Las Conferencias de Paz y las Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Las Conferencias para Diseñar la Paz y los Cambios Territoriales
La Primera Guerra Mundial concluyó en una conferencia de paz celebrada en París, donde se firmaron, entre 1919 y 1920, diversos tratados, siendo el de Versalles el más conocido.
La Segunda Guerra Mundial, en cambio, no terminó en una conferencia con un convenio claramente definido. En la Alemania derrotada en 1945 no hubo nada que se pareciese al tratado de Versalles de 1919 con sus condiciones tan humillantes. Las condiciones de paz, en definitiva, fueron marcadas por los vencedores a través de una serie de conferencias, celebradas a lo largo de la guerra, y luego en otros acuerdos suscritos en los años siguientes a 1945.
Primeros Encuentros
El primer encuentro tuvo lugar en agosto de 1941, entre Roosevelt y Churchill en el navío Prince of Wales, frente a la costa de Terranova. De esta reunión surgió un documento, la Carta del Atlántico, que es considerado como el equivalente de los Catorce Puntos de Wilson de 1918. Se trata de una defensa de las libertades, del derecho de los pueblos a elegir su forma de gobierno y de poner fin al uso de la fuerza, de la agresión, en los asuntos internacionales.
Las Conferencias Tripartitas: Teherán, Yalta y Potsdam
En noviembre de 1943, en la conferencia de Teherán, era la primera vez que se incorporaba Stalin y se daba paso, por ello, a las llamadas conferencias tripartitas al participar los tres grandes: EE.UU., Gran Bretaña y la Unión Soviética. A la conferencia de Teherán seguirán, ya en la fase final de la guerra, las celebradas en Yalta (febrero de 1945) y en Potsdam (julio de 1945).
Acuerdos Clave
- Teherán (1943): Se acordaron acciones conjuntas de los aliados contra Alemania y Japón. Stalin defendía la necesidad de abrir un frente militar en el Atlántico, en las costas de Francia, para debilitar a Alemania y reducir así su presión en el frente oriental.
- Yalta (febrero de 1945): Más importante fue la conferencia de Yalta, en Crimea, muy cerca de la victoria final, donde se vieron los tres mismos estadistas. Stalin se comprometió a entrar en la guerra contra Japón, con las correspondientes compensaciones territoriales, “dos o tres meses” después de la rendición de Alemania. Hubo diferencias, sobre todo en relación a Polonia y a la Europa oriental, pero los tres grandes lograron acuerdos a cambio de ceder, en mucho, a Stalin.
Cambios Territoriales y Políticos
Sobre Polonia, sus fronteras sufrirían un nuevo trazado. Sus provincias orientales, ya ocupadas por la URSS, pasarían a Rusia; en compensación, a expensas de Alemania, Polonia llevaba sus fronteras hacia el oeste, hasta el curso del Oder y del Niesse, y hacia el norte, al repartirse Prusia Oriental entre Rusia y Polonia.
Con respecto a Alemania, los aliados acordaron su desaparición como Estado. Ello planteaba un problema para los aliados al tener que encargarse de la administración del territorio y de la población. Por tanto, Alemania debía quedar dividida en cuatro zonas de ocupación bajo la administración de las tres grandes potencias y Francia, que fue reconocida como la cuarta potencia ocupante. También se convino que los cuatro ocupantes regirían cada uno un sector de Berlín, estando la ciudad en zona rusa.
Sobre la Europa oriental, el establecimiento de gobiernos bajo elecciones libres no entraba en los esquemas políticos de Stalin; era evidente que la palabra democracia no tenía el mismo sentido para todos y Stalin estaba muy interesado en mantener gobiernos comunistas en los países de la Europa oriental.
Por último, todos estuvieron de acuerdo con la creación de un organismo internacional para velar por la paz y la seguridad, que recibiría el nombre de Naciones Unidas.
Potsdam (julio de 1945)
En julio de 1945, tras el hundimiento alemán y mientras la guerra con Japón continuaba, los tres grandes volvieron a reunirse, esta vez en Potsdam, cerca de Berlín. Solo habían pasado cinco meses desde el encuentro de Yalta, pero Stalin era el único que había asistido a él. Roosevelt falleció en abril de 1945 y le sucedió el vicepresidente Harry S. Truman; en Gran Bretaña, se convocaron elecciones y al triunfar los laboristas sería Clement Attlee el que representara a Gran Bretaña en Potsdam.
En la conferencia se tomaron acuerdos sobre el desarme alemán, la “desnazificación” y el castigo de los criminales de guerra. Se ratificó la ocupación común y total de Alemania, que quedaba dividida en cuatro zonas de ocupación; la capital, Berlín, también era dividida en cuatro sectores administrados conjuntamente por los comandantes militares de las cuatro potencias ocupantes (EE.UU., la URSS, Gran Bretaña y Francia).
Tratados de Paz Posteriores
Los meses pasaron y con Alemania no se firmó ningún tratado final de paz. En cambio, sí se firmaron tratados con los países que lucharon al lado de Alemania. Así, en febrero de 1947, se firmaron tratados con Italia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Finlandia. Todos ellos pagaron reparaciones y aceptaron pequeños ajustes territoriales.
En cuanto a Japón, firmó un tratado de paz con EE.UU. en 1951, y con la URSS en 1955. Con Alemania, como ya se ha apuntado, nunca se firmó un tratado de paz.
El Impacto de la Guerra
Pérdidas Humanas y Traslados de Población
Se calcula que entre 50 y 60 millones de personas perdieron la vida en el conflicto. Los más castigados fueron la URSS, China, Alemania y Polonia.
Entre los muertos fue mayor la pérdida entre la población civil que en la militar como consecuencia de las deportaciones, los horrores en los campos de concentración (el exterminio de los judíos por los nazis se calcula en unos seis millones), bombardeos sobre ciudades (150.000 muertos en Dresde, 80.000 en Hiroshima).
Los traslados de población fueron impresionantes y tuvieron lugar durante y al terminar la guerra, cuando se fijaron las nuevas fronteras. Cerca de 30 millones de europeos tuvieron que abandonar su lugar de origen:
- Polacos de la zona polaca que se quedó la URSS.
- Alemanes desplazados por los polacos o por los checos (en los Sudetes).
- Alemanes que dejaron la parte oriental para instalarse en la occidental.
Sobre los japoneses, en torno a unos 7 millones, que estaban instalados en China, Corea o Taiwán, regresaron al Japón al acabar la guerra.
Pérdidas Económicas
Cientos de ciudades quedaron completamente destruidas (Berlín, Coventry, Varsovia, Hiroshima…), centros industriales arrasados, vías de ferrocarril, carreteras y puentes destruidos, agricultura abandonada…
En la mayoría de los países, en 1950, todavía no se había alcanzado el nivel económico de la preguerra.