Consecuencia de la primera república de Venezuela

La Guerra Civil fue el acontecimiento histórico más importante y trágico de España en el s. XX. En ella, se proyectaron los problemas de España desde finales del s. XVIII. Esta fue resultado de la difícil coyuntura en Europa tras la Primera Guerra Mundial (en la que se enfrentaron dos sistemas políticos antagónicos y totalitarios:

Fascismo y comunismo

. Se puede interpretar este conflicto de diversas formas (el enfrentamiento entre «las dos Españas»). La Guerra Civil fue consecuencia del fallido golpe militar conspirado por la UME y los colaboradores civiles (monárquicos alfonsinos, carlistas y fascistas) contra el gobierno del Frente Popular. El General Mola dirigíó el golpe desde Navarra y Sanjurjo debería dirigir un Directorio Militar, pero un accidente aéreo el 20 de Julio dio más protagonismo a Franco. El golpe comenzó en Melilla. Franco viajó en avión desde Canarias a Tetuán y se puso al frente de la rebelión, extendíéndose esta en los días posteriores. El golpe: triunfó en Galicia, Castilla y León, Navarra, Andalucía occidental, Baleares (excepto Menorca) y Canarias (Franco), además de Zaragoza (general Cabanellas)
; por otra parte, fracasó en Cantabria, Asturias, parte del País Vasco, Cataluña, Levante, Madrid (fracaso del golpe del general Fanjul, quien se refugia en Cuartel de la Montaña), Murcia, Andalucía oriental y Castilla La Mancha. Los sublevados contaron con el apoyo de las fuerzas sociales de derechas, que buscaban eliminar las reformas republicanas; mientras que los leales a la República, eran apoyados por las clases medias y populares (aunque estaban muy divididos entre ellos). En cuanto al ejército, los oficiales y las unidades militares de mayor experiencia (de África) pertenecieron al bando sublevado. Las milicias tomaron una gran importancia: voluntarios de partidos sindicatos en el bando republicano, frente a las Banderas Falangistas, los Tercios de Requetés (carlistas) y las Juventudes de Renovación Española. En cuanto a la represión, se dieron ejecuciones espontáneas en los primeros momentos de guerra en el bando republicano, con paseos (asesinatos), detenciones en checas (cárceles ilegales) e incidentes (fusilamientos); en el bando rebelde, la represión fue planeada para infundir terror contra todo sospechoso de apoyar a las izquierdas (ejecución de Lorca y fosa común en el cementerio de San Rafael, Málaga). El bando republicano contaba además con un ejército cuya base estaba en el Quinto Regimiento y con la ayuda de las Brigadas 


Internacionales, milicias sindicales (Líster y Mera) y tanques rusos; por otra parte, el rebelde estaba más organizado y contaba con la ayuda de los marroquíes pertenecientes al ejército español, italianos y alemanes. El conflicto comenzó con la guerra de las columnas (Julio-Noviembre de 1936): paso del Estrecho (ayuda de la Alemania Nazi e Italia, siendo este el primer puente aéreo de la historia), gracias al cual legionarios y regulares (tropas africanas) ocuparon Badajoz dirigidos por Yagüe, unificando los sublevados el Norte y el sur. Franco ocupó Toledo liberando el Alcázar y a los sublevados, resultando en una gran propaganda, y puso cerco a Madrid, donde la ingente resistencia («¡No pasarán!»), junto con la ayuda de las Brigadas Internacionales, evitó la ocupación rápida. Comenzaron las grandes ofensivas (Diciembre 1936-Octubre 1937):
Batalla del Jarama (sin un resultado claro) y batalla de Guadalajara (caída del bando nacional apoyado por los fascistas italianos, siendo la primera victoria importante de la República). Franco (en Burgos) inició una guerra de desgaste en el norte, mientras Queipo de Llano ocupó Málaga con ayuda de los italianos (masacre de la carretera de Almería, «La Desbandá», Febrero de 1937). La Legión Cóndor alemana destruyó Guernica, Mola murió en un accidente aéreo, los sublevados conquistaron desde Asturias al País Vasco y hubo ataques republicanos sin resultados (Brunete y Belchite) para aliviar la presión militar del norte. Entre Noviembre (1937) y Junio (1938), se dieron las ofensivas de Aragón: se pretendía dividir la zona republicana (conseguido tras la batalla de Teruel y la ocupación de Maestrazgo y Castellón), pero hubo una contraofensiva que resultó en la Batalla del Ebro, la más importante, en la que se destrozaron ambos ejércitos, pero se perdieron las mejores unidades del republicano. Entre Julio de 1938 y Abril de 1939, Barcelona y Gerona cayeron tras la ofensiva de Cataluña (huyendo muchos refugiados), quedando tan solo desde Madrid a Levante y desde Valencia a Almería como focos republicanos en Febrero de 1939. Se creó una Junta de Defensa dirigida por el Coronel Casado y por Besteiro para negociar la «paz honrosa», aunque el 28 de Marzo, las tropas de Franco entraron a Madrid tras no aceptar la rendición con condiciones, declarando el gobierno franquista fin de guerra el 1 de Abril. En cuanto a la evolución de los bandos, en el republicano, el gobierno no atajo el problema en los primeros meses de la Guerra Civil,


 pero acabaron cediendo el control político y el de la calle en favor de los obreros, que intentaron una revolución. La desorganización fue clave, causando cambios de gobierno y constantes enfrentamientos. Azaña presidía la República y Largo Caballero (líder izquierda del PSOE), el gobierno (tras dimisión de Casares Quiroga): nuevo gobierno de coalición junto con los nacionalismos catalanes y vascos y las fuerzas de izquierdas, incluyendo anarquistas. Por ello, se promulgó el Estatuto de Autonomía de Euskadi.
El gobierno se trasladó a Valencia.
Además, el Partido Comunista de España tuvo un gran protagonismo por el control de envíos armamentísticos y se vieron involucrados en las Jornadas de Mayo de 1937: defendían «primero ganar la guerra» y buscaron alianza con la burguésía media. Fundaron PSUC y se enfrentaron a los anarquistas y al POUM.
Los enfrentamientos acabaron en la lucha las calles de Barcelona, con victoria del PCE (asesinato de Andreu Nin), derivando en la dimisión de Largo Caballero y en su sustitución por Juan Negrín. Se iniciaron medidas para una transformación económica y social (destacaron las colectivizaciones en explotaciones agrarias, apoyadas por la CNT y la UGT, pero no por el PCE). Negrín trasladó el gobierno a Barcelona y contó con el apoyo del Frente Popular francés, el PCE y la URSS, creciendo el comunismo en España. Tras la caída del frente norte y la derrota en la Batalla del Ebro, los republicanos sabían que perderían la guerra, pero Negrín seguía apoyando la resistencia («resistir es vencer»), esperando que se iniciase la previsible Segunda Guerra Mundial para unir la Guerra Civil a esta, algo cuestionado por otros republicanos, resultando en el Golpe de Estado del coronel Casado,  apoyado por Besteiro (socialista) y Cipriano Mera (anarquista), aceptando la rendición sin condiciones ante Franco. En la zona sublevada, Francisco Franco se hizo con el control militar y político tras la muerte de Sanjurjo y Mola: gobierno provisional y Junta de Defensa en Burgos, siendo Franco nombrado Generalísimo de los Ejércitos y Jefe Político del nuevo Estado porque fue la única figura reconocida por Hitler y Mussolini y por las tropas de la Falange (tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera, asume el mando de las unidades carlistas y fue aceptado por la acera). Suspendíó toda actividad política, unificando a todos los partidos en FET y de las JONS. Contó con el apoyo del Ejército, las fuerzas de la derecha y la Iglesia 


