Configuración Política y Desarrollo Económico de la Península Ibérica en la Baja Edad Media

Descripción de las grandes etapas y causas generales que condujeron al mapa político de la Península Ibérica al finalizar la Edad Media

Primera Etapa: La Formación de los Reinos Hispanocristianos

La conquista musulmana se detuvo en torno a las cordilleras Cantábrica y Pirenaica, zonas donde surgieron los siguientes núcleos de resistencia cristiana:

Núcleos de Resistencia

  • Los reinos y condados occidentales: Aquí se refugiaron visigodos, liderados por el noble hispanovisigodo Pelayo. Tras vencer a los musulmanes en la Batalla de Covadonga, lograron establecer el Reino de Asturias, reivindicándose como herederos de la legitimidad visigoda.
  • Los reinos y condados orientales: Entre el río Ebro y los Pirineos, Carlomagno estableció la Marca Hispánica, delegando la administración de estos condados pirenaicos en condes. Progresivamente, los navarros, aragoneses y catalanes se independizaron del dominio franco.

Segunda Etapa: La Primera Expansión de los Reinos Cristianos

Avances Territoriales Iniciales

  • El Reino Asturleonés: Bajo el reinado de Alfonso III, se inició la expansión territorial hasta el río Duero. En la frontera oriental de este reino, emergió el condado de Castilla, liderado por el conde Fernán González, que se consolidó como un condado independiente.
  • El Reino de Navarra: El rey Sancho III logró unificar bajo su mando Navarra, Castilla, León y Aragón. Sin embargo, a su muerte, dividió su vasto patrimonio, dejando a Navarra constreñida entre los futuros reinos de Castilla-León y Aragón.

Tercera Etapa: El Proceso de la Reconquista

La Corona de Castilla

Fernando I consiguió dominar toda la cuenca del Duero. Posteriormente, Alfonso VI conquistó Toledo, llevando la frontera hasta el río Tajo. La Batalla de las Navas de Tolosa (1212) fue decisiva, ya que supuso la apertura del valle del Guadalquivir para los reyes castellano-leoneses. Fue Fernando III quien se encargó de ocupar esta parte de Andalucía, además de Extremadura y Murcia.

La Corona de Aragón

Este reino se expandió ocupando territorios musulmanes, como Zaragoza. El rey Jaime I conquistó las islas Baleares y el Reino de Valencia. Con estas adquisiciones, la Corona de Aragón quedó conformada por cuatro territorios principales: Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares.

Mapa Político de los Reinos Hispanocristianos al Final de la Edad Media

En el siglo XIV, el mapa político de los reinos hispanocristianos se caracterizaba por mantenerse dividido en tres grandes unidades políticas:

La Corona de Castilla

En la política interna, el aspecto más notable fue la constante pugna entre la monarquía y la nobleza. Las rebeliones nobiliarias fueron frecuentes durante los periodos de debilidad real, llegando incluso a desencadenar guerras civiles.

La Corona de Aragón

Los problemas políticos se centraron también en los enfrentamientos entre la nobleza y el monarca. Destaca la creación de la Generalitat, considerada una conquista de la burguesía. Resulta significativa la expansión de la Corona Aragonesa por el Mediterráneo (con la incorporación de Sicilia, Cerdeña y Nápoles). Además, los almogávares jugaron un papel protagonista en la toma de Atenas.

El Reino de Navarra

Careció de posibilidades significativas de expansión territorial a costa de los musulmanes. Se alineó políticamente con Francia hasta que fue conquistado primero por Aragón y, finalmente, incorporado a Castilla por Fernando el Católico.


Descripción de las grandes fases de la evolución económica de los territorios cristianos durante la Edad Media

La evolución económica de los reinos cristianos de la península ibérica durante la Edad Media se puede dividir en tres grandes etapas:

La Alta Edad Media: Estancamiento y Subsistencia

Esta etapa estuvo marcada por el estancamiento económico. Las actividades fundamentales eran la agricultura y la ganadería, ambas con un carácter de subsistencia debido al entorno montañoso en el que estaban confinadas. Las actividades artesanales se limitaron a la producción de artículos básicos necesarios para el campo y la vida doméstica, destacando la alfarería y la herrería. El comercio se restringió al ámbito local, siendo el trueque una práctica común ante la escasez de moneda.

La Plena Edad Media: Expansión y Desarrollo

Este periodo se caracterizó por una notable expansión económica. Las actividades agrícolas y ganaderas aumentaron significativamente gracias a la expansión territorial lograda con la Reconquista. Aparecieron nuevos cultivos destinados a la manufactura y se introdujeron mejoras técnicas. Se crearon instituciones para favorecer la ganadería, como la organización de ganaderos castellanos dedicada al ovino trashumante (el Honrado Concejo de la Mesta), que fue privilegiada por los reyes debido a la alta calidad de su lana y al rentable comercio con los fabricantes de paños.

Desarrollo Artesanal y Comercial

  • Artesanía: Aumentó considerablemente y se concentró en las ciudades, donde los gremios regulaban estrictamente la producción y la venta.
  • Comercio: Ganó importancia gracias al incremento de las producciones y a la generalización del uso de la moneda y las letras de cambio. En el interior, proliferaron los mercados y ferias. En las costas, los puertos cobraron relevancia, controlando los mercados atlánticos y mediterráneos, y se abrieron consulados del mar en las ciudades más importantes para regular el comercio.

La Baja Edad Media: Crisis y Reestructuración

Esta fase se caracterizó por una profunda crisis económica. La agricultura y la ganadería se estancaron debido a un enfriamiento climático europeo, lo que provocó hambrunas y facilitó la difusión de epidemias como la Peste Negra, que causó un gran despoblamiento, especialmente en la Corona de Aragón.

Comercio y Manufacturas en Crisis

Las manufacturas no lograron un gran desarrollo al no ser competitivas. El comercio experimentó un ligero repunte al final del periodo: Castilla controló las grandes rutas comerciales entre el Mediterráneo y el Atlántico tras la conquista de Gibraltar, mientras que Aragón mantuvo las rutas mediterráneas con Turquía. Sin embargo, la presión sobre estas rutas se intensificó, llevando a enfrentamientos comerciales con Portugal, sobre todo en el norte de África y las islas Canarias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *