Esquema del Tema 11: El Régimen Franquista
Tras la Guerra Civil, España, dominada por el General Franco, representó la victoria para unos y la derrota y represión para otros. La dictadura tuvo un carácter personal y militar, muy influenciado por el tradicionalismo católico.
Fundamentos Ideológicos y Familias Políticas
La dictadura de Franco no fue puramente fascista, militar ni totalitaria, sino de carácter personal con rasgos de las anteriores. Existieron distintas familias políticas, englobadas en el llamado «Movimiento Nacional». Estas familias aportaron principios ideológicos con un objetivo claro: acaparar todo el poder y perdurar en el tiempo.
A. Principios Ideológicos Dominantes
- Nacionalpatriotismo: De los militares al régimen provino una visión unitaria y tradicionalista de España. También ideas de jerarquía, disciplina, autoritarismo, defensa a ultranza de la unidad nacional y del orden público. Del fascismo tomó el hipernacionalismo, la ética de la violencia, el machismo, la idea de Imperio, la exaltación del líder, la dirección paternalista de la sociedad, el adoctrinamiento político de la juventud (OJE) y la mujer (Sección Femenina), y los sindicatos verticales o nacionalsindicalismo.
- Nacionalcatolicismo: Se tradujo en la defensa de la religión y de la moral católica en sus versiones más tradicionales, como algo consustancial a la propia España.
- Esta mezcla ideológica conformó el nacionalismo español durante la dictadura, sintetizado en el lema «Una, Grande y Libre».
B. Principios Ideológicos Rechazados
- Antiliberalismo: El sistema liberal de la República fue considerado «culpable» de los males de España. Se optó por un sistema sin partidos políticos, sin elecciones, sin división de poderes y sin parlamento.
- Conspiración judeo-masónica-comunista: Para el régimen, eran los introductores de los dos grandes males de los siglos XIX y XX: la democracia y la lucha de clases. Como alternativa, se propuso la dictadura autoritaria y los sindicatos verticales.
Familias Políticas del Movimiento y Evolución Ideológica
- Católicos: Se dividieron en dos familias: los católicos tradicionalistas y los del OPUS DEI.
- Falangistas: Tuvieron su hegemonía en los inicios de la dictadura, en la denominada «etapa azul».
- Militares: El ejército fue el principal sostén del régimen y estuvo muy controlado por Franco.
- Monárquicos: Estaban divididos en dos tendencias: carlistas y donjuanistas (su posición se complicó tras el Manifiesto de Lausana).
- Franquistas: Un importante sector, liderado por Carrero Blanco hasta 1973, se caracterizó por la fidelidad y la adhesión incondicional al Caudillo.
Se distinguen tres grandes «etapas ideológicas» durante la dictadura franquista:
- De 1939 a 1942: la etapa de predominio falangista, también llamada etapa azul.
- De 1943 a 1957: la ideología predominante fue el nacionalcatolicismo tradicional.
- De 1957 a 1975: dominó la tecnocracia y el desarrollismo económico.
Instituciones e Institucionalización Política: Leyes Fundamentales del Régimen y Organización del Estado
- El Ejército: Controlaban la represión, dirigían la policía, participaban en la política económica y aportaron muchos símbolos y claves ideológicas del Régimen a través de la doctrina del caudillaje militar. Guardaron una escrupulosa fidelidad a Franco.
- La Iglesia: La Guerra Civil fue calificada como «Cruzada», y la Iglesia aportó legitimidad interior y exterior, además de ser un instrumento de propaganda. El predominio de la Iglesia era inmenso, controlando la educación y recibiendo retribuciones económicas. Se produjo un enfrentamiento en los años 60.
- El Movimiento: Fue la suma de Falange, tradicionalistas carlistas y las JONS. Un papel fundamental del Movimiento fue el adoctrinamiento de las masas a través de los Sindicatos Verticales, el SEU, la Sección Femenina, el Frente de Juventudes y la OJE.
Estos fueron el soporte jurídico del Régimen:
- Fuero del Trabajo, 1938.
- Ley de Cortes, 1942.
- Fuero de los Españoles, 1945.
- Ley de Referéndum Nacional, 1945.
- Ley de Sucesión, 1947.
- Principios Fundamentales del Movimiento, 1958.
- Ley Orgánica del Estado, 1966.
Estas Leyes Fundamentales dieron soporte jurídico a un sistema político piramidal donde Franco controlaba todos los resortes del poder:
- Jefatura del Estado: En manos de Franco, podía incluir también la Jefatura del Gobierno. Podía legislar por decreto. Todos los poderes le estaban subordinados. Tenía iniciativa para nombrar obispos, cargos públicos, universitarios…
- Cortes: Procuradores con carácter deliberante, no decisorio. Nombrados desde el Movimiento, la Familia y los Sindicatos.
- Consejo Nacional del Movimiento y Consejo del Reino: Asesoraban a Franco en asuntos de importancia.
- Gobernadores civiles, Capitanías Generales y Ayuntamientos: Controlaban la administración periférica.
Bases Sociales
La dictadura contó con un apoyo importantísimo de la sociedad española. Durante la autarquía, la represión fue feroz. En los sesenta, aparecieron grupos sociales opuestos (estudiantes, obreros o un sector de la Iglesia). Los apoyos mayoritarios provenían de la oligarquía terrateniente, financiera e industrial, sin olvidar el peso del pequeño propietario agrícola de la mitad norte y la masa de funcionarios y clases medias. Era una sociedad altamente jerarquizada y alejada de «la política».
En cuanto a la oposición, se diferenciará entre la interior y la exterior. La exterior, representada por el gobierno de la República, la Generalitat, partidos y personalidades como la del hijo de Alfonso XIII, Don Juan, fue debilitándose al perder su contacto con el país. En el interior, durante la etapa de la autarquía, sobre todo hasta 1948, la represión provocó su eliminación o su paso a la sociedad pasiva; cabe destacar a los «maquis».
A partir de los años cincuenta, pero sobre todo en los sesenta y setenta, aparecieron grupos que se oponían a la dictadura de Franco. Para combatirlos, se creó el Tribunal de Orden Público (TOP). Destacaremos:
- La Universidad.
- Los obreros: UGT, de inspiración socialista, y CCOO, comunista. Un proceso importante fue «el 1001».
- Sectores de la Iglesia: Tras el Concilio Vaticano II, con dos vertientes: los curas nacionalistas y los curas obreros.
