La Edad Media: Periodización, Feudalismo, Bizancio e Islam

La Edad Media: Periodización y Características Clave

La forma de división de la Edad Media en periodos de estudio no es consensual. Sin embargo, la más común es la utilizada por medievalistas franceses, entre ellos Jacques Le Goff y Georges Duby.

Periodización de la Edad Media

Alta Edad Media (476-1000 d.C.)

Para estos expertos, la Alta Edad Media es un periodo que abarca desde la caída del Imperio Romano en el 476 hasta el año 1000, momento en que comienza la Plena Edad Media. La Baja Edad Media, por su parte, se corresponde con el siglo y medio anterior al Renacimiento, es decir, desde 1300 hasta 1450.

Características de la Alta Edad Media

En general, la Alta Edad Media se caracterizó, en términos políticos, por movimientos de fragmentación y unidad. Los reinos germánicos desmantelaron el poder imperial, pero al mismo tiempo tuvieron una existencia frágil y efímera. En la Península Ibérica, la fragilidad del reino visigodo se evidenció por la facilidad con que los musulmanes se hicieron con el control de casi toda la península en el 711.

En las Islas Británicas, el contexto general fue de guerra entre anglos, sajones, britanos, pictos, escoceses y, más tarde, normandos. Un esbozo de unificación no se consolidó hasta finales del siglo IX. Los únicos en consolidar un poder efectivo y duradero fueron los francos: fueron la causa del fin del reino visigodo de Tolosa (507) y del segundo de los reinos (534). Los suevos fueron destruidos por los visigodos; los vándalos y ostrogodos sufrieron bajo Belisario, general de la reconquista bizantina.

Fin de la Alta Edad Media

Si el punto de partida de la Alta Edad Media es una fecha con eventos muy graduales, como la caída del Imperio Romano, el final del periodo se marca, además de por razones puramente didácticas, por cambios estructurales significativos. Estos cambios se refieren a la lenta emergencia de un poder central fuerte, la revitalización del comercio y las ciudades (vinculada al surgimiento de la burguesía), la urbanización del poder clerical (especialmente con las órdenes mendicantes), y la aparición de una cultura secular fuera de los monasterios, ligada al nacimiento de las universidades.

Plena y Baja Edad Media (Siglos XI-XV)

La Plena y Baja Edad Media abarcan el periodo que se extiende desde el siglo XI hasta el XV. Este periodo se caracteriza por la crisis del modo de producción feudal y los cambios económicos, sociales y culturales asociados a ella, es decir, el colapso del mundo medieval.

Crisis del Feudalismo y Transición

Desde el siglo XI, Europa experimenta un periodo de relativa paz, explicado por la disminución o el cese de las invasiones bárbaras. En este contexto de estabilidad, Europa experimenta un notable crecimiento demográfico. En este panorama, cabe destacar dos acontecimientos importantes: la marginación de los excedentes de población y los nobles sin tierra (víctimas de la primogenitura), y cómo, en la relativa paz del momento, los feudos perdieron, en parte, su razón de ser, ya que habían sido creados para garantizar la seguridad frente a las invasiones bárbaras durante el desmembramiento del Imperio Romano.

En 1095, el Papa Urbano II convocó a la cristiandad a una «guerra santa», ya que regiones sagradas para los cristianos, como el Santo Sepulcro (en Jerusalén), se encontraban bajo el dominio de los musulmanes, considerados «infieles». Este hecho, junto con otros intereses, como la ambición de las ciudades europeas por controlar los productos estratégicos orientales (especias), provocó un sangriento conflicto entre Oriente y Occidente que duró 174 años: las llamadas Cruzadas.

Las Cruzadas fomentaron cambios profundos, entre los que destaca el impulso del renacimiento comercial y urbano. Esto fue acompañado por el fortalecimiento de otras ciudades, el nacimiento de la burguesía, el empoderamiento de la monarquía, la mezcla de valores culturales de Occidente y Oriente, y un cambio en la mentalidad (preludio del Renacimiento cultural y la Reforma), entre otros muchos. En medio de la crisis del feudalismo, se gesta un proceso en curso que denominamos transición. Emerge el capitalismo naciente, marcando un «nuevo» tiempo y una nueva página en la historia.

