El Sistema Político de la Restauración en España (1874-1923)

Antonio Cánovas del Castillo, personaje importante en la historia contemporánea española, diseñó el sistema político que existió en España a final del siglo XIX y que continuó en crisis permanente hasta el año 1923, cuando se produjo el golpe de Miguel Primo de Rivera.

Cánovas conocía los sistemas políticos europeos, pero prefería el británico, ya que era estable frente a los profundos cambios que se daban en el resto de Europa. A Cánovas le gustaban tres elementos del sistema político liberal británico: la Monarquía, el Parlamento y la alternancia en el poder de dos partidos sin pronunciamientos, sin violencias, respetándose entre sí e incluyendo la obra política de cada uno cuando el otro accedía al poder.

Quería aplicar en España la doctrina inglesa de la balanza de poderes entre la Corona y el Parlamento y elaborar una Constitución moderada.

Principios Fundamentales del Sistema Canovista

• Soberanía Compartida: Para Cánovas, las Cortes y la Corona debían ejercer la soberanía conjuntamente.
• Bipartidismo: Siguiendo el modelo bipartidista británico, Cánovas pretendía que la labor del gobierno recayese en dos partidos, alternándose en el poder y en la oposición. Así, se evitaba el monopolio del poder ejercido por los moderados en tiempos de Isabel II. Para ello, era fundamental mantener el sistema político bipartidista y respetar lo que cada uno hacía cuando gobernaba, además de ejercer una leal oposición cuando tocaba gobernar.

Medidas Políticas y Partidos

La primera medida política importante fue la convocatoria de unas Cortes Constituyentes, ya que la Constitución de 1869 no había causado efectos duraderos tras la Primera República.

El Partido Conservador surgió en el Sexenio Democrático, integrando a los moderados isabelinos, la Unión Católica de Pidal y los alfonsinos del propio Cánovas.

Sagasta creó el Partido Liberal. Estos partidos eran típicamente decimonónicos.

Los republicanos y los carlistas, socialistas y regionalistas quedaban fuera del sistema, aunque todos terminarían por acceder a las Cortes cuando se aprobó el sufragio universal y se fue resquebrajando el control electoral en el ámbito urbano, donde era más difícil ejercer el poder caciquil que permitía el funcionamiento del sistema de Cánovas.

La Independencia de las Colonias Americanas

La vuelta al absolutismo (1814-1820) propició pronunciamientos militares que derivaron hacia posturas independentistas entre los criollos. Esta deriva fue alentada por Inglaterra, que rápidamente se hizo con la influencia económica en la zona, y por los EE. UU.

Causas de la Emancipación

• El creciente descontento de los criollos, quienes, pese a sus riquezas y cultura, tenían vedado el acceso a los grandes cargos políticos en las colonias, reservados a los peninsulares. La burguesía criolla estaba impregnada de las ideas ilustradas y en ella surgieron los proyectos de independencia.
• Las limitaciones del libre comercio y del desarrollo económico de las colonias, impuestas por el régimen colonial. Estas limitaciones perjudicaban a la burguesía criolla, sometida a fuertes impuestos y al control que España ejercía sobre el comercio.
• La influencia de la Revolución Americana (1776) y de la Revolución Francesa (1789) en las colonias americanas.
• Los intereses del Reino Unido, el cual prefería países independientes en América con los que poder comerciar libremente.
• La crisis política producida por la invasión napoleónica. A partir de 1808, los criollos optaron por no reconocer la autoridad de José Bonaparte y crearon Juntas que asumirían el poder en sus territorios.

Desarrollo del Proceso Independentista

En el proceso de independencia de las colonias hubo cuatro fases:

1. Fase 1: 1808-1814

   Los territorios americanos se declararon independientes de la España napoleónica, pero mantuvieron sus lazos con las autoridades de Cádiz, enviando representantes a las Cortes. Cuando Fernando VII fue repuesto en el trono, todas las colonias, excepto Argentina, se volvieron a unir a la Corona española. Paraguay y las Provincias… proclamaron su independencia.

2. Fase 2: 1814-1820

   La vuelta al absolutismo propició pronunciamientos militares que derivaron hacia posturas independentistas entre los criollos. Esta deriva fue alentada por Inglaterra, que rápidamente se hizo con la influencia económica en la zona, y por los EE. UU.

3. Fase 3: 1820-1823

   El Pronunciamiento de Riego (Trienio Liberal) impidió que los refuerzos para luchar contra el independentismo llegaran a América. Se produjo la independencia de México en 1821.

4. Fase 4: 1823-1833

   Las guerras siguieron una trayectoria compleja, culminando con la derrota española en Ayacucho en 1824. Entre los caudillos independentistas sobresalen San Martín y Bolívar.

Finaliza el proceso y comienza la formación de los estados nacionales. España perdió todas sus colonias excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

La Constitución Española de 1869

Es una constitución claramente liberal y democrática, con un régimen de libertades muy amplio si se la compara con otras europeas de la misma época.

Se aprobó bajo el gobierno provisional de 1868-1871 que se formó tras el triunfo de la Revolución de 1868, que puso fin al reinado de Isabel II. Fue la constitución que estuvo vigente durante el reinado de Amadeo I. Tras la proclamación de la Primera República Española en febrero de 1873, solo estuvo en vigor el Título I, que recogía los derechos y libertades fundamentales, y fue restablecida, aunque mantenida en suspenso, tras el Golpe de Pavía que dio paso a la Dictadura de Serrano. Fue abolida definitivamente tras el triunfo del pronunciamiento de Martínez Campos en diciembre de 1874, que dio paso a la Restauración Borbónica en España, que se regía por su propia Constitución de 1876.

Características Principales

• Amplia Declaración de Derechos Individuales: Se reconocen los derechos de libertad de manifestación, asociación y reunión, la libertad de enseñanza y la igualdad para obtener empleo.
• Libertad Religiosa: Se reconoce la libertad de profesar de manera pública o privada cualquier religión, aunque el Estado debía mantener el culto cristiano.
• Soberanía Nacional: Se proclama la Soberanía Nacional de la que emanaban la legitimidad, así como la de los tres poderes.
• Sistema Bicameral:
  • Congreso: Se elegía un diputado por cada cuarenta mil habitantes.
  • Senado: Con una nueva orientación, representaba a las provincias. Su elección era popular por sufragio universal directo en dos grados: en un primer grado se elegían compromisarios que, a su vez, elegían a los senadores.
• Poder Ejecutivo: El Rey ejercía el poder ejecutivo y tenía la facultad de disolver las Cortes, pero este ejercía su poder por medio de sus ministros.
• Control Gubernamental: El Gobierno podía disolverse a través de la moción de censura de las cámaras.
• Independencia Judicial: Se proclama la independencia del poder judicial, creando por primera vez un sistema de oposiciones a juez, acabando con el nombramiento de estos por el gobierno y restableciendo el juicio por jurado.
• Territorios de Ultramar: Las provincias de Cuba y Puerto Rico gozaban de los mismos derechos que las peninsulares, mientras que Filipinas quedaba gobernada por una ley especial.