Cronología del Establecimiento Liberal (1833-1876)
1. El Desmantelamiento del Antiguo Régimen (1833-1843)
a. La Regencia de María Cristina (1833-1840)
- La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
- La Desamortización de Mendizábal (1836)
- La Constitución de 1837
b. La Regencia de Espartero (1840-1843)
2. El Reinado de Isabel II (1843-1868)
a. La Década Moderada (1844-1854)
b. El Bienio Progresista (1854-1856)
c. La Unión Liberal (1856-1868)
3. El Sexenio Democrático (1868-1874)
a. El Gobierno Provisional (1868-1871)
b. El Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
c. La I República (1873-1874)
d. Fin del Sexenio e inicio de la Restauración
e. La III Guerra Carlista (1873-1876)
Las Guerras Carlistas: Conflicto y Sucesión
1. Primera Guerra Carlista (1833-1839)
La muerte de Fernando VII provocó una guerra civil que enfrentó a los carlistas, defensores de los derechos al trono de Carlos María Isidro de Borbón.
Esta guerra civil no fue solo una lucha para resolver la cuestión sucesoria, sino el enfrentamiento entre el tradicionalismo (partidario del Antiguo Régimen) y el liberalismo. Los carlistas no reconocerían la Pragmática Sanción, por la que las mujeres podían reinar.
La Primera Guerra Carlista duró siete años, coincidiendo con la Regencia de María Cristina. Los carlistas no consiguieron extender el conflicto por toda España.
La primera guerra carlista pasó por varias etapas, destacando las acciones del coronel Tomás Zumalacárregui, las expediciones por toda España y el Pacto de Vergara que dio lugar al final de la guerra. Este pacto fue firmado por Espartero y Maroto. En él, los carlistas reconocían a Isabel II como reina y los liberales admitieron a los carlistas en su ejército y se comprometieron a defender los fueros vascos y navarros ante las Cortes Generales.
2. Segunda Guerra Carlista (1848-1849)
Se debió al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista, Carlos de Borbón, que había sido propuesto tanto por algunos sectores moderados isabelinos como por el carlismo. No tuvo ninguna repercusión en el País Vasco (PV) y no afectó a la Cuestión Foral.
3. Tercera Guerra Carlista (1873-1876)
Fue un enfrentamiento entre los seguidores de Carlos VII, pretendiente carlista al trono, y los gobiernos de Amadeo I, la I República y Alfonso XII.
Amadeo I no tuvo mucho éxito y los carlistas iniciaron un movimiento para derrocarlo del poder y establecer un nuevo orden nacional a través de las armas.
Los carlistas sufrieron varias derrotas y Carlos VII huyó a Francia. El problema solo sería solucionado con la Restauración monárquica en la persona de Alfonso XII.
Las Desamortizaciones: Transformación de la Propiedad
La desamortización es la ley por la cual las tierras que estaban «amortizadas» (es decir, que no podían comprarse ni repartirse) podían ponerse en el mercado.
Desamortización de Mendizábal (1836)
Esta desamortización afectó principalmente a los bienes del clero regular. Se liquidaron las formas de propiedad feudal típicas del Antiguo Régimen.
Objetivos:
- Reunir recursos financieros para pagar la guerra carlista y liberar la Deuda Pública.
- Poner tierras a la venta y en producción.
- Atraer a una clase media burguesa rural hacia las posiciones del liberalismo y crear un grupo social de medianos propietarios.
- Reducir el poder de la Iglesia.
Medidas:
- Supresión de monasterios y conventos de menos de 10 individuos.
- Expropiación de sus propiedades.
- Venta de los bienes en subasta pública.
Resultados:
- Logró atenuar la deuda pública y recaudar dinero que permitió poner en marcha la Ley del Ferrocarril.
- Benefició a los antiguos terratenientes y grandes burgueses.
- Empeoró la vida del pequeño campesino.
- Provocó una gran pérdida de Patrimonio artístico.