- El Nacionalismo: En Cataluña y el País Vasco se reforzó el sentimiento nacionalista. Se fortalecieron partidos nacionalistas como el PNV y surgieron grupos armados como ETA (1959).
- Partidos políticos: Ante todo de la izquierda, que se organizaron tras el Congreso de Múnich en 1962. Destacan Democristianos, Socialistas y Comunistas (PSOE, PCE), aunque surgieron muchos minoritarios como MC o LCR. En 1974, el Partido Comunista constituyó la Junta Democrática, y en 1975, el Partido Socialista, la Plataforma de Convergencia Democrática. También surgieron grupos terroristas como FRAP y GRAPO.
La Creación del Estado Franquista: Fundamentos Ideológicos y Apoyos Sociales
Terminada la Guerra Civil, España estaba completamente destrozada demográfica, social y económicamente. Con el fin de la guerra no llegó la paz, sino la victoria para unos y la derrota y represión para otros; se inició un periodo de la historia de España dominado por la figura del General Franco. La dictadura del General Franco tuvo un carácter personal con características de otro tipo de dictaduras, pero sin un cuerpo ideológico claro y homogéneo. A nivel general, podemos sintetizar que Franco era un militar con un repertorio político basado en el concepto militar de la vida y muy influenciado por el tradicionalismo católico.
Fundamentos Ideológicos y Familias Políticas
La dictadura de Franco no podemos simplificarla como dictadura fascista, ni militar, ni totalitaria, sino que fue una dictadura de carácter personal con rasgos de cada una de las anteriores. En la dictadura franquista no hubo un partido político, como en las fascistas, que impusiera su dominio, sino que existieron distintas familias políticas, ante las cuales Franco ejerció de juez y árbitro supremo, todas ellas englobadas en el llamado «Movimiento Nacional«.
El franquismo tampoco dispuso de un cuerpo ideológico claro; era un militar con unas pocas ideas políticas simples y maniqueas. Las distintas familias políticas que apoyaban al régimen fueron aportando principios ideológicos con mayor o menor fuerza dependiendo de las circunstancias internas y externas, todo ello con un objetivo claro: acaparar todo el poder y perdurar en el tiempo.
Principios Ideológicos Dominantes
La principal aportación ideológica de los militares al régimen fue el nacionalpatriotismo, una visión unitaria y tradicionalista de España (también carlistas). Del espíritu militar provienen las ideas de jerarquía, disciplina, autoritarismo que dominaron las distintas etapas de la dictadura. Firmemente anticomunistas, era defensor a ultranza de la unidad nacional y del orden público. Del fascismo tomó ideas como el hipernacionalismo, la ética de la violencia, el machismo (nunca se sentó una mujer en el Consejo de Ministros con Franco), la idea de España como un Imperio, la exaltación del líder, la dirección paternalista de la sociedad, el adoctrinamiento político de la juventud (OJE) y la mujer (Sección Femenina) y la organización sindical en sindicatos verticales o nacionalsindicalismo.
El nacionalcatolicismo se traduce en la defensa de la religión y de la moral católica en sus versiones más tradicionales, como algo consustancial a la propia España. En la forma de vestir, de salir, de relacionarse, de casarse o de la educación o las relaciones sexuales se impuso la moral católica más conservadora. Este catolicismo ultraconservador buscó su legitimación histórica en el ambiente místico e inquisitorial del Imperio y en la Iglesia de la Contrarreforma.
Esta mezcla ideológica formó el nacionalismo español durante la dictadura, representada en «España, Una, Grande y Libre»; UNA, libre de separatismos, GRANDE, unida a la idea de imperio y LIBRE de las ideologías «extranjerizantes» (judíos, masones y comunistas) y todo ello dentro de una España tradicional donde su seña de identidad era el catolicismo: «España, como reserva espiritual de occidente».
Principios Ideológicos Rechazados
Antiliberalismo: Desde el «Régimen» se culpaba al sistema liberal de la República de los males por los que había pasado España. Optan, por tanto, por un sistema sin partidos políticos, sin elecciones, sin división de poderes, sin parlamento y sin las características de un sistema liberal.
Conspiración judeo-masónica-comunista: La obsesión y fobia que Franco sentía sobre el judaísmo, la masonería y el comunismo se debía a que para él eran los introductores de los dos grandes males del siglo XIX y XX: la democracia y la lucha de clases. Como alternativa se propone la dictadura autoritaria y los sindicatos verticales.
Familias Políticas del Movimiento y Evolución Ideológica
Católicos: Se dividen en dos familias: los católicos tradicionalistas y el OPUS DEI. La familia política católica siempre tuvo ministerios (casi siempre Educación y Asuntos Exteriores). De 1943 a 1957 fueron los que tuvieron la hegemonía política. Los católicos tradicionalistas fueron sustituidos a partir de 1957 por el OPUS DEI, imponiéndose la cultura tecnócrata (grupo de técnicos, que se declaraban apolíticos y que impulsan el desarrollismo económico. A partir de la década de los sesenta dominan tanto las altas como las medias esferas del poder).
Falangistas: El falangismo también estuvo presente siempre en los Consejos de Ministros (eran suyas generalmente las carteras Agricultura y Trabajo) y en la sociedad española. Tuvo su hegemonía en los inicios de la dictadura en la denominada etapa azul. Del movimiento van a salir, al final del régimen, otras dos familias: el búnker o inmovilistas y los aperturistas liderados por Solís y Fraga que les disputaron el poder a los tecnócratas.
Militares: El ejército fue el principal sostén del régimen y el artífice de la victoria sobre el régimen republicano. El ejército estuvo siempre firmemente controlado por Franco y subordinado a su persona, por ello nunca fue un grupo de presión. Los militares siempre estuvieron presentes en el gobierno; en el Consejo de Ministros o en puestos intermedios. Suyas eran siempre las carteras militares.
Monárquicos: Estaban divididos en dos tendencias: carlistas y donjuanistas. Los carlistas también estuvieron siempre presentes en los Consejos de Ministros (casi siempre ocupando la cartera de Justicia). En línea con el tradicionalismo católico y conservador. La relación con los donjuanistas no fue fácil, sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial y el Manifiesto de Lausana.
Franquistas: Un importante sector, pronto presidido por Carrero Blanco hasta 1973. Solían ser técnicos independientes o sin adscripción a ninguna familia política, pero siempre con la característica común de la fidelidad y la adhesión incondicional al «Caudillo«.
Se distinguen tres grandes «etapas ideológicas» durante la dictadura franquista. De 1939 a 1942: la etapa de predominio falangista, también llamada etapa azul. De 1943 a 1957: la ideología predominante fue el nacionalcatolicismo tradicional y de 1957 a 1975: dominó la tecnocracia y el desarrollismo económico.
Instituciones e Institucionalización Política: Leyes Fundamentales del Régimen y Organización del Estado
El régimen franquista se fundamentó en tres pilares: el ejército, la Iglesia y el Movimiento.
El Ejército: Los militares tuvieron una presencia muy significativa en la vida de la sociedad franquista, participando en todo tipo de tribunales, actos públicos o sociales. Controlaban la represión, dirigían la policía, participaban en la política económica y aportaron muchos símbolos y claves ideológicas del Régimen a través de la doctrina del caudillaje militar. Por ello, aunque estaban mal pagados, guardaron una escrupulosa fidelidad a Franco y su régimen, estando orgullosos de su victoria y del lugar de honor que tenían en el país.
La Iglesia: Desde el principio, la Guerra Civil fue calificada como «Cruzada», y la Iglesia aportó legitimidad interior y exterior, además de convertirse en un eficaz instrumento de propaganda. Franco entraba bajo palio en las Iglesias y nombraba obispos y cardenales; a cambio de esto, el predominio y prestigio social de la Iglesia era inmenso. Se les devolvió el control de la educación, se restablecieron las retribuciones económicas e incluso el control de los profesores o políticos locales. Los primeros enfrentamientos con la Iglesia tuvieron lugar muy avanzada la década de los sesenta, cuando una parte de ella quiso apartarse de la dictadura, influida por las doctrinas del Concilio Vaticano II.
El Movimiento: El partido político fundado por José Antonio Primo de Rivera fue desvirtuado por Franco al integrarlo dentro del Movimiento Nacional, junto con los tradicionalistas carlistas y las JONS. Con ello, redujo su papel a ser la cantera para dotar al régimen de sus cuadros dirigentes, siempre que le prestara fidelidad. En el periodo azul tuvieron el predominio, pero tras la derrota de las potencias del Eje, este disminuyó. Otro papel fundamental del Movimiento fue el adoctrinamiento de las masas; para ello creó diversas instituciones como los Sindicatos Verticales, el SEU, la Sección Femenina, el Frente de Juventudes y la OJE.
El régimen se organizó jurídicamente mediante LEYES FUNDAMENTALES, destacando:
- Fuero del Trabajo de 1938. Regulaba las relaciones laborales y prohibía el derecho a la huelga. Constituyó la primera ley fundamental como mecanismo para la institucionalización del Régimen.
- Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. Legalizó la represión contra los vencidos en la guerra. Después se completaría con otra ley del 40 contra la masonería y el comunismo.
- La Ley de Cortes de 1942. Permitía la creación de las Cortes, a las que se les asignaba un papel consultivo y sin iniciativa parlamentaria. Los procuradores eran designados por Franco o por elección de municipios y el sindicato.
- Fuero de los Españoles de 1945. Especie de declaración de derechos y deberes de los ciudadanos, pero estos podían ser suspendidos cuando el gobierno lo considerara oportuno. Esta ley y la anterior pretendían dar al régimen una cierta apariencia democrática: era la «democracia orgánica».
- Ley de Referéndum Nacional de 1945. Por la que se podían someter a referéndum aquellas cuestiones que el Jefe de Estado considerara oportunas.
- Ley de Sucesión de 1947. «España es un estado católico, social y representativo que, de acuerdo a su tradición histórica, se constituye en un Reino». Otro intento más de conseguir la legitimación exterior basándose en el catolicismo y en la monarquía. Se establece la monarquía, pero se dice que Franco es Jefe del Estado vitalicio y con derecho a nombrar a su sucesor. Don Juan reaccionaría con el Manifiesto de Lausana. Esta ley se complementaría con la del 69 en la que se nombra a Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco.
- Principios Fundamentales del Movimiento de 1958. Se sustituyó el contenido falangista por el del «Movimiento» más neutro y ambivalente. Se estaba abandonando la autarquía que iba a ser sustituida por el desarrollismo económico. Dominó el carácter burocrático y técnico del régimen.
- Ley Orgánica del Estado de 1966. España se organizaba en una democracia orgánica y se reconocía una forma leve de participación ciudadana para elegir a una parte (1/3) de las Cortes. Se establece la posibilidad de que el jefe del gobierno sea diferente al del Estado. Las Cortes pasaron a tener cierto papel legislativo. Se contemplaba la creación de asociaciones políticas.
Estas Leyes Fundamentales dieron el soporte jurídico a un sistema político piramidal donde Franco controlaba todos los resortes del poder:
- Jefatura del Estado: En manos de Franco, podía incluir también la Jefatura del Gobierno. Podía legislar por decreto. Todos los poderes le estaban subordinados. Tenía iniciativa para nombrar obispos, cargos públicos, universitarios…
- Cortes. Procuradores con carácter deliberante, no decisorio. Nombrados desde el Movimiento, la Familia y los Sindicatos.
- Consejo Nacional del Movimiento y Consejo del Reino. Asesoraban a Franco en asuntos de importancia.
- Gobernadores civiles, Capitanías Generales y Ayuntamientos. Controlaban la administración periférica.
Las Bases Sociales del Franquismo
La dictadura de Franco, a nivel general, contó con un apoyo importantísimo de la sociedad española. Los apoyos mayoritarios provenían de la oligarquía terrateniente, financiera e industrial, sin olvidar el peso del pequeño propietario agrícola de la mitad norte y la masa de funcionarios y beneficiados por el régimen. Las clases medias, que conocieron un gran desarrollo a partir de la década desarrollista, apoyaron mayoritariamente al régimen, presentando un matiz conservador bastante fuerte.
Era una sociedad altamente jerarquizada. El vértice estaba ocupado por las altas jerarquías de la Iglesia, el Estado y el Movimiento Nacional, junto con la oligarquía financiera y terrateniente. El estrato intermedio era para los cargos medios de esas instituciones, los campesinos propietarios y la pequeña y mediana burguesía. La amplia base estaba ocupada por los obreros y los campesinos.
El régimen, apoyado por la Iglesia y el Movimiento Nacional, luchó y consiguió que la inmensa mayoría de la población española se alejara de la política en el sentido clásico del término. Ni que decir tiene que esta despolitización es otra forma de hacer política; esa que consiste en el sometimiento de una mayoría a una minoría.
En cuanto a la oposición, se diferenciará entre la interior y la exterior. La exterior, representada por el gobierno de la República, la Generalitat, los partidos y personalidades como la del hijo de Alfonso XIII, Don Juan, fue debilitándose al perder su contacto con el país. En el interior, durante la etapa de la autarquía, sobre todo hasta 1948, la represión fue tan feroz que la oposición existente desapareció por su eliminación o su paso a la sociedad pasiva; cabe destacar a los «maquis» que continuaron la lucha armada en forma de guerrilla en muchas zonas de España y el intento de invasión desde el Valle de Arán tras la Guerra Mundial que terminó en un fracaso rotundo.
A partir de los años cincuenta, pero sobre todo en los sesenta y setenta, aparecieron grupos muy dinámicos que se oponían a la dictadura de Franco. Para ellos se creó el Tribunal de Orden Público (TOP), y la represión tendría altibajos en su virulencia. Destacaremos:
- La Universidad, que se convertiría en un eje fundamental de oposición al Régimen. Esta fue cerrada en algunas ocasiones.
- Los obreros, encuadrados en organizaciones sindicales, sobre todo UGT de inspiración socialista y CCOO, comunista, que organizarían la lucha obrera por mejoras laborales pero con un trasfondo político de lucha contra la dictadura. Un proceso importante contra el movimiento obrero fue «el 1001».
- Sectores de la Iglesia, influidos por las ideas del Concilio Vaticano II, con dos vertientes: los curas nacionalistas y los curas obreros.
- El Nacionalismo. En Cataluña y el País Vasco se reforzó el sentimiento nacionalista, acentuado con la represión. Se fortalecieron partidos nacionalistas como el PNV y surgieron grupos armados como ETA (1959) con una fuerza cada vez mayor, siendo capaces de atentar incluso contra el Presidente del Gobierno Carrero Blanco en 1973.
- Partidos políticos, ante todo de la izquierda, que canalizaron la oposición democrática desde el interior del país, principalmente tras el Congreso de Múnich en 1962. Son Democristianos, Socialistas y Comunistas. Los más importantes fueron PSOE y PCE, aunque surgieron muchos minoritarios como MC o LCR. En junio de 1974, el Partido Comunista constituyó la Junta Democrática, y en 1975, el Partido Socialista formó la Plataforma de Convergencia Democrática. También surgieron grupos terroristas como FRAP y GRAPO.
Etapas de la Dictadura Franquista
La Postguerra (1939 – 1945)
Organización interna. Nuevo Estado dirigido por el General Franco, con dos objetivos: permanencia en el poder y lucha contra el marxismo y la democracia. Para ello, suprimió las libertades políticas y solo hubo un partido, el Movimiento Nacional, y una central sindical, la Organización Sindical. Franco era Jefe del Estado y del Gobierno, Jefe del Movimiento, Generalísimo de los ejércitos y Caudillo de España.
Franco contó con la colaboración de grupos ideológicos conservadores: Falange, Tradicionalistas, Iglesia y Ejército. Los símbolos falangistas fueron adoptados como enseñas del Régimen junto a los tradicionalistas. Se inició el soporte legal bajo el epígrafe de democracia orgánica frente a democracia liberal y se publicaron Leyes Fundamentales en vez de Constitución: Fuero del Trabajo, Ley de Cortes, Fuero de los Españoles y Ley de Referéndum.
Organización de la oposición. Tras el triunfo militar, se mantuvo la fuerte represión contra los vencidos: Ley de Responsabilidades Políticas (quien no hubiera apoyado al Movimiento podía ser juzgado) y Ley de Represión contra la Masonería y el Comunismo. Se creó un gobierno en el exilio en México que no fue reconocido por EE. UU. ni Inglaterra.
Situación internacional. España y la II Guerra Mundial. El 1 de septiembre de 1939 se inició la Segunda Guerra Mundial. El dilema fue si intervenir en ella o no. Los alemanes planeaban una ofensiva para cerrar el Mediterráneo a los ingleses. Hitler se entrevistó en Hendaya con Franco para conseguir su implicación; Franco presentó reivindicaciones colonialistas en África que no fueron aceptadas por los alemanes. Mussolini y Franco también se entrevistaron, pero finalmente España no entró en la guerra. En 1942, Franco optó por la no intervención, salvo suministros de guerra a los alemanes y el envío de la División Azul a Rusia entre 1941 y 1944. Al finalizar la Guerra, la ONU acordó no admitir a España, y en la Conferencia de Potsdam, las potencias no se pusieron de acuerdo sobre el tema de España.
Aislamiento de Franco: La Autarquía (1946 – 1951)
Organización interna. El régimen inició una operación de propaganda política con grandes manifestaciones ante el boicot internacional. En 1947, la Ley de Sucesión constituía a España como reino y otorgaba a Franco la Jefatura Vitalicia del Estado, pudiendo nombrar a su sucesor.
Organización oposición. Don Juan de Borbón publicó el «Manifiesto de Lausana» en el que pedía la restauración de la monarquía legítima e incluso se reunió con socialistas en el «Pacto de San Juan de Luz», pidiendo una salida democrática para España. Don Juan se entrevistó con Franco y permitió que su hijo Juan Carlos se educara en España.
Situación internacional. Nueva coyuntura internacional. La comunidad internacional propuso un aislamiento relativo y la ruptura de relaciones diplomáticas; solo se mantuvieron los embajadores del Vaticano, Portugal y Suiza, junto a la ayuda de la Argentina de Perón. A partir del comienzo de la Guerra Fría, el enfrentamiento entre fascismo y democracia fue sustituido por la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética. España tenía una posición geoestratégica importante, lo que permitió que a partir de 1950 la ONU atenuara la condena al Régimen.
Estabilización Política (1951-1967)
Organización interna. A partir de 1951, España empezó a transformarse. Estas transformaciones se aceleraron a partir de 1957 y sobre todo con el Plan de Estabilización de 1959 que supuso el fin del periodo de la autarquía. El almirante Carrero Blanco, desde 1951, empezó a controlar el gobierno y se apoyaría en los tecnócratas (miembros del Opus Dei) con planteamientos modernos a nivel económico y conservadurismo ideológico (López Rodó). España se consolidó como dictadura burocrática con nuevas leyes (Ley de Principios del Movimiento Nacional). A partir de la reorganización de la oposición, el Gobierno tomó medidas represivas, pero también Franco nombró nuevos ministros tecnócratas (López Bravo, López Rodó y Fraga), así como reformas liberalizadoras: la Ley de Prensa, Ley de Libertad Religiosa y Ley Orgánica del Estado.
