Historia de España Contemporánea: Crisis, Regímenes y Conflictos (1833-1939)

Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración (1902-1931)

El Reinado y el Intervencionismo Monárquico

El reinado de Alfonso XIII comenzó el 17 de mayo de 1902, con la esperanza de que el monarca dirigiera políticas regeneradoras en España. Sin embargo, el constante intervencionismo en la vida política ordinaria y las luchas internas de los partidos dinásticos fueron algunos de los principales problemas del reinado. La inestabilidad fue notable: hubo cinco gobiernos conservadores de 1902 a 1905 y seis liberales de 1905 a 1907.

Para lograr cierta estabilidad, los partidos trataron de reforzarse eligiendo nuevos líderes fuertes con ideas regeneradoras:

  • Antonio Maura fue elegido en el Partido Conservador en 1904.
  • José Canalejas fue elegido en el Partido Liberal en 1910.

La labor política de Maura fue reformista y autoritaria, pero quedó bruscamente bloqueada tras la Semana Trágica de Barcelona de 1909. Las propuestas más avanzadas hacia la democracia procedieron de Canalejas, quien gobernó entre 1910 y 1912. Favoreció las políticas intervencionistas del Estado en materia social y laboral y la secularización de la vida política. También aprobó la Ley de Conscripción en 1912, que establecía el servicio militar obligatorio en tiempos de guerra. El asesinato de Canalejas en 1912 a manos de un anarquista provocó la desarticulación política del régimen de la Restauración, influido por el peso de la sociedad de masas y la inestabilidad de los partidos dinásticos.

La Oposición al Régimen

Además de los partidos dinásticos, existía una oposición compuesta por:

  1. El Republicanismo: Se dividió en dos sectores: el Partido Radical de Lerroux y el Partido Reformista de Melquiades Álvarez y Gumersindo de Azcárate.
  2. Los Nacionalismos Periféricos: Principalmente catalán y vasco, buscaban una mayor autonomía y representación en el parlamento y el gobierno local.
  3. El Movimiento Obrero: Se dividió en dos corrientes: el Partido Socialista (PSOE), de orientación moderada y reformista, y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), anarcosindicalista y de postura más radical.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

La llegada al poder de Miguel Primo de Rivera ocurrió en septiembre de 1923 tras un pronunciamiento militar aceptado por el rey y la opinión pública. Este golpe de Estado buscaba no solo una solución al problema de Marruecos, sino también cambiar el sistema político liberal y resolver problemas de orden público.

Fases de la Dictadura

El Directorio Militar (Septiembre 1923 – Diciembre 1925)

Primo de Rivera lideró un Directorio Militar con el que trató de desmantelar el caciquismo y restringir el empleo de lenguas propias. También intervino en los problemas de orden público, creando medidas represivas contra las organizaciones obreras y creando el Somatén Catalán.

El Directorio Civil (1925 – 1930)

A finales de 1925 se creó el Directorio Civil, que pretendía construir un régimen inspirado en el fascismo italiano y estaba formado por militares y civiles. Este período se caracterizó por la institucionalización política, el nacionalismo económico, el intervencionismo y la política social corporativa.

A partir de 1928, el régimen de Primo de Rivera comenzó a debilitarse, perdiendo apoyo entre los sectores sociales y alejándose del PSOE. La caída del dictador se produjo en enero de 1930, debido a diversos factores. Tras la caída de la dictadura, el rey intentó restablecer el turnismo y encargó formar gobierno al general Berenguer. En agosto de 1930 se celebró el Pacto de San Sebastián, que acabó convocando las elecciones municipales de 1931.

Fases Militares de la Guerra Civil Española (1936-1939)

Tras el fracaso del golpe de Estado del 18 de julio de 1936, España se sumió en una guerra civil que se prolongó durante tres años y dividió al país en dos zonas: una leal a la República y otra sublevada. La guerra se caracterizó por varias fases militares:

  1. Primera Fase (Julio 1936 – Marzo 1937): Los sublevados buscaron tomar Madrid, pero se estancaron en el Sistema Central. Con el paso de las tropas africanas a la península, unificaron el territorio nacional disperso en Andalucía.
  2. Segunda Fase (Abril – Octubre de 1937): Se centró en la liquidación del Frente Norte, lo que dejó a los republicanos sin muchos de sus recursos mineros e industriales.
  3. Tercera Fase (Noviembre 1937 – Noviembre 1938): Fue el avance hacia el Mediterráneo y la Batalla del Ebro.
  4. Cuarta Fase (Diciembre 1938 – Abril 1939): Comprendió la ocupación de Cataluña y el fin de la Guerra.

