1. La España Republicana
En el bando republicano existieron dos posturas confrontadas: la de quienes vieron en la guerra una posibilidad para llevar a cabo una revolución social y la de aquellos que priorizaban vencer la contienda militar. Esto provocó diversos enfrentamientos internos que restaron eficiencia en la tarea de ganar la guerra.
El Gobierno de Largo Caballero
Ante la situación insostenible de las primeras semanas de la guerra, Azaña encomendó el gobierno al socialista Largo Caballero con el objetivo de que incluyera en el mismo a todas las fuerzas políticas, incluyendo al PCE y la CNT. Algunas de sus iniciativas para la reconstrucción del Estado fueron:
- Formación de un ejército regular: Se sustituyen las milicias por el Ejército Popular de la República con mando único.
- Control del orden público: Se constituyeron los tribunales populares y se creó el cuerpo de Carabineros.
- Implantación de la economía de guerra.
- Confirmación del apoyo vasco: Se aprueba el Estatuto de Autonomía Vasco y se integra un miembro del PNV en el gobierno.
Con estas medidas, el PCE fue ganando terreno debido a su disciplina y al apoyo de Stalin. Así, en 1937, se produjeron los Sucesos de Mayo que enfrentaron en Barcelona, durante una semana, a las fuerzas que defendían a la República y fuerzas del orden público con los anarcosindicalistas y miembros del POUM. Esto trajo consigo una grave crisis de gobierno que llevó a Azaña a sustituir a Largo Caballero por Juan Negrín.
El Gobierno de Juan Negrín
Su prioridad fue erradicar el clima revolucionario. Para ello, nacionalizó la industria de guerra y disolvió el POUM. También pretendió guardar el equilibrio entre el PSOE, el PCE y los pequeños partidos republicanos. Especial mención merece el socialista Indalecio Prieto, uno de los mayores protagonistas durante su gobierno.
La eficacia de las medidas permitió al Ejército Popular realizar ofensivas, como en Teruel o Belchite, aunque fueron triunfos pasajeros. Finalmente, en mayo de 1938, Negrín difundió sus Trece Puntos, una declaración que buscaba la paz y el establecimiento de una República moderada.
La Represión Republicana
Grupos incontrolados extendieron las represalias contra los simpatizantes de la sublevación militar.
Especial trascendencia tuvo la persecución religiosa. Uno de los episodios más célebres se produjo en Madrid, donde se propagó la idea de la existencia de una quinta columna. Esto provocó la intensificación de la represión que tuvo su momento culminante con la ejecución de más de 2000 presos en Paracuellos del Jarama.
A esto se suma la creación en 1937 del Servicio de Información Militar (SIM), con el objetivo de localizar a adeptos a la rebelión.
2. La España Franquista
Los rebeldes empezaron la guerra sin un claro líder. La muerte del general Sanjurjo, el 20 de julio de 1936, significó la pérdida del principal referente para los sublevados. No obstante, aparecieron otros líderes como Emilio Mola, Queipo de Llano y Francisco Franco.
El 24 de julio de 1936 se creó la autodenominada Junta de Defensa Nacional, presidida por el general Miguel Cabanellas. De esta Junta surgió la necesidad de crear un mando único para los ejércitos y una jefatura política. Los éxitos militares de Franco trajeron consigo que se promulgara el decreto del 1 de octubre de 1936 por el que fue nombrado Jefe del Gobierno del Estado español y Generalísimo de los Ejércitos.
En Burgos quedó constituida la Junta Técnica de Gobierno, aunque el poder real se centraba en el cuartel general de Franco en Salamanca.
La Unificación Ideológica
En el bando sublevado convergían diversas facciones políticas:
- Miembros de la CEDA.
- Monárquicos de Renovación Española.
- Tradicionalistas carlistas (encuadrados en los requetés).
- Falange Española.
Para unificar estas opciones, Franco contó con la colaboración de Ramón Serrano Súñer y del líder falangista Raimundo Fernández Cuesta. En 1937 se publica el Decreto de Unificación por el que todas las fuerzas políticas se integraron en un partido único denominado FET de las JONS.
En 1936, la guerra fue declarada como «cruzada» y en 1937 se publica una carta colectiva de los obispos en la que se explicita su identificación con la causa franquista.
La Represión en la Zona Franquista
Cuando Emilio Mola ideó el golpe de Estado, señaló la necesidad de que se llevase a cabo con especial violencia para aniquilar cualquier oposición interior. Matanzas como las de Badajoz, Navarra o Dos Hermanas simbolizan esta política represiva.
3. Consecuencias de la Guerra Civil
La guerra fue ganada por los franquistas, lo que tuvo como consecuencia inmediata la instauración de una dictadura de casi cuarenta años encarnada en la figura de Francisco Franco.
Consecuencias Sociales
El primer efecto de la guerra tiene que ver con las víctimas mortales que provocó (más de medio millón de muertos). La crueldad y el odio provocaron un enfrentamiento que trajo consigo una fractura social que todavía permanece abierta hoy en día.
Hay que sumar el exilio forzoso al que se vieron sometidos millares de republicanos y, además, una vez finalizada la guerra, muchos de aquellos que no defendían las ideas franquistas y que no partieron al exilio, acabaron en prisiones, campos de concentración o campos de trabajo forzado (más de 270.000 personas).
Consecuencias Económicas
Estas fueron graves, aunque menores de lo que la propaganda oficial difundió. Aunque se perdió parte de la maquinaria, las instalaciones industriales de los grandes centros productivos quedaron intactas.
El sector de las comunicaciones sí que se vio bastante afectado: muchas infraestructuras se vieron dañadas y se perdió un porcentaje significativo de ferrocarriles, vehículos de motor, etc.
Se produjo una gran escasez de vivienda y de alimento, por lo que se establecieron cartillas de racionamiento para acceder a los productos básicos.
El Pago de las Necesidades Bélicas
A ello hay que añadir el pago de las necesidades bélicas, que incluyó:
- Las deudas contraídas por Franco con Alemania e Italia.
- Las deudas con las compañías petroleras estadounidenses.
- El oro del Banco de España, utilizado para pagar el armamento y los víveres que recibió el Gobierno republicano de Francia, la Unión Soviética y de México.
Efectos en el Mundo de la Cultura y la Educación
Todos los esfuerzos llevados a cabo en los años anteriores que trajeron consigo la llamada Edad de Plata de la cultura española, fueron barridos. Grandes figuras como Federico García Lorca o Pedro Muñoz Seca fueron fusilados. Otros como Miguel Hernández murieron en la cárcel. Y otros muchos se vieron obligados a exiliarse.
En la educación, más del 60% de los maestros fueron ejecutados o apartados de su profesión.