Introducción y Temas Clave
Este documento aborda aspectos fundamentales de la Segunda República Española y la Guerra Civil. Se citan las siguientes reformas y eventos:
- Reformas: Reforma agraria, Reforma del ejército, Reforma de la enseñanza, Reforma religiosa, Estatutos de autonomía.
- Guerra Civil: Citar dos guerras (eventos bélicos). Se mencionan 1936-1937, Revolución de Asturias, Batalla del Ebro.
- 5 Fases de la República: Gobierno provisional, Bienio reformista / progresista, Bienio conservador, Gobierno del Frente Popular.
Se pide ordenar cronológicamente: inicio de la República, Estatuto autonómico de Cataluña, Revolución de Asturias y Batalla del Ebro.
A continuación, se describen las características de la República y se comentan dos imágenes.
La Proclamación de la República
La República fue proclamada desde el balcón del Ayuntamiento de Éibar el 14 de abril de 1931, tras el triunfo de los partidos republicanos y de izquierdas en las elecciones municipales celebradas dos días antes. Mientras las proclamaciones republicanas continuaban en muchos Ayuntamientos (como en Cáceres por Antonio Canales, alcalde electo), Alfonso XIII y la familia real abandonaron el país.
El Gobierno Provisional
Un Gobierno Provisional, formado por miembros de los partidos Republicano, Radical y PSOE y presidido por Niceto Alcalá-Zamora, se hizo cargo de la situación hasta la celebración de las elecciones a Cortes Constituyentes convocadas para el 28 de junio. Esas elecciones se convocaron por sufragio universal masculino para mayores de 23 años. La mujer no podía votar, pero sí podía ser elegida.
Además de las elecciones, este Gobierno Provisional se ocupó de mantener el orden, de sustituir de forma pacífica y progresiva a las autoridades e instituciones monárquicas (siguieron en sus cargos Sanjurjo al frente de la Guardia Civil o Goded como Jefe del Estado Mayor), y tomó las primeras medidas legislativas aplicando el programa pactado en San Sebastián. Se inició así la Reforma Militar.
El Panorama Político
Esta segunda experiencia republicana contó con el apoyo de las clases medias, la pequeña burguesía, intelectuales y las clases populares seguidoras del socialismo; pero también contó desde el principio con la oposición de los terratenientes, la gran banca, la alta burguesía, la Iglesia, un sector de las clases populares vinculadas al anarquismo y buena parte del ejército que obstaculizaban las reformas.
Los partidos políticos fueron numerosos durante estos años, y no es fácil hacer una clasificación, entre otras cosas, por la ambigüedad de algunos de ellos, con posturas conservadoras para algunas cuestiones y progresistas para otras. De forma genérica, hablamos de partidos de izquierda y de derechas.
Partidos de Izquierda
Los partidos de izquierda defendían: la República como forma de Estado, reformas económicas y sociales (sobre todo la reforma agraria), rechazaban la confesionalidad del Estado, la intervención de los militares en la vida política, el control de la enseñanza por las órdenes religiosas, y defendían el derecho a la Autonomía de las regiones. Estos partidos fueron:
- Izquierda Republicana de Manuel Azaña
- PSOE de Besteiro, Prieto y Largo Caballero
- PCE de Dolores Ibárruri
- POUM de Andreu Nin y Joaquín Maurín
No fueron partidos, sino sindicatos obreros, la CNT y la FAI de Ángel Pestaña y Buenaventura Durruti.
Partidos de Derecha
Por el contrario, los partidos de derecha preferían como forma de estado la Monarquía o la Dictadura, rechazaban las Autonomías, eran partidarios del poder de la Iglesia y del ejército y no querían reformas. Destacamos:
- La Falange Española y de las JONS, partido de ideología fascista y liderado por José Antonio Primo de Rivera, que practicó la violencia y el terrorismo.
- El Partido Carlista o Tradicionalista; sus milicias eran los Requetés.
- La CEDA de José María Gil-Robles (el más importante, apoyado por grupos católicos, las clases medias y la burguesía terrateniente).
- Finalmente, el Partido Radical de Alejandro Lerroux, aunque de centro-derecha, era republicano.
Partidos Nacionalistas
También fueron importantes los partidos nacionalistas como la Lliga Regionalista de Catalunya de Francesc Cambó y el PNV de José Antonio Aguirre, ambos de derechas, y el izquierdista Esquerra Republicana de Catalunya de Lluís Companys y Francesc Macià.
La Dimensión Internacional de la Guerra Civil
Comentario de Imagen A: Las Brigadas Internacionales
En esta fotografía, un documento histórico, observamos a un grupo de combatientes de las Brigadas Internacionales, del Batallón Lincoln. Las Brigadas Internacionales estuvieron formadas por personas de más de 50 países que acudieron a España para luchar en defensa de la Segunda República. Este fenómeno refleja la dimensión internacional del conflicto, ya que la Guerra Civil Española fue vista como un enfrentamiento global entre el fascismo y la democracia. La intervención de estas brigadas refleja cómo el conflicto traspasó las fronteras españolas.
De este modo, las Brigadas Internacionales representan la respuesta internacional a la amenaza del fascismo, similar a lo que ocurriría años después en la Segunda Guerra Mundial.
Comentario de Imagen B: El Apoyo Fascista
Esta imagen, también un documento histórico, muestra un desfile de las tropas franquistas en San Sebastián, donde se exhiben banderas con la esvástica nazi. Este documento visual evidencia el apoyo que el bando sublevado recibió de la Alemania nazi y de la Italia fascista. Desde el inicio del conflicto, estas dos potencias proporcionaron ayuda militar directa a los nacionalistas: armas, aviones (como la Legión Cóndor alemana) y asesoramiento estratégico. Esta intervención fue clave para inclinar la balanza a favor de los franquistas y aceleró el desarrollo militar del conflicto.
Contexto Internacional del Conflicto
Ambas imágenes son documentos visuales que ilustran claramente la dimensión internacional de la Guerra Civil Española. No fue simplemente un conflicto interno, sino un enfrentamiento con grandes implicaciones internacionales. En el lado republicano, la Unión Soviética fue prácticamente la única potencia que proporcionó apoyo significativo, enviando armamento, aviones y asesores militares para luchar contra los sublevados. Sin embargo, los republicanos también se vieron limitados por el Comité de No Intervención, creado en Londres y patrocinado por Gran Bretaña y Francia. Este comité buscaba impedir la venta de armas a ambos bandos, pero sus políticas de no intervención favorecieron indirectamente al bando sublevado, al permitirles recibir apoyo militar sin restricciones.
Por otro lado, las potencias fascistas, como Alemania e Italia, apoyaron activamente al bando sublevado. La intervención extranjera de estos países fue crucial para el desarrollo del conflicto y para el fortalecimiento del régimen franquista. Esta división entre el fascismo y los antifascistas también se reflejó en el apoyo diplomático del Vaticano a los sublevados, lo que subraya las implicaciones religiosas y diplomáticas que tuvo la guerra a nivel internacional.
La Guerra Civil Española se convirtió en un campo de pruebas para las potencias europeas, con un fuerte componente ideológico que anticipó el conflicto global de la Segunda Guerra Mundial. Así, España no solo vivió un enfrentamiento civil, sino también una lucha internacional entre fascismo y antifascismo, donde la intervención extranjera jugó un papel determinante en el desenlace de la guerra.