El Conflicto entre Absolutismo y Liberalismo: De la Guerra de Sucesión a la Década Ominosa

Fases del Liberalismo y Absolutismo en España (1814-1833)

El periodo de conflicto entre las fuerzas liberales y absolutistas se detalla en tres fases principales:

  1. Sexenio Absolutista (1814-1820)

    Supuso la vuelta al absolutismo mediante el Manifiesto de los Persas, que anula la Constitución de 1812. Se llevó a cabo la persecución de los liberales, optando muchos de ellos por el exilio. Durante seis años hubo intentos fallidos de pronunciamientos, hasta que el intento protagonizado por Rafael del Riego triunfó, poniendo fin al Sexenio Absolutista.

  2. Trienio Liberal (1820-1823)

    Durante esta experiencia liberal, la Constitución de 1812 pudo ponerse en marcha, a pesar del descontento del Rey y de los absolutistas. Durante esos tres años, el grupo liberal se dividió en dos facciones: moderados y exaltados. El absolutismo volvió con la entrada del ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis.

  3. Década “Ominosa” (1823-1833)

    La represión que sufrieron los liberales en esta década fue aún más dura. Nuevamente, muchos liberales optaron por el exilio y los que permanecieron sufrieron una intensa represión. Al final de esta década, los absolutistas más radicales se posicionaron en torno a Carlos María Isidro, mientras que el movimiento liberal se alineó con Isabel II.

La Constitución de 1812: “La Pepa”

La nueva Constitución se conoció popularmente como “La Pepa” por haber sido promulgada el día de San José. Sus principios fundamentales fueron:

  • Afirmación de la Soberanía Nacional

    El poder reside en la nación.

  • Reconocimiento de Derechos y Libertades

    Reconocimiento de los derechos y libertades individuales y de la igualdad ante la ley.

  • División de Poderes

    El poder legislativo correspondía a las Cortes; el poder ejecutivo quedaba en manos del Rey y del gobierno por él designado; y el poder judicial era independiente.

  • Religión

    La religión católica era la única de la nación española.

  • Sistema Electoral

    Elección de los representantes en las Cortes por sufragio universal masculino indirecto. Los candidatos a diputado debían tener rentas propias.

  • Creación de la Milicia Nacional

    Cuerpo de civiles armados para la defensa del sistema constitucional.

  • Libertad Económica

La Guerra de Sucesión Española (1701-1715)

La muerte del rey Carlos II de Austria desencadenó un conflicto nacional e internacional en torno a dos candidaturas: la del archiduque Carlos de Austria y la de Felipe de Anjou.

Tal como se establecía en el testamento de Carlos II, Felipe fue proclamado rey. Sin embargo, la Casa de Austria no lo aceptó y la Corona de Aragón se rebeló. Así comenzaba la Guerra de la Sucesión Española (1701-1715).

El asunto del conflicto no era solo un cambio de dinastía, sino la imposición de un modelo de estado y de administración para los reinos peninsulares. Se enfrentaban dos modelos:

  • El modelo de los Austria, de carácter pactista.
  • El modelo de los Borbones, de carácter francés, absolutista, unificador y centralizador.

Castilla apoyó al rey francés, Felipe de Borbón, frente al apoyo de la Corona de Aragón al bando de los Austrias. El resultado, sellado por la Paz de Utrecht (1713), fue la instauración de la dinastía borbónica en la persona de Felipe V.

El Nuevo Orden Europeo: La Paz de Utrecht y Rastatt

En 1713 y 1714 se firmaron los acuerdos que ponían fin a la Guerra de Sucesión Española: el Tratado de Utrecht y el Tratado de Rastatt. Estos acuerdos establecieron un nuevo sistema de relaciones internacionales, caracterizado por:

  • Pérdidas Territoriales Españolas: España perdió sus posesiones europeas, concentrando sus intereses en conservar América.
  • Ascenso Británico: El Reino Unido se confirmó como la principal potencia marítima del mundo.
  • Equilibrio Continental: En Europa, se impuso la política de equilibrio continental, que tendía a evitar el predominio de cualquier potencia sobre las demás.

Los Decretos de Nueva Planta

Felipe V, un rey francés, trajo consigo el modelo de centralización de su país. Además, llegó a España tras ganar una guerra en la que la Corona de Aragón se había posicionado en su contra.

Los Decretos de Nueva Planta significaron la sustitución del pactismo de los Austrias por el absolutismo de los Borbones y la asimilación al modelo castellano. En todos los reinos de la Corona de Aragón se aplicaron las siguientes medidas:

  • Se eliminaron los Consejos.
  • Se suprimieron las fronteras interiores.
  • Se impuso el castellano como lengua oficial.
  • Se impuso el sistema de impuestos castellano.

Sin embargo, en Navarra y País Vasco no se aplicó esta medida y siguieron disfrutando de sus fueros.

Política Industrial y Comercio Americano en el Siglo XVIII

Política Industrial de la Monarquía

Existía una gran preocupación por la industria entre los gobernantes del siglo XVIII. Destaca la figura de Campomanes, quien, desde una óptica mercantilista, pensaba que para mantener una balanza comercial favorable era preciso crear una industria nacional potente que pudiera competir con productos extranjeros. En este contexto, destaca la creación de las “Manufacturas Reales”.

Comercio con América

Se liberalizó el tráfico comercial con América, inicialmente a partir del puerto de Cádiz, y posteriormente se amplió el permiso para comerciar con otros puertos peninsulares.

Despegue Económico de Cataluña en el Siglo XVIII

Cataluña logró a lo largo del siglo XVIII una notable recuperación económica, centrada en:

  • Un crecimiento demográfico.
  • Un aumento de la producción agrícola.
  • Una reactivación comercial.

El Principado se situó a la cabeza con la fabricación de “indianas” (estampados de algodón). La libertad de comercio con América resultó ser especialmente beneficiosa para la economía catalana.

La Ilustración y el Despotismo Ilustrado

La Ilustración

La Ilustración fue una nueva corriente de pensamiento caracterizada por la utilización de la razón para la comprensión de la realidad y la búsqueda del progreso.

El Despotismo Ilustrado

En España, el despotismo ilustrado coincide con los reinados de Fernando VI y Carlos III. Este modelo político buscaba implementar reformas en beneficio del pueblo, pero sin contar con su participación (la máxima: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”).

Las reformas afectaron principalmente a cuestiones secundarias, ya que modificar la estructura de la propiedad de la tierra y los privilegios de la nobleza y el clero, necesarios para conseguir un crecimiento económico profundo, no pudieron ser acometidos debido a la negativa de los sectores más privilegiados.

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