Dictadura de Primo de Rivera y Caída de la Monarquía en España (1923-1931)

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Desde 1917, la sociedad española se encontraba en una situación de crisis insostenible, agravada por la crisis de Annual. El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera proclamó el estado de guerra, y el rey Alfonso XIII le entregó el poder. Primo de Rivera anunció la llegada de un nuevo régimen, una dictadura, con la decisión de eliminar las elecciones y el Parlamento.

Directorio Militar (1923-1925)

, cuyo presidente era Miguel Primo de RiveraLas autoridades civiles fueron sustituidos por personal militar.  Creó el somatén, cuerpo armado auxiliar contrarrevolucionario. En 1924 se crea el partido de La Unión Patriótica  El Directorio Militar se cambió por un directorio Civil en diciembre de (1925-1930 y en 1927convocó una Asamblea Nacional Consultivaformada por miembros de la Unión Patriótica.El régimen fracasó en su intento de redactar una ley fundamental y entró en crisis.A lo largo de estos años la dictadura abordó  una serie de  Cuestiones:La cuestión de Marruecos.  Primo de Rivera era partidario de retirar las tropas de las zonas  conquistadas, en contra de la opinión de la mayoría del ejército en 1924 dio orden de comenzar la retirada, una operación que costó numerosas bajas pues se realizó en medio del ataque de los rifeños, Abd-el-Krim se sintió muy seguro con esta aparente victoria y se lanzó al ataque de posiciones francesas. El resultado fue la colaboración de España y Francia en una acción conjunta, los españoles desembarcaron el 8 de septiembre de 1925 en la bahía de Alhucemas al mismo tiempo que los franceses atacaban desde Fez, montañas arriba, El líder árabe quedó acorralado y se entregó a los franceses. La paz llegó en 1926, este triunfo supuso el mayor éxito de la dictadura y lo que prolongó su existencia más allá de lo esperado.La cuestión social. Primo de Rivera encontró escasas dificultades frente a los movimientos obreros  y consiguió la colaboración de los socialistas, quizá se debió a que la situación económica y la asistencia social mejoraron, aunque no contó con la colaboración de anarquistas y comunistas. La colaboración  del PSOE y la UGT  se debió a la creencia de que la dictadura era provisional y no estaban dispuestos al enfrentamiento por la defensa del régimen  de la Restauración. Sin embargo muerto Pablo Iglesias (1925) se creó una división en el seno del partido, la postura colaboracionista fue apoyada por  algunos dirigente socialistas como Largo Caballero  que participaron en  instituciones de la Dictadura (Consejo del Trabajo) frente a Indalecio Prieto que no era favorable. Los anarquistas partidarios del terrorismo fueron disminuyendo en España a favor del anarcosindicalismo, la CNT se enfrentó al Directorio y muchos sindicalistas fueron detenidos y otros se marcharon al exilio. En 1927 se crea La FAI (Federación Anarquista Ibérica), de carácter más revolucionario, y en 1921 se había   fundado el PC, declarado ilegal; no tuvieron demasiado protagonismo durante la dictadura.

En 1926 se creó el Consejo Nacional del Trabajoy se establece El Código del trabajoqueregulaba  lo concerniente a contratos, accidentes, subsidios a familias numerosas y tribunales laborales. Se creó la Organización Corporativa Nacional, para solucionar conflictos laborales, con representación de obreros y empresarios, paritarios, pero bajo control estatal, al estilo del sindicato vertical implantado por Mussolini en Italia. El sindicato UGT, se prestó a colaborar en un principio, más  tarde se retiró; la CNT se negó en absoluto a participar, lo que hizo fracasar el proyecto.En cuestión de política económica la dictadura fue muy proteccionista e intervencionista, encaminada a la nacionalización de la industria (aparecieron monopolios estatales: CAMPSA, Tabacalera…) y a la regulación del mercado, limitando artificialmente la competencia, fijando los precios y limitando la instalación de nuevas fábricas. El Gobierno estimuló también la obras públicas para favorecer el desarrollo industrial, construyendo carreteras, sistemas de riego (se creó la confederación hidrográfica) o invirtiendo en la industria pesada (siderometalúrgica, cemento, hulla, química), sectores fundamentales donde era necesaria una fuerte inversión que la clase empresarial española era incapaz de afrontar. Aunque a corto plazo fue una política positiva que favoreció el desarrollo industrial, eliminó el paro y ayudó a la paz social, a la larga generó una enorme deuda pública que heredó la II República, hipotecando muchas de sus actuaciones.Desde 1928 se daba una oposición al Régimen por no ser capaz de llevar a cabo reformas políticas. Tras la caída de la bolsa de Nueva York, en 1929, los problemas económicos se extendieron con gran rapidez por el mundo. El descontento social, con la vuelta de los movimientos huelguísticos, vino a acrecentar la oposición a la dictadura. Ante la falta de apoyo de todos los sectores de la sociedad, incluso del ejército (fueron varios los pronunciamientos en su contra, como la Sanjuanada) y del propio rey. Anciano, enfermo y sin apoyos sociales, el 27 enero 1930, Primo de Rivera presentó su dimisión al monarca, quién se apresuró a aceptarla. Dos meses después, el dictador fallecía en el exilio en París. Tras la dimisión de Primo de Rivera se hizo cargo del Gobierno el General Dámaso Berenguer, que anunció una vuelta al régimen constitucional del 76 y la convocatoria a elecciones generales. Calificado de dictablanda por algunos y de Error por otros (artículo de Ortega: El error Berenguer), el gobierno fue perdiendo credibilidad, al igual  que la monarquía, por limitarse a ofrecer una vuelta al sistema anterior.El republicanismo fue ganando adeptos entre los monárquicos conservadores y liberales (Miguel Maura funda El Partido Republicano Conservador y Niceto Alcalá Zamora el Partido Republicano Progresista), entre los nacionalistas, el movimiento obrero, los estudiantes, los intelectuales y gran parte del ejército. Los republicanos, sin esperar a las elecciones, optaron por la conspiración para hacerse con el poder. En agosto de 1930 se reunieron en San Sebastián y firmaron un pacto en el que participaron Lerroux (líder del partido Republicano Radical), Azaña procedente del partido Reformista e intelectual y Alcalá Zamora que se convirtió en el presidente del Comité Revolucionario. El levantamiento fracasó por falta de coordinación y los miembros del comité revolucionario fueron detenidos y encarcelados, pero una ola de protestas, huelgas y manifestaciones sacudió todo el país y Berenguer, incapaz de encauzar la situación, presentó la dimisión el 14 de febrero de 1931. Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Aznar que se limitó a convocar elecciones municipales para el 12 de abril,  se permitía la libertad de asociación, pretendía garantizar la limpieza de unas elecciones constituyentes posteriores. Tras las elecciones la mayoría de los concejales elegidos eran monárquicos, pero los republicanos habían ganado en todas las capitales de provincia, donde el sufragio era más limpio. Como reconoció el propio Aznar “el país se había acostado monárquico y se levantó republicano”.  Alfonso XIII, el 13 de abril de 1931, lanzó un manifiesto en el que comunicaba que dejaba el trono. La II República fue proclamada al día siguiente, 14 de abril.

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