La Guerra Civil Española (1936-1939): Causas y Desarrollo
Provocada por el golpe militar fascista del 18 de julio de 1936, la Guerra Civil constituye el hecho más trágico de la historia de España en el siglo XX. La guerra fue el enfrentamiento entre los grupos dominantes (aristócratas, grandes propietarios…) y las clases medias y populares (campesinos, obreros y pequeña burguesía) que habían dado apoyo a las reformas republicanas. El resultado fue el fin del régimen democrático y la consolidación de la dictadura franquista.
Orígenes y Estallido del Conflicto
El Frente Popular triunfó en las elecciones de febrero de 1936. El deterioro del orden público empeoró y el ejército tuvo que intervenir.
A finales de 1935, unos oficiales estaban conspirando contra la República. El gobierno los separó en puntos alejados de la península para evitar que esto sucediera:
- Goded a Baleares.
- Mola a Pamplona.
- Franco a Canarias.
El 12 de julio de 1936, unos falangistas asesinaron a un miembro de la Guardia de Asalto. Al día siguiente, como una especie de venganza, fue asesinado José Calvo Sotelo. Aprovechando el impacto, el 17 de julio de 1936 se inició una sublevación militar en Melilla. Franco se dirigió a Marruecos para unirse al ejército y así llegar hasta la península para hacerse con ella. El 19 de julio, Santiago Casares fue relevado como jefe de gobierno por José Giral, y este decidió dar armas a los sindicatos y al Frente Popular. Un sector del ejército se mantuvo fiel al gobierno y se logró sofocar el levantamiento en gran parte de España.
División Territorial Inicial
La sublevación triunfó en Galicia, Castilla y León, Navarra, Zaragoza y Andalucía occidental, pero fracasó en el País Vasco, Cataluña, Madrid, Asturias y Levante.
La Dimensión Internacional de la Guerra
La Guerra Civil Española estalló teniendo una crisis económica de fondo. El impacto del conflicto fue tal que se extendió a nivel internacional. Los sublevados y el gobierno republicano buscaron apoyo exterior. La República pidió a Francia ayuda tanto militar como política. Francia, Gran Bretaña y EE. UU. fueron bastante prudentes con este asunto, ya que temían que la guerra se internacionalizase. Francia creó un Comité de No Intervención al que se unieron unos 27 países, y Gran Bretaña se mantuvo neutral.
Apoyos Extranjeros
La República contó con la ayuda de la Unión Soviética y de las Brigadas Internacionales. Llegaron más de 60.000 brigadistas a España. Estos ayudaron a defender Madrid y participaron en muchas batallas.
Los sublevados fueron los que más ayuda recibieron, sobre todo por parte de Italia y Alemania en cuanto a armamento:
- Alemania: Envió la Legión Cóndor y cobró la ayuda con la entrega de minerales y productos estratégicos.
- Italia: Su ayuda consistió en enviar la unidad Corpo Truppe Volontarie.
Desarrollo de las Operaciones Militares
El plan inicial de los rebeldes era conquistar Madrid lo más rápido posible. Mola avanzó desde el norte y Franco desde el sur. Este último lo hizo desbordando a las fuerzas que le salían al paso. La resistencia fue mayor en Badajoz.
La conquista de Madrid tuvo que esperar. Mola fue detenido en la Sierra de Guadarrama y Franco ocupó Toledo, finalizando con el cerco del Alcázar.
Para intentar salvar Madrid, miles de mujeres y hombres fortificaron los accesos y el interior de la ciudad. En noviembre, el gobierno republicano se trasladó a Valencia, dejando la plaza a la Junta de Defensa en manos de Miaja, y la defensa al comandante Rojo.
Las Grandes Batallas por Madrid
Después de varios bombardeos a la capital, esta resistió gracias a las Brigadas Internacionales, los carros de combate rusos y una columna anarcosindicalista al mando del líder sindical Buenaventura Durruti.
Fracasado el intento de tomar Madrid, los sublevados hicieron dos maniobras para aislar la capital y cortar comunicaciones con Valencia:
- La primera produjo la Batalla del Jarama, donde los sublevados fueron detenidos por los republicanos.
- En la Batalla de Guadalajara, el ejército italiano fue derrotado por el Ejército Popular de la República.
El Frente Norte y la División Republicana
Franco decidió concentrar sus fuerzas en la cornisa cantábrica. En el verano de 1937 caerían Bilbao, Santander y Asturias. Lo más destacado de esta ofensiva fue el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor alemana. Para reducir la presión franquista por el norte, los republicanos diseñaron unas distracciones al frente de Madrid y Aragón, pero fracasaron.
La conquista del norte fue un gran éxito para Franco, pues así consiguió bastantes recursos tanto minerales como industriales.
El ejército republicano intentó conquistar Teruel a finales de 1937. La ciudad fue tomada por el Ejército Popular y recuperada por el bando nacional tres meses después. Franco decidió llevar la guerra al frente de Aragón y, tras la Batalla del Maestrazgo, consiguió llegar al Mediterráneo al tomar Vinaroz, dividiendo así el territorio republicano en dos.
El Final de la Guerra y la Victoria Franquista
Cuando la guerra parecía perdida, en julio de 1938, los soldados republicanos cruzaron el río Ebro por sorpresa. Aunque conquistaron una parte del territorio, cuatro meses después las tropas franquistas los obligaron a volver a cruzar el río en retirada (Batalla del Ebro).
Franco emprendió la ofensiva sobre Cataluña. Barcelona fue tomada en enero y Gerona en febrero de 1939. Unas 400.000 personas huyeron a Francia.
En marzo de 1939, el coronel Segismundo Casado hizo un golpe de Estado contra el gobierno de la República y puso fin a la política de resistencia. Las tropas franquistas entraron en Madrid a finales de ese mismo mes y el 1 de abril de 1939 terminó la guerra con la toma de las últimas plazas en control de la República.