Historia de España en el Siglo XIX: Del Absolutismo al Estado Liberal y la Emancipación Americana

El Trienio Liberal (1820-1823)

Entre 1815 y 1820, los liberales protagonizaron diversos levantamientos contra Fernando VII, como los de Juan Díaz Porlier en La Coruña (1815) y Luis Lacy en Cataluña (1817). Aunque estos fracasaron debido a la dura represión del ejército, el pronunciamiento del comandante Rafael del Riego en 1820, en Cabezas de San Juan (Sevilla), sí triunfó. Riego promulgó la Constitución de 1812, y Fernando VII fue obligado a jurarla ese mismo año, iniciando así el Trienio Liberal.

Durante este periodo, se puso en marcha un sistema de gestión entre las Cortes y la monarquía. Sin embargo, surgieron problemas, ya que Fernando VII intentó boicotear la labor legislativa de las Cortes. Además, los liberales se separaron en dos grupos:

  • Moderados: Partidarios de reformas más graduales y de un pacto con la Corona.
  • Exaltados: Defensores de una aplicación más radical de la Constitución de 1812 y de reformas profundas.

Los primeros años del Trienio Liberal estuvieron dominados por los moderados, quienes intentaron desarrollar la Constitución de 1812 para acabar definitivamente con el Antiguo Régimen. Sus medidas incluyeron:

  • La supresión de los mayorazgos.
  • La prohibición de la adquisición de bienes inmuebles por manos muertas.
  • La abolición del diezmo eclesiástico.
  • La definición de las bases de una desamortización de tierras eclesiásticas.
  • La redacción de un Código Penal.

La oposición absolutista se reunió en 1822 para restablecer el absolutismo, conformando los llamados realistas. Sus acciones incluyeron:

  • La sublevación de la Guardia Real.
  • La organización de guerrillas en Navarra y Cataluña.
  • La creación de la Regencia de Urgel.

Ante estos hechos, Fernando VII nombró ministro a Evaristo San Miguel, comenzando el periodo exaltado del Trienio Liberal. En este contexto, Fernando VII forzó la intervención extranjera. En abril de 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército francés comandado por el duque de Angulema, entraron en España. Los liberales ofrecieron escasa resistencia y se retiraron a Andalucía con Fernando VII como rehén. Este fue liberado en octubre de 1823 por Angulema, restaurando el absolutismo por segunda vez ese mismo día.

La Década Ominosa (1823-1833)

Tras la intervención francesa, España retornó al absolutismo. Fernando VII, mediante el decreto de 1823, declaró nulos todos los actos del Trienio Liberal, excepto la Inquisición, que fue sustituida por la Junta de Fe. Durante este periodo, se distinguieron dos grupos políticos:

  • Liberales

    Opositores al absolutismo, fueron perseguidos y muchos de ellos se exiliaron a Francia e Inglaterra.

  • Absolutistas

    Se dividieron en:

    • Reformistas: Partidarios de una política reformista para evitar una revolución, dirigidos por Ballesteros.
    • Apostólicos: Eran radicales y querían restablecer el absolutismo pleno, incluida la Inquisición. Dirigidos por Carlos María Isidro, quien buscaba ser rey. Estos son los llamados carlistas.

En el problema sucesorio, para que reinara su hija Isabel, Fernando VII abolió la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres, y firmó la Pragmática Sanción de 1789, que autorizaba la sucesión femenina. Carlos María Isidro consideró ilegal esta medida y no la aceptó, ya que él no podía heredar la corona. Así nació el carlismo, para defender los derechos de Carlos.

La Emancipación de la América Española

Las causas de la emancipación fueron múltiples:

  • El estricto control económico y político de los Borbones en América.
  • Las aspiraciones de los criollos, un grupo poderoso aunque minoritario, que se sentían desplazados de cargos públicos importantes por los peninsulares.
  • La influencia del pensamiento independentista de Estados Unidos y la Revolución Francesa.

En América, se formaron juntas que se declararon autónomas. En 1810, se declaró la independencia en Caracas y Buenos Aires, y Paraguay consiguió su independencia.

Tras el regreso de Fernando VII, este envió un ejército de más de 10.000 hombres para intentar controlar las colonias americanas. Sin embargo, las ansias de independencia continuaron. Se consiguió la independencia de Argentina (1816) y Chile (1817). En Carabobo, Simón Bolívar lideró la independencia de Colombia (1819), Venezuela (1821), Panamá y Ecuador.

A partir de 1820, tuvo lugar la crisis definitiva del poder español, debido a la ausencia de refuerzos militares. En México, el movimiento liderado por Hidalgo tuvo un marcado carácter social, poniendo fin a la esclavitud y proponiendo un reparto de tierras. Perú y Bolivia consiguieron su independencia tras la decisiva Batalla de Ayacucho en 1824. España solo conservó Cuba y Puerto Rico. Con ello, España perdió su comercio exterior más importante. TEMA11

El Reinado de Isabel II (1833-1868)

Durante el reinado de Isabel II, se instaló el Estado liberal en España, desmantelando el Antiguo Régimen. Los liberales se enfrentaron a los carlistas en las guerras civiles.

El enfrentamiento comenzó con un problema dinástico. Aunque Carlos IV había redactado una ley para derogar la Pragmática Sanción, esta no se promulgó, por lo que la Ley Sálica continuó vigente. Sin embargo, en 1830, cuando María Cristina de Borbón quedó embarazada, Fernando VII publicó la Pragmática Sanción de 1789, que anulaba la Ley Sálica y aseguraba el trono a su hija Isabel. De esta manera, Isabel fue proclamada heredera del trono, quedando Carlos María Isidro en segundo orden sucesorio. Carlos no aceptó la modificación de la ley y contó con el apoyo de los carlistas.

Para hacer frente a esta situación, Fernando VII se apoyó en los moderados, nombrando jefe de gobierno a Francisco Cea Bermúdez y desterrando a Carlos a Portugal. En 1832, Fernando VII enfermó y María Cristina asumió la regencia, apoyándose en los moderados, conocidos como isabelinos. Cea Bermúdez defendió el derecho sucesorio de Isabel II. Al morir Fernando VII en 1833, Carlos María Isidro publicó dos manifiestos desde Abrantes, reclamando la corona como Carlos V, lo que dio lugar a las Guerras Carlistas.

La Oposición al Liberalismo: El Carlismo

Este apartado aborda la oposición al liberalismo, principalmente el carlismo, que enfrentó a liberales y absolutistas. El carlismo apareció a finales del reinado de Fernando VII como un movimiento tradicionalista que defendía:

  • La monarquía absoluta de origen divino.
  • La sucesión masculina al trono (Ley Sálica).
  • El mantenimiento del privilegio estamental.
  • Una gran influencia de la Iglesia.

El carlismo se hizo fuerte en áreas rurales del País Vasco, Navarra y Cataluña. Contaba con el apoyo de la baja nobleza, el clero y los mandos medios del ejército. Por el contrario, la alta nobleza, la jerarquía eclesiástica, los mandos altos del ejército y los intelectuales apoyaban a Isabel II, especialmente en ciudades como Bilbao y San Sebastián.

Al morir Fernando VII, se iniciaron las Primeras Guerras Carlistas (1833-1839), que se pueden dividir en tres etapas:

  1. 1ª Etapa (1833-1835)

    Los carlistas consolidaron su control en el País Vasco, Navarra y Cataluña. El general Zumalacárregui formó un ejército regular y aseguró el control de las áreas rurales, aunque fracasó en Bilbao, donde murió.

  2. 2ª Etapa (1835-1837)

    Los carlistas emprendieron expediciones militares desde el norte que fracasaron. La expedición de Carlos María Isidro llegó a las puertas de Madrid en 1837. El general Espartero, partidario de Isabel II, adquirió gran prestigio al liberar Bilbao.

  3. 3ª Etapa (1837-1839)

    Al ver que no podían vencer, los carlistas se dividieron en transaccionistas y exaltados. Tras la victoria de Luchana, el general Espartero y el general carlista Maroto (transaccionista) firmaron la paz mediante el Convenio de Vergara (1839), poniendo fin a las principales luchas carlistas e incorporando al ejército a aquellos carlistas que deseaban mantener su graduación militar. Los exaltados no aceptaron negociar la paz y continuaron la lucha al mando de Cabrera hasta la conquista de Morella por los liberales en 1840.

Durante estas guerras, los carlistas estuvieron apoyados por Austria, Prusia y Rusia, mientras que los liberales contaron con el respaldo de Portugal, Inglaterra y Francia, quienes firmaron la Cuádruple Alianza en 1834.

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