El Siglo XIX en España: De la Monarquía Liberal de Isabel II a la Crisis de la Restauración

Evolución Política del Reinado de Isabel II (1833-1868)

Durante la primera regencia de María Cristina se desmantela el Antiguo Régimen y se configura el régimen liberal. Los gobiernos progresistas suprimen los señoríos y los mayorazgos, realizan una desamortización eclesiástica y aprueban la Constitución de 1837. En la segunda regencia de Espartero, este gobernó con autoritarismo y perdió sus apoyos, lo que lo llevó al exilio.

A) Década Moderada (1844-1854)

Isabel II se inclina hacia el Partido Moderado, que impone un estado centralista, con un sufragio censitario que margina a los progresistas. Se aprueba la Constitución de 1845, que refleja la soberanía compartida, amplios poderes de la Corona, centralización, restricción del sufragio y de libertades, y el mantenimiento del poder de la Iglesia.

Reformas clave de la Década Moderada:

  • Ley de Administración Local: Nombra a alcaldes por la Corona.
  • Creación de la Guardia Civil: Establece el orden en el mundo rural.
  • Reforma Fiscal: Impone un nuevo código penal.
  • Concordato con los Estados Pontificios (1851).

El autoritarismo de Bravo Murillo provoca la oposición de una parte del Partido Moderado y Progresista, y la Revolución de 1854.

B) Bienio Progresista (1854-1856)

Los progresistas acceden al poder tras el pronunciamiento de Vicálvaro. Aprueban la Constitución de 1856 (non nata) y se realizan reformas para fomentar el desarrollo económico del país:

  • Desamortización de Madoz: Afecta a las tierras comunales.
  • Ley General de Ferrocarriles: Impulsa la construcción de líneas férreas.
  • Ley Bancaria: Crea el Banco de España.

En este periodo se produjeron crisis de subsistencias que provocaron conflictos sociales.

C) Alternancia entre Unión Liberal y Moderados (1856-1868)

El gobierno de la Unión Liberal liderado por O’Donnell intentó un equilibrio político combinando los elementos fundamentales del proyecto moderado con propuestas progresistas. Se consiguió una estabilidad política interior, que estuvo acompañada por una etapa de prosperidad económica debido a la fiebre especuladora de las acciones ferroviarias en la Bolsa. Se intentó revitalizar el parlamentarismo y ejercer una política más tolerante con la oposición.

Política Exterior Activa:

Una de las actuaciones más relevantes del gobierno fue su activa política exterior, en una época en la que los países europeos iban a la conquista de Asia y África. Se llevaron a cabo tres campañas internacionales:

  • Expedición a Indochina.
  • Intervención en México.
  • Campañas militares de Marruecos.

En 1863 se evidenció la descomposición interna de la Unión Liberal, ya que no pudo afrontar la oposición de los moderados y de la Corona. O’Donnell dimitió y la reina entregó el poder a los moderados. Entre 1863 y 1868 se sucedieron una serie de gobiernos moderados, con la vuelta del general Narváez, pero tenían falta de apoyos y eran débiles. Los moderados impusieron gobiernos autoritarios. Los progresistas acusaron a la Corona de entorpecer el funcionamiento de las instituciones. Los progresistas pasaron a la insurrección con el apoyo de demócratas y la Unión Liberal.

Oposición al Canovismo y Evolución de los Nacionalismos Periféricos

En el siglo XIX aparecieron núcleos de intelectuales y grupos políticos que resaltaron las particularidades de algunas zonas de España frente al modelo de estado centralista y unitario vigente. Estos movimientos regionalistas reivindicaban su derecho a gobernarse con sus propias leyes e instituciones basándose en una identidad propia.

Nacionalismo Catalán

Cataluña había tenido sus instituciones políticas y leyes hasta la implantación de los Decretos de Nueva Planta. En esta región tuvo lugar en el siglo XIX un crecimiento económico superior al de cualquier otra región. Barcelona se convirtió en la primera zona industrial de España y se creó una burguesía industrial. Este grupo social sentía que sus intereses económicos no estaban bien representados por el gobierno español y defendía un proteccionismo económico.

El desarrollo económico de Cataluña coincidió con un renacimiento de la cultura y la lengua catalana (la Renaixença). En la década de 1880 se desarrolló el catalanismo político. Almirall fundó el Centre Català que defendía la autonomía de Cataluña. En 1892, Prat de la Riba, en las Bases de Manresa, reclamaba un amplio margen de autogobierno para Cataluña.

La crisis del sistema político de la Restauración en 1898 aumentó el interés de la burguesía por tener su propia representación política. En 1901, Prat de la Riba y Cambó fundaron la Lliga Regionalista de Catalunya, que defendía los intereses de Cataluña y se convirtió en el principal partido catalán de principios del siglo XX.

Nacionalismo Vasco

Influyó la pérdida de los fueros vascos y el desarrollo de una corriente cultural en defensa del euskera, con un importante componente religioso y de defensa de las tradiciones. Su impulsor fue Sabino Arana, que consideraba que la llegada de inmigrantes procedentes de otras zonas de España a la zona industrial de Bilbao era un peligro para su cultura. Pensaba que la población de «maketos» ponía en peligro el euskera y las tradiciones vascas. En 1895 se creó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que tenía un sentimiento católico y quería impulsar la lengua y tradiciones vascas.

Nacionalismo Gallego

A mediados del siglo XIX, intelectuales y escritores gallegos pretendieron convertir la lengua gallega en lengua literaria, dando lugar al Rexurdimento, cuya figura más importante fue Rosalía de Castro. El nacionalismo gallego surgió como respuesta al atraso económico de Galicia, nació en el ámbito rural y fue apoyado por intelectuales que escriben en gallego.

El Sistema Canovista de la Restauración Borbónica

La Restauración Borbónica (1874-1923)

Esta etapa se inicia el 29 de diciembre de 1874, cuando Alfonso XII se proclamó rey, y se extiende hasta el golpe de estado de Miguel Primo de Rivera en 1923. Se constituyó un sistema liberal y parlamentario estable.

A lo largo de 1874, Cánovas del Castillo trabajó en la restauración de la monarquía constitucional en la persona de Alfonso XII. Este publicó el 1 de diciembre de 1874 el Manifiesto de Sandhurst, en el que afirmaba que la única solución para los problemas de España era el restablecimiento de la monarquía tradicional de los Borbones. El fracaso del sistema democrático del Sexenio y la fuerza de los grupos favorables a un cambio de régimen político precipitaron la caída de la I República y la vuelta al trono español de los Borbones.

La Restauración borbónica en la persona de Alfonso XII llegó con el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto el 29 de diciembre de 1874. El reinado de Alfonso XII pone fin a la Tercera Guerra Carlista, la Guerra de Cuba y los movimientos cantonalistas.

El Sistema Político Canovista

Cánovas del Castillo creó el sistema político de la Restauración borbónica. El sistema canovista era conservador y buscaba la estabilidad política, aun a costa de ser poco democrático. Quería resolver la marginación del partido progresista, el intervencionismo de los militares en la política, evitar una guerra carlista y contener el éxito del movimiento obrero.

Pilares de la Política Canovista:

  1. Rey: Debía mantener unidos a los españoles y mediar entre conservadores y liberales.
  2. Cortes: Eran las depositarias de la Soberanía Nacional, junto al Rey.
  3. Constitución: Debía ser flexible y duradera.
  4. Turnismo Político: Para garantizar la estabilidad del sistema era necesario que dos partidos se turnaran en el poder, aun a costa de la manipulación y corrupción.

La Constitución de 1876

Ha sido la más duradera de la historia de España, ya que garantizaba la alternancia política en el poder y seguía un modelo unitario y centralista del Estado. Sus características principales son:

  • Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
  • Amplia declaración de derechos.
  • Religión católica como oficial, pero tolerante con otras.
  • Sistema bicameral. Sufragio censitario hasta 1890 (cuando se aprueba el sufragio universal masculino).
  • El Rey tiene amplias atribuciones, aunque no gobierna, estando sometido a la Constitución.
  • Centralismo del Estado.

Funcionamiento del Sistema Político: El Bipartidismo

Existían dos partidos dinásticos que aceptaban la monarquía borbónica, la alternancia en el poder, la Constitución de 1876 y el turnismo político. Las diferencias en su actuación política eran escasas:

  • Partido Conservador: Heredero del Moderado. Representaba a las clases altas. Sus representantes más destacados fueron Cánovas y Antonio Maura. Defendían el sufragio censitario (inicialmente) y la defensa de la Iglesia y del orden social.
  • Partido Liberal: Heredero del Progresista y parte de los demócratas. Destacan Sagasta y Canalejas. Defendían los derechos individuales, el sufragio universal masculino (a partir de 1890) y el laicismo.

