La Transición Española: El Camino hacia la Democracia
En España, una dictadura se mantuvo desde 1939 hasta 1975. Este sistema político, conocido como franquismo, no permitía la libertad ni la democracia, impidiendo a los españoles expresar sus ideas o elegir a sus representantes de forma democrática. El país estuvo bajo el gobierno del general Francisco Franco.
En noviembre de 1975, con la muerte de Franco, se inició el reinado de Juan Carlos I. Desde su coronación, el Monarca manifestó claramente su deseo de que la democracia y la libertad regresaran a España. En estos primeros momentos, el político clave que asistió al Rey fue Torcuato Fernández-Miranda.
El Gobierno de Adolfo Suárez y las Reformas Fundamentales
En julio de 1976, Juan Carlos I solicitó a Carlos Arias Navarro, el último jefe de gobierno nombrado por Franco, que dimitiera. El Rey eligió entonces a Adolfo Suárez como presidente, encargándole la dirección del cambio de todo el sistema político español. Suárez, convencido de la necesidad de esta transformación, basó su política en pilares como la democracia, la libertad y, crucialmente, el consenso. Esta última palabra fue decisiva: para alcanzar la democracia y la libertad, la tolerancia entre los españoles y la capacidad de los grupos políticos para llegar a acuerdos respetados por todos (consenso) eran esenciales.
Bajo el liderazgo de Adolfo Suárez, España vivió momentos históricos fundamentales. La España actual no sería la misma sin estos acontecimientos clave:
- Ley para la Reforma Política: Esta ley puso fin a las instituciones políticas del franquismo y estableció nuevas estructuras. Fue aprobada por el pueblo español en un referéndum en diciembre de 1976 y promulgada por el Rey en enero de 1977.
- Legalización de partidos políticos y sindicatos: Organizaciones que hasta entonces estaban prohibidas, como el Partido Comunista de España (PCE), fueron legalizadas en 1977.
- Primeras elecciones democráticas: Celebradas el 15 de junio de 1977, dieron la victoria a la Unión de Centro Democrático (UCD), el partido fundado por Suárez (la UCD volvió a ganar en 1979).
- Constitución de 1978: Las Cortes elegidas en 1977 elaboraron una nueva Constitución. Esta, que estableció a España como una monarquía parlamentaria basada en instituciones democráticas, se convirtió en una realidad en diciembre de 1978.
- Estado de las autonomías: La Constitución de 1978 permitió que las distintas regiones de España, denominadas a partir de entonces comunidades autónomas, tuvieran su propia asamblea legislativa y gobierno, con capacidad para establecer políticas propias y autogobernarse en ciertas materias. En diciembre de 1979, se aprobaron los estatutos de autonomía de Cataluña y del País Vasco, seguidos por el resto de comunidades.
La Democracia Amenazada: El Golpe de Estado del 23F
En enero de 1981, Adolfo Suárez dimitió. Leopoldo Calvo-Sotelo, otro miembro de la UCD, estaba previsto que asumiera la presidencia del gobierno, pendiente de la aprobación del Congreso de los Diputados. Sin embargo, el día de la votación, miembros de la Guardia Civil asaltaron el Congreso.
Este evento, conocido como el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, puso en grave peligro la recién establecida democracia española. Aquellos que se oponían a un país democrático intentaron imponerse por la fuerza, generando un gran temor entre los españoles.
En esos momentos de incertidumbre, la figura del Rey fue crucial. Juan Carlos I apareció en televisión esa misma noche y, como jefe supremo del Ejército, aseguró que la monarquía parlamentaria no sería derrotada. Al día siguiente, el golpe había fracasado, y la democracia española se había salvado.
España desde 1982: Consolidación y Proyección Europea
En octubre de 1982, se celebraron nuevas elecciones generales. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo una victoria contundente, y su líder, Felipe González, se convirtió en presidente del gobierno, marcando el relevo de un gobierno de centro por uno de izquierdas. Estos comicios reflejaron la madurez de la sociedad española, que demostró su compromiso con la convivencia pacífica y el respeto a los resultados electorales.
Durante el gobierno socialista de Felipe González, España logró un hito histórico en 1986 al convertirse en miembro de la Comunidad Económica Europea (CEE), la actual Unión Europea. El PSOE revalidó su victoria en las elecciones de 1986, 1989 y 1993, manteniendo a González en la presidencia hasta 1996.
En marzo de 1996, el Partido Popular (PP), un partido de centro fundado en 1989 (originalmente como Alianza Popular), ganó las elecciones. Así, José María Aznar, líder del PP, sucedió a Felipe González como presidente del gobierno español.
El periodo comprendido entre 1982 y 2004, bajo los mandatos de Felipe González y José María Aznar, fue crucial para la completa integración de España en Europa. Algunos historiadores se refieren a esta etapa como la «segunda transición». Un momento destacado fue en 2002, cuando España y otros países europeos adoptaron el euro como moneda única, reemplazando a la peseta.
Tras las elecciones de marzo de 2004, que resultaron en una victoria socialista, José Luis Rodríguez Zapatero sustituyó a Aznar en la presidencia del gobierno.