España en el Siglo XX: Reformas, Crisis y Transformaciones Sociales

Contexto Político y Social de la España del Siglo XX

La Crisis de la Restauración y el Camino a la Dictadura

  • La Dificultad para Retornar a la Normalidad Constitucional

    La dificultad para retornar a la «normalidad constitucional» tras los siete años de dictadura de Primo de Rivera y de Berenguer, tal como anunciaba el filósofo Ortega y Gasset en su famoso artículo «El error Berenguer». El pueblo español no iba a olvidar fácilmente la vinculación del rey con el dictador.

  • El Frente Unitario de la Oposición

    El frente unitario que habían formado en el Pacto de San Sebastián todos los partidos de la oposición, superando muchos años de enfrentamientos y desconfianzas.

  • Impacto Económico: Disminución de Exportaciones

    Disminuyeron también las exportaciones, debido al endurecimiento de las políticas proteccionistas (aranceles) establecidas por países como Inglaterra o Francia. Esto perjudicaba mucho a una economía como la española, que obtenía altos ingresos de las exportaciones agroganaderas y mineras.

Transformaciones Demográficas: Los Movimientos Migratorios

Los movimientos migratorios: una novedad de este periodo fue el rápido incremento de la emigración exterior, especialmente entre 1905 y 1914. En los primeros catorce años del siglo XX, la emigración a ultramar aumentó de forma muy notable, especialmente hacia Latinoamérica. Otro destino de menos importancia fue Argelia, por entonces territorio colonial francés. Los emigrantes solían ser jóvenes, varones (era muy raro que las mujeres emigraran por iniciativa propia) y con origen en la actividad agraria.

Tras la Gran Guerra (1914-1919) y en la posguerra, la emigración exterior se limitó considerablemente debido a la creciente desconfianza y hostilidad entre las naciones. De forma que en la tercera década del siglo predominó la emigración interior, el éxodo rural, motivado por el fuerte aumento de la demanda de mano de obra en la industria y en un creciente sector terciario (comercio, telefonía, banca, seguros). Los migrantes procedían de las regiones agrícolas del interior y especialmente del sur (Andalucía y Extremadura) y se dirigían sobre todo hacia las ciudades, especialmente las más grandes. En 1930, más de la mitad de la población tanto de Madrid como de Barcelona había nacido en otros lugares de España.

José Canalejas y las Reformas de la Restauración

José Canalejas: líder del Partido Liberal y presidente del gobierno entre 1910 y 1912. Sus propuestas buscaban democratizar el sistema político y reformar el mundo del trabajo:

  • Leyes laborales: duración de la jornada, prohibición del trabajo nocturno femenino, aumento de la edad laboral, creación de la inspección de trabajo, entre otras.
  • Ley de Casas Baratas: para facilitar la vivienda a los grupos sociales más humildes.
  • Reducción de los impuestos al consumo: muy impopulares entre las clases populares.
  • Ley del Candado: que limitaba la creación de nuevas órdenes religiosas en España. Su objetivo era limitar la influencia de la Iglesia en la educación. Esta ley provocó una fuerte oposición de la Iglesia, que acusó a Canalejas de anticlerical, a pesar de ser católico practicante.
  • Nueva Ley de Reclutamiento: Establecía el servicio militar obligatorio sin posibilidad de redención en metálico, incluso en tiempo de guerra.
  • Ley de Mancomunidades Provinciales: Permitía a varias provincias limítrofes asociarse para distintos fines administrativos y de gestión. Esta medida fue aprovechada por los nacionalistas catalanes para proponer la Mancomunidad de Cataluña, que existió entre 1914 y 1925, hasta su eliminación por la dictadura de Primo de Rivera.

Canalejas fue asesinado en 1912 por un anarquista, lo que frustró parte de su programa de reformas. A partir de la destitución de Maura (1909) y del asesinato de Canalejas, el sistema de la Restauración entró en una fase acelerada de crisis que conduciría a su ruptura definitiva.

El Golpe de Estado de Primo de Rivera y el Directorio Militar (1923-1925)

El Golpe de Estado: 13 de septiembre de 1923

El capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, declaró el estado de guerra mediante un manifiesto titulado «Al país y al ejército españoles», prometiendo «ocupar el poder de forma temporal para terminar con el terrorismo, el separatismo, el desorden y la politización de la guerra de Marruecos». Primo de Rivera utilizó la vieja idea del «cirujano de hierro» de Joaquín Costa para presentarse ante los españoles como un regeneracionista. Afirmó que su intención era sanear el país, acabar con el caciquismo, realizar las reformas necesarias y, posteriormente, restaurar la vigencia de la Constitución. Alfonso XIII nombró presidente del gobierno a Primo de Rivera, haciéndose cómplice de la dictadura.

El Directorio Militar (1923-1925)

Primo de Rivera formó un gobierno compuesto exclusivamente por militares que adoptó las siguientes medidas:

  • Suspensión de la Constitución: La Constitución fue suspendida, aunque no derogada. Se declaró el «estado de guerra» hasta 1925, lo que implicó la suspensión de las garantías constitucionales: la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión y asociación, entre otras.
  • Disolución de las Cortes y de los partidos políticos: El dictador creó la Unión Patriótica, un «partido único» a su servicio, al que Primo de Rivera dotó del lema «Patria, Religión y Monarquía». Para formar parte de la administración, era requisito pertenecer a este partido.
  • Disolución de las diputaciones y los ayuntamientos: Los alcaldes fueron nombrados directamente por el gobierno y muchos militares ocuparon el cargo de gobernadores provinciales. Con esta medida se pretendía eliminar el caciquismo, pero solo se consiguió que los nuevos alcaldes se convirtieran en caciques, protegidos ahora no por uno de los dos partidos liberales, sino por la Unión Patriótica.
  • Finalización exitosa de la Guerra de Marruecos: Aunque inicialmente el dictador se inclinaba por el abandono del Rif, los militares africanistas, con gran influencia cerca del rey, lo convencieron para que Francia y España unieran sus fuerzas en una acción militar conjunta, iniciada con el desembarco de Alhucemas (1925). Tras la derrota de Abd el-Krim, España ocupó todo el territorio del Rif y finalizó la guerra.

La Crisis Obrera de 1917 y sus Consecuencias

La Huelga General Revolucionaria

La inflación provocada por la Gran Guerra había causado, desde 1915, un constante descenso del poder adquisitivo de los salarios y un aumento de la desigualdad social. Las empresas obtenían grandes beneficios, pero la inflación dejaba sin valor los aumentos salariales. El movimiento obrero había ganado mucha fuerza, especialmente los sindicatos anarquistas agrupados en la CNT. Aunque en menor medida, la UGT socialista también había crecido en afiliación e influencia.

En agosto de 1917 se inició una huelga general revolucionaria convocada por primera vez conjuntamente por la UGT y la CNT. Se paralizaron las comarcas industriales de Barcelona y Vizcaya, las grandes ciudades y las cuencas mineras asturianas. Creyéndose al borde de una situación revolucionaria, el gobierno respondió con extrema dureza y utilizó al ejército para terminar con las protestas. Se produjeron más de 70 muertes y unas 2000 detenciones, y el comité de huelga, formado por cuatro líderes de la UGT, fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Miles de obreros fueron despedidos.

A pesar del fracaso de la huelga, en los años siguientes los sindicatos de trabajadores continuaron con sus protestas, logrando importantes avances sociales, como la jornada de 40 horas semanales (Huelga de la Canadiense, Barcelona, 1919). Sin embargo, este periodo se desarrolló en un ambiente de creciente violencia política: entre 1919 y 1923 hubo miles de muertos por atentados cruzados entre anarquistas, policías y pistoleros al servicio de la patronal, especialmente en Barcelona, aunque no exclusivamente en esa ciudad.

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