La Crisis del Antiguo Régimen y el Nacimiento Liberal en España (1788-1833)

La Crisis del Antiguo Régimen (1788-1833)

Estándar 33: La Guerra de la Independencia

Desde finales del siglo XVIII hasta el primer tercio del siglo XIX, se produce el cambio del Antiguo Régimen al liberalismo, enmarcado en la Guerra de la Independencia.

Este periodo corresponde al reinado de Carlos IV.

Causas: La Crisis de la Monarquía Borbónica en el Antiguo Régimen

  1. Crisis Económica y Demográfica

    Fue un periodo de crisis económica, causada por la caída de la producción alimenticia debido a la cultivación de tierras cada vez menos productivas. Esto provocó una crisis de subsistencia, de la cual se originaron epidemias que terminaron con un estancamiento demográfico en el país.

    La estructura agraria se caracterizaba por la presencia de la propiedad amortizada, la cual concentraba la mayor parte de las tierras en manos de una minoría (nobleza e Iglesia).

  2. Impacto de la Revolución Francesa

    Coincidió con La Revolución Francesa, que afectó negativamente a las relaciones de España con su Imperio Americano, a la Hacienda Real, y paralizó la política de reformas.

    Con las guerras, las deudas del Estado crecieron y los ingresos procedentes del comercio con América se redujeron, obligando a Carlos IV a recurrir a nuevas medidas fiscales que iban en contra del régimen:

    • Aumentar la fiscalidad a las clases privilegiadas.
    • Promover la venta de la propiedad amortizada.
  3. Crisis Política y Desprestigio de la Monarquía

    La crisis fue ante todo de carácter político y llegó a afectar al prestigio de la monarquía debido a: la contrariedad de pagar impuestos por parte de los privilegiados, a los motines de subsistencia y conflictos agrarios por parte de los campesinos, y la difusión de ideas de la Revolución Francesa.

Como solución a todos los problemas, en 1808 se produjo el Motín de Aranjuez que destituyó al secretario Godoy. Ese mismo año, Carlos IV renunció al trono cediéndoselo a su hijo, posteriormente conocido como Fernando VII. Esto ocurrió en el contexto del Tratado de Fontainebleau (1807) y la aparición del ejército napoleónico.

Desarrollo de la Guerra de la Independencia (1808-1814)

La abdicación de Carlos IV y la ocupación francesa del territorio peninsular dieron inicio a la Guerra de la Independencia (1808-1814) y la salida de la familia real hacia Bayona (Francia).

Napoleón, tras obtener el poder de la corona española con las Abdicaciones de Bayona, nombró a José I rey de España y constituyó la Asamblea de Bayona, compuesta por nobles, clérigos, militares, la cual aprobó la Constitución de Bayona de 1808.

El 2 de mayo de 1808, la hostilidad contra las tropas francesas desembocó en Madrid, debido a que el pueblo trató de evitar la huida de la familia real, generalizando una cadena de levantamientos.

El Vacío de Poder y las Juntas

Ante el vacío de poder de las autoridades españolas, surgieron las Juntas, al principio de carácter local y provincial, que acabaron reuniéndose en una Junta Suprema Central del Reino. Se trataba de una institución que dirigía los asuntos políticos y militares, y estaba formada por grupos diversos, aunque unidos por la oposición a los franceses y la defensa de la monarquía española.

División Territorial e Ideológica

El territorio quedó dividido en dos partes cambiantes con el transcurso del conflicto:

  • La España de José I Bonaparte: Apoyada por el ejército francés y los afrancesados.
  • La España de insurrección popular: Territorios no dominados. Afirmaban luchar en nombre del legítimo rey de España, Fernando VII. Sin embargo, los españoles sublevados pertenecían a dos grupos ideológicos muy dispares:
    • Los liberales: Cuyo rechazo a los franceses no les impedía compartir en lo fundamental sus nuevas ideas.
    • Los absolutistas: Partidarios del retorno de Fernando VII como monarca absoluto, en la tradición del Antiguo Régimen.

El conflicto no solo fue un enfrentamiento entre españoles y franceses, sino también un conflicto civil entre afrancesados y los “patriotas”, y un conflicto internacional entre Francia y Gran Bretaña, aliada de España.

Fases de la Guerra
  1. Hasta finales de 1808: La sublevación popular era una guerra abierta y la resistencia tomó forma de sitio (Gerona y Zaragoza), destacando la primera derrota francesa en la Batalla de Bailén.
  2. Desde finales de 1808 hasta 1812: Caracterizada por la hegemonía francesa y la actuación de la guerrilla, pequeñas partidas que, conocedoras del terreno, hostigaban constantemente a los franceses.
  3. Entre 1812 y 1813: Los franceses pierden posiciones ante la guerra que Napoleón mantenía con Rusia. Tras sucesivas derrotas en las batallas de Arapiles y Vitoria, finalmente Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.

Los afrancesados, considerados traidores a la patria, tuvieron que exiliarse o ser reprimidos.

