Caracteristicas del facismo y su lider

La organizacion de la Paz:


La Conferencia de París se inició en enero de 1919 con el concurso de las delegaciones de los 27 países vencedores de la guerra. No fueron convocados los vencidos. En la organización de la paz no hubo posturas unitarias: Francia, la más radical, deseaba eliminar el peligro de una Alemania capaz de provocar una nueva guerra. Clemençeau, su primer ministro, se abandonó a las tesis revanchistas e intentó la desmembración de su enemiga, segregando Renania del resto del país. El Reino Unido, junto con Estados Unidos eran partidarios de moderar esas indemnizaciones, pues no deseaban destruir la economía alemana, La Conferencia de París concluyó con la firma por separado de cuatro tratados.
El tratado de Versalles: con Alemania. El tratado de Saint-Germain: con Austria (septiembre de 1919). El tratado de Trianon: con Hungría (junio de 1920). El tratado de Neuilly: con Bulgaria (noviembre de 1919). El tratado de Sèvres: con Turquía (agosto de 1920). Los tratados no resolvieron el problema de las nacionalidades, quedando desvirtuado el principio teórico que los había impulsado, es decir, el respeto a la independencia de naciones. Cambios político-territoriales La primera consecuencia de los tratados de paz fue la desaparición de los cuatro grandes imperios existentes antes de la guerra (Alemania, Rusia, Austro-Hungría y Turquía). En su lugar surgieron otras entidades tras su desmembramiento.
Alemania perdió amplias áreas, el 15,5 % del total de su territorio y el 10% de su población: Alsacia y Lorena volvieron a manos de los franceses; la zona del Sarre quedó bajo administración de la Sociedad de Naciones y sus recursos mineros serían explotados por Francia durante 15 años; la zona de Eupen-Malmedy se entregó a Bélgica. Prusia Oriental, Posen y el corredor de Dantzing pasaron a Polonia. Dantzing quedó bajo
administración de la Sociedad de Naciones y sus recursos mineros serían explotados por Francia durante 15 años; la zona de Eupen-Malmedy se entregó a Bélgica. Prusia Oriental, Posen y el corredor de Dantzing pasaron a Polonia. Dantzing quedó bajo administración de la Sociedad de Naciones. 
En el este de Europa se consolidaron las fronteras que Alemania había impuesto a Rusia en el Tratado de Brest-Litowsk.
Polonia se restableció como estado a costa de los territorios desgajados de Rusia, Alemania y Austria-Hungría.
El Imperio Austro-Húngaro quedó desmembrado en el Tratado de Saint-Germain y perdió todos sus territorios eslavos, de tal manera que el pequeño país resultante solicitó su unión con Alemania, siéndole denegada la petición.
Hungría, la otra parte de la monarquía dual del Imperio Austríaco, se constituyó como estado independiente de Austria y hubo de entregar a Serbia Croacia y Eslovenia, piezas importantes del nuevo estado yugoslavo.
El Imperio Turco, por el Tratado de Sèvres quedó reducido territorialmente a la península de Anatolia (Asia Menor) y solo conservó en Europa la ciudad de Estambul. Disolución del ejército alemán El Tratado de Versalles obligaba a Alemania a cumplir unas durísimas condiciones militares, con las que se pretendió anular su poderío y evitar un posible nuevo conflicto.  Se le prohibió el servicio militar obligatorio. Su ejército quedó reducido a 100.000 hombres, sin artillería ni aviación. Quedó suprimida la fabricación y uso de armamento pesado. Se desmilitarizó una franja de 50Km en torno al sector del Rhin.