Organización de la oposición. A comienzos de los 60, el franquismo dio muestras de agotamiento político. España se modernizó económica y socialmente y empezó a pedir cambios políticos. En 1962, se reunió la oposición interior y exterior en el Congreso de Múnich, que denunció el carácter antidemocrático del régimen. En España, empezó un periodo de agitación social: creación de sindicatos (Comisiones Obreras), inicio de protestas universitarias y oposición de nacionalismos, sobre todo en el País Vasco. En 1959, nació ETA.
Situación internacional. A nivel general, hubo reconocimiento exterior. A partir de 1953, con el Concordato con la Santa Sede (ya que España es un Estado confesional) y los Pactos con Estados Unidos que trajeron ayuda económica a cambio de bases militares (Zaragoza, Torrejón y Rota), y la visita del presidente americano Eisenhower en 1959; España ingresó en la ONU en 1955 y dejó de ser fascista para convertirse en un estado autoritario de derechas. Paralelamente, se produjo el proceso de descolonización, y tras la concesión de independencia por Francia a Marruecos, España la concedió al protectorado marroquí y empezaron problemas en Ifni. Asistimos también al cierre de fronteras con Gibraltar y en 1968 la descolonización de Guinea y un año después se entregó Ifni a Marruecos.
Gobiernos de Carrero Blanco (1967 -1973)
Organización interna. A finales de la década, aumentó la oposición al régimen y la crisis del franquismo, con el declive físico del dictador que nombró a Carrero Blanco vicepresidente del gobierno y en 1973 Presidente del Gobierno. Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de la jefatura del estado. El régimen agonizaba entre medidas aperturistas e inmovilistas y escándalos económicos (MATESA).
Organización de la oposición. Malestar y crisis social, se agudizó el terrorismo. Juicio de Burgos con condenas de muerte. Decretos de represión del terrorismo; en 1973, el «proceso 1001» contra dirigentes de Comisiones Obreras; el 20 de diciembre, ETA asesinó a Carrero Blanco.
Final del Franquismo (1973-1975)
Organización interna. Tras la muerte de Carrero Blanco, se nombró a Carlos Arias Navarro, representante del «búnker». Planteó el «Espíritu del 12 de febrero» con legalización de algunas asociaciones y tolerancia a ciertas huelgas. Fracasó ante la conflictiva situación interna (oposición, terrorismo, contestación social) y la crisis económica de 1973 (crisis del petróleo). Franco inició su larga agonía que terminó el 20 de noviembre de 1975.
Organización de la oposición. Malestar y crisis social, se agudizó el terrorismo. Problemas con la Iglesia, enfrentamiento con obispos vascos y catalanes. Aumento del terrorismo y ejecución de Puig Antich. Con la enfermedad de Franco, se decretó estado de excepción en el País Vasco. En junio de 1974, el Partido Comunista constituyó la Junta Democrática, y en 1975, el Partido Socialista formó la Plataforma de Convergencia Democrática. En 1975, hubo condenas a muerte a miembros de ETA y del FRAP.
Situación internacional. El contexto internacional era desfavorable, con la crisis de las dictaduras del sur (coroneles en Grecia y claveles en Portugal). En el Sahara español, la «Marcha Verde» terminó con la entrega a Marruecos.
Esquema del Tema 12: La Transición Democrática
I. La Transición Democrática
Características Generales de la Transición
En 1975, a la muerte de Franco, existían tres opciones:
- 1. El continuismo = «Búnker».
- 2. La ruptura democrática = línea preferida por la izquierda (PSOE y PCE).
- 3. La reforma, de la que era partidaria el Rey y las altas personalidades del Régimen.
Triunfo del camino de la Reforma. Juan Carlos I, Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda = Consenso.
Etapas y Principales Problemas de la Transición
- Muerte de Franco, confusión política, crisis económica y una crisis exterior provocada por la «Marcha Verde».
El Gobierno de Arias Navarro
El 22 de noviembre de 1975, D. Juan Carlos juró su cargo en las Cortes. Su discurso mostró deseos de apertura política. Como Presidente del Gobierno, continuó Arias Navarro con un gobierno continuista. En el año 1976, se tomaron tres decisiones de gran calado político:
- Nombramiento de Torcuato Fernández Miranda como Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino.
- Forzar la dimisión de Arias Navarro.
- Elegir a Suárez como presidente del gobierno en una terna presentada por el Consejo del Reino.
Gobierno Suárez y Ley para la Reforma Política
Tras el nombramiento de Suárez, en noviembre de 1976, las Cortes aprobaron la Ley para la Reforma Política, marco legal para la instauración de la Democracia. Esta ley establecía los derechos fundamentales de los ciudadanos, la convocatoria de elecciones y la existencia de un Congreso y un Senado que elaborarían una Constitución.
Esta Ley fue aprobada en Referéndum. Los resultados afirmativos significaron la desaparición de instituciones franquistas y un «suicidio político» franquista.
Dificultades
- 1. El terrorismo. Recurso a la violencia terrorista con el posible objetivo de que interviniera el ejército:
- Extrema Derecha: Fuerza Nueva, Guerrilleros de Cristo Rey. Sucesos de Montejurra y la matanza de Atocha.
- Extrema izquierda: El GRAPO (Cádiz, Vigo y Bilbao), atentados como paso previo para que triunfase la revolución.
- El nacionalismo radical: ETA, principal grupo terrorista de España. A partir de 1980, el monopolio terrorista lo tuvo ETA, salvo esporádicas y puntuales apariciones del GRAPO y el fenómeno de los GAL.
- 2. La conflictividad social. La crisis de 1973 tuvo unas consecuencias especialmente graves en España con aumento del paro (del 2% se pasa a rondar el 20%), lo que provocó muchas huelgas. CCOO, UGT y USO.
- 3. La actitud de inmovilistas y el ejército. El ejército permanecía expectante, pero se oponía a la profundización democrática, sobre todo, a la legalización del PCE. El miedo a un golpe de estado.
- 4. La actitud de los nacionalismos. El nacionalismo mantuvo una actitud expectante. Catalanes, vascos y gallegos querían «hechos diferenciales», y en el resto de las regiones, una demanda generalizada de autonomía.
