Principales cambios que se produjeron en Francia a raíz de la revolución francesa de 1789

LA RESTAURACIÓN  Y LIBERALISMO.

El Imperio napoleónico no duró más de diez años. La razón del fracaso hay que buscarla en que no pudo dominar ni a Inglaterra, su gran rival económico, ni a Rusia. Los enemigos de Napoleón, coaligados, lo derrotaron definitivamente (1814) y entraron en París, donde restablecieron en el trono a la dinastía de los Borbones. Terminando la aventura napoleónica que había extendido por toda Europa los principios de igualdad y libertad.

A partir de 1814 la situación en la que se encontraba Europa era la siguiente:


Por un lado se restablecieron las monarquías absolutas y la nobleza y el clero recuperaron sus privilegios.
Por otra, los hombres que habían asumido los ideales revolucionarios, y que no estaban dispuestos a que la historia diese marcha atrás, se prepararon a luchar con las armas en la mano.

Estos hombres que recibieron el nombre de liberales, eran fundamentalmente militares que habían hecho carrera en el ejército napoleónico, profesionales (médicos, abogados…), intelectuales y en general toda la clase burguesa que no renunciaba a sus deseos de dirigir la política y la sociedad. Pero estaban divididos a la hora de entender el Estado:

La alta burguésía pensaba en un régimen donde sólo tuviesen derecho al voto los más ricos (sufragio censitario)
La clase media aspiraba a un sistema en el que pudiesen votar todos los ciudadanos.

Estas diferencias aparecerán más tarde, de momento entre 1814 y 1830, el liberalismo formaba un movimiento único, que tuvo como lema, la necesidad de que en todos los Estados existiesen leyes fundamentales que obligasen a gobernantes y gobernados, protegiesen los derechos de los individuos y limitasen el poder del rey, es decir una Constitución. 

Sin embargo con la Restauración y tras la caída de Napoleón se van a restablecer los monarcas absolutos, quienes vieron en los liberales a sus enemigos declarados y ejercieron sobre ellos una permanente represión.

Los monarcas se organizaron y unieron en la llamada Santa Alianza, y cada vez que en un país estallaba una revolución, ejércitos europeos acudían en defensa del soberano en peligro. Al mismo tiempo la Iglesia y el Papa condenaron el liberalismo y apoyaron a los reyes absolutos.

Con motivo del Congreso de Viena 1814-1815 en el que se reunieron los Jefes de Estado y primeros ministros de los más importantes países europeos. Se establecieron dos sistemas de alianzas:

El primero denominado Santa Alianza, estaba formado por  Rusia, Austria y Prusia; más tarde se unieron Francia y España. Se inspiraba en la uníón del trono y el altar y tenía como fin promover la colaboración entre los soberanos.
Más importancia tuvo, sin embargo, tuvo la Cuádruple Alianza entre Rusia, Inglaterra, Austria y Prusia, establecida en principio, como uníón contra el peligro de otro posible Napoleón, pero que en realidad sirvió para velar por el mantenimiento del régimen absolutista restaurado.


LA RESTAURACIÓN
Tras la derrota de Napoleón, se va a intentar el restablecimiento de las fronteras existentes antes de la era napoleónica. Además de las fronteras puramente territoriales, también las políticas y administrativas. Se van a recuperar las dinastías del Antiguo Régimen, dándose una serie de pactos que guarden este equilibrio.

«Estos intentos van a ser de difícil implantación debido a los grandes cambios que se han producido, lo que explica el carácter revolucionario que va a tener toda la mitad del XIX».

La dirección de los designios de Europa cambiará de las manos de Napoleón a sus vencedores.
Se establece un nuevo sistema de alianzas para intentar que las ideas de la revolución se extiendan.
Impera la seguridad colectiva.

¿Qué pasa con Francia y sus posesiones?

Con respecto al Trono surgirán varios aspirantes:

Rusia: Pretende crear una nueva dinastía bajo su tutela y protección.
Austria: Propone a los herederos de Napoleón siempre que acepten sus condiciones.
Gran Bretaña: Propone mantener a los Borbones, Dinastía legítima de Francia.

El Territorio será repartido entre las potencias vencedoras.




¿Cuáles eran estas potencias y sus modelos políticos?
Rusia: Monarquía Absoluta, debido a su demografía, deseaba contar con nuevos territorios. Tendrá intereses encontrados con Austria en: Alemania, Italia, Polonia, Hungría, Rumanía y Checoslovaquia.
Prusia: Monarquía Absoluta, es el socio menos fuerte de la coalición, con los territorios que consigue, se pretende frenar la expansión rusa en el este y hacer de Estado Tapón de Francia en el oeste. Se le conceden territorios hasta el Rin y zonas polacas.
Gran Bretaña: Monarquía Parlamentaria y con unos objetivos muy claros, el control de los mares y estar presente en los asuntos del Continente.
Francia: Hace valer su posición geográfica y su fuerza intelectual, es respaldada y desempeña un papel importante gracias a la habilidad de su primer ministro Talleyrand.


PRINCIPIOS TEÓRICOS DE LA RESTAURACIÓN:
Legitimidad: La monarquía es el sistema de gobierno legítimo y su poder divino no puede ser limitado ni frenado por una Constitución. Se anula la soberanía nacional y la división de poderes. Las dinastías son legítimas y no efímeras como el gobierno de Napoleón que basa su poder en la fuerza.