La Sociedad de Naciones


Uno de los 14 puntos del Programa del presidente norteamericano Wilson, proponía el establecimiento de una asamblea en la que pudiesen participar todos los estados del mundo. Nace en la Conferencia de París de 1919, la Sociedad de Naciones (SDN). Contaba entre sus objetivos garantizar la paz y el concierto internacional, así como fomentar la cooperación y el desarrollo social y cultural. Su ideario contemplaba el respeto a la independencia política y la integridad territorial de los países miembros. En caso de conflicto entre los estados, las diferencias deberían solventarse de forma pacífica, acogiéndose al derecho internacional. Sin embargo, carecía de una fuerza militar con la que hacer cumplir posibles sanciones. La sede de la SDN se estableció en Ginebra (Suiza). Inicialmente integraron la organización 45 estados que constituían la Asamblea General (reunida anualmente) y que estaba facultada para admitir nuevos miembros o expulsar a los que incumplieran las normas. Dentro de su organigrama, además de la Asamblea General, destacaba el Consejo, compuesto por 4 miembros permanentes (Reino Unido, Francia, Italia y Japón). Como organismo asociado tenía al Tribunal Internacional de la Haya. Quedaron excluidos de ella la Unión Soviética, Alemania y los Estados Unidos, de cuyo presidente Wilson había surgido la idea de su creación. Durante las décadas de los 20 y los 30 asistió a un constante crecimiento con la incorporación de nuevos estados. La efectividad de la SDN fue escasa, por varios motivos: La limitada capacidad para decidir los

asuntos, ya que era necesario que los acuerdos se tomaran por unanimidad. La inexistencia de medios eficientes para hacer cumplir las resoluciones adoptadas. La falta de implicación de las potencias. Su mayor éxito consistió en sacar adelante determinados programas de cooperación económica y humanitaria. Su principal fracaso radicó en no poder evitar el estallido de la II Guerra Mundial. Se disolvió en 1946, transfiriendo su patrimonio y competencias a la ONU, de la que fue su más inmediato precedente.

La revolución rusa


En 1917 estalló la revolución rusa, que derrocó el régimen autocrático zarista. Tras la revolución, se instauró en Rusia un régimen comunista y se constituyó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Las características generales de la Rusia zarista:

Políticamente, es una monarquía absolutista. El zar tiene un poder absoluto que proviene de Dios y no está sometido a ninguna normativa ni limitación terrena. Económicamente, es un país muy atrasado, que se caracteriza por la concentración de la propiedad de la tierra en un grupo reducido de nobles. Las duras condiciones de vida de los campesinos son la causa de las múltiples revueltas que protagonizan durante los siglos XIX y XX. Socialmente, se trata de un país fracturado y dividido entre el campo y la ciudad. El mundo rural permanece en el más profundo atraso económico y social.

La revolución de febrero a octubre de 1917

El proceso de transformación política de Rusia a finales del siglo XIX y principios del XX, supone la caída del zarismo y la instauración de un régimen


revolucionario.

Las causas de tal caída son diversas:

1. La intervención de Rusia en la Primera Guerra Mundial evidenció la falta de organización militar. 2. Falta de alimentos para la población. 3. Pésima situación económica y social del pueblo en general y de los combatientes. 4. Ineficacia de las reformas, tras la revolución de 1905. Esto desemboca en una revolución en San Petersburgo el 23 de febrero de 1917. · La población sale a las calles pidiendo el cese de la guerra y una mejora social y económica de los trabajadores. · El 27 de febrero se produce una huelga general, con el levantamiento de los soldados de la capital. · El zar y el gobierno se niegan a abandonar la guerra, una de las máximas reivindicaciones de los obreros, soldados y grupos revolucionarios. · El creciente malestar desembocó en un movimiento revolucionario en Petrogrado (San Petersburgo). La presión de parte del ejército y de los partidos, provocó la abdicación del zar. El poder pasó a un gobierno provisional formado por miembros de la Duma (Parlamento). Existían dos poderes: el gobierno provisional, dirigido por Kerenski y apoyado por los mencheviques (socialistas moderados), y los soviets, dirigidos por los bolcheviques (socialistas radicales, agrupados en el Partido Comunista) y cuyo líder era Lenin. Promete un conjunto de reformas sociales, económicas y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Los bolcheviques se sublevaron ante la lentitud de la reforma y se apoderaron del gobierno en solo diez días. · El 25 de octubre los marinos de la base de Kronstadt se sublevan siguiendo a Lenin.

