Culturas Prehistóricas y Pueblos Prerromanos en la Península Ibérica
El Calcolítico y la Edad del Bronce
En el Calcolítico se desarrollaron tres culturas principales:
- La Cultura de Los Millares (zona murciana y almeriense): Caracterizada por una sociedad jerarquizada, agricultura de regadío, poblados amurallados y extracción de cobre. Destacan sus construcciones megalíticas.
- La Cultura del Vaso Campaniforme.
- La Cultura Talayótica (Baleares): Incluye grandes construcciones de piedra, como talayots y taulas.
En la Edad del Bronce, la Cultura de El Argar fue dominante desde Almería hasta Murcia, caracterizada por poblados amurallados, agricultura avanzada, ganadería e industria metalúrgica. Se estableció una jerarquía política que organizaba la explotación del territorio y la división del trabajo.
Otras culturas relevantes fueron:
- La Cultura Cogotas: Menos evolucionada, centrada en la Meseta Norte, con poblados defensivos.
- La Cultura Castreña: Desarrollada en el noroeste, asociada a un estilo de vida ganadero y a poblados fortificados (castros).
La Edad del Hierro y los Pueblos Prerromanos
En la Edad del Hierro, el este y el sur constituían un área ibérica más avanzada debido a los contactos mediterráneos, mientras que el centro y el norte eran un área indoeuropea con menor desarrollo.
Entre los pueblos prerromanos, Tartessos es la primera referencia escrita de una cultura relacionada con el comercio de metales y con fuertes influencias fenicias.
La influencia mediterránea fue crucial:
- Los Fenicios introdujeron innovaciones clave como el alfabeto y la metalurgia.
- Los Griegos fundaron algunas colonias en la costa mediterránea sin establecer un control militar significativo.
- Los Cartagineses consolidaron alianzas con ciudades fenicias y controlaron el comercio. Su influencia se debilitó tras la derrota en la Primera Guerra Púnica.
1.3 La Hispania Romana: Conquista y Romanización
La conquista romana de Hispania fue consecuencia directa de la Segunda Guerra Púnica: Roma buscó impedir que Cartago recuperara poder utilizando los recursos peninsulares. Tras vencer a los cartagineses, Roma continuó la ocupación por interés económico y estratégico, enfrentándose a la resistencia indígena en:
- Las Guerras Lusitanas y Celtíberas.
- Las Guerras Cántabro-Astures, completadas bajo Augusto en el año 19 a. C.
El Proceso de Romanización
La romanización fue un proceso de integración política, social, cultural y económica de los pueblos hispanos en el mundo romano. Se basó en:
- La fundación de ciudades y el urbanismo.
- La difusión del latín, el derecho romano y la religión romana (y posteriormente el cristianismo).
- La adopción de modos de vida romanos.
Fue más intensa en el sur y el este, y menor en el norte y el oeste. Hispania llegó a ser una de las provincias más romanizadas, productora de emperadores como Trajano, Adriano o Teodosio. El legado romano se mantuvo en la organización territorial, la red urbana, las infraestructuras, el latín, el derecho y el cristianismo, transformando profundamente la sociedad y la economía peninsular.
1.4 La Monarquía Visigoda: Unificación y Legado Jurídico
La monarquía visigoda se originó tras la crisis del Imperio romano y las invasiones germánicas. Los visigodos, inicialmente asentados en la Galia como aliados de Roma, se desplazaron hacia Hispania tras la presión de otros pueblos y la derrota frente a los francos en Vouillé (507).
El Reino Visigodo de Toledo
Allí formaron el reino visigodo de Toledo, que atravesó varias etapas:
- Instalación en Tolosa.
- Formación del reino hispano-godo.
- Consolidación con Leovigildo y Recaredo, quien logró la unidad religiosa adoptando el catolicismo.
- Fase de creciente feudalización e inestabilidad, que culminó con la derrota del rey Rodrigo ante los musulmanes en 711.
Estructura Política y Legal
El reino visigodo tenía una monarquía electiva, dependiente de la nobleza, lo que generaba continuos conflictos sucesorios. La Iglesia adquirió un gran peso político a través de los Concilios de Toledo, que regulaban leyes y cuestiones de gobierno junto al rey y la nobleza.
Destacó también el desarrollo de un importante derecho legislado, culminado en el Liber Iudiciorum (654), que unificó las leyes visigodas e hispanorromanas y se convirtió en la base jurídica de los reinos cristianos posteriores.
Los Reyes Católicos: La Construcción de la Monarquía Autoritaria
El reinado de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, marcó el inicio de la Edad Moderna en España, con la unificación de los reinos cristianos bajo una monarquía autoritaria.
Unificación Territorial y Dinástica
En la Unión Dinástica (1469), Isabel y Fernando se casaron, uniendo Castilla y Aragón dinásticamente, aunque cada reino mantuvo sus propias leyes e instituciones. La unión se consolidó tras la muerte de Enrique IV de Castilla en 1474 y la victoria de Isabel en la Batalla de Toro (1476) frente a los partidarios de Juana la Beltraneja.
Hitos de la expansión territorial:
- Fin de la Reconquista (1492): Los Reyes Católicos completaron la Reconquista con la toma de Granada, el último reino musulmán en la península. Esta victoria simbolizó el fin de la presencia musulmana y fue utilizada como propaganda político-religiosa.
- Conquista de Canarias: Las Islas Canarias fueron conquistadas por Castilla a lo largo del siglo XV, utilizando el sistema de capitulaciones, que luego se aplicaría en América.
- Anexión de Navarra: Navarra fue anexionada a Castilla por Fernando en 1512, aunque conservó sus fueros e instituciones.
Instituciones y Política Exterior
En las instituciones de gobierno, se centralizó el poder mediante reformas fiscales y judiciales. Se implementó la Inquisición para uniformizar la religión.
En la política exterior, a través de alianzas matrimoniales con el Imperio, Inglaterra y Portugal, se logró aislar a Francia y expandir la influencia de Castilla y Aragón. Además, apoyaron el viaje de Cristóbal Colón en 1492, abriendo la puerta al Descubrimiento de América.
