Reinado de Isabel II: Transformación de la España Liberal

Isabel II (1841-1868): La Década Moderada

Durante el reinado de Isabel II, España experimentó un avance en el liberalismo, aunque bajo el control de sus ministros y con la persistencia de algunos carlistas. Se promulgaron cinco constituciones, menos avanzadas que la de Cádiz, que restringían el derecho al voto y la educación a hombres mayores de 25 años con recursos económicos, basándose en un sistema de sufragio censitario que permitía identificar a los contribuyentes a través del censo.

El sufragio censitario, que no otorgaba los mismos derechos a todos, se mantuvo vigente hasta 1983, cuando las mujeres finalmente obtuvieron el derecho al voto y otros derechos fundamentales.

A diferencia de su padre, Isabel II no fue una figura déspota, pero su falta de formación la hacía susceptible a la manipulación. España, aún predominantemente agraria, se encontraba en pleno proceso de consolidación del liberalismo. Esta época, marcada por pronunciamientos y golpes de estado, reflejaba la inestabilidad de un sistema liberal en desarrollo. Los generales, junto con otros actores, se pronunciaban y movilizaban fuerzas a su favor.

El matrimonio de Isabel II con Francisco de Asís, quien se cree que era intersexual, no produjo descendencia. Sin embargo, la reina tuvo doce hijos con sus amantes, entre ellos el general Serrano, a quienes posteriormente colocó en importantes cargos políticos, contribuyendo a la corrupción en España. Finalmente, Isabel II fue exiliada a París.

Sucesos durante el Reinado de Isabel II

  • Consolidación (lenta) de España como sociedad liberal: Se promulgaron leyes, se crearon escuelas públicas, se estableció la Guardia Civil para el ámbito rural, se impulsó la Ley de Ferrocarriles para facilitar el comercio y la economía capitalista, y se llevó a cabo una nueva desamortización de bienes comunales, siguiendo el modelo de la desamortización de Mendizábal.
  • Economía agraria y exportadora: España se mantuvo como un país principalmente agrario, cuya economía se basaba en la exportación de productos alimenticios.
  • Inestabilidad política y sufragio censitario: La política se caracterizó por golpes de estado y la persistencia del sufragio censitario, que excluía a gran parte de la población del derecho al voto.
  • Debilidad en política exterior: La pérdida de colonias empobreció a España, impidiéndole proyectarse como una potencia extranjera. Se cometieron errores como la guerra en la República Dominicana.
  • Consolidación de la franja norte de Marruecos: España logró consolidar su control sobre la franja norte de Marruecos, que unía Ceuta y Melilla. En esta «guerra con moros», destacó el general Prim.
  • Propuesta de venta de Cuba: El general Prim propuso la venta de Cuba, principal productora de azúcar, a Estados Unidos, aunque la propuesta no se materializó.
  • Resumen del mandato: El reinado de Isabel II se caracterizó por la inestabilidad política, mejoras económicas, leyes que impulsaron la educación y el comercio, y el desarrollo del capitalismo.

El Sistema Democrático

Tras una sublevación en Cádiz, Isabel II partió al exilio.

  • 1869: Se promulgó una constitución liberal que establecía una monarquía constitucional con sufragio universal masculino. Ante la ausencia de un rey, se inició la búsqueda de un monarca. Paralelamente, movimientos nacionalistas en Italia y Alemania buscaban la unificación de sus respectivos territorios para impulsar el comercio y reducir impuestos.
  • 1870: Las tensiones entre los estados del este y norte de Europa dificultaron la búsqueda de un rey aceptado por todas las monarquías europeas. Finalmente, se eligió a Amadeo I de Saboya.image?w=40&h=31&rev=5&ac=1
  • Amadeo I se encontró con una España en crisis: La muerte del general Prim (su defensor), la Guerra de los Diez Años en Cuba (con el fin de la esclavitud y el apoyo de Estados Unidos a la independencia cubana), la sublevación carlista (liderada por el nieto de Fernando VII, con ideales antiliberales y conservadores), y el rechazo de parte de la población hacia Amadeo I, contribuyeron a la inestabilidad del país.
  1. Muerte del general Prim.
  2. Guerra de los Diez Años en Cuba.
  3. Sublevación carlista.
  4. Rechazo a Amadeo I.

1873: Amadeo I abdicó y abandonó España. Se proclamó la Primera República, con escaso apoyo social. Se legalizaron las manifestaciones obreras (anarquismo y marxismo) y se produjeron huelgas en núcleos industriales como Valencia, aunque con poca fuerza.

1878: Las divisiones internas entre republicanos (revolucionarios y clericalistas vs. federalistas y centralistas) llevaron a la sucesión de cuatro presidentes en pocos meses. Hubo sublevaciones federalistas en Valencia, Murcia y Andalucía, que fueron sofocadas, excepto en Cartagena, que finalmente también fue derrotada.

Enero de 1874: El general Pavía y Serrano dieron un golpe de estado, reprimieron a los federalistas y a los carlistas, e implantaron una dictadura, poniendo fin al periodo liberal. La Primera República continuó, pero bajo el control de la dictadura, perdiendo su carácter liberal.

La Restauración

Alfonso XII, hijo de Isabel II, fue preparado por Antonio Cánovas del Castillo para asumir el trono con el «Manifiesto de Sandhurst», presentándose como un rey liberal. A finales de 1874, Martínez Campos dio un golpe de estado que colocó a Alfonso XII en el trono, restaurando la monarquía borbónica.

1875: Con la Restauración borbónica, se puso fin a la República. Esto fue posible debido al escaso apoyo a la República y al giro conservador del ejército. Alfonso XII se casó con la princesa María Cristina de Alemania y falleció de tuberculosis en 1885.

Algunos republicanos se exiliaron, mientras que otros aceptaron a Alfonso XII en busca de estabilidad tras el caos previo. La monarquía se mantuvo desde 1875 hasta 1931. A pesar de la abolición de la República, el rey respetó la libertad de expresión y pensamiento, así como el parlamento.

España firmó la Paz de Zanjón con Cuba, concediendo el fin de la esclavitud, mayor libertad y compensaciones económicas. Se llevaron a cabo reformas internas lideradas por Cánovas del Castillo (Partido Conservador) y Sagasta (Partido Liberal), estableciendo el sistema del turnismo, en el que ambos partidos se alternaban en el poder. Este sistema, aunque estable, se basaba en la manipulación electoral a través de la figura del cacique.

El último cuarto del siglo XIX se caracterizó por el sistema de la Restauración, estable pero políticamente corrupto.

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