El fascismo italiano fundado por Mussolini en Italia y que actualmente se utiliza como sinónimo de partido o grupo violento y autoritario que se caracteriza por su talante antidemocrático. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el fascismo logró hacerse con el poder en Italia (1922), estableciendo un régimen político autoritario y ultranacionalista. Su ejemplo fue imitado por otras dictaduras europeas.

Características del fascismo:

Políticamente es una ideología antidemocrática, contraria al régimen parlamentario y anticomunista, dirigido de forma totalitaria por un líder todopoderoso (el duce) y un partido único, autoritario, violento y dirigido por un líder carismático (Mussolini, Hitler, Franco…).
Socialmente, el fascismo defiende una sociedad antiigualitaria, dominada por la élite dirigente. Promueve la creación de organizaciones fascistas: partido, sindicatos. El dominio de la sociedad por el Estado mediante el control de la educación y la información. Se caracteriza por un racismo exacerbado. Es profundamente machista, relegando a la mujer a las tareas tradicionales.
Económicamente se caracteriza por un fuerte intervencionismo y dirigismo del Estado. Para ello, defiende la autarquía como modelo económico aunque apoyaba también la empresa privada.
Culturalmente, se opone al pensamiento racionalista y materialista y defiende el fanatismo. No se pretendía convencer al contrario, sino eliminarlo. Se crearon grupos armados que adoptaron un estilo militar: himnos, uniformes (camisa negra), símbolos (fasces), banderas y grandes concentraciones.

El nazismo alemán


En Alemania, su tradición nacionalista, el temor a la expansión del comunismo y las consecuencias de la crisis económica de 1929 crearon un descontento social que provocó el ascenso del nacionalsocialismo, cuyo líder, Hitler, impuso un totalitarismo racista y expansionista. El mito racista nazi de la raza aria era un mito romántico según el cual ciertos pueblos nórdicos descienden directamente de los arios procedentes de la India en la Antigüedad. Alemania en la posguerra Los tratados de paz tras la Primera Guerra Mundial y la ocupación del Rhur por los franceses en 1923 para obligar a pagar las reparaciones de guerra, dejaron un fuerte sentimiento de humillación en Alemania. La caótica situación económica tras la guerra provocó graves revueltas sociales. Una parte de los obreros industriales optó por el comunismo, lo que asustó a las clases medias y altas del país. Características del nazismo El movimiento nacionalsocialista tenía unas características parecidas a las del fascismo, aunque también tenía rasgos propios: Es un régimen ultranacionalista, totalitario, antidemocrático, anticomunista y extremadamente violento. El Estado era dirigido por un líder todopoderoso, el fúhrer (guía), y sostenido por un partido único, el Partido Nazi, que controlaba todos los aspectos políticos, sociales y económicos. El racismo (superioridad de unas razas sobre otras) era otra faceta fundamental y de enorme peso en su base ideológica. La manifestación del racismo tuvo su mayor exponente en el odio exacerbado contra los judíos, a los que se acusaba de ser los causantes de todos los males internos de Alemania. Defendía la superioridad de la raza aria y su derecho a imponerse a las demás. Estableció una intensa política propagandística de la ideología nazi y el control de la cultura y los medios de comunicación. Puso en práctica una política exterior expansionista, el pangermanismo o movimiento que pretendía unificar a todas las personas de habla alemana en un solo país Las semejanzas entre los dos regímenes son: Son dictaduras conservadoras, autoritarias, anticomunistas y antidemocráticas. Cuentan con el apoyo de las clases adineradas, las medias y los trabajadores. Acceden al poder paulatinamente: ambos países se convierten en dictaduras tras un proceso de acumulación de funciones en manos de un líder. Las diferencias entre los dos fascismos se reducen a la forma de acceso: Hitler llega al poder en 1932 mediante las urnas, mientras que Mussolini accede gracias al favor de la monarquía y el ejército.

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