Introducción a la Guerra Civil Española
La Guerra Civil Española constituye el acontecimiento más dramático de nuestra historia reciente. La victoria del llamado bando Nacional en 1939 truncó el proceso democrático abierto en 1931 y se resolvió con la implantación de una dictadura personal que duraría cuatro décadas.
Contexto: Los Problemas de la Segunda República
Los problemas fundamentales de la España contemporánea, que la República intentó resolver para lograr la modernización y democratización real del país, constituyeron la base de los principales conflictos que enfrentaron a amplias capas sociales:
- El problema agrario y la resistencia de la oligarquía terrateniente a la reforma agraria.
- El problema social y laboral, para el que la República dictó leyes protectoras del trabajo.
- El problema religioso.
- El educativo.
- El de la organización del Estado, etc.
El Plan de la Sublevación Militar de 1936
Motivaciones del Ejército
En 1936, un amplio sector del ejército sentía que estaban amenazados sus intereses corporativos, sus intereses de clase y su concepción tradicional de España y del orden social. Tras las elecciones de 1936, algunos líderes de la derecha y altos mandos militares pretendieron que el gobierno impidiera el traspaso de poderes a las fuerzas del Frente Popular. Fracasadas estas gestiones, algunos militares de alta graduación decidieron derribar el nuevo gobierno frentepopulista. El pronunciamiento lo dirigía una Junta Militar presidida por Sanjurjo, y de la que formaban parte los generales Goded, Franco, Mola, Orgaz, Varela, etc.
Respuesta Gubernamental
El gobierno no prestó demasiada atención a la preparación de la sublevación, pese a los rumores que circularon sobre la misma. Con todo, se tomaron algunas medidas para contrarrestarla, como el establecimiento de una cierta vigilancia sobre algunos militares sospechosos, la colocación en puestos clave de militares afectos a la República y el desplazamiento a destinos menos peligrosos de los generales de cuya lealtad se desconfiaba. En este último sentido, se desplazó a Pamplona a Mola, a Goded a Baleares y a Franco a Canarias.
El Ejército como Eje de la Insurrección
El ejército se impuso como la columna vertebral de la insurrección. Las fuerzas políticas que también trabajaban para destruir la República quedaron subordinadas a él. Se perfiló un golpe rápido y violento capaz de establecer una dictadura militar, todavía no muy diseñada.
Detalles del Plan
El plan consistía en la organización de un pronunciamiento simultáneo en todas las guarniciones militares posibles, siendo consideradas claves las de Madrid y Barcelona, y como reserva especial el ejército de África, el mejor preparado de todos, cuyo mando se reservó al general Franco.
El Detonante: El Asesinato de Calvo Sotelo
El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio por guardias de asalto, en respuesta al de un teniente del mismo cuerpo cometido horas antes por la extrema derecha, acabó con las últimas vacilaciones.
El Estallido de la Sublevación
La sublevación se inició en Marruecos el 17 de julio de 1936, con la guarnición de Melilla, y enseguida se extendió a Ceuta y a todo el protectorado de Marruecos. Al día siguiente, el ejército dominaba todo el territorio del protectorado. El alzamiento militar se produjo en la Península el día 18. Sin embargo, no triunfó en amplias zonas del territorio nacional porque los golpistas se toparon en muchos puntos con enormes resistencias que no pudieron vencer, sobre todo fue muy contundente la que ofrecieron los partidos de izquierda y los sindicatos. Pero fue más decisiva la que protagonizaron aquellos militares, Guardias Civiles y otras fuerzas del orden público que permanecieron leales a la Constitución. Sin la división del ejército y de las fuerzas de orden público, la sublevación probablemente habría tenido asegurado el éxito inmediato.
El Papel de Franco
El 19 de julio, Franco aterrizó en Tetuán, procedente de Canarias, y se puso al frente de las tropas africanas. Desde el primer momento asumió un poder inmenso, ya que las unidades de Marruecos eran las más disciplinadas y las mejor preparadas del ejército español.
Control Territorial Inicial
Los sublevados dominaban el norte de Marruecos, Canarias, Baleares, el Norte y noroeste de la Península, núcleos dispersos de Andalucía occidental y las ciudades de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada. La zona republicana estaba partida en dos: la zona cantábrica y el resto de la Península, constituyendo un núcleo bastante aglutinado, excepto el norte.
