La España de los Austrias: Impacto, Conflictos y Transformaciones (Siglos XVI-XVII)

Impacto de América en España y el Nuevo Mundo

El descubrimiento de América tuvo consecuencias muy variadas. Supuso la creación de dos grandes imperios extraeuropeos, el portugués y el castellano, con desarrollos muy diferentes. Se crearon instituciones nuevas, semejantes a las europeas, y se desarrolló el derecho internacional como medio regulador del reparto de las tierras descubiertas.

Consecuencias Económicas

Las consecuencias económicas fueron la llegada a Europa de plantas desconocidas como el maíz, el tomate, la patata o el tabaco, además de numerosas cantidades de metales preciosos que supusieron una auténtica revolución económica para los europeos, pero con resultados en algunas ocasiones diferentes a los deseados.

Consecuencias Socioculturales

Las consecuencias socioculturales también fueron grandes, sobre todo en el Nuevo Mundo, donde se asimiló la cultura europea en detrimento de las culturas autóctonas.

Impacto de España en América

En lo referente al impacto de España en América, destaca la desaparición de los imperios precolombinos, la imposición forzosa de la organización política castellana, un enorme descenso demográfico debido al contagio de enfermedades desconocidas para los indígenas y al trabajo forzoso en condiciones pésimas y, por último, la subordinación social de los indígenas y la sustitución de sus religiones y culturas por las de los conquistadores.

El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos

Carlos I (V de Alemania) llegó a España tras la muerte de Fernando el Católico, como heredero de las Coronas de Castilla y de las Indias. Vino acompañado de nobles flamencos, negándose a recibir a los nobles castellanos, además de exigir grandes sumas de dinero a los municipios para sufragar su nombramiento como emperador de Alemania.

Las Revueltas de las Comunidades y Germanías

Los Comuneros (representantes de las ciudades), al verse agraviados, se reunieron en Ávila y formaron la Junta Santa. Crearon un ejército liderado por Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, pero fueron derrotados por Carlos I en la Batalla de Villalar en 1521.

En Valencia y Mallorca se produjeron los movimientos de las Germanías, una lucha de carácter social donde se desató la pasión del pueblo contra los nobles. Los agermanados fueron derrotados por las tropas imperiales en 1523.

Esos dos movimientos son el último coletazo del fermento medieval de libertades y derechos. Los reyes gobernaron a partir de ahora de forma más autocrática.

La Monarquía Hispánica de Felipe II: La Unidad Ibérica

Felipe II (1556-1598) heredó los dominios más extensos de su época y encaminó su reinado hacia el engrandecimiento político y la defensa del catolicismo.

Política Exterior y Desafíos

Se enfrentó con Francia (victoria en San Quintín, 1557), con los turcos (a los que derrotó en Lepanto, 1571) y con Inglaterra (derrota de la Armada Invencible española, 1588). El problema más agudo fue la rebelión de los Países Bajos, donde progresaba el calvinismo en las provincias del norte, y la actuación española no evitó la división entre la zona norte y protestante, y la sur, católica.

Política Interior y la Unión con Portugal

En política interior destaca la sublevación de los moriscos de Granada (1568-1571), la limitación de las libertades de Aragón con la ejecución de Juan de Lanuza, su Justicia Mayor, y la unión con Portugal (1581) tras la muerte del rey de Portugal, Don Sebastián (1578), y la de su sucesor, el cardenal Don Enrique (1580). Felipe II (hijo de Isabel de Portugal) reclamó el trono y fue reconocido por las Cortes de Thomar en 1581 tras una breve lucha.

Felipe II juró respetar los fueros, privilegios y costumbres del reino y así quedó consumada la unificación peninsular. Al heredar también los territorios de ultramar, la Monarquía Hispánica alcanzó su máxima extensión.

El rey trató de no disgustar a sus súbditos, permaneció en el nuevo reino 2 años, mantuvo las instituciones y halagó a la nobleza. Sin embargo, en 1668, con la Paz de Lisboa, Portugal recuperó su independencia.