Legalización del PCE
La serenidad del PCE y la necesidad de legalizarlo para que las elecciones fueran libres. En vacaciones de Semana Santa, Suárez legalizó al PCE. Primera decisión política de envergadura contra el parecer mayoritario del ejército. El PCE, pese a su carácter republicano, aceptó la monarquía de Juan Carlos I y la bandera bicolor.
Elecciones de Junio 1977
Se presentaron muchos partidos, pero los básicos fueron:
- Centro: Suárez (UCD), coalición de partidos de Centro: democristianos, liberales, socialdemócratas y regionalistas.
- Izquierda: El PSOE, que desde 1972 tuvo un gran proceso de renovación, tomó la estrategia de no aceptar coaliciones y exigir la absorción bajo sus siglas; y el PCE, partido mejor organizado y más activo durante la dictadura.
- Derecha: El partido más importante fue Alianza Popular (Fraga) = franquismo sociológico. Varios grupos de ultraderecha.
- Nacionalistas: En Cataluña, el centro por Jordi Pujol y más a la izquierda Esquerra Republicana. En el País Vasco, el PNV y Euskadiko Ezkerra eran las opciones de centro y de izquierda.
La UCD de Suárez ganó las elecciones con 166 escaños y detrás el PSOE con 118. El PCE con 20 escaños y AP con 16. Presencia de los nacionalistas catalanes y vascos, con muy buenos resultados en sus circunscripciones. Ninguno con mayoría absoluta.
El Primer Gobierno de la UCD de Suárez: «Política como Consenso»
Una idea: borrar el pasado para permitir la reconciliación: fin del discurso de la guerra, amnistía y renuncia a la revancha. Suárez tuvo dos grandes retos:
- 1. La lucha contra la crisis económica: Pactos de la Moncloa.
- 2. La realización de una Constitución.
La Constitución de 1978
El Proceso Constituyente
Comisión Constitucional «padres-redactores»:
- Por UCD: Gabriel Cisneros, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca.
- Por PSOE: Gregorio Peces Barba.
- Por AP: Manuel Fraga.
- Por PCE: Jordi Solé Tura.
- Por la Minoría Catalana: Miquel Roca.
- Ninguno del PNV.
El proyecto de Constitución fue aprobado por las Cámaras en octubre con la abstención del PNV y el voto en contra de 5 diputados de AP y uno de Euskadiko Ezkerra. El Referéndum se celebró el 6 de diciembre de 1978.
Constitución de 1978
Consenso por coyuntura política y social: APARTIDISTA, ECLÉCTICA, MESIÁNICA, UTÓPICA Y AMBIGÜA.
Principios Generales. Derechos y Libertades.
El Estado se basa en los principios de igualdad, libertad y pluralismo político, definiéndose como democrático y social. La forma del estado es la Monarquía Parlamentaria.
Amplia lista de derechos y libertades, aparecen derechos de tipo social e incluso la posible intervención del Estado.
Existencia de partidos, sindicatos, se abre la posibilidad al divorcio y se constitucionaliza el derecho a la huelga. Sobre las «Fuerzas fácticas» hay bastante ambigüedad: aconfesionalidad del Estado, pero menciona expresamente a la Iglesia Católica y las fuerzas armadas tienen la función de «garantizar la soberanía e independencia de España…».
Las Instituciones del Estado
La Monarquía se define como parlamentaria, moderada y arbitral.
Las Cortes Generales: se establece un modelo bicameral. Ostentan el poder legislativo y controlan la acción del gobierno. El Gobierno: Ostenta el poder ejecutivo, nombrado por el Rey a propuesta de las Cortes.
El Poder Judicial: Goza de independencia con multitud de instancias (Supremo, Constitucional…).
El Título VIII. La Cuestión Autonómica
Para satisfacer a vascos y catalanes se empleó el término «nacionalidad». Se establecieron dos modelos de acceso a la autonomía: el artículo 151 y el 143. Muy ambiguo.
Otros Aspectos
Grandes cuestiones deben ser aprobadas mediante Leyes Orgánicas que requieren la mayoría absoluta, es decir, que busca hacer perdurar el consenso. Otra novedad es el establecimiento de todo un sistema de protección de las libertades, creando instituciones como el Defensor del Pueblo, el Tribunal Constitucional…
II. Los Gobiernos Democráticos (1979 – 2000)
Desde 1978 hasta la actualidad transcurre el período más estable de la historia contemporánea de España y donde se ha conseguido una amplia modernización política, social y económica; si bien en los dos últimos aspectos el despegue se inició durante el franquismo, estos años nos han permitido asistir a un proceso de cambio que ha terminado con males endémicos y abierto un futuro en el que los ciudadanos pasamos a ser dueños de nuestro destino.
1. Los Gobiernos de la UCD (1976-1982)
Los Gobiernos de Suárez (1976 – 1981)
Ya conocemos el proceso de la «Transición», que supuso la modificación de la dictadura franquista desde dentro, hasta conducirlo hacia un sistema democrático. Este proceso se realizó por la vía legal, lo que Fernández Miranda denominó «de ley en ley». La Ley para la Reforma Política, la legalización de todos los partidos políticos y convocatoria de elecciones constituyentes. A partir de aquí los resultados impusieron la política del consenso; política que se iba a ejemplarizar en la Constitución de 1978 y en los Pactos de la Moncloa. Una vez aprobada la Constitución, Suárez convocó elecciones a Cortes Legislativas. El resultado de las elecciones de 1979 fue parecido al de las de 1977, victoria sin mayoría absoluta de UCD y el PSOE como gran partido de la oposición. Este modelo de «bipartidismo imperfecto» se completaba con otros dos partidos más minoritarios de ámbito nacional (AP y PCE) y con unos resultados bastante aceptables de los nacionalistas periféricos.
La labor legislativa de este gobierno no fue muy intensa salvo la aprobación de la Ley Orgánica sobre el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial y la aprobación de los Estatutos de Autonomía de Cataluña y País Vasco, ya que las dificultades entorpecieron esa labor.
La Crisis de UCD y Gobierno de Calvo Sotelo
Los problemas de Suárez aumentaron cuando intentó que las nacionalidades históricas consiguieran su autonomía por la vía rápida del artículo 151 y las regiones por la vía lenta del artículo 143. El referéndum de Andalucía fue el primer descalabro importante de Suárez. A estas dificultades se le unieron la debilidad del gobierno al no tener mayoría absoluta, la presión de la oposición, la conflictividad social, el terrorismo y, sobre todo, las disputas internas de UCD. En ese contexto Suárez dimitió a principios de 1981.