Responsabilidad Internacional: Las relaciones internacionales deben estar dirigidas por las grandes potencias.

Congresos: Los enfrentamientos se discutirán en Congresos como una solución pacífica a los conflictos para evitar la guerra.

Intervencionismo: El orden o desorden de un país afecta a la comunidad internacional, por ello es lícita la participación de otras potencias.

Santa Alianza y Cuádruple Alianza: El 26 de Septiembre de 1815 Rusia, Prusia y Austria firman un pacto conocido en la época como Santa Alianza. Firmado en nombre de la Santísima e indivisible Trinidad por un Zar ortodoxo, un Emperador católico y un Rey luterano, pretendía la conservación de los derechos absolutos de los soberanos y la defensa común contra posibles oleadas revolucionarias.
   Dos meses más tarde, Inglaterra se une al tratado, constituyéndose así la Cuádruple Alianza. Este pacto tenía como objetivo mantener el equilibrio de fuerzas en el continente e impedir un hipotético desquite por parte de Francia. España no será admitida en este concierto.
Se emplea así un procedimiento colectivo para resolver litigios. Es un método más directo, ya que son los soberanos mismos, y no sus ministros, quienes tomaban las decisiones de política exterior.
A estas cuatro naciones se une Francia en 1818 Quíntuple Alianza.
LOS PROTAGONISTAS

METTERNICH (1773 – 1859).
El príncipe Metternich, canciller del Imperio austriaco. No era un hombre de ideas profundas y su temor a la revolución le convertía en un inmovilista peligroso. Sin embargo esa misma inmutabilidad de ideas, hizo de él el hombre fuerte de Viena y de la política europea de los años siguientes. Se convierte en el artífice de la ideología de la Restauración, su ideario era el siguiente

Obsesión por el orden; yo soy la roca del orden restaurado tras la Revolución Francesa. De este orden deriva el equilibrio. No debe permitirse la hegemonía de una nacíón, ya que ello llevaría a la guerra.
Principio de autoridad; ejercida por los soberanos legítimos dentro de los Estados.
Oposición a la guerra; no hay más que un grito PAZ, y con Napoleón es imposible.
Se opone a que se hunda a Francia tras Napoleón, como pretendía Rusia.


Alejandro I Zar de Rusia (1777 – 1825).
Poseía un carácter atrayente y desconcertante. Vanidoso, místico e inestable, se sentía dominado por la personalidad de su encarnizado enemigo, Bonaparte. Todos los demás representantes en Viena temían que Alejandro, que era ahora el soberano más poderoso, pretendiera ocupar el puesto que Napoleón había dejado vacante, el dueño y señor de Europa. Intenta imponer su mediación en la política internacional. Firma la Santa Alianza bajo los principios del cristianismo y concede una Constitución a Polonia 1815, que garantiza su autonomía. En 1820 se alía con Metternich y sólo interviene en el apoyo de la revolución griega antes de abandonar la política internacional.


CASTLEREAGH (1769 – 1822).
Titular de  la cartera de Negocios Extranjeros de Gran Bretaña, diplomático de la vieja escuela, para el cual la preponderancia inglesa estaba por encima de las ideas políticas. Tan enemigo del absolutismo como de las ideas liberales, sosténía la necesidad de que Gran Bretaña interviniese en los asuntos del continente. Se preocupa en Viena de mantener y contener las ambiciones de Rusia y Prusia incluso se pone de acuerdo con Metternich para neutralizar a Rusia durante la independencia griega en 1822

Federico Guillermo III de Prusia (1770 – 1840).
Se une a la coalición contra Napoleón y participa activamente en la guerra. Tras los Congresos consigue ampliar sus territorios y ser una gran potencia, además se convierte en un poderoso Estado tapón para frenar la expansión francesa. 


TALLEYRAND (1745 – 1838).
Representante de Francia, político de enorme facilidad para adaptarse a los más variados sistemas políticos. Colaborador de Luís XVI, de la República, de Napoleón, no sólo supo mantenerse en su puesto con la restauración de los Borbones, sino que fue el alma de ésta. En Viena tuvo también la habilidad de, siendo representante de los vencidos, comportarse como colaborador e igual que los vencedores, consiguiendo una posición ventajosa para Francia y favoreciendo el acercamiento a Gran Bretaña.



EL NUEVO MAPA DE Europa
Los postulados teóricos se van a plasmar en los siguientes Congresos: Aquisgrán (1818), Troppau (1820) y Verona (1822). Frente a la Europa revolucionaria los políticos de la Restauración se proponen volver a la situación de 1789. En cuanto al orden territorial:

Unos se engrandecen.
Otros funcionan como una barrera a las grandes Potencias.
Otros son de nueva creación.

En materia política los soberanos se ven obligados a conceder Constituciones y Cartas Otorgadas que aunque reafirman la soberanía real, la limitan bajo el Imperio de la Ley. Se mantiene, además, la administración napoleónica por su eficacia. Algunas transformaciones sociales y jurídicas no pueden suprimirse, es el caso de los impuestos universales, la derogación de las exenciones de estamentos de privilegiados o la igualdad de todos ante la ley.
La Europa de 1815 resulta, pues, del interés común de las grandes potencias por mantener la paz y conseguir un equilibrio entre ellas, como se puso claramente de manifiesto a la firma del Congreso de Viena (9 de Junio de 1815) por los representantes de las cinco grandes potencias: Austria, Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Francia, que tras el Congreso sufrieron numerosos cambios territoriales.

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