Características de las Zonas en Conflicto

Durante la guerra, la zona republicana se caracterizó por una revolución social que llevó a cabo una colectivización, lo que supuso la expropiación de latifundios y grandes empresas. Mientras tanto, la zona sublevada se unificó en el F.E.T. de la J.O.N.S. y estableció un nuevo Estado en el que el ejército fue el pilar fundamental. Finalmente, el 1 de abril de 1939, Franco anunció el fin de la guerra.

El Sexenio Democrático (1868-1874)

Durante los últimos años del reinado de Isabel II, España experimentó una serie de gobiernos inestables y autoritarios, en un contexto de creciente malestar social debido a la crisis económica y la represión. El descontento social por el monopolio del partido moderado, unido al descrédito de la monarquía, provocó la confluencia de los partidos de la oposición mediante el Pacto de Ostende en 1866, en torno a dos principios fundamentales: el fin de la dinastía borbónica y la apertura de un proceso constituyente basado en el sufragio universal.

Esto llevó a un pronunciamiento militar en Cádiz, a la constitución de Juntas Revolucionarias y, finalmente, a la derrota de las tropas isabelinas en la Batalla de Alcolea y el exilio de la reina, dando inicio al Sexenio Democrático (1868-1874).

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

En este período, se formó un gobierno provisional constituido por los principales líderes, y se tomaron importantes medidas:

  • Convocatoria de Cortes constituyentes con sufragio universal masculino.
  • Redacción de una Constitución.
  • Instauración de libertades básicas y de culto.
  • Implementación de medidas librecambistas y la expulsión de los jesuitas.

La Constitución de 1869 garantizó numerosos derechos y libertades ciudadanas, declarando la soberanía nacional y estableciendo una clara división de poderes en una monarquía democrática con un sistema bicameral.

El Reinado de Amadeo I y la Primera República

La elección del nuevo monarca, Amadeo de Saboya, fue una de las mayores fuentes de disensión. Su reinado (1870-1873) duró tan solo dos años y fue un período políticamente inestable con frecuentes conflictos. Ante la situación, Amadeo abdicó en febrero de 1873.

Las Cortes proclamaron entonces la Primera República (1873-1874), pero fue un período extremadamente inestable con cuatro presidentes, seis gobiernos, dos guerras y frecuentes movimientos de protesta social. La diversidad de corrientes y proyectos enfrentados entre sí, la falta de apoyo al republicanismo y las dificultades para lograr la consolidación de la república llevaron a la imposición de la llamada República Unitaria o Dictadura del general Serrano.

El Reinado de Isabel II y la Primera Guerra Carlista (1833-1868)

Orígenes del Conflicto Carlista

La muerte de Fernando VII en 1833 inició un conflicto por el poder entre su hermano Carlos María Isidro y su hija Isabel. Carlos reclamó su derecho a la corona basándose en la Ley Sálica, derogada por Fernando mediante la Pragmática Sanción, lo que permitió a Isabel acceder al trono.

La Primera Guerra Carlista (1833-1839) se dividió en tres etapas. En la última, la división interna del carlismo favoreció el Convenio de Vergara (1839), que puso fin a la guerra.

Las Regencias (1833-1843)

Durante la minoría de edad de Isabel II, su madre, María Cristina, ejerció la regencia. La presión carlista la llevó a tomar posiciones más liberales y a nombrar a Martínez de la Rosa, quien logró la promulgación del Estatuto Real de 1834.

En 1835 se produjo la Crisis del Régimen del Estatuto, que llevó a la regente a poner el gobierno en manos de Mendizábal, quien realizó reformas cruciales como la desamortización del clero regular. La Sublevación de la Granja de San Ildefonso obligó a María Cristina a firmar la Constitución de 1812, que terminó siendo reformada en una más moderada, la de 1837. Con ella se produjo la desmantelación definitiva del régimen señorial y se establecieron:

  • Cortes Bicamerales.
  • Soberanía compartida Rey-Cortes.
  • Poder de veto absoluto del monarca.

El intento de modificación de la Ley Municipal en 1840 provocó la salida de María Cristina y el gobierno de Espartero entre 1840 y 1843, confirmado por las Cortes en 1841. Pese a su ideología liberal-progresista, su gobierno se caracterizó por un fuerte autoritarismo, llegando incluso a bombardear Barcelona en 1842.

El Reinado Efectivo (1843-1868)

En 1843, Isabel II asumió su reinado efectivo. Su gobierno pasó por tres etapas, siendo la primera la Década Moderada (1844-1854), encabezada por Narváez. Este período resultó más conservador al introducir reformas clave:

  • Sufragio censitario.
  • Confesionalidad católica del Estado.
  • Supresión de la Milicia Nacional.
  • Creación de la Guardia Civil.

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