La Guerra de Independencia Española (1808-1814)
Causas
La Guerra de Independencia Española (1808-1814) se debió a una compleja interacción de factores políticos, sociales, ideológicos y geopolíticos. Políticamente, la **crisis dinástica** entre **Carlos IV** y **Fernando VII** permitió a **Napoleón** intervenir, forzar las **Abdicaciones de Bayona** e imponer a su hermano **José Bonaparte** como rey, lo que fue rechazado por gran parte del pueblo. Las tropas francesas ya estaban en España desde 1807, tras el **Tratado de Fontainebleau**, que autorizaba su paso para invadir Portugal, aunque Napoleón aprovechó esta entrada para ocupar militarmente el país. La tensión estalló el **2 de mayo de 1808** con un **levantamiento popular en Madrid** contra la ocupación francesa. Como represalia, el **general Murat** ordenó los brutales **fusilamientos del 3 de mayo**, que causaron gran indignación. Muchos españoles eran **profundamente católicos y conservadores**, rechazaban el **laicismo francés**. Así, **la Iglesia** aprovechó su estructura organizada para llegar a todos los rincones del país y ser uno de los motores del levantamiento contra los franceses. Además, las **ideas ilustradas y liberales** impulsaban el deseo de **soberanía nacional**. Externamente, el **Reino Unido** apoyó la resistencia española para sumar un aliado frente a Napoleón.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
Causas
El Sexenio Democrático (1868-1874) fue un periodo de profundos cambios políticos en España, con causas múltiples y complejas. En lo político, la **crisis del reinado de Isabel II** se agravó por su **autoritarismo**, el **favoritismo** y la **corrupción**, lo que generó descontento entre liberales, progresistas y demócratas. En lo social, había malestar por la **desigualdad** y las **duras condiciones de vida de las clases populares**. En lo económico, fue clave la **crisis financiera de 1866**, que, como novedad, también afectó a la **burguesía y clases altas**, lo que hizo que Isabel II perdiera el apoyo de sus propias élites. Esta situación dejó vía libre a la sublevación liderada por **Topete**, **Prim** y **Serrano**, cuyo grito de “¡**Viva España con honra**!” simbolizó el rechazo a la monarquía isabelina. Además, la difusión de **ideas democráticas** impulsó la **Revolución de 1868**, “**La Gloriosa**”, que acabó con el reinado de Isabel II e inició una etapa de búsqueda de un nuevo sistema político.
La Crisis de 1917 en España
Causas
La crisis de 1917 en España fue una de las más graves del reinado de Alfonso XIII y se manifestó en una triple dimensión: política, social y militar. En lo político, el **sistema de la Restauración** estaba completamente desprestigiado por el **turnismo**, el **caciquismo** y la **corrupción**. Además, las élites políticas temían que en España se diese una **revolución como la ocurrida en Rusia**. La falta de representación real y la parálisis del Parlamento llevaron a la creación de la **Asamblea de Parlamentarios** en Barcelona, impulsada por **catalanistas y reformistas**. En lo social, la situación empeoró por los efectos de la **Primera Guerra Mundial**, que provocó **inflación**, **escasez** y empeoramiento de las **condiciones laborales**, mientras los empresarios se enriquecían. Esto llevó a una **huelga general revolucionaria**, convocada por **UGT** y **CNT**, que fue duramente reprimida por el Gobierno (cientos de heridos y detenidos y 70 fallecidos). En lo militar, los oficiales peninsulares formaron las **Juntas de Defensa** para protestar por los **privilegios del ejército destinado en África** (los ascensos por méritos de guerra). Esta crisis múltiple evidenció la **descomposición del sistema político** y anticipó la inestabilidad que marcaría el siglo XX en España.
La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) y la Abolición Foral
Consecuencias
La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) resultó en la **derrota carlista** y acarreó importantes consecuencias políticas y territoriales para España. La derrota de los carlistas supuso el **fin de su amenaza militar**, aunque el movimiento continuó como **fuerza política marginal de extrema derecha** determinante en el País Vasco. La victoria liberal permitió al gobierno de **Cánovas del Castillo** reforzar el **Estado centralizado**, en detrimento del modelo tradicionalista y foral defendido por los carlistas. Una de las medidas más relevantes fue la **abolición del régimen foral vasco y navarro** mediante la **Ley de 21 de julio de 1876**. Se eliminaron las instituciones propias, como las **diputaciones forales** y las **aduanas interiores**, y se impuso la legislación común del Estado. No obstante, en 1878 se firmaron los **Conciertos Económicos**, que concedieron a las provincias vascas la facultad de recaudar y gestionar sus propios impuestos, a cambio de un **cupo anual** al Estado. Fue una suerte de compensación temporal que finalmente fue permanente y pervive hoy día. Asimismo, algunos autores relacionan el final del carlismo con el nacimiento del **nacionalismo vasco**.
