La decadencia de los Austrias y el reformismo de los Borbones en el siglo XVIII

Los Austrias del siglo XVIII

El gobierno de validos y la crisis de 1640

El reinado de Felipe III

Su reinado es un período de transición entre la época de esplendor a la decadencia, con los válidos el duque de Lerma y el duque de Uceda.

El reinado de Felipe IV

Dejó el Gobierno en manos del Conde Duque de Olivares que puso en marcha diversas reformas participando en los conflictos europeos como la guerra de los 30 años.

El reinado de Carlos II

Apenas tenía cuatro años cuando su padre murió, asumió la regencia su madre Mariana de Austria que dejó el poder en manos de su confesor el jesuita padre Nithard, a éste le sucedió en ese puesto Juan José de Austria, hombre preparado que prefería un modelo político pactista.

La crisis de 1640

Fue la crisis política más profunda sufrida en España durante el reinado de los Austrias. Como consecuencia de esta crisis la monarquía se debilitó, el proyecto del Conde Duque de Olivares fracasó y la monarquía hispánica reconoció la independencia de Portugal en 1668 y la Guerra de los Treinta Años.

La guerra de los Treinta Años y la pérdida de hegemonía española en Europa

El reinado de Felipe III fue un período conocido como Pax hispánica. Se firmó la paz con Inglaterra en el tratado de Londres (1604) y en los Países Bajos se llegó a la llamada tregua de los 12 años. La elección del católico Fernando segundo como rey de Bohemia y emperador alemán dio lugar a la guerra de los 30 años (1618 a 1648) que enfrentó a los católicos Habsburgos con los príncipes protestantes alemanes. La sublevación de Cataluña y Portugal en 1640 resultó decisiva. España fue derrotada por los franceses en batallas como las de Rocroi 164. En 1648 se firmó la paz de Westfalia en la que los Habsburgo reconocían su derrota, los poderes del emperador se limitaron aún más y Francia se consolidó como la potencia hegemónica de Europa.

Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias

En el siglo XVII hubo una crisis en toda Europa que en España se manifestó en tres sentidos. En el demográfico la población española se estancó en 8 millones hacia 1700 cifra ligeramente inferior a la registrada a comienzos de siglo, a ello contribuyeron varios factores, la emigración a América, las malas cosechas, las epidemias las guerras y la expulsión de los moriscos. La crisis económica, la producción agrícola disminuyó debido a la escasa mano de obra, hubieron problemas de falta de competitividad debido a los altos precios, se subieron los impuestos y se solicitaron préstamos y se emitieron juros. Agotados estos recursos, se emitió una moneda de baja calidad aleación de plata y cobre que llevó a un aumento de los precios por su escaso poder adquisitivo. La crisis social, la crisis económica tuvo repercusiones sociales. Los estamentos privilegiados se consolidaron todavía más, en el polo opuesto, las clases populares vieron empeorar su situación, esto les empujó a la delincuencia, el bandolerismo y la mendicidad.

Crisis y decadencia de la monarquía hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio

En el siglo XVII, el reinado de Carlos tercero se caracterizó por el estancamiento administrativo y político en el campo internacional se produjo la pérdida definitiva del prestigio internacional. España perdió el Franco condado y varias plazas en Flandes en el tratado de Lisboa se reconoció la independencia de Portugal y sus colonias en cuanto al problema sucesorio Carlos segundo se casó dos veces pero no tuvo descendientes, por ello hubo que buscar un representante extranjero, Felipe de Borbón candidato francés y archiduque Carlos de Austria candidato austriaco. Tras fuertes presiones de ambos bandos Carlos II nombró heredero a Felipe de Borbón. Su decisión contaba con el apoyo de Francia pero estaban en contra el resto de potencias europeas. El 1 de noviembre de 1700 moría el último representante de los austrias en el trono español, se desencadenaba la guerra de Sucesión.