El Modelo Político de los Austrias: La Unión de Reinos

La Monarquía era de enormes dimensiones y la unión venía dada por los reyes. El único vínculo institucional era el Consejo de Estado, creado por Carlos I y conformado por personas de diversos reinos. Había consejos de ámbito territorial (Castilla, Aragón, Indias, Italia, Flandes y Portugal), además del Consejo de la Inquisición y el de la Hacienda.

Administración Territorial

Al frente de los territorios castellanos estaban los virreyes (Navarra, Nápoles, Aragón, Portugal, Cerdeña, Nueva España y Perú), mientras que en los territorios que no habían sido considerados como reinos estaban regidos por gobernadores generales (Flandes y Milán).

Los Austrias continuaron con el proyecto de centralización de los Reyes Católicos y escogieron Madrid como capital y sede permanente de la Corte en 1561.

Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI

En el siglo XVI se produjo una expansión económica castellana, con un aumento demográfico, así como de la producción agrícola, industrial y comercial, beneficiado por la colonización del Nuevo Mundo, ya que llegaron a Castilla grandes cantidades de metales preciosos y partirían de ella productos manufacturados hacia América.

Crecimiento Económico y Endeudamiento

La tendencia expansionista propició el aumento del gasto y el endeudamiento. Felipe II aumentó la deuda heredada de Carlos I. La economía estaba al servicio de la política imperial, lo que provocó periodos de crisis, ya que el mantenimiento del imperio exigió llevar a cabo una política destinada a sufragar gastos políticos.

Demografía y Estructura Social

El siglo XVI es un período de crecimiento demográfico en los reinos de Aragón, Castilla y Navarra, con altas tasas de natalidad y mortalidad, propias de un ciclo demográfico antiguo.

La población peninsular continuó siendo principalmente rural. Se produjo un crecimiento de la burguesía, aunque la estructura social respondía a las pautas del Antiguo Régimen, con la población diferenciada en estamentos: nobleza y clero privilegiados, frente al pueblo llano que carecía de ellos.

Cultura y Mentalidades: La Inquisición

El Renacimiento nace en oposición a la Edad Media. Dios deja de ser el centro de todas las cosas y el hombre toma el relevo. Se desarrolló durante el periodo de apogeo de la Reforma Protestante, pero lo más significativo es la separación entre lo religioso y lo civil. El arte tendrá en general una finalidad meramente recreativa.

El Renacimiento y la Contrarreforma

La difusión de las corrientes renacentistas se vio favorecida en España por sus relaciones con Italia, pionera del Renacimiento, y con los Países Bajos.

Se originó la Contrarreforma, nacida del Concilio de Trento (1545-1563) como respuesta católica a la Reforma Protestante (luterana y calvinista).

Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Conflictos Internos

Los Austrias del siglo XVII dejaron la política en manos de personas de su confianza (validos).

Reinado de Felipe III

Felipe III (1598-1621) inicia la decadencia de España. El valido más importante de su reinado fue el Duque de Lerma, que fue derribado por su mala gestión y las intrigas de su hijo, el Duque de Uceda. Ambos solo procuraron su enriquecimiento personal y evitaron que el monarca interviniera en el gobierno.

Durante el reinado de Felipe III se expulsó a los moriscos (1609) con el pretexto de que seguían siendo mahometanos. La agricultura y la artesanía sufrieron grandes daños y tardarían mucho en reponerse.

Reinado de Felipe IV y la Crisis de 1640

Felipe IV (1621-1665), uno de los monarcas menos eficaces de la historia de España, otorgó su confianza al Conde Duque de Olivares, cuyo gobierno fue desastroso, aunque estuvo preocupado por los intereses de la Monarquía y trató de renovar las glorias del reinado de Felipe II, pero el resultado fue una crisis que estuvo a punto de fragmentar España.

Durante el reinado de Felipe IV, la política centralizadora del Conde Duque de Olivares pretendió uniformar la aportación de dinero y hombres para las guerras europeas (Unión de Armas), lo que provocó una crisis interna en 1640 con sublevaciones en Aragón, Cataluña, Vizcaya e independencia de Portugal, que España acabó reconociendo en la Paz de Lisboa (1668).

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