La Crisis del 98: Decadencia y Necesidad de Regeneración en España

Introducción: Creación, Apogeo y Decadencia del Imperio

En 1492, Cristóbal Colón descubre Cuba durante su primer viaje y en 1511, Diego Velázquez la conquista. Por su riqueza y situación estratégica, es para España “La Perla de las Antillas”, que se convierte en la primera productora mundial de caña de azúcar (s.XIX). Por otro lado, Filipinas es descubierta para España en 1591 por Fernando de Magallanes.

Entre 1808-1825, se produce la emancipación americana pero se conservan las últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas, debido a las condiciones de la población de las colonias: esclavitud, mala autonomía política y fiscal e imposibilidad de comerciar con otros mercados debido al monopolio. Un hacendado cubano, Manuel Céspedes, inicia la guerra contra España por la independencia en octubre de 1868 (Grito de Yara). Comienza así una guerra larga y cruenta, la Guerra de los Diez Años (1868-1878), una guerra de desgaste en la que los rebeldes practican la táctica de la guerrilla y tienen el apoyo de los campesinos y la imposibilidad de España dedicar todas sus energías al problema cubano debido a la nueva guerra carlista.

De la Paz de Zanjón de 1878 al Grito de Baire

Al acabar esta, el Gobierno español envía al General Martínez Campos, con 100.000 soldados y junto con el compromiso de Amnistía, reformas y autonomía, consigue acabar con la guerra en 1878 (Paz de Zanjón). Pero España no cumple sus promesas y los cubanos tras un nuevo intento de guerra, Guerra Chiquita (1879-1880) se convencen de que la única solución es la independencia de España, por lo que se unen y forman el Partido Revolucionario Cubano (PRC), liderado por José Martí. Además hay un creciente malestar en EEUU por el proteccionismo español hacia Cuba.

Guerra de Cuba y Filipinas

Como consecuencia, en 1895, se produce el relevo de Sagasta por Cánovas del Castillo, que envía al General Martínez Campos (política de mano de terciopelo) para que repitiera la pacificación de los años 70, pero la situación es distinta y en 1896 es sustituido por el General Valeriano Weyler (política de mano de hierro), que realiza una transición de un género de guerra convencional a la dureza de la lucha antiguerrillera, que divide la isla en sectores y agrupa a la población en campos de concentración para evitar el apoyo a la guerrilla, donde las condiciones sanitarias y organizativas son deficientes, lo que provoca un desastre demográfico, más lorchas.

La idea de Cánovas es conseguir éxitos militares e introducir reformas autonómicas, que permitieran estabilizar la situación política, pero no es apoyada ni por conservadores ni por EEUU, que a partir de mayo de 1897 ayudaría a los insurgentes. El asesinato de Cánovas en agosto de 1897, supone un cambio en la política cubana. Los liberales deciden que la pacificación ha de venir por la acción política y combatiendo solo las partidas guerrilleras que destacan en las zonas controladas por el ejército español, ahora mandado por el General Blanco que sustituye a Weyler. En el mes de noviembre, Segismundo Moret, concede una amplia amnistía y un régimen de autonomía política de Cuba. Pero las reformas llegan tarde e incrementa la fuerza independentista y las exigencias de EEUU.

Al mismo tiempo que Cuba, se levanta Filipinas en 1896, con Andrés Bonifacio, Emilio Aguinaldo y el ideólogo José Rizal a la cabeza. La presencia española en Filipinas se limita a órdenes religiosas y a explotar de recursos naturales; enviando al general Polavieja, que ejecuta al ideólogo Rizal y será después sustituido por Fernando Primo de Rivera, firma la Paz de Biac-na-Bató (1897).

Por otro lado, la intervención de EEUU está marcada por el interés económico en minas y plantaciones cubanas de azúcar, control estratégico para afianzar el control militar y posibilidades de expansión en el Pacífico. Esto lo intentan ocultar bajo razones humanitarias y liberadoras. El desencadenante con el que se excusa EEUU para declarar la guerra a España es la explosión del “Maine”, que en medio de una constante presión diplomática estadounidense se produce la voladura de célebre navío. Finalmente, se firma el protocolo de Washington para llegar a un acuerdo definitivo. Tras esta rendición, se inician las negociaciones que culminan con la Paz de París, donde España cede a EEUU Puerto Rico, Filipinas e isla de Guam (Pacífico); los españoles acatan sin rechistar las exigencias norteamericanas, obviando de nuevo a cubanos, puertorriqueños, y filipinos (400 años de olvido); las posesiones asiáticas que le quedan las termina vendiendo (las Palaos Carolinas y Marianas) a Alemania

La Crisis de 1898 y sus Repercusiones

Como consecuencia de la crisis del 98, EEUU marca su inicio de etapa imperialista e intervencionista mundial. Pero en España, se produce una etapa de frustración y desencanto del país, produciéndose una ruptura con el pasado con repercusiones en distintos ámbitos:

Repercusiones económicas

Grandes pérdidas materiales producidas por la falta de ingresos procedentes de las colonias, así como mercados privilegiados y mercancías que desde entonces se han de adquirir a precios internacionales. A pesar de todo, son menos dramáticas e importantes de lo esperado gracias a los capitales repatriados debido a la pérdida de las colonias ya que los inversores vuelven a España y aprovechan para invertir en el país.

Repercusiones políticas

No son de gran magnitud, pero la crisis inevitable, hay desastre político que afecta a ambos partidos, pierden el prestigio y es el final de la primera generación de dirigentes que deben ceder el terreno a los nuevos líderes, permaneciendo el turnismo. Además, están las incontables pérdidas humanas (60.000 hombres), perjuicios psicológicos y trauma nacional, extendiéndose sentimientos de inferioridad, desmoralización e impotencia con grave desprestigio militar.

Repercusiones morales e ideológicas

Frente al fracaso del nacionalismo español, crece con fuerza el nacionalismo catalán (Liga regionalista desde 1901) vasco (PNV); y en menor medida, gallego, andaluz y valenciano. En consecuencia, tienen una gran trascendencia ya que se produce un deseo, una necesidad por regenerar y modernizar España en todos los niveles que finalmente falla y hacen que el modelo de país al que se quiere aspirar fracase y se comience a fraguar la opinión negativa sobre España: un país ineficaz donde prima el enchufismo.

Regeneracionismo, Producto del 98

En España, el desastre del 98, abre un debate sobre la responsabilidades de la guerra, el revisionismo político y el regeneracionismo nacional, cuyo exponente político es Francisco Silvela: conocer y mejorar las condiciones de la vida y el pueblo; modernizar la sociedad y economía; reformas en el sistema político y recuperación del prestigio perdido. Añadir el nacimiento de la Generación del 98, que nace del desastre colonial y son escritores que realizan una autocrítica nacional con amargas y pesimistas reflexiones encaminadas a actuar según el bien común y no en beneficio de los intereses políticos de la oligarquía y corrupción política, que no reflejan la realidad tal cual, sino que aparece como telón de fondo sobre el que se superpone la ideología del escritor; es decir, denuncian la situación social, pero no ofrecen soluciones.

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