Segundo gobierno de rosas quienes apoyaban

El verdadero artífice de la Restauración fue Antonio Cánovas del Castillo, historiador y político, que había militado en la Uníón Liberal y dirigido el partido alfonsino durante el Sexenio democrático. Tras la restauración de Alfonso XII consiguió atraer a las élites políticas y sociales contrarias a la república. Con él se inauguró una etapa presidida por la Constitución de 1876 y por la implantación de un régimen monárquico estable basado en el “turno de partidos”. Una de las carácterísticas principales de esta etapa fue la vuelta de los Borbones al trono./Cánovas pretendía poner en marcha un nuevo modelo político que superarse algunos de los problemas endémicos del liberalismo anterior. Se inspiró en el modelo del parlamentarismo británico. Este se basaba en la existencia de dos grandes partidos que aceptaban turnarse en el poder. Ambos debían pasar a la oposición en el caso de perder la confianza del rey y del parlamento, y respetar la obra legislativa de sus predecesores. Para conseguir su propósito, se propuso los siguientes objetivos: el asentamiento de la monarquía, el afianzamiento del liberalismo y de la propiedad privada, elaborar una Constitución que vertebrase un sistema político basado en el bipartidismo y pacificar el país poniendo fin a la guerra de Cuba y a la tercera guerra carlista. La primera medida política de importancia fue la convocatoria de elecciones para unas Cortes constituyentes. A pesar de que Cánovas no era partidario del sufragio universal, dispuso que las primeras elecciones del nuevo régimen se hiciesen por ese sistema. La monarquía debía acoger a todas las tendencias liberales. Se intentaba implantar un sistema que resultase válido para los antiguos partidos políticos ; que aceptara la monarquía como árbitro; la alternancia en el Gobierno de los partidos políticos; una Constitución que perdurase en el tiempo y acabar definitivamente con los pronunciamientos como forma de acceder al poder./La Constitución de 1876 fue la norma jurídica fundamental de todo periodo y la de mayor longevidad hasta la actualidad. Permanecíó en vigor hasta 1931, aunque fue vulnerada y suspendida en varias ocasiones. Para su elaboración se reuníó una Asamblea de Notables. El objetivo era que diera cabida a todos los grupos que aceptasen el Manifiesto de Sandhurst. La breve Constitución, de tan sólo 89 artículos, suspendía la mayoría de los derechos y libertades de la anterior Constitución. Cánovas consideraba a la monarquía como una institución incuestionable, por ello, se establecía la soberanía compartida y se concedían amplios poderes al monarca como el derecho de veto o el mando del Ejército./Las Cortes eran bicamerales y estaban formadas por el Senado y el Congreso de los Diputados, este último de carácter electivo. La Constitución no fijaba el tipo de sufragio, pero la Ley electoral de 1878 establecíó el voto censitario , limitado a los mayores contribuyentes. Los senadores podrían ser: por derecho propio, por designación real  y electivos, por vía censitaria entre los mayores contribuyentes. El Congreso tenía cinco años de mandato, aunque no se llegaban a cumplir debido al bipartidismo. La Constitución proclamaba la confesionalidad católica del Estado, aunque toleraba otras creencias siempre que no se hiciese manifestación pública de ellas. Igualmente se restablecíó el presupuesto del culto y clero para financiar a la Iglesia./ Cánovas diseñó un sistema basado en el bipartidismo y en la alternancia en el poder. Se aceptaba por tanto un turno pacífico de partidos que aseguraría la estabilidad. El Ejército, uno de los pilares del régimen en épocas anteriores, quedó subordinado al poder civil. Así, una Real Orden de 1875 establecíó que la misión del Ejército era defender la independencia nacional y que no debía intervenir en las contiendas de los partidos. Como contrapartida se otorgaba al Ejército un elevado presupuesto. De este modo se acababa con uno de los principales problemas del reinado de Isabel II.


/Tal como se indicó al principio, el sistema canovista estaba caracterizado por la introducción de dos novedades, una es la mencionada Constitución y la otra la implantación del bipartidismo como sistema político de la Restauración, o lo que es lo mismo, un sistema centrado en la existencia de dos grandes partidos. Por una parte se situaba el conservador liderado por Cánovas y representante de la derecha más moderada y tradicional, y por otra parte estaba el partido liberal organizado por Sagasta y portavoz de la izquierda rumbosa. Ambos bandos defendían la monarquía (de ahí a que se englobasen bajo el nombre de dinásticos), la Constitución de 1876, la propiedad privada y el Estado unitario y centralista. Así mismo, dichas facciones que detentaron casi en exclusividad el Gobierno durante el periodo restaurador, acordaron establecer con el Pacto de El Pardo el turnismo. Este método garantizado por la Constitución previamente citada, permitía la alternancia entre los dos partidos dinásticos mediante el ejercicio pacífico del sufragio. Cada partido debía respetar la gestión gubernamental del otro.El objetivo de este sistema era asegurar la estabilidad institucional./En este proceso el Ministerio de la Gobernación elaboraba las listas de las personalidades que debían salir elegidas mediante el encasillamiento. A través de los gobernadores civiles y de las personalidades locales se aseguraba la manipulación de las elecciones para alcanzar la victoria. Debido a que cada partido contaba con amigos políticos que les apoyaban a cambio de favores, el fraude era posible,es por ello por lo que cuando el partido del turno llegaba al poder premiaba a estos apoyos con concesiones o privilegios./El falseamiento de los resultados electorales y los mecanismos caciquiles aseguraban que las elecciones fuesen siempre favorables para el gobierno que las convocaba. En definitiva la alternancia en el gobierno fue posible gracias a un sistema electoral corrupto que se valía de la influencia y el poder económico de los caciques. Todo este conjunto de trampas electorales (encasillamiento y caciquismo) que ayudaban a conseguir el objetivo nombrado es lo que se conoce como pucherazo. Algunas de las técnicas empleadas eran la manipulación de las actas electorales o la amenaza al electorado con coacciones de todo tipo. Estas prácticas eran más comunes en las zonas rurales. Estas prácticas fraudulentas se apoyaban en la abstención de una buena parte de la población. En general la participación electoral no súperó el 20% en casi todo el periodo de la Restauración./En conclusión, el sistema canovista se presentaba como un nuevo modelo político que pretendía superar algunos de los problemas surgidos en el reinado de Isabel II, pero acabó generando una limitación de derechos, suprimiendo la mayoría de ellos reconocidos en la anterior constitución;
E instauró el bipartidismo, inspirado en el modelo del parlamentarismo británico, que acabó siendo un sistema corrupto que no dudaba de falsificar el censo o ejercer la compras de votos

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