PREGUNTA 22. Explica la política económica del franquismo en sus diferentes etapas y la evolución económica del país.
El franquismo (1939-1975) fue una dictadura que consolidó los poderes absolutos de Franco, caracterizada por la naturaleza antidemocrática de sus instituciones. Instauró un Estado legitimado únicamente por la Guerra Civil y marcado por un autoritarismo extremo.
La autarquía (1939-1950): Primera etapa económica de la dictadura
Uno de los principales objetivos de la primera etapa del franquismo fue conseguir la autosuficiencia económica, es decir, la autarquía, mediante una política económica que propugnó el aislamiento del exterior y la intervención del Estado en la economía.
La política autárquica tuvo tres grandes ámbitos de actuación:
- El primero fue la reglamentación del comercio exterior, que supuso la reducción de las importaciones a los productos imprescindibles, el encarecimiento de productos como el petróleo, la escasez de consumo y el descenso notable de la producción industrial.
- El segundo ámbito de actuación fue el fomento de la industria; se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941, el cual impulsó la creación de numerosas empresas públicas como Renfe, Endesa o Seat (Iberia se creó durante la dictadura de Primo de Rivera). También se fomentó el desarrollo de las industrias de los bienes de equipo, que recibieron una continua ayuda pública que dio lugar a importantes efectos inflacionistas.
- El tercer ámbito de intervención afectó al sector agrario. Se dio un descenso de la producción debido a los bajos precios oficiales y de la productividad, que llegó a niveles de principios del siglo XX.
El resultado fue un profundo estancamiento económico (colapso del comercio exterior, descenso de producción, disminución del nivel de vida, etc.), así como un freno a las tendencias modernizadoras (España tardó 15 años en alcanzar los niveles de 1935).
La rígida reglamentación conllevaba el control del mercado, que condujo al desabastecimiento generalizado de alimentos y al racionamiento de los productos de primera necesidad. La tasación de los precios de los alimentos por debajo de su valor real comportó que muchos productores prefiriesen esconder la producción para venderla en el mercado negro (estraperlo), del cual obtenían unas ganancias más elevadas. Los salarios bajos y la escasez de productos básicos provocaron un deterioro de las condiciones de vida y un aumento de la penuria, que en algunos aspectos retrotrajeron la situación a niveles similares a los de 1936.
Se incrementó el chabolismo en las afueras de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao; se extendieron enfermedades erradicadas como la tuberculosis, y el crecimiento vegetativo o natural descendió. En consecuencia, se incrementó la tasa de mortalidad (sobre todo la mortalidad infantil) y la esperanza de vida disminuyó considerablemente.
En los años 50, Franco remodeló nuevamente el gobierno ante la mala situación económica, entrando en el poder hombres del Opus Dei que defendían la liberación económica. A esto se unió el fin del aislamiento del régimen franquista en el contexto de la Guerra Fría y el comienzo de los tratados militares con EE. UU., cuya ayuda económica sería clave.
El desarrollismo (1950-1973)
En un contexto de transformación económica y social internacional, el gobierno franquista emprendió una serie de reformas políticas intentando renovar y modernizar la administración, las leyes y las instituciones. Los tecnócratas del Opus Dei, llamados desarrollistas (entre ellos, Manuel Fraga), llegaron al gobierno, en un difícil equilibrio con las familias tradicionales del régimen (falangistas, militares y católicos de la ACNP).
Con ellos se implementó el Plan de Estabilización (1959), que puso fin a la autarquía, liberalizando la economía. Los Planes de Desarrollo Económico y Social tenían dos líneas de actuación: acciones estructurales para solucionar deficiencias en la industria y la creación de polos de desarrollo, con los que se buscaba reducir los desequilibrios económicos regionales promoviendo nuevas industrias en zonas de escasa industrialización.
Se produjo un despegue económico. La prosperidad y el desarrollo económico llevarían a una paz social que permitiera obviar la falta de libertades y la participación de la sociedad en la política «sin democracia». Esta prosperidad no fue debida principalmente a la industrialización planificada, sino al turismo, las inversiones extranjeras y las fuentes de divisas que reportaba la emigración a Europa.
El desarrollo industrial se concentró en los centros tradicionales industriales, apareciendo una gran masa de obreros industriales modernos (Asturias, País Vasco, Cataluña y Madrid).
Los polos de desarrollo sirvieron para la industria de bienes de equipo (la que transforma los productos semielaborados de la industria pesada). Se produjo también una transformación y modernización de la agricultura, aunque también una fuerte emigración del campo a la ciudad (éxodo rural), con el consabido aumento de la sociedad urbana.
El crecimiento económico se reflejó en un aumento de la renta per cápita, un fuerte crecimiento demográfico (baby boom), la consolidación de la clase media y la aparición de una incipiente sociedad de consumo, dándose un cambio en las mentalidades y en la sociedad.
La crisis económica mundial de 1973, relacionada con el petróleo (crisis del petróleo), haría convulsionar a la ya no tan rígida y tradicionalista sociedad española.
PREGUNTA 23. Especifica los diferentes grupos de oposición política al régimen franquista y comenta su evolución en el tiempo.
El franquismo (1939-1975) fue una dictadura que consolidó los poderes absolutos de Franco, caracterizada por la naturaleza antidemocrática de sus instituciones. Instauró un Estado legitimado únicamente por la Guerra Civil y marcado por un autoritarismo extremo.
La Represión Institucionalizada
El franquismo nunca mostró el menor interés por buscar una reconciliación con los vencidos. Su objetivo fue siempre destruir o someter a todos aquellos que mostraban su oposición al régimen. Destacó una violencia indiscriminada contra los republicanos (detenciones, fusilamientos, etc.). El fin del conflicto dio paso a la institucionalización de la represión. Se elaboraron leyes coercitivas como la Ley de Responsabilidades Políticas y la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería. Se supeditó la justicia a los dictados del gobierno.
El ejército fue el principal brazo ejecutor de la política represiva hasta 1963, cuando se creó el Tribunal de Orden Público (TOP). En cuanto a las cifras de la represión franquista, las personas ejecutadas por razones políticas fueron unas 150.000, y en cuanto a la población reclusa, había unos 280.000 presos. Una parte considerable de los condenados fueron enviados a los Batallones de Trabajadores, y a los «desafectos» los enviaban a los Batallones Disciplinarios de Soldados y Trabajadores. Ambos batallones trabajaban en la reconstrucción de carreteras, puentes, etc. El conjunto de medidas represivas adoptadas por las autoridades se caracterizó por su voluntad de ejemplaridad y castigo. Fue un «tiempo de miedo» y «de silencio».
Las medidas represivas contra los vencidos fueron acompañadas por un proceso de confiscación y expolio de su patrimonio. Se llevó a cabo una depuración generalizada de los funcionarios y trabajadores.
Impacto en las Regiones y la Cultura
También hubo depuraciones en los colegios profesionales. Asimismo, en las empresas particulares, las autoridades ordenaron el despido obligatorio de todos los exiliados y detenidos bajo acusación de abandono del puesto de trabajo. La victoria de Franco tuvo unas características muy particulares en Cataluña, País Vasco y Galicia, cuyos principios nacionalistas atentaban contra el principio de la «inquebrantable unidad de España». El catalán, el vasco y el gallego fueron considerados simples dialectos, inapropiados para las funciones de la vida pública (represión cultural). La represión obligó a buscar el exilio a buena parte de los intelectuales más comprometidos con los nacionalismos catalán, vasco y gallego. De este modo, estas culturas quedaron vinculadas casi exclusivamente a los perdedores de la guerra y al activismo cívico y político antifranquista.
Primeras Formas de Resistencia: Guerrillas y Células Clandestinas
Los que no se exiliaron crearon guerrillas (maquis) —compuestas por anarquistas, comunistas, nacionalistas, demócratas— que combatían la dictadura en Pirineos, Asturias, Galicia-León, Cantabria, etc. Otros se unieron en células de resistencia (CNT, UGT —aunque el texto original menciona CGT, UGT es más preciso en este contexto de resistencia histórica junto a CNT y PCE/PSOE—, PCE y, en menor medida, el PSOE), promoviendo huelgas obreras como la de Barcelona (1946) y Bilbao (1947). Las huelgas universitarias también fueron importantes en 1956.
Renovación de la Oposición en los Años Sesenta
En la década de los sesenta se produjo una mayor organización y renovación de la oposición antifranquista, pues se estaba dando un gran cambio en la sociedad y en las mentalidades.
