La España de Posguerra: De la Autarquía al Desarrollismo (1939-1975)
En el año 1939, la Guerra Civil Española llegó a su fin, dejando tras de sí un panorama desolador. Las consecuencias fueron innumerables: cuantiosas pérdidas humanas y materiales, especialmente en los sectores de la agricultura y la ganadería, así como una significativa merma de divisas que sumió al país en una profunda situación de escasez. El Estado franquista, en su discurso oficial, acusaba al liberalismo de ser el culpable de una política anticatólica. Al finalizar el conflicto, la Iglesia Católica reiteró su apoyo incondicional a la dictadura, consolidando una alianza fundamental para el régimen.
En esta etapa inicial, se implementó un plan de saneamiento de la economía con el objetivo de saldar los pagos y deudas contraídas con el extranjero. Sin embargo, al término de la Segunda Guerra Mundial, los aliados decidieron no contar con España en la comunidad internacional debido a la naturaleza del régimen franquista. Esta situación de aislamiento internacional llevó a Francia a cerrar sus fronteras y a otros países a exigir la retirada de Franco del poder.
La Política Autárquica y el Aislamiento (1939-1959)
Ante el aislamiento, España adoptó una política comercial que suprimió las importaciones no estrictamente necesarias, buscando fomentar la producción de sus propios productos. Como se citaba en la época, se trataba de «suprimir importacións que non sexan indispensables». Este periodo, que comenzó en 1939, fue conocido como la ‘etapa azul‘, durante la cual se crearon una serie de medidas destinadas a consolidar varias leyes fundamentales, como la del Fuero del Trabajo, que pretendía regular las relaciones laborales.
Esta situación dio lugar a una política autárquica que condicionó drásticamente la economía del momento, sumiendo a España en una profunda pobreza durante la etapa inicial del franquismo. El país sufrió un estancamiento económico que, según algunos historiadores, «se prolonga durante o último tercio do século XIX e o primeiro do século XX». Esta es, como afirma García Delgado, «a pasaxe máis negativa da nosa historia económica e contemporánea».
El estancamiento afectó gravemente a la agricultura, con una amplia escasez de cereales, y a la industria, donde, a pesar de haberse creado importantes empresas, proliferó un mercado de contrabando y se encarecieron los productos básicos. Se crearon pequeñas empresas de forma artificial, en su mayoría poco rentables, a lo que se sumaba una «ríxida disciplina laboral e drástica fixación de salarios». Esto aumentó los desequilibrios sectoriales y regionales, precipitando al país a la inflación. La economía quedó sumergida en un estancamiento prolongado. Por lo tanto, el balance global de la política autárquica se considera negativo, ya que permitió el favoritismo y la corrupción e impidió el desarrollo de una economía sana y competitiva. Por ello, el texto dice: «o fracaso económico correu entón paralelo á regresión política e social».
El Plan de Estabilización de 1959: Un Giro Económico
En 1959, se publicó un decreto-ley que se conoce como Plan de Estabilización, porque «a economía española tivo que se enfrontar co problema da súa reconstrución». El equipo de ministros puso en marcha un conjunto de medidas económicas que pretendían frenar la inflación y corregir los desequilibrios sectoriales existentes. Este paquete de medidas es lo que se conoce como Plan de Estabilización de 1959, con el cual se consiguió moderar los precios, frenar los gastos y contener la demanda. Con este desarrollo económico, la situación de España fue, según la cita, «de máis ampla liberdade».
El Desarrollismo y la Modernización de los Años 60
En cuanto a la industria, España pasó de exportar productos agrícolas a exportar también productos industriales, como buques, maquinaria o herramientas. Esto hizo que, en esta época, España fuera industrial y rica, frente a otra España agrícola, subdesarrollada y pobre. Este fenómeno se conoció como ‘desarrollismo‘, que define el crecimiento irregular que se produjo en España durante los años 60.
Estos factores concurrieron para que tuviera lugar este crecimiento. Se dieron en los años 60 como consecuencia, entre otras cosas, de la aplicación del Plan Marshall (aunque España no fue beneficiaria directa, el contexto de recuperación europea y la apertura económica influyeron). La década de los 60 se conoce como la ‘década prodigiosa‘ debido al progreso y modernización que experimentó España en esos momentos. El Seat 600 es uno de los signos más icónicos de esta modernización.
Signos de Modernización y Factores Clave
- Movilidad y Consumo: Aumentó la circulación rodada y llegó a nuestro país un número creciente de turistas que visitaban nuestras playas. Se podían ver numerosos carteles y propagandas incitando al consumo, así como la irrupción de la televisión. Pero, sobre todo, la modernización se hizo patente en el uso del ansiado Seat 600 como utilitario y coche nacional.
- Emigración: Otro factor que contribuyó al desarrollo fue la emigración española a otros países de Europa Occidental o a América, como se refleja en la tabla entre 1951 y 1980. Este fenómeno supuso el envío por parte de los emigrantes de cuantiosas sumas de dinero en forma de divisas, que ayudaron a crear un mercado nacional. Los primeros años, la emigración se produjo mayoritariamente a América y, a partir de los años 70, mayoritariamente a Europa.
- Turismo: Coincidiendo con los años 60, la evolución del número de turistas desde 1961 hasta 1973 fue progresiva. Este ‘boom’ turístico significó un importante aumento de divisas para el país.
Transformaciones Demográficas y Sociales
Se produjo un importante aumento demográfico no solo debido al aumento de turistas, sino también a la mejora de las ciudades y actividades terciarias, y a la existencia de una nueva estructura social y el consiguiente predominio de la clase obrera, que tendió a especializarse y a acceder a la propiedad. Se produjo también un ascenso de la clase media, que fue la protagonista del desarrollo, dotando a la sociedad de una gran estabilidad. Por lo tanto, estos cambios y transformaciones económicas contribuyeron a una modernización de España, con una mejora del nivel de vida, una transformación de costumbres y una sociedad receptiva al cambio.
Evolución Social y Política
La educación también mejoró, la mujer comenzó a incorporarse al trabajo productivo, se produjo una reforma del Código Civil y se experimentó también una evolución política. Se produjeron una serie de conflictos políticos que hicieron que en 1969 Franco decidiera nombrar al príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor al título de rey. En 1975, con la muerte de Franco, Juan Carlos fue coronado rey de España. En esta época, se produjo la marcha de muchos españoles al exilio, lo que supuso para muchos una gran experiencia intelectual.