Oligarquía y Caciquismo: La Manipulación Electoral

El turnismo bipartidista fue el rasgo esencial del sistema político de la Restauración. Gracias a la manipulación electoral, ambos partidos podían alternarse en el gobierno pacíficamente. Se repartían el poder y se alternaban en el gobierno cada dos o tres años para evitar que ninguno estuviera excluido. Este sistema se basaba en la manipulación, la corrupción y el caciquismo.

El proceso electoral lo controlaba el Ministro de la Gobernación y los caciques locales. El Ministro hacía una lista con los candidatos que debían ser elegidos (el encasillado). El «pucherazo» era un conjunto de trampas electorales en el que se alteraban los resultados (votos de difuntos, cambio de urnas, etc.).

El caciquismo lo ejercía la oligarquía de personas que podían controlar una circunscripción electoral o los ayuntamientos, que controlaban el sorteo de las quintas y proporcionaban trabajos. Se daba especialmente en el medio rural. La alternancia estaba pactada entre Cánovas y Sagasta y, antes de las elecciones, conocían los resultados.

El personalismo del sistema deterioró a los partidos, que dependían de sus líderes. El sistema entró en crisis al morir Alfonso XII en 1885. Firmaron el Pacto de El Pardo para apoyar la regencia de María Cristina y garantizar la continuidad de la monarquía.

Factores de la Crisis del Sistema:

  • Aumento de la tensión social y atentados.
  • El Desastre de 1898.

La Guerra de Cuba y la Crisis de 1898

Cuba era la isla más importante económicamente de su imperio colonial, que se reducía a Cuba, Puerto Rico, Islas Filipinas, las Marianas y Palaos. El proteccionismo económico hacía de ella el destino del 20% de las exportaciones peninsulares y de un flujo importante de emigración. También se convirtió en una de las primeras productoras de azúcar.

Causas del Proceso Independentista:

  • Intransigencia de España, que llevó a cubanos al exilio.
  • El sentimiento patriótico de la población autóctona, que pedía libertad de comercio entre Cuba y demás países americanos.
  • Intereses de EE. UU. en la zona y su cercanía geográfica.

La Primera Guerra de Cuba surgió en 1868 y terminó con la Paz de Zanjón (1878). El retraso en cumplir las promesas de abolición de la esclavitud y de reformas políticas y administrativas provocó el inicio de un nuevo conflicto en 1879 y la insurrección de 1895, la derrota de España y la pérdida de las últimas colonias del imperio español.

El ejército español estuvo dirigido por Martínez Campos (hasta 1896) y por Weyler (hasta 1897). Tras la muerte de Cánovas, Sagasta sustituyó a Weyler por Blanco y realizó concesiones de autonomía a Cuba. El 15 de febrero de 1898 explotó el crucero norteamericano Maine en La Habana. Se culpó a los españoles y EE. UU. declaró la guerra contra España. Solo un sector de los intelectuales apoyó la guerra. La defensa del honor de España hizo que la guerra se convirtiera en una necesidad.

El Desastre de 1898

España fue a la guerra sin alianzas internacionales y sin la preparación adecuada. El 3 de julio de 1898, la escuadra española fue hundida en la bahía de Santiago de Cuba. Surgió el movimiento independentista en Filipinas y el 1 de mayo, España fue derrotada en Filipinas.

En diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, por el que España acepta la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Esto provocó la caída de Sagasta y su sustitución por Silvela. En 1899, España vendió a Alemania las islas Marianas, Carolinas y Palaos, lo que supuso el fin del imperio colonial español.

Consecuencias y Regeneracionismo

El Desastre del 98 puso en evidencia las debilidades del sistema de la Restauración y aparecieron políticos, científicos e intelectuales que desarrollaron su carrera en el reinado de Alfonso XIII. La política reformista se limitó a realizar mínimos cambios en el sistema.

La derrota militar tuvo consecuencias en el ejército. Algunos militares se inclinaron hacia posturas autoritarias, culpando de la derrota a los políticos. Se creó la idea de que los militares debían tener mayor protagonismo en la vida política del país, lo que culminó en los golpes de estado de Miguel Primo de Rivera y Franco.

El Regeneracionismo es una actitud crítica que propone soluciones ante la crisis. Se basa en programas de regeneración política, elecciones limpias, reforma educativa y fomento de obras públicas. Destacó Joaquín Costa, ya que constató el retraso español frente a Europa y buscó sus razones. Según él, la solución era el desarrollo de la educación, la europeización y la autonomía local.

