La Restauración Borbónica: Nacionalismo y Movimiento Obrero en España (1874-1902)

La Restauración Borbónica (1874-1902)

Nacionalismo y Regionalismo

Uno de los fenómenos más destacados de la **Restauración** fue la aparición de movimientos de carácter **nacionalista** y **regionalista** en diversas zonas de España, especialmente en **Cataluña**, **País Vasco** y **Galicia**, territorios que tenían sus propias lenguas y culturas.

El Nacionalismo Catalán

En **Cataluña** fue en 1882 cuando se formó el primer partido político catalanista, el **Centre Català**, fundado por un exrepublicano federal, **Valentí Almirall**. El Centre era progresista y reclamaba la autonomía para Cataluña. En 1892, un grupo de intelectuales catalanes fundaron la **Unió Catalanista**, cuyo programa fundacional, conocido como las **Bases de Manresa**, defendía una organización federal del Estado español y la soberanía de Cataluña en política interior. Finalmente, en 1901, surgía la **Lliga Regionalista**, liderada por **Prat de la Riba** y **Francesc Cambó**, conservadora y autonomista, que llegó a ser el partido político predominante en Cataluña hasta 1923.

El Nacionalismo Vasco

En el **País Vasco**, la supresión de los fueros, tras la **Tercera Guerra Carlista**, y la existencia de una fuerte inmigración, fueron factores que originaron una corriente de defensores de la lengua y la cultura vasca (euskeros). Esta corriente desembocó en la fundación del **Partido Nacionalista Vasco (PNV)** en 1895, liderado por **Sabino Arana**. El PNV se presentaba como una fuerza antiliberal, ultracatólica y racista. A partir de 1901, el extremismo de Arana se moderó, abandonando sus primeras reivindicaciones independentistas por el autonomismo.

El Regionalismo Gallego

La sociedad gallega, a diferencia de la vasca y catalana, era eminentemente rural. Por ello, su regionalismo fue débil y tardío. Hubo que esperar a la última etapa de la Restauración para que el **galleguismo** adquiriera un carácter más político, responsabilizando al Estado del atraso económico de Galicia. En cualquier caso, el regionalismo gallego, como el valenciano y el andaluz, se mantuvo muy minoritario.

El Movimiento Obrero y Campesino

Orígenes y Primeras Manifestaciones

Las primeras manifestaciones de protesta obrera, en la España del reinado de Isabel II, se produjeron en Cataluña como reacción contra la mecanización, pues se responsabilizaba a las máquinas de la pérdida de puestos de trabajo y del descenso de los salarios. El incidente más grave fue el incendio de la **fábrica Bonaplata** de Barcelona en 1835 por emplear la máquina de vapor. Los primeros sindicatos obreros aparecieron en Cataluña hacia 1840. Eran asociaciones de obreros de la industria textil catalana, que funcionaban como sociedades de ayuda mutua. En los años del **Bienio Progresista** (1854-1856), se produjo en Barcelona la primera **huelga general**, originada por la introducción de las **selfactinas**, que alcanzó tal magnitud que el Gobierno declaró el estado de sitio en Barcelona y prohibió las asociaciones obreras. También se produjeron durante el Bienio importantes revueltas campesinas con ocupación de fincas. Posteriormente, entre 1861 y 1867, los jornaleros andaluces se alzaron en más de 40 pueblos y llegaron a formar una fuerza de 10.000 hombres armados que combatían el hambre con el saqueo y el pillaje.

El Sexenio Democrático y la Expansión de Ideologías

En el **Sexenio Democrático**, la nueva situación política permitió que los sindicatos obreros volviesen a ser legales, a la vez que se difundían por España las corrientes **socialista** y **anarquista** procedentes de la **A.I.T.** (Asociación Internacional de Trabajadores). En octubre de 1868, el italiano **Fanelli**, enviado por **Bakunin**, logró la expansión del **anarquismo** entre el proletariado catalán y los jornaleros andaluces. En 1871, el francés **Paul Lafargue**, yerno de **Marx**, se instaló en Madrid, donde creó un activo núcleo **marxista** en torno al periódico La Emancipación. En este grupo destacaron **Francisco Mora** y **Pablo Iglesias**. Las discrepancias entre anarquistas y marxistas se evidenciaron en el **Congreso Obrero de Zaragoza** en 1872. Poco después, los marxistas españoles fueron expulsados de la **Federación Regional Española de la A.I.T.**, de mayoría anarquista, formando por su cuenta la **Nueva Federación Madrileña**.

El Movimiento Obrero durante la Restauración

Durante la **Primera República**, la participación de anarquistas en el movimiento **cantonal** fue utilizada por el Gobierno para prohibir la Internacional en España. Con la **Restauración**, las organizaciones obreras pasaron a ser clandestinas. **Sagasta**, al Gobierno en 1881, suavizó la represión, legalizó el asociacionismo obrero y creó en 1883 una **Comisión de Reformas Sociales**. En 1881, la **Federación Regional Española** anarquista cambió su nombre por el de **Federación de Trabajadores de la Región Española**, centrando su actividad en la acción sindical. Sin embargo, una minoría de anarquistas radicales optó por la **acción directa** o **violencia terrorista**, atentando contra personajes destacados de la vida política de la Restauración (**Cánovas**) o practicando el terrorismo colectivo contra la burguesía (**bomba en el Liceo de Barcelona**) y la Iglesia (**bomba contra la procesión de Corpus**).

En cuanto al **socialismo marxista**, la **Nueva Federación Madrileña** se transformó en 1879 en el **Partido Socialista Obrero Español (PSOE)**, liderado por **Pablo Iglesias**. En 1888, los socialistas impulsaron la creación de su sindicato, la **Unión General de Trabajadores (UGT)**. Partido y sindicato tuvieron en Madrid, Vizcaya y Asturias sus zonas de mayor influencia. También a finales del siglo XIX, surgieron movimientos obreros de inspiración católica que alcanzaron cierta importancia entre los agricultores castellanos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *