Historia de España: Consolidación Liberal y Cambios Sociales (1843-1898)

La Consolidación del Estado Liberal (1843-1874)

El Reinado de Isabel II (1843-1868)

Su reinado se caracterizó por: agitaciones sociales, escándalos en las Cortes, inestabilidad institucional, gobiernos liberales alternando entre progresistas y moderados, y una constante intervención militar en la política. Esta época es conocida como la Revolución Liberal.

El Sexenio Democrático (1868-1874)

Se inició con el pronunciamiento de 1868, conocido como la Revolución Gloriosa, liderada por el almirante Topete, apoyado por secretarios políticos progresistas y republicanos que se encontraban marginados. Las Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio universal masculino, aprobaron la Constitución de 1869, de carácter más democrático. En ella, la Corona dejó de ostentar el poder político y se reconocieron numerosas libertades.

Las Cortes eligieron a Amadeo I de Saboya como rey de España (1871-1873). Aunque respetó la Constitución, tuvo que abdicar el 11 de febrero de 1873 debido a la agitación republicana y los levantamientos carlistas. Por ello, ese mismo día, las Cortes proclamaron la República.

La Primera República (1873-1874)

Intentó, sin éxito, consolidar el sistema democrático iniciado en 1868. Sin embargo, el nuevo régimen tuvo que enfrentarse a graves problemas:

  • La división interna de los republicanos entre federalistas y unitarios.
  • Una nueva guerra carlista.
  • La Guerra de Cuba.
  • El cantonalismo.

Estas fueron las razones de su fracaso. Tuvo cuatro presidentes: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar.

Manuel Pavía dio un golpe de Estado en enero de 1874 y disolvió las Cortes. El general Serrano, antiguo unionista, fue el presidente de un gobierno dictatorial con el objetivo de restablecer el orden público y ganar la guerra contra los carlistas y en Cuba. En diciembre, el general Martínez Campos realizó una sublevación que restauró la monarquía de Alfonso XII.

La Restauración Borbónica (1875-1898)

En enero de 1875, se restauró la monarquía en la figura de Alfonso XII, quien contaba con 17 años.

El Sistema Político de la Restauración

Con el retorno de la monarquía, se instauró un nuevo sistema político liberal, diseñado por Cánovas del Castillo, que restringía el acceso al gobierno a dos partidos principales:

  • Partido Conservador: Dirigido por Cánovas del Castillo, era la unión de moderados y progresistas.
  • Partido Liberal: Dirigido por Práxedes Mateo Sagasta, formado por demócratas y republicanos.

Ambos partidos coincidían en defender la monarquía, la Constitución, el Estado liberal y centralista. Pactaron un turno pacífico, estableciendo un bipartidismo que les permitió alternarse en el gobierno por más de 40 años. Para garantizar este turno, recurrían al fraude electoral, donde los caciques aseguraban el voto de la gente a cambio de favores.

Estabilidad Gubernamental

El reinado de Alfonso XII (1875-1885) se caracterizó por la no participación del monarca en la política, lo que contribuyó a la estabilidad. Los conservadores gobernaron la mayor parte del tiempo, llevando a cabo la pacificación militar y la redacción de la Constitución de 1876. Cuando gobernaron los liberales, se tomaron medidas reformistas como la abolición de la esclavitud en Cuba, la Ley de Asociaciones y la implantación del sufragio universal masculino. Al morir Alfonso XII, reinó como regente su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo (1885-1902).

La Crisis de 1898

Este periodo estuvo marcado por dificultades sociales y económicas. Los problemas principales fueron las guerras coloniales en Cuba (1896-1898) y Filipinas (1896-1898). Su origen radicó en la política de bloqueo a las reformas administrativas y económicas llevadas a cabo por los partidos dinásticos, así como en los intereses expansionistas de Estados Unidos.

La Intervención de Estados Unidos

España explotaba los recursos de Cuba sin tener en cuenta a los hacendados locales. Estados Unidos tenía intereses económicos en la isla y ofreció ayuda a los insurrectos cubanos. Las autoridades españolas reprimieron duramente las reivindicaciones cubanas, lo que contribuyó al estallido de insurrecciones. En 1895, José Martí lideró la Guerra de Independencia de Cuba, y en Filipinas también comenzó una revolución. Finalmente, Estados Unidos atacó a España.

El Tratado de París de 1898 puso fin al conflicto. Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam fueron cedidas a Estados Unidos, y Cuba se independizó, aunque quedó bajo control norteamericano.

Consecuencias del Conflicto de 1898

Las pérdidas económicas alteraron las finanzas y los precios subieron, lo que afectó a las clases más humildes. También hubo pérdidas humanas significativas. El régimen de la Restauración entró en crisis, ya que se demandaba una reforma de la administración. Además, la pérdida del imperio provocó una profunda crisis cultural y de identidad en España.

La Reforma Agraria

Durante la primera mitad del siglo XIX, los liberales aplicaron reformas agrícolas modernizadoras con el objetivo de promover el crecimiento económico. Las principales medidas fueron:

  • Disolución del Régimen Señorial: La nobleza dejó de administrar justicia y de cobrar ciertos impuestos.
  • Desamortización: Consistió en la expropiación por parte del Estado de los bienes de la Iglesia, de la nobleza y de las tierras comunes, para su posterior venta en subastas públicas.

Los campesinos fueron los más perjudicados, ya que, al no poder comprar tierras, pasaron a ser jornaleros con bajos salarios y malas condiciones. Otros campesinos decidieron emigrar a las ciudades. La propiedad de la tierra sufrió un proceso de concentración y se aumentó la extensión de las tierras cultivadas, pero la mayoría de los propietarios prefirió seguir viviendo de las rentas y no invertir, lo cual era necesario para la modernización del campo. En consecuencia, la agricultura en España se caracterizó por un estancamiento.

La Industrialización en España

A partir de 1830, la industrialización en España fue un proceso desequilibrado tanto sectorial como regionalmente. Solo lograron despegar la industria textil catalana y la siderurgia vasca, aunque la minería y el ferrocarril tuvieron un desarrollo importante.

Los principales factores que dificultaron su extensión fueron:

  • La falta de capital para invertir, debido a la escasa rentabilidad agraria.
  • La inexistencia de un mercado interior consolidado.
  • La escasez de recursos energéticos.
  • La falta de una red de transportes y comunicaciones eficiente.

Cambio y Continuidad Social

Los cambios políticos y económicos del siglo XIX dieron lugar a una nueva estructura social marcada por el capitalismo.

El Mundo Rural

Los campesinos constituían la mayoría de la población y vivían en una situación miserable. La pervivencia del latifundio y el paro estacional causaron frecuentes revueltas campesinas.

Las Transformaciones Sociales

La nobleza mantuvo su preeminencia social y económica a pesar de la abolición de parte de sus privilegios. En Cataluña y el País Vasco, surgió una burguesía industrial. Por otra parte, creció el proletariado industrial y se configuró una clase media.

Movimientos Obreros

Anarquismo

El anarquismo se manifestó en dos corrientes principales:

  • Anarcosindicalista: Defendía la lucha sindical para conseguir la revolución social. En 1910, se fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
  • Anarcocomunista: Partidaria de la acción directa, que derivaría en actos violentos contra la burguesía y el poder político. Entre 1880 y 1900, se registraron numerosos actos terroristas, lo que provocó una dura represión gubernamental.

Marxismo

El marxismo tuvo una notable influencia entre los obreros. Pablo Iglesias fundó el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en 1879 y el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888. Impulsaron la participación en elecciones para llegar al poder.

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