Cuando se estaba celebrando la investidura de su sucesor, Calvo Sotelo, se produjo el asalto al Congreso por Tejero, acompañado en Valencia por Milans del Bosch, que sacó las tropas a la calle. Pero este intento de golpe de estado fracasaría por la decisiva intervención de D. Juan Carlos, lo que le reportaría importantes dividendos políticos.
El gobierno de Calvo Sotelo se vio influido en su labor legislativa por los mismos condicionamientos que el de Suárez (sobre todo la crisis de UCD). No obstante, se aprobó el divorcio y la entrada en la OTAN y se negociaron estatutos de autonomía. Ante la complicada situación, Calvo Sotelo convocó elecciones para octubre de 1982.
2. Los Gobiernos del PSOE (1982-1996)
Fueron los gobiernos de Felipe González y representaron la consolidación democrática de España. Su amplia victoria electoral (más de diez millones de votos) tuvo gran trascendencia. Por primera vez llegaba al poder en solitario el partido socialista y además después del intento de golpe de estado de Tejero. Pronto quedaron disipados los temores hacia la reacción de los sectores más tradicionales y hacia la posible radicalidad del PSOE.
Los socialistas habían evolucionado durante la transición. En el congreso extraordinario de 1979 abandonaron la denominación de partido marxista y se abrieron a otras corrientes progresistas. El «bipartidismo imperfecto» que había dominado hasta entonces la escena política dio paso a un sistema de partido dominante.
El PSOE se configuró como una organización bien articulada, y a la que era difícil de desbancar electoralmente, ganando tres elecciones consecutivas con mayoría absoluta, en 1982, en 1986 y en 1990. En 1993, en contra de lo que pronosticaban las encuestas, volvieron a ganar, sin mayoría absoluta, con lo que gobernaron con los apoyos de PNV, CiU y Coalición Canaria. En 1996, perdieron, por menos votos de los esperados, ante el PP.
Esta amplia permanencia en el poder se explica por la política practicada por el PSOE (aumentó la modernización de España a través de una serie combinada de medidas liberales y socialdemócratas) y por la debilidad de la oposición, con la desaparición de UCD y la crisis y refundación del PP e IU.
A nivel general se puede considerar que la política llevada a cabo por los socialistas fue «pragmática y moderada». Con sus reformas no se rompió el entendimiento con los tradicionales poderes económicos e institucionales (la banca, Iglesia y ejército), combinando las medidas neoliberales en economía y las socialdemócratas en política social. No obstante, ello le llevaría al enfrentamiento con los sindicatos. Ejemplos de este pragmatismo fueron la prioridad a la lucha contra la inflación sobre el paro, la ruptura de la promesa de sacar a España de la OTAN, las buenas relaciones con la oligarquía financiera o el cambio de postulados antiimperialistas y neutralistas en política exterior por las buenas relaciones con Europa y EE. UU.
Actuación Económica
En 1982, los socialistas, con Miguel Boyer como Ministro de Economía, se dedicaron a luchar contra la inflación, a través de una política de ajuste y liberalizando la economía. Además, intensificaron la reconversión industrial y flexibilizaron el mercado laboral. Estas tres medidas económicas le acarrearon bastantes críticas políticas, pero, ayudados por la coyuntura internacional, consiguieron sacar a España de la crisis económica que vivía desde 1973. Así aumentó la inversión extranjera en España, subió fuertemente la producción industrial, se incrementó el turismo y se hicieron innumerables obras públicas. La inflación bajó, el PIB creció a un ritmo anual del 4,5% y el paro también descendió.
Esta expansión económica tuvo muchas consecuencias políticas; influyó en los buenos resultados electorales conseguidos por el PSOE en sucesivas convocatorias, permitió la consolidación del estado del bienestar, pero también posibilitó una tendencia a la especulación y a la corrupción, los llamados «nuevos ricos«, que iba a traer negativas consecuencias electorales y a un enfrentamiento con los sindicatos que tildaban a su política de neoliberal y de un reparto injusto de la riqueza generada.
A finales de la década de los ochenta se concentraron todos los esfuerzos económicos para preparar Olimpiada y Expo del 92, pero no se consiguieron los efectos esperados, ya que éstos se vieron minimizados por la recesión económica de principios de los noventa y por las acusaciones de corrupción.
Desde 1992, la economía española empezó a mostrar claros síntomas de recesión. Además, nuestro país no cumplía los requisitos fijados en el tratado de Maastricht para poder participar en la futura integración monetaria europea. Desde 1993 toda la política económica se orientó a conseguirlos creando el Plan de Convergencia con Europa. Dicho objetivo lo conseguiría ya el gobierno de Aznar.
Política Reformista
Se impulsaron medidas legislativas que ampliaban derechos y libertades como la objeción de conciencia o la despenalización, en tres supuestos, del aborto. La reforma de las Fuerzas Armadas redujo el ejército y lo hizo más operativo, imponiendo la supremacía del poder civil sobre los militares, consiguiendo disipar los temores de golpe de estado y consolidar el protagonismo civil. Cerraron el mapa autonómico en 1983 con la aprobación de los últimos Estatutos y llevaron a cabo progresivamente los traspasos de diversas competencias a las Comunidades Autónomas.
Uno de los grandes éxitos de la política socialista fue la extensión del «Estado del Bienestar«, fundamentalmente en tres campos; educación, sanidad e infraestructuras, aumentando para ello la presión fiscal. Tanto en educación como en sanidad consiguieron la cobertura universal, se extendió el seguro de desempleo y se aprobó la ley de pensiones no contributivas. Se realizaron grandes inversiones educativas y la enseñanza conoció una gran expansión. La LOGSE aumentaba la enseñanza obligatoria hasta los 16 años, pero la falta de una financiación adecuada hizo que no se consiguieran todos los objetivos de esta ley. En materia de infraestructuras optaron por las autovías frente a las autopistas y desarrollaron proyectos importantes como los del AVE.
Política Exterior
Los dos grandes objetivos de la política exterior socialista fueron la Comunidad Europea y la OTAN y en un segundo plano el mundo iberoamericano y el Mediterráneo. Desde el inicio de la transición Suárez había solicitado el ingreso en la Comunidad Europea, pero las negociaciones no avanzaban. De la mano de Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, se estrecharon las relaciones con Francia y Alemania, sobre todo, a raíz de que Felipe González relacionara nuestra entrada con la permanencia en la OTAN. El 1 de enero de 1986 España era ya un nuevo miembro de la Europa de los doce. Se terminaba así nuestro secular aislamiento internacional.
