Al-Ándalus y la Reconquista: Historia de la Península Ibérica Medieval

Al-Ándalus: El Dominio Musulmán en la Península Ibérica

A principios del siglo VIII, la monarquía visigoda se hallaba inmersa en luchas internas entre grupos nobiliarios. La proclamación de Rodrigo como rey propició que un grupo de nobles partidarios de otro pretendiente reclamara la ayuda de los norteafricanos para derrotar al monarca. Tropas bereberes lideradas por Tariq derrotaron en Guadalete al rey visigodo Rodrigo y ocuparon el territorio peninsular, llegando a atravesar los Pirineos en poco más de dos años. El avance musulmán tuvo su límite en las zonas montañosas Cantábrica y en los Pirineos, al ser rechazados por los francos.

La Evolución Política de Al-Ándalus

Tras la caída visigoda, la península fue incorporada como provincia del islam bajo la denominación de Al-Ándalus, un emirato dependiente del califa de Damasco.

El Emirato Independiente

Al-Ándalus era un emirato dependiente de los califas. En el 750, los abasíes derrocaron a la dinastía omeya. Abderramán I tuvo que hacer frente al intento de invasión de Carlomagno, cuyas tropas fueron derrotadas en Roncesvalles.

El Califato de Córdoba

El progresivo proceso de desintegración del emirato fue frenado por Abderramán III, quien se proclamó califa, asumiendo el gobierno político y religioso de Al-Ándalus e independizándose del califato de Bagdad. El Califato de Córdoba tenía su sede administrativa en la ciudad palacio cordobesa de Medina Azahara.

  • Abderramán III: Los reyes cristianos del norte aceptaron su autoridad.
  • Al-Hakam II: Amplió el esplendor político y cultural del califato y mantuvo la paz con los reinos cristianos.
  • Hisham II: Con Al-Mansur (Almanzor), quien llegó a suplantarlo, se impuso una dictadura en el califato. Tras su muerte, se produjo la desaparición del califato y su disgregación en pequeños reinos de taifas, lo que llevó a la destrucción de Medina Azahara, símbolo del esplendor califal.

Los Reinos de Taifas

Los reinos de taifas se caracterizaron por su fragmentación y debilidad, lo que los hizo vulnerables.

Los Almorávides y los Almohades

La presión del rey castellano y la conquista de Toledo por Alfonso VI obligaron a las taifas a solicitar la ayuda de los musulmanes del norte de África. Los almorávides prolongaron su dominio. Los almohades, tras derrotar a los almorávides, se impusieron y derrotaron a los castellanos en la batalla de Alarcos. La alianza del rey castellano Alfonso VIII con Portugal, Navarra y Aragón propició la victoria de las Navas de Tolosa sobre los almohades y el definitivo avance cristiano sobre el mundo musulmán, que quedó reducido al Reino de Granada.

Economía y Sociedad en Al-Ándalus

Al-Ándalus incorporó avances en agricultura y el comercio que fueron las claves de su prosperidad económica frente a los reinos cristianos peninsulares y europeos. Sus rasgos distintivos fueron la importancia de la vida urbana, la variedad de grupos étnicos y la tolerancia religiosa.

La Vida Urbana

En Al-Ándalus floreció una intensa vida urbana con una convivencia generalmente pacífica.

Los Grupos Étnicos y Religiosos

Se pueden distinguir varios grupos sociales:

  • Los árabes: Fueron una minoría, pero ocuparon altos cargos.
  • Los bereberes: Se agrupaban en tribus y practicaban el pastoreo.
  • Los muladíes: Estaban formados por población peninsular convertida al islam.

Otras religiones son:

  • Los mozárabes: Eran los cristianos que continuaron con su religión en territorio andalusí.
  • Los judíos: Tuvieron libertad de culto y colaboraron con las nuevas autoridades.

La Formación de los Reinos Cristianos Peninsulares

A lo largo de la Edad Media se produjo un enfrentamiento continuo entre los musulmanes y los cristianos por el dominio de las tierras peninsulares. A esa lucha se la conoce como Reconquista, un proceso de recuperación por parte de los reinos cristianos de los territorios arrebatados por los musulmanes a los visigodos, basándose en la idea de que los cristianos eran sus herederos legítimos. Las ofensivas contra los musulmanes fueron efectivas en cuanto a la recuperación de territorio.

Los Núcleos de Resistencia Cantábricos

El Núcleo Astur-Leonés

Don Pelayo derrotó a los musulmanes en la batalla de Covadonga. Con Alfonso I se configuró el Reino de Asturias. Asimismo, los territorios de Álava y Vizcaya formaron parte del reino asturiano, extendiéndose por Galicia y llegando hasta el Duero. Trasladó la capital de Oviedo a León, tomando el reino este último nombre, el Reino Astur-Leonés. Se inició la repoblación de los territorios mediante la presura, tierras vacías de las que el rey podía disponer libremente. Las repoblaciones se realizaron con población asturiana y mozárabes procedentes del sur.

