Dictadura de Primo de Rivera
Introducción
Tras el desastre de 1898, el sistema político de la Restauración, conocido como Canovismo, entró en una profunda crisis durante el reinado de Alfonso XIII (coronado en 1902). La pérdida de las últimas colonias españolas impulsó un deseo de cambio y renovación. Surgieron dos corrientes principales:
- Regeneracionismo: Buscaba reformar el sistema desde dentro para adaptarlo a las nuevas circunstancias. Sus principales representantes fueron Maura y Canalejas.
- Rupturismo: Movimientos como el socialismo, anarquismo, republicanismo, carlismo y nacionalismo buscaban acabar con el sistema establecido.
En este contexto, la década de 1920 vio el surgimiento de la dictadura de Primo de Rivera. Tras su fracaso, se proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931.
Causas del Golpe de Estado
Diversos factores internos y externos propiciaron el golpe de Estado de Primo de Rivera:
Contexto Internacional
- Desprestigio de las democracias: La Primera Guerra Mundial debilitó la confianza en los sistemas democráticos, percibidos como incapaces de prevenir conflictos.
- Temor a la revolución social: El triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia generó miedo a la expansión del comunismo, favoreciendo el surgimiento de gobiernos autoritarios.
Circunstancias Internas
- Descontento popular: Los problemas sociales y la corrupción generalizada provocaron un profundo malestar en la población.
- Intervencionismo militar: El ejército adquirió un creciente protagonismo en la vida política, especialmente tras la humillante derrota en la Guerra de Marruecos (Desastre de Annual, 1921).
- Presión mediática: La prensa exigía soluciones drásticas para los problemas del país, como la inflación y la violencia política.
En este clima de inestabilidad, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, con el apoyo del rey Alfonso XIII. España abandonó la monarquía parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario.
El Directorio Militar (1923-1925)
Primo de Rivera estableció un Directorio Militar que concentraba todos los poderes. Sus principales objetivos eran:
- Combatir la corrupción: Se disolvieron las Cortes, se suspendió la Constitución y se prohibieron los partidos políticos y sindicatos. Los gobernadores civiles fueron reemplazados por militares y los ayuntamientos por Juntas de Vocales.
- Mantener el orden público: Se declaró el estado de guerra y se impuso una estricta censura de prensa.
- Acabar con el nacionalismo: Se prohibió el uso de banderas regionales y se impuso el castellano como único idioma oficial.
- Resolver el problema de Marruecos: Tras el desembarco de Alhucemas en 1925, las tropas españolas lograron derrotar a las fuerzas rifeñas, pacificando la región en 1927.
Tras estos éxitos, Primo de Rivera disolvió el Directorio Militar y estableció un Directorio Civil, buscando consolidar la dictadura.
El Directorio Civil (1925-1930)
El nuevo Directorio estaba formado por tecnócratas y algunos militares. Sus pilares fueron:
- Unión Patriótica: Un nuevo partido político que defendía la unidad de España, la religión y el corporativismo socioeconómico. Se creó el Somatén, una milicia de apoyo al partido.
- Asamblea Nacional Consultiva: Encargada de redactar una nueva Constitución, fue disuelta en 1929 por su ineficacia.
- Proyecto Constitucional: Proponía un régimen autoritario con un Parlamento limitado y un Estado confesional e intervencionista en la economía. Nunca llegó a aprobarse.
Logros de la dictadura
A pesar de su carácter autoritario, la dictadura de Primo de Rivera tuvo algunos logros:
- Crecimiento económico: La política intervencionista impulsó la agricultura y la industria, se modernizaron las infraestructuras y se crearon monopolios estatales como Telefónica. El ministro de Hacienda, Calvo Sotelo, combatió el fraude fiscal.
- Derechos laborales: Se aprobó el Código de Trabajo (1926) que regulaba las condiciones de los trabajadores.
- Mejora de la educación: Se crearon numerosas escuelas, reduciendo el analfabetismo.
Decadencia y Caída de la Dictadura
A partir de 1928, el régimen comenzó a debilitarse debido a varios factores:
- Crisis económica: La depresión de 1929 afectó gravemente a la economía española.
- Falta de apoyo popular: La Unión Patriótica carecía de respaldo y la nueva Constitución no fue aprobada.
- Creciente oposición: La oposición a Primo de Rivera se intensificó y perdió el apoyo del rey.
- División en el ejército: Los militares retiraron su apoyo al dictador, llegando a protagonizar una sublevación interna.
Ante esta situación, Primo de Rivera dimitió en enero de 1930 y se exilió a Francia, donde falleció poco después.
La “Dictablanda” del General Berenguer y el Camino hacia la República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, el sentimiento antimonárquico se extendió y el republicanismo ganó adeptos. El rey Alfonso XIII encargó al general Berenguer la formación de un nuevo gobierno, conocido como la “Dictablanda”.
La ineficacia de Berenguer, la división entre los monárquicos y la creciente coordinación de los republicanos hicieron fracasar la “Dictablanda”. En febrero de 1931, Berenguer dimitió y el rey nombró al almirante Aznar como nuevo jefe de gobierno. Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de abril, en las que los republicanos obtuvieron una victoria contundente en las grandes ciudades.
Como consecuencia, el 14 de abril de 1931, Alfonso XIII abdicó y se exilió, dando paso a la Segunda República Española.
Conclusión
La dictadura de Primo de Rivera marcó un período turbulento en la historia de España. Su fracaso condujo al fin de la monarquía y al establecimiento de la Segunda República. Paradójicamente, décadas más tarde, el final de otra dictadura (la de Francisco Franco) restauraría la monarquía borbónica en la figura de Juan Carlos I.