Desamortización Civil de Madoz (1855)
Esta ley, aprobada durante el Bienio Progresista, afectó, sobre todo, a los bienes de los municipios (bienes de propios y comunes).
El Reinado de Isabel II (1843-1868)
Este periodo abarca desde la proclamación anticipada de la mayoría de edad de Isabel hasta el golpe de Estado revolucionario de septiembre de 1868. Los gobiernos estuvieron en manos de moderados y progresistas.
a) La Década Moderada (1843-1854)
Durante esta etapa se elaboró la Constitución de 1845, cuyos principios fundamentales fueron:
- Reducción de los derechos de los ciudadanos respecto a la Constitución de 1837.
- Establecimiento de la soberanía compartida entre la Nación (Cortes) y la Reina.
- Cooperación entre el Congreso y el Senado a la hora de legislar.
- Sufragio censitario muy restringido.
- Oficialidad de la religión católica.
Otras Leyes y Reformas Aprobadas:
- Centralización política y administrativa: Basada en la división provincial, realizada por Javier de Burgos en 1833.
- Ley de Administración Local: Permitía el control gubernamental del poder municipal.
- Restricción de la libertad de expresión.
- Unificación legal y judicial: Con la promulgación del Código Penal.
- Imposición del sistema métrico decimal y abolición de los pesos y medidas tradicionales.
- Reforma tributaria: Se impuso el impuesto directo y el indirecto sobre los consumos.
- Creación de la Guardia Civil.
- Implantación de un sistema educativo único (castellanización).
El País Vasco y Navarra, no obstante, mantenían sus fueros.
El Concordato de 1851 con la Santa Sede
Las relaciones entre España y el Vaticano se habían roto con motivo de la desamortización. Mediante este convenio (que es lo que significa Concordato) se pretendió reanudar estas relaciones. La Iglesia renunció a reclamar los bienes desamortizados y el Estado suspendió más ventas de bienes y reconoció el catolicismo como religión oficial (lo que supuso mantener económicamente a la Iglesia).
b) El Bienio Progresista (1854-1856)
Entre las leyes que se aprobaron están:
- Anulación de leyes anteriores (como la Constitución de 1845).
- Elaboración de una nueva Constitución (1856), de carácter progresista, pero que nunca entró en vigor (non nata).
- Creación de compañías de crédito y bancos.
- Ampliación de libertades (la clase obrera se pudo organizar legalmente en asociaciones de defensa de sus derechos: sindicatos).
Destacamos, por otra parte, dos leyes de suma importancia:
- La Ley de Ferrocarriles (1855): Permitió la construcción de una importante red ferroviaria, gracias al capital extranjero y a las facilidades que otorgaba.
- La Desamortización Civil de Madoz (1855): Afectó, sobre todo, a los bienes de los municipios.
c) El Gobierno de la Unión Liberal (1856-1868)
La Unión Liberal fue una coalición de moderados (los menos conservadores) y progresistas (los menos radicales). Ambos eran centralistas. Se restableció la Constitución de 1845 (anulada por los progresistas).
Cuando los unionistas estaban en el gobierno, intentaban reformas políticas y de la Administración, pero cuando volvían los moderados, se producía una involución o vuelta atrás.
Política Exterior y Crisis
- Política Exterior: Se realizó una intervención militar en el Norte de África para defender las posesiones españolas de los ataques marroquíes y para ganar prestigio. Aunque se impusieron, los resultados territoriales fueron muy limitados.
- Política Conservadora: Se implementó una política conservadora y autoritaria, lo que provocó contactos entre la oposición para derribar al régimen.
- Pacto de Ostende (1866): Fue firmado por progresistas, demócratas y unionistas. El objetivo era acabar con la monarquía de Isabel II.
A esto se añadió una crisis financiera y de subsistencias, que contribuyeron a aumentar el descontento de la población hacia Isabel II. Todo ello motivó un golpe de Estado que acabó con el reinado de Isabel II, dando inicio al Sexenio Democrático.