La Revolución Industrial en Vizcaya
Causas
La Revolución Industrial en Vizcaya, a finales del siglo XIX, tuvo como causa inicial la **abolición del régimen foral en 1876** y la posterior implantación del **Concierto Económico en 1878**. Esta medida permitió a las **diputaciones forales** recaudar y gestionar impuestos sobre la industria y el comercio, lo que favoreció la inversión y el desarrollo económico desde el ámbito local. Otra de las causas fue la **minería**, en Vizcaya abundaban las **minas de hierro** y su explotación atrajo **capital británico** y dinamizó a una emergente **burguesía industrial vasca** (**Chávarri**, **Ybarra**, etc.). Además, el mineral era de fácil extracción, ya que las minas eran a cielo abierto y al ser **hierro no fosfórico** era óptimo para el uso del **convertidor Bessemer** (usado por la industria siderúrgica europea). Las minas y fábricas se situaban cerca de la **ría** y eso facilitaba la exportación y la importación de carbón británico. Por otro lado, el **proteccionismo estatal**, las facilidades para la exportación (**Ley Figuerola de 1869**) y la llegada de **mano de obra migrante** del interior peninsular completaron un conjunto de factores que hicieron de Vizcaya el principal foco industrial de España en esa época.
Consecuencias
La industrialización en Vizcaya generó importantes consecuencias urbanas, demográficas y sociales. La población creció significativamente, especialmente con la llegada de **migrantes** en busca de trabajo. Este **crecimiento urbano** generó **falta de higiene**, **mala alimentación** y **hacinamiento**, lo que aumentó la **tasa de mortalidad**. Al mismo tiempo, la tasa de natalidad también creció. En cuanto a las **condiciones laborales**, eran **pésimas**. Los trabajadores, en su mayoría de baja cualificación, trabajaban en condiciones extremas, especialmente en las zonas mineras, donde vivían en **barracones** con más de 100 camas. Además, estaban obligados a comprar en las **cantinas de las empresas**, lo que aumentaba sus costos. Las **jornadas laborales eran de 11 horas diarias**. A principios del siglo XX, los **sindicatos** mejoraron las condiciones laborales, luchando por la **reducción de la jornada a 9 horas** y mejoras salariales. Algunos autores apuntan a que el **nacimiento del nacionalismo vasco** pudo ser en parte consecuencia de la industrialización, ya que con la llegada masiva de gente procedente de toda España, se dio en Vizcaya un **cambio cultural e idiomático** que provocó rechazo en algunos sectores. Finalmente, la industrialización provocó una **contaminación medioambiental** que a día de hoy aún sufrimos.
El Pluralismo Político Vasco durante la Restauración (1874-1931)
Causas
Durante la Restauración (1874-1931), el pluralismo político vasco fue una característica importante, reflejo de la **diversidad de intereses y tensiones** en el territorio. La causa principal de este pluralismo fue el propio **sistema político español**, que permitió la formación de diferentes movimientos e ideologías en el País Vasco. La **pérdida de los fueros** supuso un punto de inflexión, ya que generó un sentimiento de pérdida de privilegios y una mayor **conciencia nacional vasca**. Esto fue clave, sobre todo con el crecimiento del **nacionalismo vasco** encabezado por **Sabino Arana** y en la creación del **Partido Nacionalista Vasco (PNV)** en 1895. Además, el **carlismo** seguía teniendo apoyo en áreas rurales, pese a haber perdido la guerra. Por otro lado, la creciente **industrialización** y la llegada de **obreros de fuera** impulsaron la aparición de **movimientos socialistas** como el **PSOE** y el **Partido Comunista**, reflejando el pluralismo ideológico en la región. Finalmente estaban los **partidos dinásticos**, que no gozaban de excesivo apoyo social en el País Vasco pero cuya presencia se justificaba por el apoyo de las grandes fortunas beneficiadas por el **Concierto Económico**.
Consecuencias
El pluralismo político vasco durante la Restauración generó importantes consecuencias tanto a nivel social como político. Una de las más destacadas fue el **aumento de la tensión entre distintas ideologías**, ya que convivían fuerzas muy diversas: el **nacionalismo vasco**, el **carlismo tradicionalista**, los **partidos dinásticos**, los **movimientos obreros** (**socialistas**, **comunistas** y en menor medida **anarquistas**). Esta diversidad provocó una **polarización social**, especialmente en zonas urbanas como Bilbao, donde los **conflictos entre obreros y empresarios** se intensificaron. Además, el **auge del nacionalismo vasco** supuso una nueva forma de **oposición al centralismo** del régimen de la Restauración, al reclamar **autonomía política** y la defensa de la **identidad cultural y el euskera**. Por otro lado, la implantación del **socialismo y el sindicalismo** en las zonas industriales fortaleció el **movimiento obrero** y generó numerosas **huelgas**. En conjunto, este pluralismo consolidó una importante **cultura política** en el País Vasco y sentó las bases de los conflictos que tuvieron lugar en el siglo XX.
La Etapa del Frente Popular (1936)
Causas
La llegada del Frente Popular al gobierno de España en febrero de 1936 fue el resultado de una profunda **crisis política, social y económica** que caracterizó los últimos años de la **Segunda República**. La llegada del **Bienio Radical-Cedista (1933-1935)** supuso la **paralización y anulación de las reformas** iniciadas por los gobiernos republicano-socialistas (**Bienio Reformista de 1931-1933**). Esto generó un fuerte **descontento de las clases populares**, trabajadores y campesinos. La **represión** tras la **Revolución de Octubre de 1934** (1300 fallecidos y 30K detenidos), especialmente en Asturias y Cataluña, alimentó aún más la **polarización política**. Además, hubo un aumento del **autoritarismo de la CEDA** (estableció la **censura**) y se multiplicaron los **conflictos sociales y laborales**. En respuesta, los **partidos de izquierda** (republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas) se unieron en una coalición electoral llamada **Frente Popular**, con el objetivo de **restaurar las reformas progresistas** de 1931-1933 y frenar el avance de la derecha. Su victoria reflejó el deseo de cambio de amplios sectores de la sociedad pero profundizó en la **división política** del país.
Consecuencias
La etapa del Frente Popular, que comenzó tras las elecciones de febrero de 1936 (que ganó la izquierda), marcó el último periodo de la **Segunda República** antes del estallido de la **Guerra Civil española**. Fue una etapa de gran **inestabilidad política y social**, en un contexto ya muy **polarizado**. Entre las principales consecuencias estuvo el **recrudecimiento de la violencia política** (ardieron iglesias y Falange protagonizó atentados), con **enfrentamientos entre izquierda y derecha** y **asesinatos** como el del teniente Castillo o el del líder derechista **José Calvo Sotelo**. El gobierno intentó retomar las **reformas sociales** del primer bienio republicano, como la **reforma agraria** o la **amnistía** para los presos de octubre de 1934, lo que generó entusiasmo en la izquierda pero temor y rechazo en los sectores conservadores y militares. Además, se produjo una **crisis de autoridad del Estado**, incapaz de frenar la violencia ni de controlar a los sectores más radicales. Todo ello alimentó el clima de **conspiración militar**, que desembocó en la principal consecuencia: el **golpe de Estado del 18 de julio de 1936** y el **inicio de la Guerra Civil**. Las **consecuencias duraderas** de dicha guerra todavía se dejan sentir en la política y en la sociedad española.
La Guerra Civil en el País Vasco (1936-1937)
Causas
La Guerra Civil en el País Vasco (julio de 1936-octubre de 1937) fue uno de los principales escenarios de la **Campaña del Norte**. Tuvo un fuerte impacto en el País Vasco, donde se vivió una mezcla de **tensiones políticas, sociales y obreristas**. Entre las causas del conflicto en el País Vasco se incluye la existencia y auge del **movimiento nacionalista vasco** que buscaban **mayor autonomía** frente al poder central, especialmente tras la proclamación de la **Segunda República** en 1931. Esta tensión se agravó con la **polarización ideológica** entre fuerzas de izquierda y derecha, el **conflicto Iglesia-Estado** y la presencia de un fuerte **movimiento obrero y sindical** producto de la industrialización. Expresión de esto, es la **división territorial** que en el País Vasco se dio el 18 de julio, cuando **Álava y Navarra se sumaron al golpe del bando Nacional**, mientras **Vizcaya y Guipúzcoa mantenían su lealtad a la República**.
Consecuencias
La Guerra Civil generó profundas consecuencias en el País Vasco, tanto a nivel **político** como **social y cultural**. Tras la **victoria franquista**, se suprimió el **Estatuto de Autonomía** otorgado por la República en 1936, y se inició una **dura represión** contra el **nacionalismo vasco**, los **partidos de izquierda** y cualquier forma de disidencia. El **Gobierno Vasco**, encabezado por **José Antonio Aguirre**, se vio obligado a marcharse al **exilio**. Durante el conflicto y la represión posterior, miles de personas fueron **encarceladas, ejecutadas o forzadas a exiliarse**. Además, **Vizcaya y Guipúzcoa fueron castigadas** por el régimen franquista al ser consideradas provincias «traidoras», y se les retiró el **Concierto Económico**. Sin embargo, el **colaboracionismo de sectores de la burguesía vasca** con el bando sublevado permitió que muchas fábricas no fueran destruidas durante la guerra. Esto favoreció que, tras el conflicto, el proceso de reconstrucción económica en la región pudiera iniciarse con la **infraestructura industrial prácticamente intacta**, lo que facilitó una **recuperación económica más rápida** respecto a otras zonas de España. También se limitó el **uso del euskera**, afectando profundamente la **identidad cultural vasca**.
La Autarquía Económica Franquista (1939-1959)
Causas
La autarquía franquista, implementada en España tras la Guerra Civil (1939), se fundamentó en varias causas clave. En primer lugar, el **contexto internacional** influyó decisivamente: el estallido de la **Segunda Guerra Mundial** y la posterior **marginación de España** por parte de los países aliados aislaron al **régimen franquista**, dificultando el comercio exterior y el acceso a ayuda internacional. Internamente, el franquismo promovía una **ideología nacionalista y autoritaria**, influida por **Falange**, que rechazaba el **liberalismo económico** y defendía la **autosuficiencia** como símbolo de soberanía. La **devastación causada por la guerra** impulsó al régimen a adoptar un **modelo intervencionista**. En este marco se creó en 1941 el **INI (Instituto Nacional de Industria)**, dirigido por **Juan Antonio Suanzes**, cuyo objetivo era reconstruir y modernizar la economía bajo **control estatal**. Suanzes defendía que «España debe vivir por sí misma y de sí misma», reflejando el **ideal autárquico**. Falange, como pilar ideológico del régimen, respaldó esta **política corporativista**. Sin embargo, la autarquía generó **ineficiencias, pobreza y estancamiento económico** durante los años 40.
Consecuencias
La autarquía económica en España, aplicada por el régimen franquista durante la década de 1940, se caracterizó por el **aislamiento exterior**, el **intervencionismo estatal** y la **autosuficiencia**. Esta política fue especialmente dura en los llamados “**años del hambre**” (**1939-1942**), marcados por una grave **escasez de alimentos**, **pobreza generalizada** y un estricto sistema de **cartillas de racionamiento** que limitaba el acceso a productos básicos. El **fracaso del modelo agrícola**, sin modernización ni inversión, agravó la crisis alimentaria. Ante la escasez, surgió un amplio **mercado negro** conocido como **estraperlo**, donde los productos se vendían a precios muy elevados, fuera del control estatal. En este contexto, el Estado creó el **INI** (Instituto Nacional de Industria) en 1941, con el objetivo de fomentar el **desarrollo industrial, energético y de obras públicas**. Se impulsaron siderurgias, embalses, centrales eléctricas y carreteras. Sin embargo, la **ineficiencia del sistema autárquico** y la falta de inversión en vivienda provocaron **hacinamiento y chabolismo**, prolongando la **precariedad social** durante más de una década. La aplicación de esta política hizo que España sufriera un **retraso económico y social** con el resto de países europeos que hasta tiempos recientes no se ha conseguido emparejar.
