. Los ingentes recursos económicos del país se destinaron al esfuerzo bélico, lo que provocó escasez, hambre y un profundo malestar social. Para los opositores al zarismo, la guerra representó una oportunidad para derrocar al régimen y tomar el poder.

La Revolución de Febrero: La Caída del Zarismo

El 23 de febrero de 1917 (según el calendario juliano, 8 de marzo en el gregoriano) estalló una gran manifestación en Petrogrado (nombre de San Petersburgo durante la guerra), que derivó en una huelga general y amotinamientos en los cuarteles. Ante la imposibilidad de controlar la situación, el Zar Nicolás II abdicó. Se proclamó una república y se formó un Gobierno Provisional, dominado inicialmente por liberales y socialistas moderados. Este gobierno emprendió algunas reformas políticas y sociales, pero su decisión de continuar la participación de Rusia en la guerra y posponer reformas cruciales como la agraria, incrementó el descontento popular. Los sóviets, especialmente el de Petrogrado, ganaron influencia y exigían la paz inmediata y reformas más profundas.

La Revolución de Octubre: Los Bolcheviques Asaltan el Poder

Los bolcheviques, liderados por Lenin (quien regresó del exilio en abril de 1917), capitalizaron el descontento popular. En sus famosas «Tesis de Abril», Lenin propuso la consigna «¡Todo el poder a los sóviets!», abogando por el derrocamiento del Gobierno Provisional, la firma inmediata de la paz, la confiscación de tierras para los campesinos y el control obrero de las fábricas. Con el apoyo creciente de los sóviets y armados a través de la Guardia Roja, los bolcheviques prepararon la insurrección. El 25 de octubre de 1917 (7 de noviembre en el calendario gregoriano), tomaron puntos estratégicos en Petrogrado y asaltaron el Palacio de Invierno, sede del Gobierno Provisional, que fue depuesto. La revolución se extendió rápidamente a Moscú y otros centros industriales.

Primeras Medidas del Gobierno Bolchevique

Se proclamó un gobierno obrero, el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin y con figuras prominentes como León Trotsky y Iósif Stalin. Aunque en las elecciones para la Asamblea Constituyente celebradas a finales de 1917 los bolcheviques no obtuvieron la mayoría (consiguiendo aproximadamente un 25% de los votos), Lenin ordenó su disolución en enero de 1918. El nuevo gobierno decretó rápidamente una serie de medidas revolucionarias:

  • Decreto sobre la Tierra: Expropiación de las grandes propiedades terratenientes y entrega de la tierra a los comités de campesinos para su reparto.
  • Decreto sobre el Control Obrero: Las fábricas quedaron bajo la supervisión de los comités de obreros.
  • Decreto sobre la Paz: Se iniciaron negociaciones para retirar a Rusia de la Primera Guerra Mundial, que culminaron con la firma del Tratado de Brest-Litovsk (marzo de 1918) con Alemania y sus aliados. Este tratado implicó la aceptación de significativas pérdidas territoriales para Rusia.

La Guerra Civil y la Formación de la URSS

La Guerra Civil Rusa (1918-1922)

La toma del poder por los bolcheviques desencadenó una cruenta guerra civil. El Ejército Rojo, organizado y dirigido por Trotsky, se enfrentó al heterogéneo Ejército Blanco (compuesto por monárquicos, liberales, socialistas antibolcheviques y otros grupos), que recibió apoyo militar y financiero de potencias extranjeras como Francia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos.

Consolidación del Poder Bolchevique y el «Comunismo de Guerra»

Durante la guerra civil, el Partido Bolchevique (que en 1918 adoptó el nombre de Partido Comunista Ruso, más tarde PCUS) consolidó su monopolio del poder. Se suprimió toda oposición política y se estableció una policía política, la Checa (Comisión Extraordinaria Panrusa), para combatir la contrarrevolución y el sabotaje. Se implementó una política económica de emergencia conocida como «comunismo de guerra», que incluyó la nacionalización de la industria, la requisición forzosa de grano a los campesinos para abastecer a las ciudades y al ejército, y la supresión del comercio privado.

La Creación de la Unión Soviética (URSS)

Tras la victoria del Ejército Rojo en la guerra civil, se procedió a la formalización del nuevo Estado. En diciembre de 1922, se proclamó la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), una federación que inicialmente agrupaba a Rusia, Ucrania, Bielorrusia y la República Transcaucásica.

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