Historia y Fundamentos del Movimiento Obrero y el Sufragismo (Siglos XIX-XX)

Movimiento Sufragista: La Lucha por la Equiparación Política

Las mujeres burguesas empezaron a reclamar el derecho a voto. La primera manifestación colectiva del deseo de conseguir la equiparación política y social con los hombres tuvo lugar en la Convención de Séneca Falls, en la que se reivindicó la equidad de salarios y el derecho a la educación y al voto. Kate Sheppard tuvo mucha influencia en otros países. Nueva Zelanda fue el primer país en el que las mujeres obtuvieron el derecho a votar, extendiéndose posteriormente a Europa, empezando por los países nórdicos.

Inicios del Movimiento Obrero

El Movimiento Obrero fue la respuesta del proletariado a las pésimas condiciones laborales y de vida en las que se encontraba. En un principio, fueron manifestaciones y revueltas espontáneas en las que se reclamaban mejoras de las condiciones de trabajo. Poco a poco, esto dio lugar a la creación de colectivos obreros permanentes y organizados, en los que a las reivindicaciones de derechos laborales se sumó una ideología política.

Revueltas Luditas

La introducción de maquinaria en el proceso de producción industrial y agraria creó puestos de trabajo en un principio, pero su perfeccionamiento implicó que se prescindiera de mucha mano de obra. El descontento se canalizó mediante la destrucción de máquinas y el incendio de fábricas. Estas revueltas se conocen como luditas.

El Sindicalismo

Se crearon asociaciones obreras de socorro mutuo que daban cobertura económica al trabajador si enfermaba o era despedido, gracias a los fondos de los que disponían a través del pago de cuotas por parte de sus asociados. Tuvieron que moverse en la clandestinidad, pues su existencia no estaba contemplada legalmente ni era bien recibida por los patronos. Los trabajadores británicos fueron articulándose en Trade Unions con la intención de defender los derechos laborales de sus integrantes.

El Cartismo

En Londres, en 1836, fue fundada la Working Men’s Association. Dos años más tarde, presentaría la Carta del Pueblo al Parlamento del Reino Unido. Esta contenía reformas que tenían como objetivo la participación del proletariado en la política del país. Así, se reclamaba el sufragio universal masculino, se solicitaba la abolición del requisito de propiedad para ser parlamentario y el establecimiento de un sueldo para los diputados.

El movimiento cartista no fue homogéneo, dándose dos grandes tendencias internas:

  • Moderada: Encabezada por Robert Owen y William Lovett, de carácter reformista.
  • Radical: Liderada por Feargus O’Connor, que promulgaba la realización de acciones como huelgas y levantamientos violentos para satisfacer sus demandas.

Corrientes Ideológicas del Movimiento Obrero

Socialismo Utópico

Fueron una serie de pensadores herederos de la filosofía radical de la Revolución Francesa y de la tradición ilustrada. Los primeros socialistas propugnaban la necesidad de implantar reformas legislativas que velaran por el bienestar de los trabajadores, la participación del proletariado en política mediante el sufragio y la integración en los organismos del poder.

Pensadores más destacados:

  • Henri de Saint-Simon: Consideraba que la organización social debía estar en manos de obreros y dirigida por científicos e intelectuales. No negaba la propiedad privada.
  • Robert Owen: Activista sindical desde la dirección de su fábrica en New Lanark. Allí creó cooperativas de producción y consumo, redujo la jornada laboral, limitó el trabajo infantil y femenino e impulsó la educación de los trabajadores.
  • Charles Fourier: Fue pionero en algunas propuestas como la separación de la familia burguesa y la igualdad entre sexos.
  • Louis Blanc: Defendió la igualdad salarial y la unión de los intereses particulares para conseguir el bien común.

Socialismo Científico (Marxismo)

Las ideas de los primeros socialistas fueron criticadas por Karl Marx y Friedrich Engels, quienes elaboraron la doctrina del socialismo científico. Su principal obra conjunta fue el «Manifiesto Comunista», que se convirtió en uno de los textos de referencia y con mayor influencia en el Movimiento Obrero. Las teorías marxistas trataban de proporcionar al proletariado una serie de herramientas con las que transformar su realidad. El pensamiento marxista se basó en tres ejes:

  1. Analizar el pasado.
  2. Criticar el presente.
  3. Proyectar una idea de futuro.

Anarquismo

Defendía la libertad humana y apostaba por un modelo nuevo de sociedad en la que no se reconociera autoridad alguna, ni siquiera la proletaria. Los métodos para llegar a la nueva sociedad eran la revolución y la lucha espontánea. El ideal teórico del anarquismo fue conformándose por varios autores:

  • Pierre-Joseph Proudhon: Primer teórico que se declaró anarquista. La obra que le otorgó reconocimiento inmediato y mucha influencia fue «¿Qué es la propiedad?». A esta cuestión respondía aseverando que la propiedad era un robo. Su argumento era que, al principio de los tiempos, las riquezas, por su origen natural, eran comunes a todos los hombres. La propiedad solo era legítima cuando de esta se extraía un provecho mediante un trabajo directo y personal. Propuso la creación de cooperativas obreras, que funcionarían de forma asamblearia, y el mutualismo.
  • Mijaíl Bakunin: Fue considerado el prototipo de revolucionario y agitador político. Defendió la necesidad de suprimir las estructuras estatales y de sustituirlas por federaciones de asociaciones de tipo agrícola e industrial.
  • Piotr Kropotkin: Pensador que concibió una sociedad sin Estado en la que el trabajo manual y el intelectual estaban intrínsecamente relacionados. Los hombres se relacionarían mediante la cooperación y la ayuda mutua.

Las Internacionales Obreras

Primera Internacional (1864-1876)

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) fue fundada en Londres en 1864 con el objetivo de estrechar los lazos con los líderes de los movimientos de todas las tendencias existentes. Sus principales impulsores fueron Marx y Engels; también destacó Bakunin. Tuvieron discrepancias entre los programas de Marx y los partidarios del socialismo científico, y Bakunin y sus seguidores, que defendían el anarquismo colectivista.

La AIT creó un consejo general encargado de su organización. Sus principios básicos de actuación fueron redactados por Marx, y determinaban que la emancipación de la clase proletaria dependía únicamente de ella y que sería factible siempre y cuando fuera conquistado el poder político. El primer congreso tuvo lugar en 1866 en Ginebra. Allí se pusieron de manifiesto las siguientes reivindicaciones:

  • La reducción de la jornada laboral a ocho horas.
  • La mejora de las condiciones de trabajo femenino.
  • La erradicación del trabajo infantil.
  • La oposición a las subidas de impuestos.

Segunda Internacional (1889-1919)

Aunque inicialmente tuvieron cabida los sectores anarquistas, estos fueron expulsados en el Congreso de Zúrich en 1893. De este modo, la Segunda Internacional quedó constituida solo por partidos obreros socialistas. Reivindicó subsidios por desempleo y un sistema de seguridad social, e hizo de la jornada laboral de ocho horas su principal objetivo. Estableció el himno de La Internacional y la fiesta del 1 de mayo.

La polémica más dura y relevante fue la que enfrentó a:

  • Los sectores partidarios del revisionismo: Liderados por Eduard Bernstein, defendían la consecución del ideal socialista mediante una evolución pacífica de la sociedad. Sus partidarios plantearon la revisión del materialismo histórico o la lucha de clases.
  • Los partidarios de la lucha de clases y la revolución social: Considerados como únicos instrumentos válidos para alcanzar las reivindicaciones laborales y la transformación de la sociedad. Destacó Rosa Luxemburgo.

La Primera Guerra Mundial provocó una profunda división en la Segunda Internacional: los partidos que la componían pasaron a apoyar a los respectivos gobiernos nacionales y renunciaron a las posiciones de fraternidad universal. El golpe definitivo para la Segunda Internacional llegó con el triunfo de la Revolución Rusa de 1917. Estos acontecimientos supusieron la escisión definitiva entre los partidos socialdemócratas. Finalmente, los sectores más radicales constituyeron en 1919 la Tercera Internacional, de carácter estrictamente comunista y dirigida por el gobierno revolucionario ruso.

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