La Mala Gestión del Gobierno Republicano
El jefe del gobierno, Casares Quiroga, no había calculado bien el alcance de la rebelión, por lo que se negó a entregar armas a los civiles, encuadrados o no en organizaciones políticas o sindicales, con lo que se perdió un tiempo vital para impedir el progreso del alzamiento.
La Transformación en Guerra Fratricida
El fallido pronunciamiento militar dividió a España en dos zonas irreconciliables y se transmutó enseguida en una atroz guerra fratricida. Se combatió por imponer una dictadura militar o defender la república democrática, pero la guerra se manifestó también como lucha de clases, contienda religiosa, choque entre nacionalismos y enfrentamiento entre fascismo y comunismo.
Composición del Bando Sublevado
El bando de los sublevados estaba formado por un conglomerado de militares conservadores, de propietarios agrarios grandes, medianos y pequeños, afiliados a los partidos de la derecha, de grupos católicos con el apoyo total de la Iglesia, de tradicionalistas y de todos aquellos que veían con malos ojos que elementos populares y pequeño-burgueses accediesen al poder. Estaban apoyados e inspirados por el fascismo y acabaron imitando las formas de este.
Objetivos Divergentes de los Conspiradores
No había unanimidad entre los conspiradores acerca de lo que se pretendía hacer una vez que el golpe hubiera triunfado. Unos pretendían establecer una dictadura militar, otros eran partidarios de la restauración monárquica, había quienes pretendían un régimen a la italiana e incluso los carlistas la instauración de la monarquía Tradicional.
Fuerza Militar del Bando Sublevado
El ejército quedó dividido en dos partes casi iguales, pero entre los sublevados se creó un ejército bien organizado y disciplinado porque la mayoría de los oficiales y, sobre todo, de alta graduación, se habían sublevado y se habían conservado varias divisiones íntegras, aparte de contar con el ejército de África. Tras la muerte de Sanjurjo cuando intentaba regresar a España desde Lisboa, se creó el 24 de julio en Burgos una Junta de Defensa Nacional para coordinar y unificar la acción de los insurrectos.
Composición y Desafíos del Bando Republicano
El bando republicano estaba constituido por las clases más populares: obreros y empleados urbanos, campesinado sin tierras y pequeña burguesía. Mayoritariamente estaban afiliados o influenciados por las organizaciones socialistas, comunistas y anarcosindicalistas. Al lado de la República había permanecido un elevado número de oficiales, pero no eran suficientes, y la mitad de los soldados, pero mal organizados, la mayor parte de la aviación y casi toda la marina. Por todo esto y con la mayoría de las unidades desarticuladas, la organización militar quedó prácticamente desmantelada y el gobierno de la República se vio obligado a empezar casi desde cero para recomponer un ejército, y su poder fue reemplazado por el de las milicias populares, que habían creado los partidos de izquierda y los sindicatos.
El Contexto Internacional y los Apoyos Externos
La guerra provocó una honda división en la opinión pública internacional y posiciones encontradas entre los gobiernos. De los estados potencialmente aliados de la República, solo México y la URSS acudieron sin vacilar en su auxilio. La ayuda de la URSS adquirió grandes proporciones, y el gobierno la pagó con el oro del Banco de España. Francia suministró, casi siempre de forma clandestina, armas para combatir a los sublevados. Además, unos 60.000 voluntarios extranjeros reclutados por la Komintern lucharon en las Brigadas Internacionales. Muchos de ellos eran comunistas.
Apoyo al Bando Sublevado
El bando sublevado recibió apoyo incondicional de Portugal, Alemania e Italia. Las dos últimas hicieron una aportación ingente sin que los sublevados se vieran obligados a pagarles de forma inmediata.
Repercusión Internacional e Intelectual
El interés por el conflicto bélico era alimentado en el extranjero por un excepcional despliegue de medios periodísticos. Particularmente atentos y comprometidos se mostraron los intelectuales, que defendieron, en su mayoría, la causa republicana. Entre estos destacan Einstein, Thomas Mann, Faulkner, Hemingway.