Historia de Al-Andalus: evolución política y conquista

Al-Andalus: evolución política

Introducción

La conquista árabe de la península y la formación de Al-Andalus corresponden al proceso general de expansión del Islam. Además de una nueva religión, el Islam significó el despertar de una civilización, la árabe, que salió de su marco territorial para extenderse de forma espectacular por el Asia oriental y el norte de África.

1.1 La invasión (711-714)

Fueron las causas de la invasión:

  • El estado visigodo padecía una profunda crisis por los continuos problemas sucesorios de la monarquía.
  • El deseo de expansión del Islam, que en menos de un siglo había conquistado un extenso territorio.

En el 711 un ejército de soldados bereberes, dirigidos por Tarik, desembarcaron junto a Gibraltar. Reforzados con otros 5000 soldados, meses más tarde se enfrentaron a Rodrigo, junto al río Guadalete, batalla que terminó con la derrota y desintegración del ejército godo. En pocos meses Tarik conquistó Córdoba, Sevilla y Toledo. Tarik pensó que la conquista sería fácil y con refuerzos de África, se formó un nuevo ejército (ahora con la mayoría de árabes) liderado por Tarik y Muza, gobernador árabe de la provincia norteafricana. Además, una parte de la población estaba descontenta con los visigodos y apoyó a los invasores musulmanes.

1.2 El emirato dependiente (714-756)

En el 714 Musa y Tarik abandonaron la península para trasladarse a Damasco, y dejaron a Abd al-Aziz como gobernador de Al-Andalus. Rápidamente, los escasos contingentes fueron distribuidos por las ciudades de Al-Andalus. Esta última se convirtió en capital del territorio. Los bereberes fueron instalados en las regiones más frías del norte. En los años entre el 715 y 740 la preocupación interior más importante de los nuevos gobernantes fue organizar la recaudación de los impuestos. Por entonces también se organizó la administración provincial (coras), dividiendo el territorio y estableciendo las autoridades urbanas y las guarniciones de frontera. Además de este problema, también empezaron a haber problemas entre las tribus árabes de la península. Su reinado (756-788) se caracterizó por la lucha constante por afirmar su dominio frente a los diferentes grupos árabes y bereberes que se rebelaban contra el nuevo régimen. Los reinados de Abd al-Rahman II (822-854) y Muhammad I (854-880) fueron bastante más tranquilos que los anteriores.

1.4 El califato de Córdoba (929-1008)

Cuando Abd al-Rahman III (912-961) llegó al poder, buena parte de Al-Andalus permanecía en rebelión contra el gobierno de Córdoba. Tras varios años de lucha consiguió tomar Barbastro y acabar con la resistencia de los hijos de Ibn Hafsun; después conquistó Mérida y Badajoz, más tarde Toledo y, finalmente, Zaragoza. Fortaleció la estructura del estado. Tenía supremacía religiosa, política y militar. Reorganizó la recaudación de impuestos, obteniendo grandes recursos económicos. Destacó el papel del hachib (jefe del gobierno) y de los visires (alcalde). Esa prosperidad se prolongó también durante el reinado de su hijo Al-Hakam II (961-976), que mantuvo el dominio militar sobre los cristianos y continuó con el reforzamiento de las zonas fronterizas. A lo largo de 20 años Almanzor realizó 55 expediciones contra los cristianos (razias). El estado cordobés se dividió en una treintena de unidades políticas. Declaró extinguido el califato. Había debilidad política y militar, que les impedía resistir con firmeza a los ataques cristianos. Por eso muchos gobernantes prefirieron pagar tributos (parias) a los reyes cristianos a cambio de treguas. Además, la política de treguas no pudo impedir, al final, el avance cristiano. En tales condiciones, los reyes de Sevilla y el Algarve, alarmados por el peligro, llamaron en su ayuda al reino Almorávide del norte de África.

1.7 Los Almorávides (1090-1144)

A finales del siglo IX un nuevo reino, el Almorávide, se había formado en el norte de África. Entre 1009- el 1110, los Almorávides conquistaron todo el territorio andalusí. Sin embargo, en pocos años el dominio Almorávide entró en crisis. Aparecieron los segundos reinos de Taifas.

1.8 Los Almohades (1144-1248)

Algunas de estas nuevas Taifas volvieron a pedir ayuda a los bereberes, que ahora eran los Almohades. Hasta 1195 los reyes Almohades consiguieron mantener la unidad andalusí y una resistencia suficiente ante el avance cristiano. Pero no pudieron aprovechar su victoria, al no disponer de suficientes tropas como para mantener la zona conquistada. La respuesta cristiana se produjo en 1212, los cristianos vencieron en las Navas de Tolosa, al sur de Despeñaperros. Aunque la derrota no trajo consecuencias inmediatas, poco después el reino Almohade se desmoronó. Entre 1223 y 1248 la ofensiva de los reinos cristianos resultó definitiva. Jaime I de Aragón y Fernando III de Castilla avanzaron hacia el sur y conquistaron Valencia, Murcia, La Rioja y Al-Ándalus, como unidad política, tocaba su fin. A cambio, Muhammad aceptó pagar fuerte tributo y ayudó al rey castellano en la conquista de Sevilla y del valle inferior del Guadalquivir. Esta dinastía mantuvo la independencia gracias a una serie de conspiraciones palaciegas y golpes de estado hicieron que los sultanes se fueron relevando, sin que ninguno de ellos pudiera hacerse con un control efectivo sobre el reino. Los reyes católicos pactaron con el rey Boabdil la rendición de Granada, que se efectuó a principios de 1492. Poco a poco, sobre todo a partir del siglo XI, los reinos cristianos fueron extendiéndose, y el territorio musulmán se redujo, hasta con la desaparición.

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