Movimiento Obrero y Estudiantil
El movimiento obrero se organizó con sindicatos clandestinos como CC.OO. (Comisiones Obreras), USO (Unión Sindical Obrera) o la HOAC (Hermandades Obreras de Acción Católica). Los movimientos estudiantiles se hicieron más fuertes con la creación de sindicatos democráticos que denunciaban el obsoleto sistema educativo.
Posicionamiento de Sectores de la Iglesia
Franco cerró muchas universidades, pero el cambio era imparable, pues hasta parte de la jerarquía eclesiástica se posicionó contra la dictadura. Cabe destacar la Carta del clero vasco denunciando el totalitarismo franquista y la ausencia de libertades (1960), el caso de Antonio Añoveros Ataún en 1974 o el papel del cardenal primado Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal, defendiendo la libertad.
Actuación de los Partidos Políticos y Nuevos Movimientos
En cuanto a los partidos, se celebró el IV Congreso del Movimiento Europeo en Múnich (conocido despectivamente por el régimen como el «Contubernio de Múnich» de 1962), con dirigentes de la oposición en el exilio que pedían la desaparición del régimen. El PSOE renovó sus dirigentes en el Congreso de Suresnes de 1973, y el PCE eligió a Santiago Carrillo como secretario general en 1960.
Aparecieron organizaciones nacionalistas como Convergència Democràtica de Catalunya o el Partido Nacionalista Vasco (PNV). De las juventudes del PNV, una escisión crearía en 1959 E.T.A. (Euskadi Ta Askatasuna).
También apareció una nueva izquierda (ORT, LCR, MC, etc.) y movimientos de barrio, vecinales y democráticos en casi todas las ciudades españolas.
Contexto Internacional y Descolonización
En el ámbito de las relaciones internacionales, se produjo la independencia de Guinea Ecuatorial (1968) y se cedió a Marruecos Ifni. En 1970 se firmó un Acuerdo Preferencial con la CEE, por el que se redujeron los aranceles y se favoreció la exportación. Además, el Sáhara Occidental dejó de pertenecer a España y se produjo la Marcha Verde (noviembre de 1975 – febrero de 1976) tras la muerte de Franco, que culminó con el Acuerdo Tripartito de Madrid.
El caso Antonio Añoveros Ataún en 1974 o el papel del cardenal primado Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal, defendiendo la libertad. En cuanto a los partidos, se celebra el IV Congreso del Movimiento Europeo en Múnich con dirigentes de la oposición en el exilio que piden la desaparición del régimen («El Contubernio de Múnich» de 1962). El PSOE renueva sus dirigentes en el Congreso de Suresnes de 1973 y el PCE elige a Santiago Carrillo como secretario general en 1960.
Aparecen organizaciones nacionalistas como Convergència Democràtica de Catalunya o el Partido Nacionalista Vasco. De las juventudes del PNV, una escisión creará en 1959 E.T.A. También aparece una nueva izquierda (ORT, LCR, MC, etc.) y movimientos de barrio, vecinales, democráticos en casi todas las ciudades españolas. En el ámbito de las relaciones internacionales, se produjo la independencia de Guinea Ecuatorial (1968) y se cedió a Marruecos Ifni. En 1970 se firmó un Acuerdo Preferencial por el que se redujeron los aranceles y se favoreció la exportación. Además, el Sáhara Occidental dejó de pertenecer a España y se produjo la Marcha Verde (noviembre de 1975 – febrero de 1976) tras la muerte de Franco, que culminó con el Acuerdo de Madrid.
PREGUNTA 24. Describe las actuaciones impulsadas por el Presidente de Gobierno Adolfo Suárez para la reforma política del régimen franquista: Ley para la Reforma Política de 1976, Ley de Amnistía de 1977, etc.
La primera etapa de la transición del franquismo a la democracia (1975-1978) abarca desde la muerte de Franco hasta la promulgación de la Constitución de 1978, y la segunda (1979-1982) hasta la consolidación de la alternancia política y el acceso del PSOE al poder.
1. Gobierno de Arias Navarro: Continuidad y Tensión
Como consecuencia de la actividad de ETA, en diciembre del año 1973 murió en un atentado terrorista Luis Carrero Blanco, Presidente del Gobierno. Franco murió el 20 de noviembre de 1975, dejando España sumida en una profunda crisis.
Torcuato Fernández-Miranda, presidente de las Cortes (considerado como un estratega del proceso de transición a la democracia), desempeñó de forma interina la Jefatura del Gobierno en diciembre de 1973, tras el asesinato de Carrero Blanco, hasta la asunción de Carlos Arias Navarro.
Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey y mantuvo a Arias Navarro al frente del gobierno, del cual se esperaba una aceleración de las reformas; sin embargo, se apostó por el continuista franquista y por reformas escasas. Proponía leyes extremadamente restrictivas (sobre el derecho a reunión y asociación) y no había otros partidos. El rey viajó a EE. UU. y este país se manifestó partidario de su causa. (La visita oficial comenzó el 2 de junio con la recepción de los monarcas en la Casa Blanca, en aquel momento habitada por Gerald Ford desde 1974, tras la dimisión de Nixon a causa del escándalo Watergate).
La oposición tomó entonces la iniciativa política. Las fuerzas antifranquistas se unieron en la llamada Coordinación Democrática (popularmente conocida como Platajunta), promoviendo una serie de movimientos populares (manifestaciones, huelgas, etc.), que reclamaban libertades democráticas y la amnistía. Esta Coordinación Democrática fue un organismo unitario de oposición al régimen dictatorial creado el 26 de marzo de 1976 mediante la presentación de un manifiesto.
En Cataluña y en el País Vasco se promovieron diversas huelgas, y en Madrid se mantuvo la huelga (metal, construcción) durante semanas. Estos movimientos fueron fuertemente reprimidos (detenciones, despidos). En Vitoria-Gasteiz los hechos fueron más relevantes (sucesos de Vitoria: 5 muertos y decenas de heridos en marzo de 1976). Se polarizaron las posturas: los inmovilistas querían la continuidad del régimen y la represión política, mientras que los reformistas, por su parte, pretendían una evolución de las leyes y de las instituciones franquistas.
Gobierno de Adolfo Suárez y Ley para la Reforma Política
Arias Navarro fue forzado a dimitir y fue elegido como sucesor Adolfo Suárez. Este inició contactos con las fuerzas democráticas, promulgó un indulto para los presos políticos y propuso la Ley para la Reforma Política, que reconocía los derechos fundamentales de las personas, así como un sistema electoral democrático. La ley fue aprobada por las Cortes franquistas sin grandes problemas, algo que pudo parecer extraño dado que muchos procuradores eran franquistas. Esta ley fue sometida a Referéndum el 15 de diciembre de 1976 y aprobada con el 81% de los votos. Meses más tarde se aprobaron una serie de reformas como la libertad sindical, la legalización de los partidos políticos (inicialmente con excepciones como el Partido Comunista) y una amplia amnistía. Hubo muchos intentos de desestabilización política por parte de la extrema izquierda (GRAPO y FRAP) o la extrema derecha (Guerrilleros de Cristo Rey).
3. Legalización del PCE y elecciones de junio de 1977
Esta fase se enmarca en la búsqueda de colaboración de la oposición organizada. Finalmente, el PCE (Partido Comunista de España) fue legalizado en abril de 1977, tras el asesinato de cinco abogados laboralistas en la matanza de Atocha (enero de 1977) y gracias al inestimable trabajo de figuras como Carmen Díez de Rivera (jefa de Gabinete del presidente del Gobierno y figura clave en asuntos como la legalización del PCE).
En las elecciones generales celebradas el 15 de junio de 1977, se presentaron partidos de izquierda (PSOE, PCE) y de la derecha. Manuel Fraga Iribarne creó un nuevo partido, Alianza Popular (AP). También se constituyó Unión de Centro Democrático (UCD), encabezado por Adolfo Suárez, siendo el partido vencedor con 166 diputados, seguido por el PSOE. Suárez constituyó el primer gobierno democrático.
En la tarea de construcción de un sistema democrático y para poder hacer frente a los problemas económicos, era imprescindible un entendimiento entre el gobierno y las principales fuerzas de la oposición, de la misma manera que en paralelo se iniciaba el consenso constitucional. Así, los principales partidos firmaron los Pactos de la Moncloa (octubre de 1977), los cuales contenían una serie de acuerdos para la reforma y saneamiento de la economía y un programa de actuación jurídica y política. En el terreno político, el gobierno se comprometió a una regulación de la vida pública. En el terreno económico, los objetivos fundamentales fueron la reducción de la inflación y la puesta en práctica de unas reformas para repartir equitativamente los costes de la crisis. También hubo una reforma fiscal y una reforma tributaria, así como una reforma de la Seguridad Social.