Con respecto a la OTAN el PSOE cambió de postura, así en el referéndum sobre nuestra permanencia preconizaron la utilidad de la OTAN para acabar con nuestro aislamiento tradicional y modernizar las fuerzas armadas, consiguiendo la ratificación de la permanencia de España en la misma.
La Crisis
La política económica supuso que se rompieran las tradicionales buenas relaciones con los sindicatos más importantes (UGT y CCOO). La huelga general convocada por estos en 1988 resultó ser todo un éxito de convocatoria. A esta huelga general le siguieron dos más; en 1992 y en 1994.
Estos problemas de los socialistas se vieron incrementados a medida que llegaban noticias de los primeros casos de corrupción económica (el caso Juan Guerra, Filesa…), casos de enriquecimiento personal, financiación ilegal de los partidos políticos, tráficos de influencias… que empañaron la imagen del partido, además se produjo una fuerte división interna en el PSOE.
En 1993, Felipe González se vio obligado a adelantar las elecciones debido a una serie de problemas (endurecimiento de las críticas de PP e IU, crisis económica, varios casos de corrupción y enfrentamiento entre aperturistas y guerristas). Las elecciones, fueron ganadas por el PSOE sin mayoría, siendo necesario apoyarse para gobernar en los partidos nacionalistas (CiU, PNV y CC). Era, por tanto, un gobierno débil. El apoyo fundamental le vino de CiU, que a cambio recibió contrapartidas económicas para Cataluña, lo que aumentaba la sensación de agravios comparativos con otras regiones.
Esta legislatura vino marcada fundamentalmente por la crispación política. El intento de regeneración política con la inclusión de jueces independientes como Garzón fracasó. El PP e IU arreciaban sus críticas y el enfrentamiento y la crispación política llegó a las mayores cotas desde el restablecimiento de la democracia. A esta crispación política se le unieron el descubrimiento de nuevos casos de corrupción y, sobre todo, el papel de una parte de la prensa (ABC, El Mundo, la COPE, Época…) que realizó una campaña de investigación sobre esos casos de corrupción, y de acoso y derribo al PSOE. Así, aparecen nuevos datos sobre FILESA, Luis Roldán, director de la Guardia Civil, y Mariano Rubio, gobernador del banco de España, son detenidos acusados de corrupción económica. El juez Garzón reactivó el caso de los GAL y se abrió el caso de las escuchas del CESID. La crispación política llegó a tal grado que amenazó aspectos de la propia seguridad del estado.
En este ambiente, CiU retiró su apoyo al gobierno y este convocó elecciones generales para 1996. El PP ganó las elecciones, pero sin mayoría absoluta.
3. Los Gobiernos del PP (1996-2004)
El PP tuvo que gobernar en la primera legislatura con el apoyo de los nacionalistas y en la segunda consiguió una holgada mayoría absoluta, fueron los Gobiernos de José María Aznar. La llegada del PP al poder no supuso una ruptura con la línea sustancial del PSOE, significó una consolidación de la democracia, pues implicaba la alternancia política y la llegada de la derecha moderna al gobierno del país.
Primer Gobierno del PP (1996 – 2000)
El PP, no optó por una política de derechas clara de base franquista, ni se dedicó a hacer una contraofensiva legislativa sobre la labor de gobierno de los socialistas. Realizó, al principio, un viraje hacia posiciones de centro, que le valieron después la mayoría absoluta, y realizó una política hasta cierto punto continuista en cuestiones sociales.
La recuperación económica que se inició en 1995 se consolidó en los años del PP. La política antiinflacionista y de rigor presupuestario practicada por Rodrigo Rato y la excelente coyuntura internacional posibilitaron una etapa de crecimiento económico; descendiendo el paro y la inflación y consiguiendo alcanzar los requisitos económicos de Maastricht, con lo que España pudo incorporarse como miembro fundador de la Europa del euro. Por otra parte, el PP aceleraría el proceso de privatización de empresas públicas procedentes del INI y de la flexibilización del mercado laboral (con el acuerdo de los sindicatos), ambas políticas habían sido iniciadas por el PSOE, pero el PP las profundizó.
El PP culminó la política de profesionalización de las Fuerzas Armadas, reduciendo los efectivos militares y suprimiendo el servicio militar obligatorio (actuación que le valió buenos dividendos electorales). En política exterior continuaron la misma línea de los socialistas. Así la base fue la UE y la OTAN, España participó en la guerra de Kosovo.
La mayoría minoritaria del PP le hicieron recurrir, como había hecho el PSOE, a los partidos nacionalistas para gobernar. Ello les dio la posibilidad de disponer de una amplia capacidad de influencia en la gobernación del país. Así consiguieron, además de concesiones concretas para sus comunidades, la eliminación de la figura del gobernador civil (un triunfo simbólico frente al liberalismo centralista que se había ido imponiendo desde el siglo XIX), el cambio en la financiación de las comunidades autónomas con la cesión del 30% del IRPF… En esta situación se radicalizaron y pusieron el techo de sus reivindicaciones muy alto, conscientes los partidos nacionalistas de los buenos resultados electorales que ello les deparaba. Si con los catalanes las relaciones se recondujeron (CiU empezaba a tener problemas internos con la sucesión de Jordi Pujol y a perder posiciones electorales) con el PNV las relaciones se tensaron progresivamente. Tras el pacto de Estella y la tregua de ETA las posturas del PNV y del PP se distanciaron. En 1999, ETA volvía al terrorismo, el PP y el PSOE firmaron el pacto antiterrorista y las relaciones del PNV con el PP fueron enturbiándose progresivamente. El PP, al contrario que el PSOE cuando estuvo en el gobierno, optó por una línea dura contra el PNV.
Segundo Gobierno del PP (2000-2004)
Buenos resultados electorales y crisis interna en el PSOE después de la retirada de Felipe González. PP: política más de derechas. Dos grandes problemas: la sucesión de José María Aznar y el enfrentamiento con el nacionalismo vasco (Plan Ibarretxe).
A nivel exterior, acercamiento a EE. UU. al apoyar y participar en la guerra de Irak.
En campaña electoral de las Elecciones Generales de marzo de 2004, el Atentado del 11M dio paso a una NUEVA ETAPA DE GOBIERNOS DEL PSOE (2004-2010).