El Franquismo: Historia, Sociedad y Legado de la Dictadura en España

Fundamentos del Régimen Franquista

La sublevación que dio origen al franquismo tenía como objetivos principales la creación de un Estado que favoreciera a sus partidarios y la aniquilación de la oposición. Esto se llevó a cabo mediante trabajos forzados, campos de concentración y represalias sistemáticas contra las familias del bando republicano.

El franquismo se sustentaba en el apoyo de tres pilares fundamentales:

  • El Ejército: Principal respaldo de Francisco Franco.
  • La Falange: El partido político que servía de base ideológica y de movilización.
  • La Iglesia Católica: Que percibía a Franco como un salvador frente al laicismo impuesto por la Segunda República.

La ideología franquista se cimentaba en varios principios clave:

  • El Nacionalcatolicismo: La profunda influencia de la Iglesia en todos los ámbitos de la vida pública y privada.
  • El nacionalismo español: Exaltación de la identidad nacional.
  • El anticomunismo y el antiliberalismo: Rechazo frontal a estas corrientes políticas.
  • El espíritu castrense: La simbología y el modo de vida militar como modelo social.

La Posguerra y la Represión Franquista

Tras la finalización de la Guerra Civil Española, el franquismo se consolidó en el poder, lo que conllevó la ejecución de numerosos civiles del bando republicano. El gobierno vencedor promulgó una serie de leyes represivas, entre las que destacan:

  • La Ley de Responsabilidades Políticas (1939)
  • La Ley de Represión del Comunismo y la Masonería (1940)
  • La Ley de Seguridad del Estado (1941)

A partir de 1940, se inició un proceso de revisión de condenas que permitía a los prisioneros conmutar sus penas por la realización de trabajos forzados. Durante este periodo, se crearon los tristemente célebres Batallones de Trabajadores o Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, fundamentales en la reconstrucción del país bajo condiciones de explotación.

Estructura y Legalidad del Estado Franquista

Dado que España carecía de una Constitución formal durante el franquismo, la totalidad del poder se concentró en la figura de Francisco Franco. Con el fin de disimular el carácter totalitario del régimen ante la comunidad internacional y dotarlo de una apariencia de legalidad, el Caudillo se apoyó en un conjunto de normas conocidas como las Leyes Fundamentales del Reino. Estas fueron:

  • La Ley Constitutiva de Cortes (1942): Establecía una cámara de procuradores con un poder meramente consultivo.
  • El Fuero de los Españoles (1945): Una carta de derechos y deberes de los ciudadanos, con limitaciones significativas.
  • La Ley de Referéndum Nacional (1945): Permitía la consulta popular, aunque la participación ciudadana real era inexistente.
  • La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Por la cual Franco se reservaba la potestad de designar a su sucesor.
  • La Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Que incorporaba el ideario falangista como doctrina oficial del régimen.
  • La Ley Orgánica del Estado (1967): Una norma que buscaba modernizar y consolidar la estructura institucional del franquismo.

Evolución Política y Relaciones Internacionales del Franquismo

La política exterior y la evolución interna del régimen franquista pueden dividirse en tres fases principales:

La España Azul (1939-1945)

Durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, Franco se alineó con las potencias del Eje (Alemania e Italia), pasando de una posición de neutralidad a la no beligerancia. En este contexto, se creó la División Azul, un contingente de voluntarios falangistas que fue enviado al frente ruso. Tras la crisis política que afectó a Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco y ministro de Asuntos Exteriores, el Caudillo reorganizó su gobierno. En 1942, la División Azul fue repatriada, y al año siguiente, España regresó a una estricta neutralidad.

El Aislamiento Internacional (1945-1953)

Con la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, España sufrió un severo bloqueo diplomático por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El régimen se mantuvo a flote gracias, en parte, al apoyo económico de Juan Domingo Perón desde Argentina. España fue excluida de organismos internacionales clave, como la OTAN. Aunque en 1951 se produjo un nuevo cambio de gobierno, este no supuso una alteración significativa en la política del régimen, consolidándose la figura de Luis Carrero Blanco como hombre de confianza de Franco.

El Reconocimiento Internacional (1953-1959)

Esta fase marcó el fin del aislamiento y la progresiva integración de España en la comunidad internacional. Hitos importantes fueron:

  • Los Acuerdos con Estados Unidos (1953): Que permitieron la instalación de bases militares estadounidenses en territorio español a cambio de ayuda económica y militar.
  • El Concordato con la Santa Sede (1953): Que reforzó el papel de la Iglesia Católica en España.
  • La entrada de España en la ONU (1955): Un paso crucial para la legitimación del régimen.

La llegada de miembros del Opus Dei al gobierno en 1957, aunque significativa en el ámbito económico, no generó el cambio político aperturista que algunos esperaban.

Evolución Económica del Franquismo: Autarquía y Desarrollo

El periodo económico inicial del franquismo se caracterizó por la autarquía (hasta 1959), una política de repliegue económico y proteccionismo extremo. El objetivo era alcanzar la autosuficiencia del país, siguiendo modelos como el nacionalsocialismo alemán o el fascismo italiano. Esta política, sin embargo, generó grandes beneficios para las oligarquías económicas afines al régimen.

Durante la década de los cuarenta, los niveles de renta no lograron recuperar los de la preguerra. Las importaciones se limitaron estrictamente a bienes imprescindibles, y las exportaciones se mantuvieron muy por debajo de lo deseado, sumiendo al país en una profunda escasez.

La década de los cincuenta, en cambio, experimentó un cierto crecimiento económico, impulsado en parte por los acuerdos con Estados Unidos. Un hito fundamental de este periodo fue la creación del Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941, un holding público que impulsó la industrialización y fundó empresas clave como SEAT, Iberia, ENDESA y ENSIDESA.

La Oposición al Régimen Franquista

La oposición al régimen franquista fue diversa y persistente. Una de las figuras más destacadas fue Don Juan de Borbón, pretendiente al trono español. En 1945, publicó el Manifiesto de Lausana, en el que abogaba por la restauración de una monarquía parlamentaria y constitucional. Franco, sin embargo, rechazó categóricamente esta propuesta.

En 1946, Don Juan se exilió en Estoril (Portugal). Aunque inicialmente estableció alianzas con miembros de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, estos pactos se vieron anulados cuando, en 1948, envió a su hijo, el príncipe Juan Carlos, a estudiar a España, iniciando así un acercamiento con Franco.

Dentro de España, el Partido Comunista de España (PCE) y los maquis (guerrilleros antifranquistas) constituyeron los principales focos de resistencia armada y política.

En el ámbito de la oposición exterior, además de Don Juan de Borbón, destacaron:

  • La oposición republicana, organizada en diversas plataformas.
  • La Junta Española de Liberación (1943).
  • La Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (1944).

Algunos socialistas y miembros del movimiento libertario firmaron el Pacto de San Juan de Luz, con la esperanza de que las potencias extranjeras apoyaran una monarquía parlamentaria que excluyera la presencia comunista.

Sociedad y Cultura bajo el Franquismo

La sociedad franquista se caracterizó por un fuerte conservadurismo y un estricto control moral. La mujer, en particular, fue relegada a un papel tradicional y doméstico, como lo reflejaban las ideas dominantes de la época:

«Las mujeres, a fregar y a limpiar, que tienen que tener la casa recogida y los niños arreglados, cojones.»

En el ámbito cultural, la libertad de expresión estaba severamente restringida. Solo los autores afines al régimen podían publicar sin censura, entre ellos José María Pemán, Leopoldo Panero y Pedro Laín Entralgo.

No obstante, algunos literatos lograron, a través de la sutileza o la alegoría, expresar una crítica velada al franquismo. Ejemplos notables incluyen:

  • Antonio Buero Vallejo con Historia de una escalera.
  • Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte y La Colmena.

La década de los cincuenta vio emerger una nueva generación de autores que, con estilos renovados, también reflejaron la realidad social de la época, como Carmen Martín Gaite, Miguel Delibes y Blas de Otero. En el campo de la filosofía, destacaron figuras como José Luis López Aranguren y Xavier Zubiri.

Es importante señalar que todos los medios de comunicación y las manifestaciones artísticas estuvieron bajo el estricto control y la censura del régimen durante todo el periodo franquista.

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