Golpes de Estado en Argentina (1930-1983)

¿Qué es un Golpe de Estado?

Un golpe de Estado ocurre cuando las autoridades de un gobierno legítimo, que llegaron al poder legalmente, son desplazadas de su cargo. Quienes acceden al poder por la fuerza desprecian la soberanía popular y los derechos de los ciudadanos, perjudicando el desarrollo de las sociedades y a los sectores menos poderosos (la mayoría). Estos golpes benefician a una élite vinculada al poder.

Inestabilidad Política en Argentina (1930-1983)

Entre 1930 y 1983, Argentina sufrió una gran inestabilidad política debido a los golpes de Estado, las violaciones al orden constitucional y a los Derechos Humanos. Estos golpes fueron cada vez más graves, con actos contra el sistema representativo, republicano y federal, y al sistema democrático. Impidieron la participación del pueblo en la política y la convivencia social.

Regímenes Autoritarios y Totalitarios

Los regímenes autoritarios se caracterizan por el poder ejercido por una persona o un único grupo, sin ajustarse a las reglas preestablecidas y sin limitaciones ni controles eficaces. Excluyen al pueblo de la política, generando persecución y clandestinidad.

El autoritarismo tiene diferentes variantes, pero su elemento en común es la exclusión de la participación del pueblo en las decisiones políticas. Ejemplos de autoritarismo son las dictaduras y las tiranías.

El totalitarismo modifica completamente la vida de las personas. Impone o exige su ideología y ejerce opresión a quien no se someta, llevando a la clandestinidad. Ejemplos de totalitarismo son el fascismo y el nazismo.

Golpe de Estado de 1930

En 1928, Hipólito Yrigoyen fue elegido presidente por apoyo popular. Si bien su gobierno pudo haber sido ineficaz, Argentina debería haber esperado a las próximas elecciones para votar en su contra. Al no hacerlo, sufrió terribles consecuencias.

En 1930, José Félix Uriburu desplazó a Yrigoyen mediante un golpe de Estado. Su gobierno cerró el Congreso, intervino 11 provincias y no se eligió un presidente democráticamente en 15 años. Fusiló y torturó opositores, clausuró publicaciones denunciantes y detuvo a los responsables, además de separar jueces de su cargo.

El gabinete se formó por civiles, supuestamente para restaurar las instituciones constitucionales. Surge la Legión Cívica, que buscaba la sustitución del sistema democrático por un régimen que no representara a todo el pueblo, sino a ciertos sectores sociales.

Golpe de Estado de 1943 y el Ascenso de Perón

En 1943, con Ramón Castillo como presidente (gobierno acusado de fraudulento), un golpe militar se autodenominó «Gobierno Provisional» con la promesa de restablecer la democracia. Sin embargo, esto fue una mentira. Se prohibió llamarlo provisional, se anuló la convocatoria a elecciones, se disolvieron los partidos políticos, se clausuraron diarios, se despidieron jueces, se expulsaron profesores y estudiantes universitarios, y se impuso la enseñanza obligatoria de la religión católica en las escuelas.

Juan Domingo Perón incrementó su influencia gracias a cargos políticos previos donde se había ganado el apoyo popular, especialmente por acciones relacionadas con los derechos laborales y la seguridad social. Formó un partido y participó en las elecciones de 1946, donde triunfó, dando inicio a una nueva etapa democrática.

Revolución Libertadora (1955)

La Revolución Libertadora, llamada así por liberarse de Perón y «desperonizar» el país, ejecutó acciones represivas como la prohibición del partido peronista. El breve gobierno de Eduardo Lonardi fue sucedido por Pedro Eugenio Aramburu, quien clausuró el Congreso y destituyó jueces.

Durante este período, se manifestó el Estado de Bienestar, pero muchos sectores opositores se quejaban del control de prensa, la obligación de ser peronista y la reforma constitucional para que Perón siguiera en el poder. La convivencia social se deterioró.

En 1955, la Marina de Guerra bombardeó la Plaza de Mayo, provocando muertes y conflictos con el gobierno y la iglesia.

Revolución Argentina y el Gobierno de Illia

Arturo Frondizi (UCR) ganó las elecciones, pero su gobierno se volvió autocrático y unitario, dando paso a Juan Carlos Onganía. La fase represiva de este período incluyó la intervención de universidades, la represión de la resistencia, la prohibición de partidos políticos, el cierre de medios de comunicación, películas prohibidas y persecuciones personales.

Frondizi ganó las elecciones con apoyo del justicialismo y abrió las puertas a capitales extranjeros para el desarrollo del país. Implementó el Plan CONINTES, que encarceló a militares peronistas y de izquierda. Pretendió ser neutral en la Guerra Fría, pero fue encarcelado por simpatizar con los comunistas (Cuba). Completó su mandato José María Guido.

Arturo Illia (UCR) tenía mayor participación política, hubo reinserción del peronismo, control de precios y anulación de contratos petroleros. Sin embargo, fue desplazado del gobierno en 1966.

El Regreso del Peronismo y el Cordobazo

Luego de la Revolución Argentina, se generó el Cordobazo, una protesta de universitarios y obreros que Onganía pidió reprimir. No pudo organizarse y quedó desprestigiado ante sus seguidores. Los Montoneros secuestraron y mataron a Aramburu, quien había participado en la Revolución Libertadora.

En 1971, Alejandro Agustín Lanusse llegó al poder y puso orden constitucional. En 1973, Héctor José Cámpora ganó las elecciones, levantó la prohibición al peronismo y Perón volvió al país. Se realizaron nuevas elecciones para que su regreso fuera legal, y Perón ganó por tercera vez. Tras su muerte, asumió María Estela Martínez de Perón, pero hubo violencia, crisis económica y descomposición social. Se anunciaba un golpe de Estado «restaurador del orden».

La Dictadura Militar (1976-1983)

En 1976, una Junta Militar compuesta por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti (juzgados en 1983 y condenados en 1986) dio un golpe de Estado. Esta dictadura fue la más sangrienta en Argentina, sin límites: terrorismo de Estado, violación de Derechos Humanos, actuación feroz y clandestina que afectó a todos, sin organización en el poder, actividad política suspendida y partidos prohibidos, fuerte censura, torturas y asesinatos (más de 30.000 desaparecidos). No hubo democracia, división de poderes, federalismo ni garantía de derechos.

El intento de recuperar las Islas Malvinas por la fuerza resultó en la pérdida de jóvenes y la oportunidad de reclamarlas por la vía diplomática.

Retorno a la Democracia (1983)

En 1983, el orden constitucional se restableció con Raúl Alfonsín como presidente. Se creó una conciencia colectiva en los argentinos de que la quiebra del orden constitucional debía ser castigada. Se había llegado al límite de la violencia, pero no del bien común.

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