La Crisis del Antiguo Régimen en España: De Godoy a la Constitución de Cádiz (1808-1814)

La Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1814)

1. Guerra y Revolución en España

Los acontecimientos que se producen a principios del siglo XIX marcan el inicio de la crisis del Antiguo Régimen en España:

  • La llegada de Godoy y sus intentos de reforma contaron con la oposición de casi todo el mundo.
  • La aparición de Napoleón, con la ocupación de España por su ejército y la subida al trono español de su hermano.
  • La reacción instantánea de la sociedad española que inicia la Guerra de Independencia.
  • La aparición de la burguesía, que se hace fuerte en Cádiz y logra la aprobación de una Constitución.

1.1. Godoy y sus Intentos Reformistas

Godoy fue una figura controvertida. Pasó de ser un militar de origen plebeyo, guardia de corps (tropas cuya misión era proteger al monarca), a la figura de más peso político en España, siendo nombrado ministro en 1792.

Inteligente, pero inexperto, tuvo que afrontar serios problemas en política exterior. Así, en 1793, cuando fue guillotinado Luis XVI, España entró en guerra contra Francia. En 1795 se firmó la Paz de Basilea con Francia, recibiendo Godoy el título de Príncipe de la Paz.

Sus intenciones siempre fueron por la vía de las reformas y de la búsqueda de apoyos fuertes. Las agresiones de Inglaterra contra nuestras colonias americanas llevaron a nuestro país a firmar con Francia el Tratado de San Ildefonso (1796).

En 1801, Godoy emprendió una guerra contra Portugal, la llamada Guerra de las Naranjas, sirviendo a los intereses de Napoleón. Esta dependencia le obligó a enfrentarse a Inglaterra en la Batalla de Trafalgar en 1805, donde el almirante inglés Nelson destruyó la flota hispano-francesa.

El Camino a la Ocupación Francesa

España y Francia firman el Tratado de Fontainebleau (1807), por el que se proyectaba la partición de Portugal. Dicho tratado permitía a Napoleón cruzar España con sus tropas para invadir Portugal, aliado de Inglaterra, momento aprovechado por Napoleón para comenzar la ocupación de España.

En respuesta a la situación creada se produce el Motín de Aranjuez (marzo de 1808), liderado por la nobleza y el clero que apoyaban al príncipe Fernando y querían acabar con Godoy. El motín triunfa y se produce la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.

La inestabilidad de la corona española llevó a Carlos IV a pedir ayuda a Napoleón para que Fernando VII le devolviera la corona. Napoleón citó a ambos en Bayona y aprovechó la extrema debilidad de la monarquía española para quedarse con el trono (Abdicaciones de Bayona, 1808). España pasó a manos francesas y el nuevo rey fue José I Bonaparte (1808-1813), el hermano del emperador.

1.2. La Guerra de Independencia (1808-1814)

La llegada de José I al trono español fue vista como un ultraje por la población. El 2 de mayo de 1808 se inició un alzamiento popular en Madrid, acaudillado por Daoíz y Velarde, contra la presencia francesa. Esta fuerza popular se organizó en Juntas Provinciales de Defensa, dirigidas por una Junta Suprema Central presidida por el conde de Floridablanca, que creó un sistema de defensa basado en dos puntos:

Estrategias de Resistencia Española

  • La guerrilla: Eran pequeños grupos populares armados que castigaban y saboteaban constantemente al ejército francés. Entre los guerrilleros destacaron Espoz y Mina, Juan Martínez Díaz (El Empecinado) y el cura Merino.
  • Los sitios: Consistían en la resistencia a ultranza de las ciudades (como la defensa de Zaragoza organizada por el general Palafox). Estos sitios impedían que el ejército francés pudiera avanzar rápidamente.