La Formación del Feudalismo

La formación del feudalismo en Europa occidental implicó una serie de elementos estructurales de origen romano y germánico, relacionados con factores cíclicos a lo largo de un extenso periodo. Este proceso incluye la crisis del Imperio Romano del siglo III, la formación de los reinos bárbaros y la desintegración del Imperio Carolingio en el siglo IX.

El Imperio Bizantino: Legado y Caída

El Imperio Bizantino, también conocido como Imperio Romano de Oriente, fue el sucesor del Imperio Romano (desde el 395 d.C.) como la potencia dominante y el imperio del Mar Mediterráneo. Bajo Justiniano I, considerado el último gran emperador romano, gobernó áreas que hoy corresponden a Marruecos, Cartago, el sur de Francia e Italia y sus islas, la Península Balcánica, Anatolia, Egipto, el Cercano Oriente y la península de Crimea en el Mar Negro.

Desde la perspectiva occidental, no es incorrecto incluir el Imperio Bizantino en el estudio de la Edad Media, aunque, en rigor, representó una extensión del mundo antiguo. Los historiadores especializados en Bizancio concuerdan generalmente en que su apogeo se alcanzó con el gran emperador de la dinastía macedonia, Basilio II Bulgaróctono (Mata-búlgaros), en el siglo IX. Su regresión territorial gradual delineó la historia de la Europa medieval, y su caída en 1453, a manos de los turcos otomanos, marcó el final de la Edad Media.

Impacto de la Caída de Constantinopla

La caída de Constantinopla significó la pérdida de una posición estratégica para la cristiandad, que proporcionaba acceso a los comerciantes europeos a las rutas comerciales hacia la India y China, especialmente para los mercaderes venecianos y genoveses. Con la dominación turca, la ruta entre el Mediterráneo y el Mar Negro, si no se bloqueó para los buques cristianos, al menos se hizo muy difícil.

Esto impulsó una carrera naval en busca de otra ruta hacia la India a través del Océano Atlántico, bordeando África. España y Portugal aprovecharon rápidamente su posición geográfica para dominar las nuevas rutas, provocando la decadencia de las repúblicas marítimas de Venecia y Génova. A finales del siglo XV, financiado por los monarcas españoles, Colón emprendió un audaz intento de llegar a Asia por una nueva ruta a través del océano hacia el oeste, descubriendo un nuevo continente, América, y revelando un nuevo mundo para los europeos.

Este cierre del comercio en el Mediterráneo, sumado a la expansión otomana en los Balcanes, hizo que Europa, especialmente la península italiana, dependiera más de su propia producción. Los diversos cambios económicos y políticos que siguieron a la caída del Imperio Romano de Oriente llevaron a los historiadores a acordar el año 1453 para marcar el final de la Edad Media y del feudalismo en Europa, convirtiendo la caída del Imperio Bizantino en un hito crucial para los descubrimientos de nuevas tierras y el desarrollo del capitalismo global.

Los Pilares del Islam

Los cinco pilares del Islam son cinco prácticas fundamentales para todos los musulmanes:

Los Cinco Pilares Fundamentales

  • La recitación y la aceptación del credo (Shahada).
  • Rezar cinco veces al día (Salat).
  • Pagar el azaque (limosna obligatoria) (Zakat).
  • Observar el ayuno en Ramadán (Sawm o Siyam).
  • Realizar la peregrinación a La Meca (Hajj) si se tienen los medios físicos y financieros.

Prácticas Adicionales en el Islam Chiita

Los musulmanes chiitas también consideran tres prácticas fundamentales para la religión islámica, además de la yihad (que también es importante para los sunitas): Amr Bil-Ma’ruf («la exhortación al bien»), que insta a todos los musulmanes a vivir una vida virtuosa y animar a otros a hacer lo mismo; y Nahi-Anil-Munkar («la prohibición del mal»), que guía a los musulmanes a abstenerse de los vicios y las malas acciones, y a animar a otros a hacer lo mismo.

Algunos grupos jariyitas existentes en la Edad Media consideraron la yihad como el «sexto pilar del Islam». Actualmente, algunos grupos chiitas ismaelitas entienden la «lealtad al Imán» como el sexto pilar del Islam.

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