Los Pueblos Prerromanos y las Colonizaciones del Mediterráneo
Desde el I milenio a.C., una serie de pueblos heterogéneos se asentaron en la Península Ibérica en busca de su riqueza mineral. Estos son conocidos como los Pueblos Prerromanos:
Pueblos Prerromanos
- Los Tartessos: Se ubicaron en el Valle del Guadalquivir. Eran agricultores y comerciantes de metal. Vivieron su época de máximo esplendor en el siglo VI a.C. con el rey Argantonio. Dejaron importantes ajuares (como el famoso Tesoro de Aliseda) y desaparecieron en torno al 500 a.C. debido a la invasión cartaginesa.
- Los Celtas: Llegaron en dos oleadas (siglos IX y VI a.C.) y habitaron el centro y norte peninsular. Eran un conjunto de tribus indoeuropeas muy guerreras, con una economía predominantemente ganadera. Conocían la metalurgia del hierro y habitaban en poblados fortificados denominados castros.
- Los Íberos: Asentados en la costa mediterránea. Habitaban en ciudades-estado gobernadas por un régulo. Mantenían relaciones comerciales fluidas con los griegos y, entre su legado, destacan las esculturas funerarias (como la Dama de Elche).
Las Colonizaciones Mediterráneas
Además de los pueblos prerromanos, griegos y fenicios fundaron factorías comerciales en la costa:
- Fenicios: Establecieron enclaves por el sur del Mediterráneo (ej. Gadir, siglo IX a.C.). Introdujeron la metalurgia del hierro, el torno alfarero y el primer alfabeto.
- Griegos: Fundaron colonias en algunos puntos de la costa mediterránea desde el siglo VI a.C. (ej. Ampurias, Sagunto).
- Cartagineses: Llegaron desde el norte de África (siglo VI a.C.) con la intención de conquistar la península. Fundaron Carthago Nova.
La Hispania Romana
Tras la Primera Guerra Púnica, Roma y Cartago firmaron el Tratado del Ebro (226 a.C.), marcando los límites de conquista. En el 218 a.C., Aníbal atacó Sagunto (ciudad aliada de Roma), comenzando la Segunda Guerra Púnica y la Conquista romana de la Península Ibérica, un proceso que duró 200 años y se dividió en tres fases:
Fases de la Conquista Romana
- El área levantina (territorio íbero): 218-201 a.C. Fue una conquista relativamente rápida.
- Interior y Oeste peninsular (territorio celta): 201-29 a.C. Roma se encontró con la dura resistencia de los celtas, destacando episodios como el asedio de Numancia o la lucha del caudillo lusitano Viriato.
- Campaña del Norte (cántabros y astures): 29-19 a.C. Roma encontró mucha resistencia. La conquista finalizó con el emperador Octavio Augusto, dando inicio a la Pax Romana.
Organización Territorial y Romanización
A lo largo de la conquista, la península tuvo varias divisiones provinciales, hasta terminar en siete provincias con Diocleciano (siglo IV): Tarraconense, Galaecia, Lusitania, Bética, Cartaginense, Baleárica y Mauritania.
Los romanos extendieron su cultura y forma de vida a todos los rincones del imperio, proceso conocido como Romanización. Fue un proceso complejo y desigual en la península: la zona levantina adoptó rápidamente la cultura romana, pero el interior lo hizo de forma mucho más lenta. Los romanos aportaron:
- El urbanismo y la arquitectura (puentes, acueductos, calzadas, edificios para espectáculos).
- El Derecho Romano.
- El latín, origen de las Lenguas romances.
La Monarquía Visigoda
En el año 409 d.C., aprovechando la debilidad de Roma, llegaron a la Península Ibérica oleadas de pueblos bárbaros: Vándalos, Suevos y Alanos. Los visigodos, pueblo germano aliado de Roma, lograron expulsar a vándalos y alanos e hicieron retroceder a los suevos al noroeste peninsular. Inicialmente, Roma ubicó a los visigodos en Aquitania, con su capital en Toulouse.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.), los visigodos fueron expulsados de la Galia por los Francos y se asentaron definitivamente en la península, instalando su capital en Toledo.
Unificación y Consolidación del Reino
- Con el rey Leovigildo (572-586) se logró la unidad política, al expulsar a los suevos. Además, la monarquía pasó a ser hereditaria.
- Con su hijo Recaredo se alcanzó la unidad religiosa bajo el catolicismo (III Concilio de Toledo, 589 d.C.).
Instituciones y Economía
Las instituciones políticas visigodas eran:
- La Monarquía.
- El Officium Palatinum (nobles de confianza que ocupaban cargos en palacio).
- Los Concilios eclesiásticos (asambleas de obispos con funciones políticas y religiosas).
La economía se hizo rural (con el consecuente abandono de las ciudades) y se introdujeron las relaciones de vasallaje, antecedente del feudalismo, basadas en el sistema de Hospitalitas.
Legado Cultural
En cuanto al patrimonio, no se conserva nada de su arquitectura civil; sin embargo, quedan en pie algunas pequeñas iglesias, como San Pedro de la Nave y San Juan de Baños. En cuanto a figuras relevantes, destaca San Isidoro de Sevilla, autor de las Etimologías.
Al-Ándalus: La Presencia Musulmana en la Península
En el 711 d.C., los musulmanes entraron en la península desde el norte de África. Bajo el mando de Tarik, derrotaron a los visigodos en la Batalla de Guadalete y sometieron casi toda la península, convirtiéndola en una provincia de su imperio (Al-Ándalus).
Fases Políticas de Al-Ándalus
- Emirato Dependiente (711-756): Al-Ándalus era una provincia dependiente del Califato Omeya de Damasco.
- Emirato Independiente (756-929): La Dinastía Omeya fue destronada en Damasco por los Abbasíes. El último príncipe Omeya, Abd-Al Rahmán I, se refugió en Al-Ándalus y formó un emirato independiente con capital en Córdoba.
- Califato de Córdoba (929-1031): Abd-Al Rahmán III proclamó el Califato, época de máximo esplendor político y fuerza militar. Sin embargo, la debilidad de Hisham II provocó la desintegración del califato.
- Reinos de Taifas (1031): Tras la caída del Califato, se formaron múltiples reinos pequeños y débiles, lo que aprovecharon los cristianos para activar la Reconquista.
Intervenciones Norteafricanas y el Avance Cristiano
Con la reconquista de Toledo por Alfonso VI (1085), los Reinos de Taifas pidieron ayuda a los almorávides (tribus del Norte de África), quienes derrotaron a los cristianos en Sagrajas (1086), pero acabaron sometiendo a las taifas. A mediados del siglo XII, los almorávides se debilitaron y se formaron las segundas taifas.
Ante el avance cristiano, llegaron los almohades. Vencieron a los cristianos en Alarcos (1197), pero fueron decisivamente derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), lo que permitió la rápida expansión de la Reconquista cristiana, a excepción del Reino Nazarí de Granada, que perduró hasta 1492, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos.