Industrialización y Transformaciones Económicas en el Siglo XIX

El proceso de industrialización fue lento y tardío, localizado en la periferia y vinculado al sector textil y la siderurgia. Tuvo unas características específicas:

  • No había una burguesía emprendedora que invirtiera en la industria, lo que provocó la dependencia de las inversiones y tecnología extranjeras.
  • Atraso de la red de comunicaciones.
  • Falta de demanda interna de productos manufacturados.
  • Políticas proteccionistas que defendían la industria nacional.

La Industria Textil Catalana

El primer sector que adoptó las formas modernas de producción fue la industria textil catalana. Durante el periodo isabelino se produjo la sustitución de la lana por el algodón y la mecanización de la producción textil. El sector textil fue la clave de la industrialización catalana.

La Siderurgia y la Minería

La industria siderúrgica se localizó en País Vasco y Asturias, y estuvo ligada al desarrollo de la minería del hierro y carbón. Los primeros intentos de crear una siderurgia moderna se desarrollaron a partir de 1830 en Marbella.

  • La producción siderúrgica andaluza fue hegemónica hasta 1860, pero fracasó por el uso del carbón vegetal.
  • La existencia de yacimientos de hulla en Asturias convirtió a esta región en el centro siderúrgico de España entre 1860 y 1880. Sus minas de carbón favorecieron la instalación de siderurgias.
  • A partir de 1876, con la llegada de carbón de coque galés a Bilbao, se consolidó la industria siderúrgica en el País Vasco y decayeron las siderurgias asturianas. La consolidación del eje comercial entre Bilbao y Cardiff fue importante para la industrialización del País Vasco. A finales del siglo XIX se constituyeron grandes empresas siderúrgicas vascas.

En el resto de España predominan las actividades industriales tradicionales como el calzado, madera, harineras e imprentas.

Explotación Minera

Entre 1874 y 1914 tuvo lugar la explotación masiva de yacimientos mineros del subsuelo español, destacaron las minas de hierro y carbón. El aumento de la demanda de carbón fue a causa de la siderurgia. La minería del hierro tuvo una importante expansión a partir del convertidor Bessemer, que necesitaba un mineral sin fósforo.

La Ley de Minas de 1868 supuso la liberalización del sector, iniciándose la explotación masiva de los yacimientos españoles. La expansión de la producción minera se explica por el aumento de la demanda internacional, los avances en las técnicas de explotación y el endeudamiento del Estado. Destacaron los yacimientos de plomo en el sur, cobre en Riotinto, mercurio en Almadén y cinc en Cantabria.

El Ferrocarril

La construcción del ferrocarril, iniciada con retraso, contribuyó a la articulación del mercado interior y facilitó el intercambio de mercancías. Hasta la Ley General de Ferrocarriles no se abrió una etapa de intensa construcción. La estructura radial dificultó las comunicaciones con la periferia.

14B. El Movimiento Obrero

El desarrollo de la industrialización provocó el surgimiento de una conciencia de clase obrera. El proletariado se unió para defender sus intereses. Las primeras protestas obreras tuvieron carácter clandestino y violento. Después, los trabajadores comprendieron que no era culpa de las máquinas, sino de las condiciones laborales. Surgieron las Sociedades de Socorros Mutuos y las huelgas. Hacia 1860 se desarrolló el socialismo utópico, que pretendía crear sociedades igualitarias.

El fracaso de la I República y la llegada de la Restauración provocaron que los sectores obreros se orientaran hacia las nuevas ideologías internacionalistas.

Anarquismo

El Anarquismo sigue las orientaciones de Bakunin. En 1868 llegó Fanelli, creando los primeros núcleos de afiliados a la Internacional y difundió los ideales anarquistas. Estos grupos desarrollaron una acción sindical reivindicativa.

La represión sobre el movimiento obrero y campesino favoreció que una parte del anarquismo optara por el terrorismo hacia el Estado, la burguesía y la Iglesia. Se produjeron atentados contra Cánovas, bombas en el Liceo de Barcelona o contra la procesión del Corpus. A esto le siguió una gran represión. Los atentados hicieron que se dividiera el anarquismo entre los partidarios de continuar con la vía terrorista y los de la vía sindical.

Socialismo Marxista

El socialismo marxista se aglutinó en torno a un pequeño grupo de trabajadores de imprenta. En 1879, Pablo Iglesias fundó el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), que se definía como marxista.

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