España en la órbita francesa: el reformismo de los primeros Borbones (1700-1788)

La guerra de Sucesión española y el sistema de Utrecht. Los pactos de familia

En 1701 se dio la guerra de Sucesión, culminando en 1715. Llegó a ser un problema internacional que pronto se convirtió en una guerra civil. La paz del Utrecht puso fin a la guerra, Felipe V fue reconocido como rey de España pero renunciando a cualquier posible derecho de la corona francesa. Gran Bretaña obtuvo Gibraltar, Menorca y terranova; los Habsburgo de Austria recibieron los Países Bajos españoles y las posesiones en Italia: a Saboya le correspondió Sicilia; Portugal consiguió la devolución de la colonia del sacramento. Los pactos de familia (1733 1789) fueron tres acuerdos militares en distintas fechas del siglo XVIII entre España y Francia, en el primer pacto de familia (1733) España consigue Sicilia y Nápoles gracias a la ayuda española a Francia en la guerra de sucesión de Polonia; en el segundo pacto de familia (1743) España ayuda a Francia en la guerra de sucesión de Austria; en el tercer y último pacto España participó en contra del Reino Unido en la guerra de los 7 años (1756 1763) y en la guerra de independencia de las 13 colonias por lo que se recuperó Menorca aunque no Gibraltar.

La nueva monarquía borbónica. Los decretos de Nueva Planta. Modelo de estado y alcance de las reformas

La monarquía absolutista de los Borbones fue centralista, establecieron con algunas diferencias el modelo absolutismo monárquico implantado por Francia por Luis XIV, monarquía fuerte y unificada. Mediante los decretos de Nueva Planta que Felipe V dictó en represalia por el apoyo prestado por la Corona de Aragón al archiduque Carlos de Austria en la guerra de sucesión, se suprimieron fueros cargos e instituciones y el sistema fiscal propio de cada Reino. Las Cortes de cada reino excepto de navarras desaparecieron, las Cortes castellanas se convirtieron en Cortes Generales del Reino. Los Borbones establecieron un nuevo modelo de administración territorial, se dividieron el territorio en provincias y sustituyeron los virreyes por capitanes generales. Introdujeron la ley sálica por lo cual las mujeres no pueden reinar aunque sí transmitir los derechos al trono.

La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria, y comercio con América. Causas del despliegue económico de Cataluña

En la España del siglo 18 la tierra seguía siendo la base de la economía sin embargo el régimen de propiedad de la tierra fue un problema para el desarrollo de la agricultura la mayor parte de las tierras no podían venderse porque estaban amortizadas había 3 tipos las eclesiásticas vinculadas a las iglesias las municipales y las vinculadas a mayorazgo se propusieron proyectos de reforma de las estructuras agrarias pero solo se llevó a cabo la colonización de nuevas tierras la industria se basaba en la producción artesanal y gremial pero resultó insuficiente y se impuso el proteccionismo con el que se prohibió la importación de determinados productos América se convirtió en una importante fuente de ingresos como productora de materias primas y mercado de consumo el factor que estimuló la actividad comercial fue el fin de la casa D contratación los decretos de 1765 y 1778 autorizaron el libre comercio Cataluña experimentó un despliegue económico convirtiéndola en la zona más dinámica de España las causas fueron el poder adquisitivo del campesinado catalán el proteccionismo económico y la liberalización del comercio con América.

Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III

La ilustración fue un movimiento intelectual que se originó en Europa en el siglo 18 por el que se concedía prioridad a la razón y al conocimiento científico. Algunos de sus rasgos fueron: el empleo de la razón y la crítica como método de análisis; el Fomento de la economía nacional; el desarrollo del conocimiento científico y la educación como base del progreso técnico y económico; la difusión al mayor número de personas del progreso y la felicidad; el poder absoluto de la monarquía; las ideas ilustradas “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” que en España su principal representante fue Carlos III y algunas de las reformas llevadas a cabo fueron: el fomento de la agricultura; fomento de las manufacturas, se crearon las reales fábricas; fomento del comercio, se liberalizó el comercio con América; revalorización del trabajo; reforma de la Hacienda; reforma educativa; reformas urbanas y nuevos edificios.

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