Fases de la Guerra de Independencia

  1. Fase 1 (1808-1809): Fracaso inicial de la ocupación. Se caracteriza por el fracaso inicial de la ocupación a consecuencia del levantamiento español. Destacó la Batalla de Bailén (1808), donde las tropas napoleónicas del general Dupont fueron derrotadas por las tropas españolas dirigidas por el general Castaños.
  2. Fase 2 (1809-1812): Predominio francés. Fue de claro predominio francés. Napoleón vino a la península con un ejército de 250.000 hombres (la Grande Armée). Sin embargo, Napoleón no tenía como frente único el de la Península Ibérica, pues trató de conquistar Rusia. Esto debilitó al ejército que tenía en España, ya que muchos de sus soldados tuvieron que marchar hacia tierras rusas.
  3. Fase 3 (1812-1813): Ofensiva hispano-inglesa. En esta fase se produce la ofensiva española con la ayuda inglesa. En 1813 el general inglés Wellington emprendió la ofensiva final, y días después José I Bonaparte abandonó definitivamente Madrid. La Batalla de Vitoria consumó la derrota francesa y obligó a José I a cruzar la frontera.

A finales de 1813, Napoleón decidió retirar su ejército de la Península Ibérica (Tratado de Valençay), restituyendo la corona de España a Fernando VII.

1.3. Consecuencias de la Guerra

  • Emancipación de las colonias americanas: Los criollos, hijos de españoles emigrantes a las colonias americanas, aprovecharon el momento de desconcierto político reinante en España para hacerse fuertes e iniciar los procesos independentistas.
  • Retraso económico: Debido al tipo de guerra total y la destrucción durante seis años, hubo grandes pérdidas en agricultura, un colapso del comercio y la hacienda entró en bancarrota, lo que retrasó la Revolución Industrial.
  • Consecuencias demográficas: La guerra acentuó el retraso en la Revolución Demográfica, no solo por las muertes directas en el campo de batalla, sino también por el descenso de la tasa de natalidad que conlleva toda guerra.

1.4. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Cádiz fue la única ciudad que los franceses no lograron ocupar. Allí se reunieron los miembros de la Junta Suprema Central que decidieron convocar las Cortes a través de las cuales se procedería a la reorganización política del país. El 24 de septiembre de 1810 se reunieron por primera vez las Cortes de Cádiz, proclamando la soberanía nacional, lo que suponía el fin al absolutismo y la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).

Facciones Políticas en las Cortes

  • Absolutistas: Enemigos de las reformas y defensores del Antiguo Régimen.
  • Liberales: Defensores de los cambios radicales y de un nuevo sistema político.

Reformas más Destacadas de las Cortes

  • Libertad de Imprenta.
  • Supresión de la Inquisición.
  • Desamortización de algunos bienes de la Iglesia.
  • Supresión de señoríos (feudos).
  • Libertad de trabajo y abolición de los gremios.
  • Abolición de la tortura.

La Constitución de 1812: «La Pepa»

El 19 de marzo de 1812 (día de San José, de ahí el nombre de La Pepa), en Cádiz, se promulgó la primera Constitución en España. Esta constitución tenía un carácter claramente liberal, ya que, entre otras muchas cuestiones, hablaba de soberanía nacional, de división de poderes y de importantes libertades desconocidas hasta entonces en nuestro país (libertad de imprenta, igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, etc.).

Entre los padres de la Constitución destacan Agustín de Arguelles, Evaristo Pérez de Castro y José de Espiga. Consta de 384 artículos agrupados en diez títulos.

Principios Fundamentales de la Constitución de Cádiz
  • Soberanía nacional: El poder ya no reside en el rey, sino en la nación. Es la nación la que otorga al rey la potestad para gobernar.
  • División de poderes: El poder legislativo recae en las Cortes, que representan a la nación; el poder judicial en manos de los tribunales; y el poder ejecutivo queda en manos del Rey.
  • Sufragio censitario masculino indirecto: Votan los hombres mayores de 25 años que eligen a unos representantes que, a su vez, eligen a unos diputados. Se requiere tener una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios.
  • Derechos individuales: Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, inviolabilidad del domicilio, derecho a la propiedad, libertad de imprenta para libros no religiosos, etc.
  • Fuerzas Armadas: Se establece un ejército permanente y una milicia nacional.
  • Religión: Se consagra el Catolicismo como única religión permitida.
  • Monarquía constitucional: Se establece la monarquía parlamentaria y se reconoce a Fernando VII como rey constitucional. El rey no puede impedir que se celebren Cortes, ni suspenderlas ni disolverlas. No obstante, el rey conserva mucho poder, ya que “la potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey”.

La Constitución apenas tuvo aplicación práctica, pues dos años después Fernando VII la abolió.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *