El Sexenio Democrático en España (1868-1874): Revolución, Constitución y Modelos de Gobierno

Introducción

Durante el reinado de Isabel II, el liberalismo había logrado su ambición de limitar los poderes de la monarquía, crear una constitución y acabar con la sociedad estamental, pero tuvo numerosos problemas. En 1868, con una fuerte crisis económica, todos los partidos de la oposición se conjuraron contra Isabel II y el Partido Moderado, dando lugar a la Revolución Gloriosa. Se abre así una etapa nueva en la historia del país, en la que se van a probar diversos modelos de gobierno: monarquía con un rey extranjero, república federal, dictadura republicana, etc., y además otros modelos de gobierno, con grandes cambios en la sociedad.

La Revolución Gloriosa de 1868

En la década de 1860, hubo una fuerte crisis económica que afectó a todos los sectores de la población y se produjo por:

  • Crisis financiera: El sector bancario había invertido mucho dinero en los ferrocarriles, pero cuando estos resultaron menos rentables de lo esperado, cundió el pánico en la bolsa y muchos inversores y entidades financieras sufrieron grandes pérdidas.
  • Crisis industrial: El aumento del precio del algodón dañó gravemente la industria textil de Barcelona. Debido a la crisis financiera, los bancos no pudieron dejar dinero a las empresas que se hallaban en problemas, de tal modo que muchas fábricas se vieron obligadas a cerrar.
  • Crisis de subsistencia: Hubo un aumento del desempleo debido al cierre de fábricas. Además, las familias humildes vieron cómo el precio de los alimentos aumentaba debido a una serie de malas cosechas.

Hacia 1868, el malestar de la población era enorme, y todos los sectores sociales pedían medidas para paliar los efectos de la crisis. Sin embargo, Narváez hizo oídos sordos: reprimió las protestas y cerró las Cortes. Esto llevó a una radicalización de todos los grupos políticos de la oposición, que no solo se pusieron en contra del Partido Moderado, sino también de Isabel II, que permitía que esto sucediera.

De este modo, el 18 de septiembre de 1868, la flota de Cádiz al mando de Juan Topete inició una revuelta contra la reina y el gobierno. Rápidamente se sumaron los generales Prim y Serrano, que pidieron una nueva constitución y la implantación del sufragio universal masculino. Isabel II trató de poner fin a la revolución mediante las armas, pero no lo consiguió y se fue al exilio.

La Constitución Democrática de 1869

Los generales Prim y Serrano tomaron algunas medidas provisionales para contentar a los diversos grupos que habían participado en la revolución: restauraron las libertades que el Partido Moderado había suprimido, bajaron los impuestos de consumo y convocaron elecciones constituyentes mediante el sistema de sufragio universal masculino.

La Unión Liberal y el Partido Progresista se presentaron unidos en una coalición, ganando la mayoría de los votos y asegurándose de que el nuevo sistema de gobierno sería una monarquía parlamentaria. El Parlamento aprobó una Constitución en 1869 que era la más avanzada que había conocido el país hasta aquel momento. Entre sus medidas estaban:

  • División de poderes: El poder legislativo correspondía únicamente al Congreso y al Senado. El poder ejecutivo correspondía al monarca. El poder judicial lo ejercían tribunales independientes.
  • Mayor democracia: La Constitución establecía la soberanía nacional, que se expresaba a través del sufragio universal masculino. Los ayuntamientos y diputaciones eran elegidos de forma democrática.
  • Mayores derechos y libertades: Los ciudadanos disfrutaron de libertad de imprenta, derecho de asociación, libertad religiosa y una mayor garantía ante los tribunales. Los religiosos veían mal la libertad de religión.

Las Etapas del Sexenio Democrático

El Gobierno Provisional de Serrano y Prim (1868-1871)

Tras aprobarse la Constitución de 1869 y decidirse que España sería un reino, comenzó la labor de buscar un rey que respetase la Carta Magna y tuviese consenso entre los diferentes grupos políticos. Mientras se realizaba esta búsqueda, se nombró al general Serrano regente, y este nombró al general Prim jefe de Gobierno.

Tanto el Partido Progresista como la Unión Liberal eran grupos políticos bien organizados y dominaban el Congreso y el Senado, por lo que pudieron llevar a cabo muchas reformas económicas. Las dos medidas más importantes fueron la Ley de Minas de 1868 y el Arancel Librecambista de 1869, que lograron abrir España al mercado internacional, atraer inversores extranjeros y estabilizar las arcas de la Hacienda Pública. Otra medida de gran importancia fue la introducción de una nueva moneda: la peseta.

La Monarquía de Amadeo de Saboya (1871-1873)

La Primera República (1873-1874)

La Dictadura Republicana de Serrano (1874)

Conflictos Sociales

El Choque con la Iglesia Católica

El Pueblo como Protagonista

Conclusiones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *