La Península Ibérica en la Edad Media: Visigodos, Al-Ándalus y la Reconquista

Los Visigodos en la Península Ibérica

Siglo IV y V: Invasiones bárbaras, entre ellas los visigodos, que irrumpen en el Imperio Romano y provocan su caída.
507: Los visigodos se establecen definitivamente en la Península Ibérica.
Siglos VI y VII: El Estado visigodo unifica territorialmente la Península y establece su capital en Toledo.

Convivencia difícil entre la comunidad hispano-romana (mayoritaria) y la germánica (minoritaria).
Intensificación de las tendencias económicas iniciadas en el Bajo Imperio: ruralización, latifundismo y economía cerrada.
Fortalecimiento de las relaciones personales y juramentos de fidelidad entre guerreros y jefes, lo que aproxima la situación al feudalismo.
Aspiraciones de la nobleza latifundista a convertir sus tierras en autónomas respecto al poder del rey.
Monarquía electiva y poder del rey limitado por la nobleza.
Enfrentamiento entre los visigodos vencedores (minoría) y los hispano-romanos vencidos (mayoría).

Unión religiosa: Recaredo abandona el arrianismo y adopta el catolicismo como religión oficial en el III Concilio de Toledo (589).
Código legal único: Recesvinto promulga el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo para ambos pueblos.
Concilios de Toledo: Se convierten en asambleas legislativas que tratan asuntos importantes que afectan a la monarquía.

Agricultura basada en la tríada mediterránea (trigo, olivo, vid).
Perfeccionamiento de los sistemas de regadío y nuevos cultivos procedentes de Oriente (cítricos, algodón).
Desarrollo de la ganadería, principalmente ovina.
Artesanía y comercio destacados: textiles, armas, orfebrería, muebles de taracea.
Importancia de la sal y la pesca.
Moneda valorada y utilizada para transacciones: dinar (oro) y dirham (plata).

Árabes: Minoría con alto nivel económico y cargos políticos.
Bereberes: Peores tierras, ganaderos y cargos inferiores.
Muladíes: Hispano-cristianos convertidos al Islam, campesinos de escalafón social inferior.
Mozárabes: Cristianos que vivían en territorio musulmán, artesanos y campesinos.
Judíos: Grupo poco numeroso pero influyente, dedicados al comercio y los préstamos.
Esclavos: Población no libre que podía obtener la manumisión al convertirse al Islam (maulas).

Influencia en el castellano (más de 4.000 palabras de origen árabe).
Elementos de la vida cotidiana: gastronomía, botón, bibliotecas, iluminación de calles.
Música, instrumentos y folclore con raíces en Al-Ándalus.
Surgimiento de poetas, historiadores y traductores.
Arquitectura: Mezquita de Córdoba, Alhambra.

Paleolítico: Economía depredadora basada en la caza, pesca, carroñeo y recolección.
Neolítico: Inicio de la producción de alimentos mediante agricultura y ganadería, lo que permite excedentes, comercio y división del trabajo.

Paleolítico: Grupos nómadas con organización elemental.
Neolítico: Sedentarismo y aparición de poblados estables debido a la necesidad de vivir junto a los cultivos.

Emirato dependiente del califato omeya de Damasco (711-756): Al-Andalus como provincia del califato, gobernada por un emir.
Emirato independiente de Bagdad (756-929): Abd-al-Rahman I proclama la independencia de Al-Andalus.
Califato de Córdoba (929-1031): Máximo apogeo económico, político y cultural.
Primeros reinos de taifas (1035-1090): Disgregación del califato en pequeños estados musulmanes.
Segundos reinos de taifas (1145-1170): Fragmentación de la unidad musulmana.
Reino nazarí de Granada (1238-1492): Última entidad política andalusí en la Península Ibérica.