española (defendían el levantamiento). El estilo de vida en este bando era tradicional y había estraperlo con las importaciones. La cohesión de la zona supuso una ventaja ante los republicanos. Internacionalmente, los republicanos fueron ayudados por las Brigadas Internacionales.
Este bando compró armas y productos energéticos al extranjero evitando la frontera francesa (Comité de No Intervención): compras a la URSS de Stalin a cambio de reservas de oro del Banco de España. Esta ayuda de los comunistas llevo a los moderados asustarse al pensar que en España se implantará el comunismo. México (presidente Lázaro Cárdenas) también ayudo militarmente, pero fue poco efectivo por la lejanía. Los sublevados recibieron ayuda de Alemania, Italia, Portugal y Estados Unidos, que les permite la venta de combustible. Externamente, la Sociedad de Naciones (presionada por gobierno de Reino Unido y ante la debilidad del francés) constituye un Comité Internacional de No Intervención, prohibiendo la participación de países extranjeros en el conflicto. Sin embargo, este fue ineficaz porque los sublevados consiguieron ayuda (Reino Unido apoyó discretamente a los sublevados porque no quería el triunfo de la revolución en España, arrastrando en esta actitud a Francia). En cuanto a las consecuencias, podemos dividirlas en: demográficas (fractura demográfica por el medio millón de muertos y 200.000 por la represión; medio millón de exiliados a Francia desde Cataluña, acabando muchos como voluntarios en el ejército francés al iniciarse la Segunda Guerra Mundial; muchos exilios a América Latina, generación del 27, y a la URSS, los «niños de la guerra»; y gran represalia y encarcelamientos tras la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, que dividíó a España en vencedores y vencidos), económicas (los 40 fueron los «años del hambre», dada la baja producción agrícola y ganadera; la pérdida de las reservas del oro del Banco de España, enviadas a la URSS; el arruinamiento de Hacienda y el daño de infraestructuras. España no se recuperó industrialmente hasta 1959 y no se pudo beneficiar del Plan Marshall) y político-culturales (se establece una dictadura militar que se prolonga durante casi 40 años, con pérdida de libertades políticas y persecución de disidencias). Como conclusión, tras el Golpe de Estado fallido contra la República, inicia una Guerra Civil que se internacionalizó por la demanda de ayuda a otros países. La Guerra Civil marcó la Historia de España del Siglo XX. 


2ºR


La renuncia de Primo de Rivera en 1930 llevó a la «Dictablanda» de Berenguer. Mediante el Pacto de San Sebastián (1930), la oposición se comprometíó a formar un gobierno provisional en una futura república tras derrocar el régimen. Tras la dimisión de Berenguer, el rey manda formar un gobierno de concentración a Aznar, quien convoca elecciones municipales y a Cortes Constituyentes para el 12 de Abril de 1931. La victoria republicano-socialista llevó a Alfonso XIII a abandonar España, formándose un gobierno provisional presidido por Alcalá-Zamora, proclamándose el 14 de Abril de 1931 la Segunda República, en la que los problemas conducirá a la futura Guerra Civil Española. La Segunda República se instaura con un gobierno provisional (como se había prometido en el Pacto de San Sebastián) con Alcalá-Zamora de presidente. Las fuerzas políticas destacables eran: la derecha liberal republicana, los republicanos de izquierdas (Azaña) y radicales (Lerroux), los socialistas (Largo Caballero Indalecio Prieto) y los nacionalistas catalanes (D’Olwer) y gallegos (Quiroga, Federación Republicana Gallega). No estaba representada la derecha monárquica, los nacionalismos vascos ni los comunistas o anarquistas. El régimen contó inicialmente con la oposición de grandes empresarios, terratenientes y la Iglesia (aumento del anticlericalismo por la oposición del Cardenal Segura). En 1931, se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino, ganando la coalición republicano-socialista (PSOE con más votos), tomando Azaña la Presidencia del Gobierno y Alcalá-Zamora, la de la República. En este mismo año se elaboró una Constitución que definía al Estado como una república de trabajadores de todas las clases, integral (pero con posibilidad de formar gobiernos autonómicos) democrático y laico. Se defendía la Soberanía Nacional, la separación de poderes, el sufragio universal (por primera vez, podrían votar hombres y mujeres), se establecía una amplia declaración de derechos (matrimonio civil, divorcio e igualdad de los ciudadanos ante la educación y el trabajo) y se subordinó el derecho de propiedad privada al interés público Nos encontramos en la época posterior al crac del 29, por lo que las exportaciones eran escasas debido a la crisis internacional. 


Había carencias de inversión pública y privada debido a las deudas de la Dictadura de Primo de Rivera, pero los salarios, la renta y el consumo aumentaron, aumentando la producción de las industrias. También había una destacable conflictividad social porque la Ley de Reforma Agraria se estaba ejecutando lentamente. Podemos dividir este periodo en tres etapas, iniciándolo con el Bienio Reformista (1931-1933), en el que se llevaron a cabo reformas que favorecieron a las clases más bajas y perjudicaron a las más altas. Estas reformas fueron la: –

Militar

Los problemas eran la abundancia de mandos, la falta de obediencia al poder civil y el antiguamiento del material, por lo que se pretendía modernizar, profesionalizar y democratizar el ejército, para lo que se promulgó la Ley del retiro de la oficialidad (se solicitó jurar fidelidad a la República, pudiendo jubilarse quien no quisiera hacerlo) y se minimizó el número de oficiales, se cerró la Academia General de Zaragoza y se sometíó a los militares al poder civil. Sin embargo, la falta de medios y la ofensa por parte del ejército llevó a la Sanjurjada en 1932. –

Agraria

Se pretendía redistribuir las tierras, acabar con los latifundios y modernizar las actividades agrarias, para lo que se promulgó la Ley de Reforma Agraria, suponiendo la expropiación de tierras no cultivadas o «de regadío no regadas», con indemnizaciones, y de nobles, sin indemnización, siendo todas estas repartidas entre los campesinos. También se creó el Instituto de la Reforma Agraria, que facilitaba los asentamientos de comunidades de campesinos. El lento reparto desembocó en una revolución campesina fracasada. –

Autonómica

La Constitución de 1931 permitía la autonomía de regiones, por lo que en Cataluña, se creó un gobierno autonómico (la Generalitat) tras el Estatuto de Nuria de 1932, teniendo amplias competencias, con Francesc Maçià como primer presidente; en el País Vasco, se aprobó el Estatuto de Estella en 1931 por el PNV y los carlistas, aunque por la inicial negativa de Navarra a unirse a las provincias vascas, no se aprobaría finalmente hasta 1936 (comenzada la Guerra Civil); en Galicia, cuando se discutía un proyecto autonómico, comenzó la Guerra Civil; finalmente, en Andalucía, se aprobó el himno y la bandera de Andalucía en la Asamblea de Ronda
1918 gracias a la iniciativa de Blas Infante, aunque la Guerra Civil acabó con el proyecto. 


Religiosa

El Estado era laico, sin una religión oficial, por lo que la Iglesia se vio limitada. Anticlericales quemaron edificios religiosos, dimitiendo como consecuencia Alcalá-Zamora y Maura (conservadores). – Laboral: Largo Caballero, Ministro de Trabajo, consiguió solucionar la conflictividad social y mejorar las condiciones de los trabajadores, estableciendo la jornada laboral máxima de 40 horas por semana y promulgando las leyes de contratación laboral, la ley sobre Seguridad Social, la ley de Jurados Mixtos (similar a los Comités Paritarios de la época de Primo de Rivera) y se reguló el derecho a huelga. La UGT aceptó las reformas, aunque los empresarios y los anarquistas, se opusieron. – Educativa: se intentó solucionar el atraso (analfabetismo y falta de escolarización) con un buen sistema educativo, consiguiéndose un aumento en el número de maestros e institutos. Las misiones pedagógicas de Lorca llevaron la cultura a zonas rurales. El reformismo tuvo adversarios: CEDA de Gil Robles, derecha católica tradicional; Renovación española, a la que pertenecían los alfonsinos, Calvo Sotelo y los partidarios de un Golpe de Estado; JONS (se fusiona con la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador: FE-JONS), fascistas y antidemocráticos, el Ejército, que creó la UME para preparar mejor un golpe tras el fracaso el general Sanjurjo en 1932; CNT, en la que los más radicales ganaron los enfrentamientos internos; UGT, que se radicaliza (Federación de Trabajadores de la Tierra); y PCE, minoritario. Tras el incidente de Casas Viejas (asesinato por las fuerzas del orden público de unos anarquistas sublevados en Cádiz) y la conflictividad, Azaña dimite, convocando Alcalá-Zamora elecciones para Noviembre de 1933 (primeras con voto femenino), las cuales ganaría el partido Radical de Lerroux con un gran apoyo de la CEDA de Gil Robles, intentando estos acabar con las reformas del periodo anterior (inicio del Bienio Conservador, 1934-1935). En cuanto a la reforma:
Militar, se concedíó amnistía los participantes de la Sanjurjada y Franco fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército;
agraria, se devolvieron las tierras expropiadas a los nobles; autonómica, se paralizó el Estatuto Vasco; religiosa, se dio presupuesto al clero; y educativa, se redujo el presupuesto. En Octubre de 1934, se dio una revolución: el país se encontraba polarizado en las derechas (FE-JONS y CEDA, principalmente) e izquierdas (izquierda republicana de Azaña, PSOE de Largo Caballero e Indalecio Prieto, PCE y Esquerra Republicana) 


y el Partido Radical Republicano se encontraba en el centro. La CNT se manténía al margen. La entrada al gobierno de tres ministros de la CEDA fue interpretada por las izquierdas como una provocación (la República estaba en manos de simpatizantes del fascismo), por lo que el PSOE convoco una huelga en Octubre del 1934, la cual solo triunfó en Asturias (gracias a los mineros), aprovechando sociedades comunistas y anarquistas para llevar a cabo una revolución que fue fuertemente reprimida por el ejército de África a las órdenes de Franco. En Cataluña, el presidente Companys proclamó el «Estado Catalán de la República Española» contra el fascismo, por lo que se declara el estado de guerra, acabando con Largo Caballero y Azaña detenidos. Como consecuencia, se radicalizaron las izquierdas y las derechas y se suprimieron las leyes progresistas, entrando en crisis el bienio con los escándalos de corrupción de Lerroux (estraperlo, asunto Nombola), convocando Alcalá-Zamora electro para 1936. La polarización provocó que las izquierdas se presentarán a las elecciones como una coalición (Frente Popular) que ganaría (gobiernan entre Febrero y Julio de 1936), teniendo como objetivo salvar la democracia y acabar con el fascismo. Azaña presidiría la República y Quiroga, el gobierno. Esta coalición llevó a cabo reformas: amnistía general (empresas obligadas a readmitir a obreros), restablecimiento del Estatuto de Autonomía de Cataluña y discusión del del País Vasco y Galicia, reanudación de los asentamientos de campesinos y se apartó de Madrid a generales sospechosos de dar un Golpe de Estado (Franco es enviado a Canarias y Mola, a Canarias). Estas medidas fueron muy radicales, causando conflictividad social (Primavera Trágica). Se estaba preparando un Golpe de Estado, pretendíéndose levantar las principales guarniciones militares contra el gobierno (Madrid, Barcelona y Marruecos), con mola como jefe del plan. El asesinato del Teniente Castillo llevó al asesinato de Calvo Sotelo, por lo que se adelantó la sublevación de Marruecos: La tarde del 17 de Julio de 1936, la guarnición de Melilla declara el estado de guerra. Al día siguiente, la sublevación se extiende, iniciándose la Guerra Civil. En conclusión, el intento de establecer un régimen democrático republicano que realizara las reformas necesarias para el país, fracasó por las tensiones de los años 30, con una democracia atacada por la inestabilidad y el fascismo, llevando a la Guerra Civil.  

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