Transformaciones Históricas: De la Edad Moderna al Siglo de las Revoluciones

La Edad Moderna: Un Periodo de Profundos Cambios (Siglos XV-XVIII)

La Edad Moderna, que abarca desde finales del siglo XV hasta finales del XVIII, marcó el inicio del sistema capitalista y una profunda ampliación del mundo conocido con el Descubrimiento de América. Este periodo también fue testigo de la ruptura de la unidad religiosa en Europa con la Reforma Protestante y la invención de la imprenta, que revolucionó la difusión del conocimiento.

Conflictos y Reconfiguración Política en la Edad Moderna

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648)

Este conflicto, que se extendió de 1618 a 1648, comenzó como un enfrentamiento entre católicos y protestantes en el Imperio Alemán, pero evolucionó hasta convertirse en una lucha por la hegemonía de Europa.

El Tratado de Westfalia (1648)

La paz llegó en 1648 con el Tratado de Westfalia, que instauró la hegemonía francesa y consumó la derrota española. Entre sus consecuencias más significativas, se destacan:

  • La independencia de Holanda.
  • La división de Alemania en numerosos estados.
  • La independencia de Portugal respecto a España.

La Guerra de Sucesión Española y la Paz de Utrecht (1700-1713)

Este conflicto (1700-1713) se produjo tras la muerte sin sucesión de Carlos II de España y supuso la derrota de Francia en sus aspiraciones hegemónicas. La Paz de Utrecht (1713) estableció un nuevo orden político en Europa.

Características del Siglo XVIII: Equilibrio Continental

El siglo XVIII se caracterizó por un equilibrio continental, donde ninguna potencia ejercía una hegemonía indiscutible. Las grandes potencias europeas se equilibraban mutuamente. España perdió sus colonias europeas, y el rey Felipe V renunció al trono francés para eliminar la posible unión de ambas coronas. Además, se crearon nuevos países, conocidos como «estados tapón», para frenar el expansionismo francés.

Hegemonía Marítima Británica en el Siglo XVIII

Gran Bretaña consolidó su hegemonía marítima en el siglo XVIII, una posición que mantendría durante dos siglos.

Cultura, Arte y Pensamiento en la Edad Moderna

Características de la Cultura en la Edad Moderna

La cultura de la Edad Moderna fue un proceso constante de búsqueda de la libertad de pensamiento y expresión artística y cultural.

El Renacimiento: Resurgir de las Artes y Ciencias

El Renacimiento fue una época de la historia en la que se produjo un vigoroso desarrollo de las artes y las ciencias, inspirado en la Antigüedad Clásica.

El Humanismo: Base Ideológica del Renacimiento

El Humanismo fue el conjunto de ideas en que se basó el Renacimiento, centrado en el valor del ser humano y su capacidad de razonamiento.

Características del Arte del Renacimiento

El arte renacentista se inspiró en la naturaleza y el hombre, y la obra del artista era considerada fruto de su genio individual. Se manifestó principalmente en:

  • Arquitectura: Rompió con las formas góticas e imitó las romanas, buscando la armonía, elegancia y belleza.
  • Escultura: Se inspiró en los modelos clásicos, buscando la perfección de las proporciones.
  • Pintura: Dio paso a un nivel más original y creativo, con la invención del óleo, el uso de colores brillantes y la conquista de la perspectiva.

El Arte Barroco: Complejidad y Dinamismo

El Barroco fue un movimiento artístico y literario generalizado en Europa y América desde fines del siglo XVI hasta principios del XVIII. Se caracterizó por la complejidad en la forma y en todas sus manifestaciones, ofreciendo una mayor libertad creativa en lo dinámico y efectista, a pesar de estar lleno de formas y normas clásicas.

El Arte Rococó: Continuación Decorativa del Barroco

El Rococó es una continuación del Barroco, caracterizado por una abundante decoración, el movimiento y la luz, con un enfoque más ligero y ornamental.

El Arte Neoclásico: Razón y Perfección

El Arte Neoclásico pretendió plasmar la idea básica de la Ilustración: el triunfo de la razón. Se buscó el ideal de belleza y la perfección de las proporciones, inspirándose nuevamente en la Antigüedad Clásica.

La Ciencia en el Siglo XVIII: El Triunfo de la Razón y la Experimentación

En el siglo XVIII, triunfaron la razón y la experimentación, promoviendo la duda metódica hasta que algo se demostrara lo contrario (racionalismo). Entre los avances más destacados se encuentran:

  • Harvey: Demostró la circulación de la sangre.
  • Galileo: Confirmó las teorías de Copérnico.
  • Kepler: Definió las leyes de las órbitas planetarias.
  • Newton: Definió la ley de gravitación universal.
  • Leibniz: Desarrolló el cálculo infinitesimal.

La Ilustración: El Siglo de la Razón o de las Luces

La Ilustración fue un movimiento optimista y realista, caracterizado por:

  • Una confianza ciega en la razón.
  • Un gran espíritu libre.
  • Una fe total en el progreso humano.

Se le llamó «Siglo de la Razón» o «Siglo de las Luces» porque varios filósofos se creyeron llamados a iluminar con la luz de la razón todos los misterios del mundo y del ser humano. La cultura se difundió por un proceso de búsqueda de la libertad de pensamiento y expresión artística.

El Siglo XIX: La Era de las Revoluciones y el Mundo Contemporáneo

El Siglo de las Revoluciones

El siglo XIX supuso el cambio más radical en la vida humana desde el Neolítico, marcando el inicio del mundo contemporáneo, asentado en la industria y la sociedad de clases. Las raíces de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa se hunden en la segunda mitad del siglo XVIII, y este periodo culmina con la Primera Guerra Mundial en 1914.

La Revolución Industrial y sus Impactos

La Revolución Agrícola

Iniciada en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII, la Revolución Agrícola implicó un aumento significativo de la productividad y una disminución del tiempo de producción. Sus causas principales fueron:

  • La utilización de nuevas máquinas.
  • La introducción de nuevas especies de cultivos.
  • El abonado de las tierras.
  • La reducción de la superficie de barbecho.
  • La transición de una agricultura de subsistencia a una orientada al comercio para la obtención de beneficios, potenciándose las propiedades agrarias de grandes dimensiones.
  • La mejora del transporte y la especialización agrícola.

Las consecuencias de esta revolución incluyeron una clara disminución de la hambruna y una mejora de la salud debido a una mejor alimentación. La mano de obra sobrante emigró a las ciudades, sirviendo de base para la naciente industria.

La Revolución Demográfica

Este periodo fue testigo de una notable Revolución Demográfica, con altos índices de natalidad que llevaron a un crecimiento poblacional de 190 millones a 450 millones de habitantes en Europa. El descenso de la mortalidad, que pasó de un 35-40% a un 20% en 1900, se debió a la mejora en la alimentación y la disminución de las epidemias gracias a mejoras en la higiene y las condiciones sanitarias.

Primera Revolución Industrial (1774-1870)

  • Origen: Gran Bretaña, extendiéndose por toda Europa.
  • Motivo clave: La invención de la máquina de vapor (James Watt).
  • Fuentes de energía: Vapor y carbón.
  • Tipos de industria: Textil y del hierro.
  • Transporte: El ferrocarril.
  • Tipos de empresas: Predominaban las familiares (artesanos), pero surgieron las fábricas.
  • Mercados: Aumento de la producción y reducción de costes.

Segunda Revolución Industrial (1870-?)

  • Origen: Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.
  • Motivo clave: Una fuerte crisis en Europa en 1870 impulsó la búsqueda de nuevas soluciones.
  • Fuentes de energía: Electricidad y petróleo.
  • Tipos de industria: Química, eléctrica, siderurgia y mecánicas.
  • Transporte: El automóvil y el avión.
  • Tipos de empresas: Surgieron los monopolios y oligopolios (grandes empresas).
  • Mercados: Se ampliaron los mercados, y las grandes potencias industriales lucharon por controlar el mercado exterior.

Características del Sistema Capitalista

El sistema capitalista se sostiene sobre una creciente industrialización y se basa en la propiedad privada, la libertad de empresa y el ajuste espontáneo entre oferta y demanda. La doctrina que sustenta el capitalismo es el liberalismo, soporte ideológico de la Revolución Industrial y de la clase social que la sostiene: la burguesía. Este sistema defiende que las personas deben tener absoluta libertad en materia económica, y que el mercado es el mejor regulador de la economía. Los trabajadores venden su trabajo por un salario.

Las principales instituciones capitalistas que surgieron o se consolidaron fueron los bancos, las sociedades anónimas y la bolsa.

Movimientos Políticos e Ideológicos del Siglo XIX

Las Oleadas Revolucionarias

El periodo fue marcado por importantes oleadas revolucionarias:

  • Siglo XVIII:
    • La Independencia de los Estados Unidos (1776).
    • La Revolución Francesa (1789).
  • Siglo XIX:
    • La Emancipación de las colonias españolas de América (1810-1825).
    • Los movimientos revolucionarios europeos de la primera mitad del siglo XIX.

El Liberalismo Político

El liberalismo político se puede definir como el ascenso político, social y económico de la burguesía hasta convertirse en la clase social dominante. Como consecuencia lógica de las ideas del liberalismo, surge el nacionalismo, entendido como el derecho de los pueblos a formar un estado y autogobernarse.

Principios del Liberalismo

En el siglo XIX, el liberalismo se caracterizó por:

  • Ideales: Libertad de pensamiento, conciencia y asociación.
  • Consecuencias: Todos son iguales ante la ley.
  • Características políticas:
    • División de poderes (legislativo, ejecutivo, judicial).
    • Derecho a la libertad.
    • Establecimiento de constituciones.
    • Surgimiento de partidos políticos (moderados, progresistas).

El Nacionalismo

También en el siglo XIX, el nacionalismo se manifestó con las siguientes características:

  • Ideales: La soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación.
  • Consecuencias: Unificación de los pueblos con capacidad para autogobernarse.
  • Tipos de nacionalismos:
    • Nacionalismos unificadores: Ejemplos claros son la unificación de Italia y Alemania.
    • Nacionalismos disgregadores: Se manifestaron en imperios multinacionales como el Austro-Húngaro, la Rusia de los Zares y el Imperio Turco, llevando a la fragmentación.

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