La Crisis del Tardofranquismo (Década de 1970)
Causas
La crisis del tardofranquismo, que se agudizó en la década de 1970, se debió a una confluencia de causas **económicas, sociales y políticas**. En lo económico, la **crisis del petróleo de 1973** golpeó duramente a España, generando **inflación**, **desempleo** y **estancamiento** tras años de crecimiento. La industria perdió **competitividad industrial** y el **modelo desarrollista** mostró signos de agotamiento. Socialmente, el **aumento de la conflictividad laboral**, con numerosas **huelgas**, reflejaba el **descontento social** de una población más urbanizada, formada y crítica, que exigía **libertades**. Políticamente, el régimen sufría una profunda **descomposición del régimen**: **Franco**, ya anciano y debilitado, no ofrecía respuestas, y la figura de **Juan Carlos I** como sucesor generaba desconfianza tanto entre franquistas como entre la oposición. La **muerte del presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco**, en 1973 a manos de **ETA**, dejó al régimen sin su principal garante de continuidad. Además, las **divisiones internas** entre **aperturistas e inmovilistas (el búnker)** agravaron la **parálisis política**, acelerando el fin de la dictadura.
Consecuencias
La crisis del tardofranquismo generó consecuencias profundas que precipitaron el **colapso del régimen**. La grave crisis económica tras 1973 provocó **desempleo**, **inflación** y un fuerte **deterioro de las condiciones de vida**, lo que generó un clima de **malestar social** y una **oleada de huelgas** en todo el país. A esto se sumó el **asesinato de Carrero Blanco** por ETA en 1973, que dejó al franquismo sin su principal figura de continuidad. El régimen también perdió **apoyo de la Iglesia**, enfrentada al poder por figuras como el **cardenal Tarancón** o el **obispo Añoveros**, que defendían mayores libertades. Surgieron **nuevas formas de oposición**, como la **UMD (Unión Militar Democrática)** y la **Junta Democrática**, que exigían una **transición democrática**. Grupos armados como **ETA** y el **FRAP** actuaban mediante **atentados y acciones violentas** contra el régimen, aumentando la tensión política. La dictadura respondió con **ejecuciones y represión** que generaron fuertes **protestas internacionales**. En 1975, la **Marcha Verde** en el Sáhara demostró además la **debilidad exterior** del régimen. La **presión social, económica y política** forzó una apertura que culminó en la **Transición a la democracia**, con reformas impulsadas desde el propio aparato del Estado.
El Franquismo en el País Vasco: Crecimiento Económico y Cambio Social (1950s-1960s)
Causas
Durante las décadas de 1950 y 1960, el franquismo en el País Vasco experimentó un notable **crecimiento económico** que transformó profundamente la sociedad vasca. Las causas más lejanas las encontramos en la **no destrucción de la industria** durante la guerra, el aprovechamiento de los **planes de reconstrucción** y nacional y la **acumulación de capital durante la autarquía**. Por otro lado, tenemos la **apertura económica** impulsada por el **Plan de Estabilización de 1959**, que favoreció la **inversión extranjera** y el **desarrollo industrial**. El País Vasco, con una **base industrial fuerte** en sectores como la **siderurgia, los astilleros, la industria química y la energía**, se benefició especialmente de esta apertura. Además, la **migración interior** desde otras regiones de España hacia Euskadi alimentó la demanda laboral y aceleró el **crecimiento urbano**. Este proceso provocó profundos cambios sociales: surgió una **nueva clase media**, aumentó la **escolarización** (**Ley General de Educación, 1970**), se expandieron los **servicios** y la población asumió nuevos modos de comportamiento político y social.
Consecuencias
El crecimiento económico y el cambio social durante el franquismo en el País Vasco generaron importantes consecuencias. La **industrialización acelerada** atrajo a miles de **inmigrantes** de otras regiones de España, provocando un **rápido crecimiento urbano**. Entre 1960 y 1975, la población vasca creció un 44,38%, y el **Gran Bilbao** duplicó su población entre 1950 y 1970, transformándose en una gran área metropolitana. **Vizcaya mantuvo su potente industria**, aunque perdió peso el primer sector (agricultura y ganadería), mientras que **Álava**, que no se había industrializado en el siglo XIX, vivió un fuerte **desarrollo industrial** gracias a nuevas inversiones. Este crecimiento favoreció la **aparición de una clase media**, el **aumento del consumo** y la **mejora del nivel de vida**, junto con la **expansión educativa y de servicios**. Sin embargo, a partir de la **crisis económica de 1973**, las inversiones se paralizaron, lo que provocó una **crisis industrial** y la necesidad de una **reconversión**. Además, las **tensiones identitarias y sociales**, el **inmovilismo franquista** y las **condiciones laborales difíciles** generaron **huelgas y conflictividad laboral**.