El Núcleo Castellano

Los castellanos consolidaron su dominio fundando monasterios y poblaciones. Castilla se caracterizaba por la presencia de pequeños propietarios en el norte. Fernán González asumió las singularidades jurídicas y culturales de Castilla.

Los Núcleos de Resistencia Pirenaicos

El Núcleo Navarro

Íñigo Arista fundó el Reino de Pamplona, como aliado de los Banu Qasi, reyes de taifas. Sancho III el Mayor llevó a Navarra a convertirse en el reino cristiano más importante, incorporando Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Castilla. A su muerte, repartió su reino entre sus hijos: Navarra quedaba sin posibilidades de expansión.

El Núcleo Aragonés

Se formó el Condado de Aragón, llegando a incorporar el Reino de Pamplona.

El Núcleo Catalán

Se formaron los condados catalanes.

La Conquista de los Valles del Tajo al Ebro

El Núcleo Castellano-Leonés

Fernando I se anexionó los territorios leoneses, convirtiéndose en rey. La formación del Reino de Castilla y León coincidió con la aparición de las taifas. Se comenzaron a cobrar tributos a los andalusíes. La forma de repoblación entre el Duero y el Tajo fue novedosa: el rey creó concejos municipales, dotándolos de un amplio término municipal o alfoz y de unos fueros que recogían un conjunto de exenciones fiscales y de privilegios. A la muerte de Alfonso VI, se creó el Reino de Portugal. Con Alfonso VIII, las provincias vascas pasaron a formar parte definitivamente del Reino de Castilla. La Rioja Alavesa continuó formando parte del Reino de Navarra.

El Núcleo Oriental

El Condado de Aragón se convirtió en reino tras la muerte de Sancho III y fue ampliando territorios. Los principales avances territoriales fueron los de Aragón. Se produjo la unión de Cataluña y Aragón (Corona de Aragón).

La Conquista del Sur y del Levante Peninsular

La Corona de Castilla

Ocupó el valle del Guadalquivir. Se agravaron las luchas internas en Al-Ándalus, lo que facilitó el avance en la conquista territorial. Se controló el Estrecho de Gibraltar, impidiendo la llegada de ayuda norteafricana al Reino de Granada.

El Reino de Navarra

Sin fronteras con Al-Ándalus, Navarra no pudo expandirse hacia el sur y decreció su prestigio. Se reconocieron los derechos navarros, recopilados en el Fuero General.

La Corona de Aragón

Jaime I el Conquistador comenzó la conquista de las Islas Baleares. Jaime I configuró los territorios adquiridos como un reino autónomo, el Reino de Valencia, integrándolo en la Corona de Aragón.

Organización Interna de los Reinos Cristianos

La Economía

La agricultura y el pastoreo fueron las riquezas principales de los reinos occidentales. Gracias al avance conquistador de las monarquías se recuperaron muchas tierras. La agricultura se orientó al consumo y predominaron las explotaciones pequeñas, aunque también aumentaron las grandes propiedades. La ganadería lanar se convirtió en el sector más productivo de la economía castellano-leonesa. Alfonso X creó la Mesta para defender los intereses de los propietarios de rebaños. Aumentó la cabaña ovina y fue posible el posterior desarrollo del comercio de la lana. A partir del siglo XI, en las ciudades aumentaron los oficios, destacando la forja catalana y el sector textil. Y a partir del siglo XIII, el comercio castellano alcanzó un gran auge.

La Organización Social

La sociedad era de tipo estamental. Cada grupo o estamento ejercía una función concreta y se regía por ordenamientos jurídicos propios.

La Organización Política

Los Reinos Occidentales

El Reino de Asturias fue creando su estructura política asimilando las instituciones visigodas, extendiéndose a León. En el Condado de Castilla las costumbres y las sentencias eran la fuente de derecho. Al crearse la monarquía castellano-leonesa, el rey poseía un poder superior, la corona era hereditaria y el reino no se debía dividir entre sus herederos. En las Cortes estaban representados la nobleza, la Iglesia y el estamento llano; no tenían funciones legislativas, pero podían dar consejo al monarca y aprobaban los impuestos extraordinarios. El poder municipal estaba en manos de la nobleza y los poderosos locales.

Los Reinos Orientales

La Corona de Aragón era una confederación de reinos con instituciones propias y un solo soberano. La Corona estaba integrada por el Reino de Aragón, el Condado de Cataluña y el Reino de Valencia. Destacó el carácter pactista entre el rey y las Cortes de cada reino. La institución que asesoraba al monarca era el Consejo Real, común para todos los reinos e integrado por representantes de cada uno. Las Cortes, existentes en cada territorio, tenían poder legislativo y capacidad para establecer tributos.

Los Territorios Vascos

Hasta el siglo XI, estos territorios, con instituciones y leyes propias basadas en la costumbre, estaban gobernados por señores que prestaban vasallaje al monarca que ejercía su dominio en el territorio. Los territorios vascos pasaron a formar parte de la Corona Castellana. Estos territorios conservaron su autonomía basada en los privilegios forales.

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