La dictadura de Primo de Rivera y el fin de la monarquía en España

La dictadura de Primo de Rivera. El final del reinado de Alfonso XIII.

Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo (militares, algunos políticos, alta burguesía) defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país. La dictadura iba a ser algo provisional para solventar los problemas del sistema. Sus justificaciones se encontraban:

  1. En el fracaso del sistema Política de la Restauración y el desprestigio derivado del fraude electoral.
  2. Del miedo a una revolución social.
  3. Del descontento del ejército tras el desastre de Annual.
  4. Del separatismo vasco y catalán y por ende a la fractura de España.

El dictador justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas e incluso moralistas, que se centraba en la crítica de la “vieja política” y presentaba un claro componente populista, con el fin de ganarse la adhesión popular. En su manifiesto inaugural, Primo de Rivera anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas de la unidad nacional.

DIRECTORIO MILITAR (1923-1925)

Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, cese de las autoridades civiles, disolución de las cámaras, prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos (se ilegaliza el PCE y la CNT), la disolución de las Diputaciones Provinciales y de la Mancomunidad Catalana, la prohibición de hablar en catalán en público o el nombramiento de los jueces perdiéndose así la independencia del poder judicial.

DIRECTORIO CIVIL (1925-1930)

En 1925 Primo de Rivera propone a Alfonso XIII una dictadura que califica como civil lo que supone la entrada de civiles en el gobierno aunque se mantienen algunos militares. A partir de 1926 se fue abandonando la idea de una dictadura transitoria tras la que se volvería al régimen constitucional y Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen para darle continuidad y permanencia. La influencia del fascismo italiano fue muy clara.

EL FIN DE LA MONARQUÍA

La dictadura gozó de un consenso generalizado hasta 1927. Pero fracasó probablemente, porque intentó crear un sistema político propio y por la aparición en 1929 y 1930, de un conjunto de problemas que no supo resolver. La crisis galvanizó al republicanismo, prácticamente muerto en 1920 y unido en el llamado Pacto de San Sebastián en agosto de 1930 junto a nacionalistas catalanes y más tarde al PSOE y UGT. El Pacto de San Sebastián tenía como objetivo instaurar una república democrática y el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

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