Estándar 34: La Constitución de 1812

Mientras las tropas francesas de Napoleón ocupaban la mayor parte de la península ibérica en 1808 durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), la Junta Suprema Central convocó las Cortes Generales del Reino, abriendo camino al liberalismo político.

Estas Cortes se reunieron en Cádiz por ser la última zona no ocupada por los franceses. Su objetivo era ser una salida al vacío de poder y una respuesta ante el proyecto reformista de los afrancesados con la Constitución de Bayona, que no aceptaban.

Los diputados eran elegidos entre todos los ciudadanos, y estos crearon un nuevo orden político y jurídico: la soberanía nacional o liberal. Es decir, una fuente de autoridad y legitimidad por parte de la nación que derivaba su voluntad entre sus representantes políticos.

De las Cortes de Cádiz surgió la primera Constitución española, la de 1812. Esta constitución dividió los poderes, estableció una única cámara de diputados, limitó el poder real e implantó el sufragio universal masculino indirecto.

La constitución proclamó la soberanía nacional y una monarquía parlamentaria.

Rasgos Fundamentales de la Constitución de 1812

  • Reconocía los derechos y las libertades individuales, y la igualdad ante la ley, sin incluir una declaración de derechos formal.
  • División de poderes: El poder legislativo correspondía a las Cortes, el poder ejecutivo quedaba en manos del rey, y el poder judicial era independiente.
  • La religión católica era la única en la nación española.
  • La elección de los representantes mediante sufragio universal masculino indirecto.
  • Creación de la Milicia Nacional, cuerpo de civiles armados para la defensa de la Constitución.
  • Monarquía parlamentaria moderada, en la que el rey aprueba las leyes.
  • Libertad económica con la supresión de los gremios y la abolición de los señoríos.

Las Cortes tuvieron dos objetivos principales: la elaboración de la Constitución de 1812 y promover una serie de reformas socioeconómicas.

Estándar 35: Fases del Conflicto entre Liberales y Absolutistas durante Fernando VII

El regreso de Fernando VII de su cautiverio en Francia en 1814, tras la Guerra de la Independencia (1808-1814), supuso el fin del liberalismo de las “Cortes de Cádiz”. Cuando regresó, firmó el Decreto de 4 de mayo de 1814 por el que condenaba y declaraba sin efecto las “Cortes de Cádiz” y la Constitución de 1812, significando la vuelta al Antiguo Régimen.

1ª Fase: La Restauración Absolutista (1814-1820)

La restauración del absolutismo entre 1814 y 1820 contó con dos apoyos principales:

  • La Santa Alianza, creada en 1815 por parte de los reyes de Austria, Prusia, Rusia, Francia y España.
  • La falta de apoyo generalizado al régimen constitucional.

Su política se caracterizó por:

  • El regreso de algunos privilegios a los señores por la Corona.
  • La ausencia de un programa de gobierno adecuado para afrontar el hecho revolucionario de la Constitución de 1812.
  • La represión contra los liberales, obligándolos a emigrar o a la clandestinidad. Esto dio lugar a una nueva forma conspirativa: el pronunciamiento y la propaganda de las ideas liberales a través de las sociedades secretas masónicas.

2ª Fase: El Trienio Liberal (1820-1823)

Entre 1820 y 1823, los liberales toman el poder continuando la obra de las Cortes de Cádiz, obligando a Fernando VII a jurar la Constitución liberal de 1812, surgiendo así una cultura liberal entre la población.

El Trienio Liberal estuvo sometido a grandes tensiones:

  • A la división de los liberales entre dos tendencias: moderados y exaltados:

    • Los moderados buscaban un pacto con los propietarios del Antiguo Régimen, ya que creían que la Constitución debía ser reformada en sus aspectos más radicales.
    • Los exaltados, que eran minoritarios, eran defensores de la Constitución y creían en reformas radicales.
  • A la oposición absolutista o realista por parte del clero y la nobleza, que veían alterados sus privilegios. Para derribar el régimen liberal, usaron la intervención militar de la Santa Alianza, que invadió con tropas francesas (los Cien Mil Hijos de San Luis), recuperando el poder absoluto para Fernando VII en 1823.

3ª Fase: La Década Ominosa (1823-1833)

A pesar del regreso del absolutismo, se iniciaron unas tímidas reformas que se opusieron a un sector del absolutismo, llamado ultrarrealista, partidario de mantener sin cambios la monarquía absolutista. Este sector contaba con el apoyo del hermano del rey, Don Carlos, lo que causó un enfrentamiento abierto por la cuestión dinástica a partir de 1830.

En contra se encontraban los defensores de la Pragmática Sanción, que permitía la sucesión al trono a mujeres, apoyando a la hija de Fernando VII, Isabel.

En 1833 murió Fernando VII, iniciándose la Primera Guerra Carlista entre los partidarios liberales de Isabel y los ultrarrealistas de Carlos.

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